LIAN.

Las clases del día de hoy terminan.

Camino a la salida y Olivia se me pega sujetando mi hombro.

-Que hubo chico lindo, como estuvo(?-. Pregunta mientras caminamos.

-Pudo haber sido mejor-. Respondo mirando el suelo.

Después de un rato se detiene.

-Chico lindo-. Dice y mira mi brazo acariciándolo.

-Qué pasa-. Pregunto con recelo.

-Me prestarías la moto(?-. Hace una pausa mirándome con cara suplicante.- Es que necesito hacer una vuelta, pero tengo que ir sola.

La miro serio por un momento y niego con la cabeza respondiendo.

-Esta bien-. Olivia pensaba que mi respuesta sería un no y suspira aliviada.- No tienes por que hablar tanto Olie, sólo dime, "préstame la moto".

Olivia me dedica una mirada asesina mientras le extiendo las llaves.

-Cuida mucho a mi bebé-. Digo y Olivia se ríe asentando con la cabeza.

-Pero porque no dejas que te lleve(?-. Pregunta y niego con la cabeza.

-Me vendrá bien caminar un rato.. Para despejarme-. Respondo algo cabizbajo.

-Esta bien.. Ya me voy nos vemos-. Avisa y se va.

-Cuídate.

Camino a la parada para ir a casa de Olivia.

No pasaron ni cuatro minutos cuando tres chicos me habían emboscado.

-Otra vez lo mismo-. Espeto molesto. Cargan bates como la primera vez. Sólo que ahora solo son tres.

Me miran con expresión divertida y asesina. Me ruedo el koala para la espalda y me pongo en posición de ataque.

Los tres se me vienen encima y logro esquivar a uno, otro me impacta el bate en la costilla pero le respondo con un golpe justo en la cara. El otro sujeto me empuja y hago todo lo posible para no caerme. Seguían riendo de una manera macabra.

Iba a por ellos cuando alguien lo hace antes que yo cayendo encima de uno de los sujetos. Es maco.

Mierda. Uno de los sujetos toma impulso para impactarle un batazo a mi hermano pero lo impido. Corro hacia el y lo tumbo conectándole puñetazos en la cara.

-Hey imbécil, por aquí-. Escucho decir a alguien. Volteo y lo miro. Es otro sujeto. Carga la bandana de la pandilla en su cuello. Le conecta un puñetazo al tercer sujeto.

La pelea empezaba a ser pareja. Terminamos conectándoles muchos puñetazos hasta que estos se veían cansados y muy golpeados.

A pesar del tiempo sin vernos y lo molesto que pudo estar Maco me saludo con un gran abrazo. Lo extrañaba, en serio lo extrañaba.

-Quienes son estos-. Pregunta Maco recuperando el aire.

-De una pandilla-. Le respondo al ver que todos tienen los anillos. Que usan los Rats.

Miro al otro chico que nos ayudó. Estaba muy golpeado y dudo que sea por la pelea de hoy.

-Gracias amigo. Eres de la pandilla(?-. Pregunto y aunque ya vi la bandana quiero cerciorarme.

-Si, recién ayer pasé la prueba-. Eso explica los moretones.- Vi que también tienes la bandana y quería acercarme, ser colegas.

Asiento. Y le extiendo el puño. El chico repite la acción.

-Lian-. Me presento.- El es mi hermano-. Aviso y Maco se presenta.

-Gregor colega. Mucho gusto-. Dice y mira a los agresores que siguen en el piso.- Hacemos un buen equipo.

Maco y yo nos reímos y asentamos con la cabeza.

-Larguémonos de este lugar-. Aviso y Maco replica.

-Tengo mi auto a unas cuantas cuadras, vamos-. Avisa y lo sigo. Gregor se queda parado y lo miro extrañado.

-No vienes(?-. Pregunto y Gregor asiente.

-Si, gracias-. Responde y nos sigue.

Maco habló de lo mucho que le gustaban mis tatuajes. Dijo que quería hacerse uno. Le hablé de Olivia y el gran talento que tiene. Pensé más bien que me iba a regañar por marcar mi cuerpo con tinta pero fue lo contrario. Un alivio.

Fuimos a un bar. En estos momentos me vale un bledo las reglas de la pandilla. Extrañaba mucho a mi hermano y tengo muchas ganas de ver a Marlys. Lo primero que hice cuando estábamos en el auto fue preguntar como estaba.

Maco nos contaba que había conocido a una chica, Caroline. Me alegré tanto por la noticia que lo abracé. Le dejé mensajes a Diego y a Olivia para que no se preocuparan. Les escribí que iba a llegar tarde.

-Cuando es la boda-. Pregunto riendo y Maco en responde en risas.

-No descartaría esa idea.. Tienes que conocerla. Es maravillosa-. Dice en cuantos nos sentamos.

-Me encantaría mucho la verdad-. Respondo.

-Tres cervezas por favor-. Avisa maco al cantinero. Seguimos hablando de las cosas que habían pasado. Maco me contaba más sobre esa chica.. Caroline.

Nos traen las cervezas y incluyo a Gregor en la conversación.

-Y por qué te uniste a la pandilla(?-. Le pregunto a Gregor. Da un sorbo a su bebida y responde.

-Necesito dinero. Mi madre necesita unas medicinas que cuestan un ojo de la cara-. Hace una pausa.- La hacen sentir mejor, disminuyen el dolor. He probado de todo, trabajar honradamente no me da.

Le doy un sorbo a mi bebida.

-Lo siento mucho colega-. Le digo y Gregor niega con la cabeza.

-Esta bien, tu por qué te uniste(?-. Pregunta.

-Igual, necesitaba ayudar a un amigo con una operación para la vista. Ahora me odia, pero por lo menos puede ver-. Respondo y Maco toca mi hombro.

-Por lo de las reglas eh-. Espeta Gregor y da otro sorbo a su bebida.- Por mi parte al carajo. No me alejaré de mi madre. Prometí cuidar de ella.

-Te entiendo-. Respondo y doy otro sorbo a mi bebida.

Seguimos bromeando hasta que decidimos marcharnos. Nos encontrábamos ebrios y casi no podía mantener el equilibrio.

Maco primero le dio un aventón a Gregor. Luego era mi turno.

-Y si te quedas hoy en casa-. Espeta Maco mirándome.

-No sé si sea buena idea Maco, no quiero ponerlos en peligro a ti a Marlys-. Aviso echando mi cabeza hacía atrás.

-Sabes qué, olvídalo. No te lo estoy preguntando. Vas a dormir hoy en casa-. Avisa y acelera.

Me río.

-Nunca cambiarás-. Aviso bromeando.

-Tu tampoco-. Responde.

No hubo más charla. Estábamos en carretera camino al departamento. Me sentía muy feliz porque iba a ver a Marlys.

Me encontraba mirando por la ventana escuchando las músicas favoritas de mi hermano cuando mi teléfono vibra. Adnes. Mi corazón empieza a latir muy rápido y una sonrisa sale de mis labios.

-Espero mañana mismo mi copia. No lo olvides.

Mierda, la copia. Se me había olvidado lo que el profesor había dicho.

-Esa sonrisa. ¿Quien es mm?-. Pregunta Maco. Le respondo con la mirada y asiente.

-Ya veo. Han avanzado en algo(?-. Pregunta.

-Nada la verdad-. Respondo y exhalo.- Debería decirle que la amo-. Espeto.

-No lo hagas hermano, no te adelantes que ella no recuerda lo que tuvieron aún-. Asiento.

-Entonces no le diré-. Aviso triste mirando su mensaje.

-Sólo, haz que ella lo sepa-. Dice Maco y asiento.

Le respondo el mensaje.

-Mañana sin falta jsjs.

A pesar de todo. Adnes con sólo un mensaje puede alegrarme más la vida.

Llegamos al departamento y Marlys aún se encontraba despierta. Estaba tan feliz de verme que lágrimas salieron de sus ojos.

-No llores que lloro-. Le respondo aplicándole un abrazo de oso.- Te extrañe tanto.

Jugamos un rato y vimos una película. Quedamos que no iríamos tan tarde a dormir que no pude aprovechar mucho tiempo con ella. Pero estaba agradecido por esas pocas horas que tuvimos.

Entré en mi cuarto y miré el cuadro de fotos por un rato. Nos veíamos tan felices.. Cogí mi cámara y la miré por unos instantes pensando en todo lo que ha pasado. Después sólo me recosté en la cama hasta quedarme dormido.

...

Estoy en casa de Olvia a muy tempranas horas de la mañana. Maco me dio el aventón y me ayudó con lo de la copia. Me despido de él y entro en la casa. Diego me avisó que había pasado la noche en su casa. Sólo estaba Olivia. Entro y todo está muy callado. Subo y su puerta estaba entreabierta. No se ha despertado y se está haciendo tarde.

Toco la puerta suave pero no se despierta. Empiezo a tocar duro y salgo corriendo al ver que se levanta de un respingo.

Me río a carcajadas y Olivia sale de la habitación con las almohadas.

-Imbécil-. Espeta tirándome las almohadas.

-Alístate quieres(?-. Espeto aún riendo. Vuelve a entrar en su cuarto dando pasos largos.

Yo también me ducho y me alisto.

Ya estaba listo así que recojo mis cosas y me coloco el koala. salgo a a esperar afuera a Olivia. Me recuesto en la moto.

Olivia sale después de un rato fumándose un cigarrillo. No me gusta verla fumando sin contar que se fuma como cinco cigarrillos diario y eso me preocupa.

-Dame un poco-. Pido y Olivia me saca el dedo.

-Que te den-. Le da la última calada y lo tira.

Se monta en la parte trasera y arranco para el instituto.

...

-Que pasa allá(?-. Pregunta Olivia mirando el tumulto exagerado de estudiantes.

-Que más da-. Espeto y sigo caminando. Olivia me retiene.

-Vamos a ver, quiero echar un vistazo-. Avisa y exhalo.

-Está bien. Chismosa-. Replico y Olivia me saca la lengua.

Caminamos empecé a quitar a las personas de en medio para poder ver. Empiezo a respirar muy rápido al ver lo que sucede. Están fastidiando a Ray.

Olivia se da cuenta y me sostiene del brazo para que no haga nada imprudente. Aunque a mi pensar lo imprudente acá sería quedarme de brazos cruzados.

-Ash-. Espeto molesto. Rachel llega a defender a Ray y siento como mi pecho se oprime. Esto no me está gustando nada. Quisiera golpear a esos imbéciles hasta que lloren. Pero no puedo hacer nada.

Iba a caminar de vuelta pero de la nada todos me miran y se apartan. De la nada todo es silencio.

Me quedo parado pensando en qué hacer y Olivia me jala suavemente del brazo. Caminamos.

Pasamos por el lado de ellos y no pude hacer nada. Evite mirar a mi amigo. Me siento un cobarde. Luego de eso mi vista se empañó, empecé a limpiarme los ojos con el dorso de la mano.

Olivia no decía nada. Pero sé que en el fondo entendía.

Me separé de Olivia y entré en el salón. No había nadie. Seguía limpiándome los ojos. Recordé lo de la copia así que se la dejé en la mesa. pasan unos minutos y Adnes entra y se sienta a mi lado. No quise mirarla. No quería que me viera en ese estado, quizá podría darse cuenta de lo mal que estaba y no quería dar explicaciones. Pasa un rato y siento que Adnes tiene su mirada en mí.

-Que pasa(?-. Le pregunto.

-Ese chico fue el que me habías nombrado aquella noche(?

La miro.

-Ahora si estás interesada en eso(?-. Respondo con un tono algo duro. No quería verme debíl y que toda la farsa se derrumbara.

-Pues no entiendo como dejas que a tu amigo le hagan tal cosa. Si es que es tu amigo.-. Espeta mirando a la pizarra.

-Déjalo estar Adnes, por favor-. Replico rápidamente. Pero tiene razón. No me quedaré de brazos cruzados.

Después de el salón se empezó a llenar y ver a mis amigos así me partía el alma en dos. No aguantaba, estaba muy molesto.

Termina la clase y tocaba fútbol.

...

Es hora de almuerzo y sólo puedo pensar en una cosa. Empecé a buscar por todas partes hasta que los vi. Los agresores habían entrado al baño. Era mi oportunidad.

-Hey amigo, que pasa(?-. Pregunta Gregor y le cuento.

-Genial, voy contigo-. Dice y me sigue.

Entramos en el baño.

Estaban bromeando y sus rostros palidecieron en cuanto nos vieron.

-Que les dije de andar fastidiando a Ray mmm-. Espeto molesto.

-No lo volvemos a hacer, lo juramos-. Espetan asustados y aunque quiera partiles la cara no puedo. Luego quedaría en evidencia.

-Eso espero, porque sino juro que los mataré-. Aviso y conecto un puñetazo a la pared para sacar toda la rabia que llevaba encima. El estruendo asusta a los agresores pero no hacen nada. Salgo del baño junto con Gregor.

-Así son colega. Tratan mal a los que ellos creen son más débiles para ocultar que los débiles son ellos mismos-. Espeta Gregor y asiento.

Luego de eso hablamos un rato y se despidió porque tenía que hacer unas cosas.

Camino a la próxima clase. Otra vez encuentro el salón vacío. Me siento y trato de estirar mi mano. Me dolía mucho.

Un rato pasa y Adnes entra. Se sienta en su mesa.

-¿Estás bien?-. Pregunta Adnes, al parecer se dio cuenta. La miro.

-Lo estoy-. Respondo y nos quedamos así. Mirándonos, esa mirada que me hace olvidar todo. No sentía el dolor de mi mano magullada siquiera. Se veia preocupada. ¿Lo estaría en realidad?

Mientras la miraba recordé lo que me dijo mi hermano. "Sólo, haz que ella lo sepa". Hacerle saber que la amo y lo especial que es para mi.

De la nada se empezó a llenar el salón. Adnes y yo dejamos de mirarnos.

...

Luego la clase terminó y era hora de irse. Caminé con Olivia hasta la salida y le conté sobre Gregor. Le avisé que ahora estaría en nuestro grupo y estaba de acuerdo.

Llegamos a la casa de Olivia y sólo podía pensar en ella. Su mirada, esos ojos verdes como el pasto pero que reflejan el mar. Creo que nunca lo había pensado pero desde siempre he estado enamorado de Adnes.