- Se a el telón -

- Séptimo capítulo -

Los Oh estaban conmocionados, todo parecía irreal, su hermoso LuHan estaba bajando las escaleras de su casa con un vestido, a su lado, SeHun le daba la mano firmemente.

Ambos lucían serios, pero firmes.

La Señora Oh dio un paso atrás cuando los tuvieron frente a ellos, mientras que el Señor Oh abrió los ojos de par a par, no tenían palabras, cada una de ellas fue silenciada por los brazaletes que usaba LuHan, quien jamás dejó de ser JiMin. Cada reclamo fue tragado por los pendientes que colgaban de sus orejas, los cuales brillaban como estrellas.

El vestido comprado esa tarde por el mismísimo SeHun fue testigo de las risas de JiMin al verse al espejo, de cuando alistó una maleta en caso de que la botaran de la casa, de su emoción al sentirse completa por primera vez. Solo un vestido le cambió la vida.

SeHun todavía se sentía extraño, su hermano era una mujer. ¿Qué tan impactante podía ser eso en la vida de un adolescente? Sin embargo, su corazón se agitaba, no de tristeza, ni mucho menos de miedo. Latía fuerte porque sentía que por fin había hecho algo bueno, al fin se sentía con ánimos de luchar por algo, por alguien.

- No permitiremos que nos engañen más. — dijo por fin JiMin, LuHan había muerto en su habitación, junto a su ropa ancha.

- ¿De qué estás hablando, LuHan? — le respondió su padre, quien no podía creer lo que veía. — SeHun, ¿Dónde está tu hermano?

SeHun negó con la cabeza.

- Yo nunca he tenido un hermano. — miró a su padre a los ojos. — Tengo una hermana, siempre la he tenido, pero ha estado oculta.

Volvió a romperse el cielo con la lluvia. Un trueno ahogó los gritos de la Señora Oh.

Fin del séptimo acto

- Se cierra el telón -