LIAN.

-Esto será muy complicado bro-. Dice Diego y lo miro.

-Tenemos que aguantar.

Diego niega con la cabeza repetidas veces.

-Mi madre no para de llamarme Lian, como crees que le voy a explicar esto(?-. Dice alzando la voz.

-Te entiendo vale(?, pero tenemos que aguantar-. Trato de sonar calmado y no perder los estribos.

-¿¡AGUANTAR!?. No sabemos cuanto tiempo durará esta mierda Lian-. Grita aún más fuerte.

-Yo no te obligué a meterte en esto-. Suelto y me sale como un grito.

Diego se aleja negando con la cabeza.

-Que te den-. Dice y se va dando pasos rápidos.

-Que te den a ti-. Espeto molesto.

-MIERDA-. Grito pateando el suelo con el pie.

Camino hacía otra parte tratando de calmarme. Me dirijo a cliffdream.

Al llegar me quedo mirando el cartel. Recordando aquel día.. Uno de los mejores de mi vida pero que Adnes no logra recordar.

-Cargaré con el peso de los recuerdos por ti cariño-. Susurro y sujeto el collar. Le doy un beso.

Tengo que entregárselo. No sé lo que vaya a pasar a partir de ahora y quiero que por lo menos lleve una parte de mi, consigo.

Me dirijo a su casa.

Las calles se encontraban desoladas. Iba pasando por una especie de callejón cuando me percato que un perrito venía siguiéndome.

-Hey pequeñín-.Me acerco y lo levanto.- Estás perdido(?

Es de color blanco con la trompa y sus orejas manchadas de negro.

Visualizo a ver si tiene un collar con su nombre. Pero no lo tiene, al parecer no tiene dueño.

-Como un perrito tan mono no tiene dueño mmm-. Digo mientras le hago cariño.

Me siento en la acera y me quedo con el un rato pensando en qué hacer.

-Yo no podré llevarte conmigo a casa amigo..-. Exhalo aire.

En el edificio no aceptan animales y en la casa de Olivia no lo puedo llevar, casi ni estoy ahí. Hasta que se me viene a la mente. Adnes.

-Ven amigo, ya sé quien te puede cuidar de la mejor manera-. Le hablo y lo cargo.

...

Llegamos a la casa de Adnes y doy una bocanada de aire. Me quedo un rato viendo en dirección a la casa para ver si Adnes sale. Pero pasan los segundos y las esperanzas de que mi anhelo se cumpla disminuye.

Camino lentamente a la entrada con el perrito en mis brazos y lo dejo en la entrada.

-Espera aquí vale(?-. Le digo dejándolo sobre el suelo y quitándome el collar, le doy un rápido beso al collar y al perrito y me levanto.- Ya vendrán a recibirte amigo.

Coloco el collar en la manivela de la puerta principal y toco el timbre.

Salgo corriendo para ocultarme. Me meto dentro de unos arbustos y observo.

Pasan unos segundos y alguien abre la puerta. Es Adnes. Gracias a Dios y a los cielos.

Se queda mirando al perrito extrañada y voltea a ver a todas partes. Incluso caminó hasta el frente para ver si lograba ver a alguien. Nadie estaba excepto yo. Ocultado.

Mi corazón dio un vuelco al corazón cuando la vi. Estaba tan hermosa en su pijama. Se encontraba ahí, parada sin hacer nada y aún así. Parecía la mujer más hermosa que haya visto.

Estuvo acariciando al perrito mientras le hablaba para luego cargarlo. Se disponía a entrar con él cuando se percató del collar que estaba en la manivela. Visualizó el collar por unos segundos y volvió a mirar a todas partes extrañada. Termino entrando con el perrito y el collar. Fue un alivio.

Esperé unos minutos y regresé a la casa de Olivia.

Diego se encontraba sentado en el sofá con las manos juntas y mirando al suelo.

Al verme se para del sofá.

-Oye Lian, lo siento.

-No pasa nada Die, de verás. Perdóname tu a mi.

-Noo, yo hice mal diciendo esas cosas-. Espeta.

-Yo hice mal también amigo, nunca debí decir eso.

-No..- Trata de seguir pero Olivia lo interrumpe.

-Pueden ya callarse, ya se perdonaron-. Suelta y se ríe.

Negamos riendo y chocamos nuestros puños.

-Mañana será el primer encargo chicos-. Nos avisa Olivia y nosotros asentimos.- Descansen.

-Qué descanses Olie-. Le digo y Diego también se despide.

Me quito la camisa y me acuesto en la colchoneta y cierro los ojos hasta quedarme dormido.

...

-Un pie, y después el otro-. Me levanto estirándome y al voltear Diego me mira con los ojos pelados.

Suelto una carcajada.

-Sigues con eso-. Dice bromeando quitando las lagañas de sus ojos.

-Es un hábito-. Digo sonriendo y recogiendo la colchoneta.

Luego me meto en la ducha.

Al salir me coloco un jean negro, una camisa negra y un buzo negro. Pongo la bandana donde mismo y me calzo mis deportivos negros más una gorra negra.

-De luto-. Manifiesta Diego rebuscando en sus cosas.

-Y tu..-. Le respondo. Estaba también todo negro si no fuera por su camisa gris.

Saca un bolsito de lado y un Koala.

Me entrega el koala.

-Es para ti, te lo compré ayer cuando venía de regreso-. Lo miro sorprendido.- Es una manera de disculparme.

Cojo el koala. Me gusta mucho la verdad. Es todo negro y combina con el atuendo.

-Muchas gracias Diego.- Hago una pausa.- Yo no he comprado nada para disculparme.

Añado triste.

-No pasa nada-. Responde.

-Un beso quizás(?-. Espeto bromeando y Diego pone mueca de desagrado.

-Asco.

Me le acerco formando los labios en un beso y este corre.

Olivia se presenta justo y exclama después de dar una calada a su cigarrillo.

-Ustedes si que son raros.

Soltamos una carcajada. Guardo mis cosas en el koala (Billetera, auriculares y el teléfono).

-Vamos, quiero enseñarles algo-. Dice y le seguimos.

Estábamos afuera y Olivia nos guía hacia donde se encuentra el auto, en el maletero.

Se queda parada ahí viéndonos mientras de otra calada y abre la puerta del maletero.

Pudimos visualizar un bolso negro.

-Ábrelo-. Dice mirando a Diego y este lo hace.

Habían toda clase de armas de fuego pero Olivia nos pide agarrar dos nueve milimetros.

-Saben como usarlas(?-. Pregunta Olivia y no nos dejó responder. Nos explicó como cargarlas y apuntar.

Cargué el arma y guardé algunos cartuchos en el koala.

-Sólo la usaremos si es necesario chicos-. Avisa Olivia mientras guardamos las pistolas. Me le coloco el arma en el interior del pantalón.

Nos subimos al auto. Íbamos rumbo a nuestra primera parada mientras escuchábamos las canciones favoritas de Olivia.

-¿Como se llama?-. Pregunto y volteo. Diego se encontraba moviendo su cabeza al compás de la canción.

-Normani-. Responde Olivia y la sigue tarareando.

-Me gusta-. Digo y miro el visor por encima. Pude ver el nombre de la canción, era Motivation.

...

Llegamos a nuestra primera parada. Teníamos que esperar una señal para salir a buscar la mercancía que teníamos que entregar en otro lugar. Del distribuidor al consumidor somos como el punto medio. El delivery de las drogas.

Después de un rato se estaciona una camioneta con alguien detrás visualizando todo lo que hay alrededor.

Luego dirige su vista hacía nosotros y hace una seña con la cabeza.

-Esa es la señal-. Dice Olivia.-¿Quien va?

-Yo lo haré-. Digo y salgo del auto.

-Tienes que estar pendiente, no se sabe cuando se encuentra un poli oliéndonos el culo-. Dice Olivia y asiento.

Camino lo más rápido que puedo y me coloco la capucha. El chico no dice nada. Sólo me entrega un bolso con lo que creo es la merca.

Miro a todos lados y regreso al auto.

-Pan comido-. Dice Olivia cuando retorno.

-Siguiente parada-. Avisa Diego y Olivia arranca.

...

-Llegamos-. Avisa Olivia estacionando el auto.

Está sacando otro cigarrillo.

-Es enserio(?. Ya pareces chimenea-. Espeta Diego algo molesto por el humo del cigarro.

Desde que nos conocemos hemos odiado el cigarrillo y su olor. No nos molesta que los demás fumen, siempre y cuando no lo hagan delante de nosotros. Prometimos no caer en adicciones ni nada por el estilo. Y para la ironía de nosotros, ahora la tenemos cerca.

-Y eso a ti qué-. Dice Olivia restando importancia.

-Este lugar es muy transitado-. Digo después de un rato y Olivia asiente.

-Es la parte algo complicada del trabajo.

-Bien, vamos-. Avisa Olivia y salimos del auto con el bolso.