-Jiraiya es la personalidad con el que es fácil llevarse bien, el único problema es que es demasiado coqueto y algo pervertido – explico Iruka – Pero no te preocupes, solo lo hace con las chicas –

Sasuke miro sobre su hombro, el rubio asintió con la cabeza ante su mirada, estaba de acuerdo con lo que dijo Iruka.

-Bien, eso es todo –

Iruka apago la televisión y aplaudió dos veces para que las luces se encendieran.

-Ahora hablemos de lo que vas a hacer. Cuando sea horario de descanso, puedes visitar a Naruto y ver que todo este bien, si se sale de control, no lo dejes salir de la oficina hasta que yo llegue. Los fines de semana te iré a buscar para que te quedes en la villa, te ayudaremos con tus tareas –

Naruto alzo una ceja -¿Te ayudaremos? Me suena a manada –

-Cierto, Naruto te ayudara – sonrió Iruka -Yo no estaré ya que me ocupo de la contabilidad de la empresa –

Naruto tuvo ganas de borrarle esa sonrisa.

-Bueno, al parecer hare de niñera – menciono Sasuke. 

-Tu lo quisiste así, si ya no quieres puedes renunciar –

Las palabras llenas de esperanzas del rubio, no lo hicieron desistir, no sería fácil deshacerse de él.

-Como futuro psicólogo, mi deber es ayudar –

-Esas palabras sonaron tan falsas –                                                   

Sasuke dibujo una pequeña sonrisa en sus labios – Apenas llevamos días conociéndonos y sabes lo que suena real y falso de mi boca –

-Ja, poco a poco te voy entendiendo – miro hacia la ventana – Ya está anocheciendo –

Iruka miro hacia el reloj de la pared -Ya son las 8, entonces lo llevare de vuelta a casa joven Uchiha –

El azabache no se quería ir, no le había dado tiempo de recorrer la casa y no había confirmado varias cosas que tenia en mente.

Naruto lo observo por unos minutos y soltó un suspiro -Deja que se quede a dormir, solo por hoy –

Iruka abrió la boca de sorpresa mientras que Sasuke se sintió feliz, a pesar de que su rostro no lo demostraba.

-Pero ¿Por qué? – cuestiono el secretario.

-Tenemos tres habitaciones libres, no pasa nada si se queda en una –

-¿Eh? Ese no es el problema, sus padres...-

Sasuke saco su teléfono de la mochila y marco el número de su hermano.

-Yo me encargo – dijo y espero a que su hermano contestara.

Solo tres tonos bastaron para que se escuchara la voz preocupada de Itachi.

-"¿Sasuke? ¿Dónde estás? Mamá esta preguntando por ti" –

-En la casa de un amigo, por cierto, me quedare a dormir en su vi... casa –

Itachi no respondió por unos minutos.

-¿Hermano? –

-"Nada, trata de llegar temprano a casa" –

-Si, hermano – colgó.

-Bueno, ya esta arreglado supongo, Iruka dale la habitación de a lado y también el diario –

Iruka asintió no tan seguro -Acompáñame joven Uchiha –

-Me quiero bañar –

Naruto e Iruka se quedaron en silencio y luego soltaron un suspiro.

El rubio se froto la sien -Esta bien, te prestare ropa, Iruka muestra...-

-¡No es necesario puedo solo! – interrumpió Sasuke, agarro su mochila y camino hacia uno de los pasillos.

Estaba en claro que solo quería recorrer la villa, así que lo dejaron pasar.

-Me tengo que ir – menciono Iruka -Tengo que firmar unos papeles –

-Si está bien – Naruto estiro los brazos -Me ocupare del Uchiha – camino hacia su habitación.

-¡Cualquier cosa me llamas! – grito Iruka, en realidad el aviso no era para el rubio sino para el azabache.

Salió de la villa algo preocupado, si por el fuera se quedaría, pero como el rubio todavía no se encargaba de la empresa tenia que ser su parte. Tsunade todavía lo tenía a prueba, así que su deber es que salga todo bien.

Con esos pensamientos se subió al auto y se alejó de la villa.

El rubio entro a la habitación y busco ropa para el Uchiha. Escucho a lo lejos el sonido de la regadera "Al parecer ya termino el recorrido" pensó. Saco un pijama con figuras de espirales y un bóxer, luego busco en los cajones del ropero y al estar buscando cayo en el suelo una libreta forrada de color verde.

Naruto lo levanto y miro las letras que resaltaban de amarillo "Diario". El Diario de Menma, la única personalidad que le encantaba escribir y explicar lo que hacía.

-Se lo mostrare a Sasuke – tomo el pijama y salió de la habitación.

Cuando se acerco al baño, su visión se puso oscura y el dolor de cabeza aumento. La puerta del baño se abrió y salió el azabache con una toalla rodeando su cintura.

-¿Trajiste la ropa? – pregunto Sasuke, las gotas de agua resbalaban de su torso.

Naruto no respondió, aventó el pijama hacia el rostro del azabache.

-Oye ¡¿Qué demonios te pasa?! –

-Lo siento, me puse nervioso –

El Uchiha se quedo en silencio y recogió la ropa del suelo.

-Tu... ¿Quién eres? – pregunto el rubio.

Sasuke soltó un suspiro – Sasuke y ¿tu? –

-Menma... ¿Eres el novio de Naruto? –

"¿Menma? ¿La personalidad tranquila?" lo miro de pies a cabeza. Observo sus ojos azules que habían perdido algo de brillo, se veían fríos y distantes.

-No soy su novio, por ahora – contesto

Menma frunció el ceño, pero no respondió.

Sasuke no quería estar todo el tiempo parado así que se alejó de ahí, Menma lo siguió.

Cuando se acerco a la puerta de la habitación miro hacia atrás.

-¿Me quieres ver desnudo? –

Menma negó con la cabeza y se sentó en el suelo.

El azabache no supo que decir, entro a la habitación y dejo la puerta entreabierta por cualquier cosa.

El rubio abrió su diario, dentro estaba un pequeño lápiz por lo cual empezó a escribir.

"Querido diario, hoy me encontré con alguien conocido, es muy bonito, pero no me pertenece. Kurama se enojará conmigo y también con Naruto"

"¿Esta bien si le cuento la verdad? ¿Podemos confiar en él?"

-No, todavía no está preparado – Menma se revolvió el cabello – Kurama, dame tiempo no he salido durante semanas, no he tomado fotos de la luna – poco a poco el rubio perdió la conciencia y otra personalidad apareció.