19
Vuelvo a suspirar y las lágrimas se acumulan en mis ojos pero no dejo que caigan, las limpio rápidamente y sonrío mientras observo a Anyi tocar una hermosa melodía que aprendió en sus clases de piano.
— ¿Te gustó? — me pregunta feliz y yo asiento para después abrazarla.
— Me encantó, has aprendido muy bien. Estoy segura de que serás una gran pianista cuando crezcas.
Me paso un rato más con ella y luego la llevo de vuelta a su nueva casa, una familia muy buena la adoptó y está siendo muy feliz. Me alegro mucho por eso, luego de haber sufrido tanto al fin puede estar bien.
Acomodo mi abrigo azúl para cubrirme del frío y comienzo a caminar de vuelta a casa, hoy es sábado. Debería estar en el Hospital con mi mamá, pero no quiero verlo. Por esa razón es que en dos meses no he ido más, me duele no verlo. Pero creo que me dolerá más si lo hago.
Llegué a casa y en cuanto abrí la puerta me encontré con JungKook, al parecer iba de salida.
— KyuWon — sonrió amplio cuando me vio y besó mi mejilla — ¿Estabas con Anyi?
— Sí, te manda un beso y dice que quiere que la vayas a ver.
— Tan tierna — se queda pensativo — La próxima vez que vayan a salir juntas llámame, quiero acompañarlas.
— Vale.
Contesto y subo a mi habitación, dejo mi abrigo en el perchero y me acuesto en la cama mientras observo el techo.
¿Cuándo va a desaparecer este dolor?
Ya no quiero seguir sufriendo así, YoonGi ni siquiera me quiere y eso es tan doloroso. Siempre fue un mentiroso, un total mentiroso que solo me engañó pretendiendo quererme.
Logro dormir un poco luego de llorar por varias horas.
(...)
Salí de la escuela y observé a la Señora que vende las galletas que me gustan, sonreí y compré comenzando a comerlas mientras caminaba de vuelta a casa.
Me detuve cuando vi a alguien detenerse frente a mi, alcé la vista y lo vi. Era él.
— YoonGi...
Me sonrió, con esa pequeña y linda sonrisa de gatito. Estaba muy guapo vestido así, él siempre usaba ropa negra y nunca lo había visto con un gorro en la cabeza. Parecía alguien diferente.
— Sigues comprando esas galletas — habló y a la misma vez rió.
— ¿Qué pasa? — pregunté — ¿Por qué estás aquí?
— Te extrañaba...
Se me cristalizaron los ojos en cuanto escuché eso, ¿que quería? ¿Volver a engañarme? ¿Volver a hacerme daño?
— No se puede extrañar a alguien que no se quiere.
— ¿Quién dijo que no te quiero? — alzó una ceja y apreté mis manos molesta.
— Tú.
— Fue una mentira — dijo, y volvió a hablar — ¿Por qué siempre caes en mis mentiras?
— YoonGi... — susurré llorando.
— Lo siento... — se acercó a mi — Fui demasiado estúpido al irme aquella vez, creí no poder ser capaz de estar a tu altura y darte lo que te merecías. KyuWon, creí que oscurecería tu vida si me quedaba a tu lado, pero comprendí algo. El amor no se trata de eso, el amor va más allá de lo que somos. Y si te amo, puedo hacerte feliz, sea quién sea.
Lo observé con lágrimas en los ojos, ¿por eso me había dejado?
— ¡Eres un tonto!
Grité furiosa y lo abracé.
— Te lo dije... — lo abracé más fuerte aún — Te amo, y eso es lo único que importa.
— Lo sé, ahora lo sé.
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