YoonGi lloró mucho abrazado a mi y luego se levantó para acostarse en su cama. Me pidió que me quedara con él hasta que se durmiera y así lo hice, me acosté a su lado y acaricié su cabello para que se durmiera.

No sé qué fue lo que pasó pero estoy muy preocupada, mientras lo veía llorar mi corazón se rompió en mil pedazos. No quiero que sufra, me duele que llore.

Las lágrimas se acumularon en mis ojos cuando lo vi dormido, se veía tan vulnerable con sus mejillas mojadas por las lágrimas que derramó minutos atrás, quiero saber que fue lo que pasó para que llorara de esa manera sin consuelo.

Las horas pasaron y vi el cielo tomar un color oscuro, pronto iba a oscurecer. Me levanté de su lado y recogí la mesa para luego ir a la cocina y comenzar a prepararle algo para que cenara. Casi no almorzó y me preocupa que no coma nada.

Luego de un rato escuché sus pasos, ya había terminado de prepararlo todo. Me giré y observé su rostro triste.

— Perdón... — susurró bajito y se sentó en el mueble de la sala.

Me acerqué y me senté a su lado.

— ¿Estás bien?... — pregunté mirándolo. Esperaba que me lo contara todo y así podría ayudarlo — ¿Pasó algo malo?

Asintió y me miró a los ojos.

— ¿Recuerdas el amigo que fui a visitar al Hospital? — asentí. Era el chico que estaba en la sala de operaciones — Hoy... — mordió su labio — murió...

Abrí mucho mis ojos y me sentí muy triste por él. Ya entendía por qué YoonGi estaba tan triste y había llorado tanto. Lo abracé.

— Lo siento mucho...

— Le prometí que lo ayudaría... — habló y me separó para mirarme — Le prometí que me convertiría en el mejor médico del mundo y lograría curarlo, para que volviera a sonreír. Para que viviera... 

Sus lágrimas volvieron a hacerse presentes, yo solo llevé mis manos a su rostro y las limpié despacio. Quería ayudarlo, quería lograr decirle algo para que dejara de llorar. Pero no podía hacer nada, nada de lo que hiciera o dijera iba a hacerlo sentir mejor. Porque había perdido a alguien importante y eso dolía mucho.

— Supongo que solo soy un mentiroso...

— No — negué — Lo estás haciendo, estás intentando cumplir tu promesa. Es verdad, no pudiste salvarlo a él. Pero estoy segura de que estaba y estará muy orgulloso de ti, porque cuando logres ser médico. Ayudarás a muchas personas como él.

No dijo nada, solo me miró por unos segundos y luego se acercó a mis labios para besarme. Seguí su beso y lo abracé de nuevo intentando consolarlo.

— Gracias... — acarició mi mejilla — Te quiero mucho KyuWon.

— Te quiero mucho YoonGi — sonreí y le di otro besito.

Sentí mi celular sonar y me asusté. Debe ser mi mamá, son las siete de la noche y debe estarse preguntando donde estoy. Fui a buscarlo y era ella, mordí mi labio. Si se entera de que le mentí me va a regañar.

— Tengo que irme a casa... — le dije y tomé mis cosas — Te preparé la cena, por favor come algo y no te acuestes con el estómago vacío.

— Espera, es muy tarde. Te llevaré a casa — se levantó.

— No, estaré bien — caminé hacia la puerta y la abrí — Mi mamá me va a regañar si sabe que estuve todo el día sola aquí...

Lo escuché suspirar.

— Yo le explicaré, no te preocupes.

— Pero...

— ¿KyuWon?

Escuché que alguien dijo mi nombre y me giré. Era TaeHyung, ¿qué hace aquí? Está saliendo de un apartamento.  Seguro un amigo vive aquí o un familiar.

— Tae... — sonreí y se acercó. YoonGi se paró en la puerta y lo miró. — Él es TaeHyung. Uno de los amigos de mi hermano, Tae él es YoonGi, mi novio.

— Ah... — asintió el castaño con el ceño levemente fruncido. — ¿Ya te vas para tu casa?

— Sí — respondí.

— Te llevo, voy para allá.

Sonreí y acepté.

— Vale — miré a mi novio — Me iré con Tae, come algo y descansa, ¿sí?

Le di un beso rápido y jalé a TaeHyung hasta el elevador. Las puertas se cerraron y comenzamos a bajar. Sentí su mirada sobre mi.

— ¿Tu mamá sabe que vienes a casa de tu novio y están solos?

Tragué en seco.

— No, lo que pasa es que YoonGi se sintió mal y vine a ayudarlo. Solo fue hoy, lo juro — he aprendido a mentir mucho.

No dijo nada. Llegamos a mi casa y subí antes de que mi mamá me viera. Debía buscar una buena escusa y hacer que Tae no le cuente a nadie.

— KyuWon, ¿por qué estabas en casa de tu novio sola?

Ay TaeHyung, ya le había dicho a JungKook. Miré a mi amigo sin saber qué decir.