Me gusta la escuela pero aveces se vuelve tediosa. Salgo de mi salón y camino por el pasillo hasta la salida, miro hacia ambos lados y cruzo para continuar caminado hacia mi casa.

Me detengo frente a la facultad de medicina, ¿estudiará YoonGi aquí?

Me pregunto y como si lo hubiera invocado lo veo salir por una puerta, tal vez sea su salón. Lleva puestos unos auriculares y las manos en sus bolsillos, camina despacio hasta llegar a la puerta.

Se detiene al verme, no sonríe. Solo se acerca con los ojos entrecerrados.

— ¿Me sigues? — pregunta alzando una ceja y luego sonríe.

Supongo que fue una broma, aunque no dio gracia.

— Hola — sonrío — ¿Ya vas a casa?

Asiente y comienza a caminar, lo sigo ya que es el mismo recorrido para mi. Lo observo de nuevo con detenimiento, debo decir que me gusta mucho el rostro de YoonGi.

— ¿Vives por aquí? — pregunto mientras camino a su lado.

Espero a que responda aunque dudo si me escuchó o no ya que aún tiene los auriculares puestos, ¿tendrá música? Me da curiosidad el tipo de música que escucha YoonGi.

— Es increíble que nunca te haya visto, recorremos el mismo camino hacia casa.

— Eso no es verdad.

Parpadeo y lo miro confusa, ¿que mentira dije?

— Yo si te había visto, bueno. Te veo todos los días — opta por quitarse los auriculares y dejarlos colgados en su cuello — Sueles salir minutos antes que yo y caminas hasta la siguiente calle, luego doblas. Todos los martes compras las galletas de la Señora que se para en la puerta de tu instituto y las comes por el camino.

Me quedé impresionada al escucharlo, eso era verdad. Me encantan las galletas de la mujer que viene los martes, siempre me he preguntado por qué viene solo los martes. Ojalá viniera todos los días.

— ¿Estás en shock? — se acerca y me observa con esos ojos gatunos. Mis mejillas se calientan un poco debido a lo cerca que se encuentra de mi — No soy un acosador, solo es que tus zapatos y las boinas que usas llaman mucho la atención — se alzó de hombros.

Observo mis converses rosas y frunco el ceño, ¿son demasiado chillones? Debería cambiarlos.

— Pero te quedan bien.

Sigue caminado y yo junto a él, se detiene y me dice adiós con su mano.

— ¿Te vas por ahí? — señalo la calle frente a mi y él asiente. Yo tenía que doblar. — Nos vemos...

— Espera... — me detiene y lo vuelvo a mirar — ¿Quieres salir conmigo el domingo?

Su pregunta me deja sin saber como reaccionar por un momento. ¿Él quiere salir conmigo, el domingo? Sí, escuché bien.

— ¿Es una cita? — pregunto con una sonrisa.

— Eso creo.

— Vale — acepto.

Me pide mi celular y se lo doy, guarda su número y luego se va. Camino a casa con una sonrisa y el corazón acelerado.

Llego y entro encontrándome con mi hermano y su mejor amigo jugando videojuegos en el suelo.

— Hola Tae.

Lo saludo y subo a mi cuarto. Tomo mi celular y reviso el número de YoonGi, ¿cómo debería agendarlo? Todos mis contactos tienen un emoji, ¿cuál le pongo a él? ¡Ah!

YoonGi 🐱

Me gusta, lo guardé.

Al rato bajé a comer algo. Esos dos locos todavía estaban tirados en el suelo. Abro el refrigerador y saco un jugo, me siento en el sofá a mirarlos, ¿no se cansan de jugar? ¿Jimin no se cansa de perder contra Tae? Menos mal que JungKook no está aquí, es el rey del juego.

— ¿No deberían estar estudiando?

Me miran con el rabillo del ojo y niegan.

— Tienen exámen de cálculo pronto, deberían estudiar — les digo.

— Ahora me siento culpable — Tae suelta el mando — Gracias KyuWon, me has recordado lo malo que soy estudiando.

— Es porque no estudian — respondo — Si lo intentan más verán que será más fácil.

Recibo sus miradas neutras, supongo que ni estudiando.

— Vale, pero aun así deben estudiar.

Me alzo de hombros y vuelvo a mi habitación.