Capítulo 19
LIAN.
-Que les pasó(?-. pregunta Rachel.
-No podemos contarte todo, sólo tienes que saber que lo que estamos haciendo es por Ray. Porque esté bien.
Rachel asiente.
-Enserio están bien(?-. Pregunta Rachel mirándonos con preocupación.
-Ray no tiene que enterarse de nada de esto Rachel, promete que no le dirás-. Espeto.
Rachel me mira con duda y súplica pero asiente.
-Esta bien, pero ustedes confíen en mi también. Tengo que saber.
Diego y yo le contamos todo lo que debía saber sobre lo que estábamos haciendo. Le pedimos que le contara a la madre de Ray para que no hubiera inconvenientes. Rachel más que enfada estaba feliz por lo que estábamos haciendo por Ray, pero triste al saber que teníamos que alejarnos de ellos. Nuestros amigos.
-No será para siempre Rachel, pronto estaremos juntos de nuevo.
-Lo prometes(?-. Pregunta y asiento.
Le extiendo mi mano sacando el meñique. Rachel lo mira por unos segundos pero cierra la promesa con su meñique. Adnes pasó por mi mente y un nudo se estaba formando en mi garganta.
-Lo prometo.
...
Nos encontrábamos de nuevo en el auto con Olivia que estaba fumándose un cigarrillo. Rachel había entrado al hospital a acompañar a Ray y a su familia. Nos sentimos fatal de no haber podido ir, pero esas son las reglas y tenemos que acatarlas a como de lugar.
Rachel nos quedó en avisar los resultados de la operación y todo lo demás. Esperamos por horas, Olivia acepto quedarse con nosotros.
Los chicos se habían dormido, yo me sentía muy cansado pero no podía dormir.
Después de un largo rato me vibra el teléfono. Es Rachel con noticias.
-Lo acaban de sacar de la operación. El doctor dice que todo salió bien y sin complicaciones.. Que toca esperar el resultado final que es cuando le quiten las vendas.
Me alegré tanto, Ray estaba a sólo horas de volver a ver el mundo. Confío en que así va a ser. Le respondo.
-Enhorabuena, ya solo nos queda esperar, gracias.
Olivia y Diego se despiertan después de un rato y les doy la noticia. Estaban muy felices incluso Olivia, me hizo ver que no es una chica mala.
Pasaron otro par de horas y recibo otro mensaje de Rachel.
-Chicos, todo salió muy bien ¡Ray ya puede ver!. El doctor le sugirió pasar la noche aquí debido a que todavía su vista no se recupera del todo y tiene que darle algo de descanso. Está dormido.. Pueden venir a verle si quieren. Ya hablé con su madre.
Le enseño el mensaje a Diego y a Olivia y salimos. Fuimos a su habitación y nos encontramos con Rachel y la madre de Ray afuera de ella.
-Cuanto se los agradezco chicos-. Dice la madre de Ray acudiendo a nosotros para abrazarnos.
Lágrimas salieron por parte de todos.
-No es nada, Ray es nuestro amigo-. Digo y la madre de Ray nos mira.
-Rachel me contó lo que hicieron para poder pagar lo de Ray..-. La interrumpo.
-Prometa que no le contará a Raymond-. Digo y la señora asiente.
-Prometo no hacerlo.. Pero ustedes saben que esto le dolerá mucho a mi Ray(?-. Dice y todos miramos al suelo.
Tenía mucha razón, porque a nosotros también nos dolerá no compartir el tiempo con nuestros amigos y familiares.
Después pasamos a la habitación lo más sigilosamente posible.
Ray se encontraba dormido y con una venda puesta alrededor de sus ojos.
-Nos quedamos ahí, un largo rato en silencio. Lágrimas salían por parte de Diego y mía.
-Todo estará bien amigo. Lo prometo-. Digo y doy pasos atrás para salir de la habitación. No quise tocarlo por miedo a que despierte.
Salimos de ahí.
...
Llegamos a la casa de Olivia. Diego baja del auto y Olivia aún no había apagado el motor.
La miro, tiene su vista fija en el volante.
-¿Pasa algo?-. Pregunto y Olivia responde negando con la cabeza.
-No es nada-. Hace una pausa.- Sólo tengo que ocuparme de algo.
-Tiene que ver con lo de el tal Garret-. Añado y Olivia me mira inquisitivamente.
-Si, tengo que ocuparme de eso-. Dice mirándome y poso mi mano en su hombro.
-No tienes que hacerlo.. Ya no le debes nada.
Olivia me mira confundida.
-¿De qué hablas?-. Pregunta.
-Hicimos una apuesta. Dijo que si ganaba te dejaría en paz-. Respondo.
Olivia no dice nada pero no deja de mirarme. Sus ojos se van tornando vidriosos y noto que sus labios están temblando, como si quisiera llorar. Apaga el auto y sale dando traspiés.
Me la quedé viendo hasta que entró a la casa. Una sonrisa se dibujó en mi boca y salí.
...
Despierto con el sonido de la alarma. Ayer Diego y yo antes de ir a dormir nos pusimos de acuerdo en que teníamos que seguir asistiendo al trabajo. A lo que nos lleva a esperar que el Jefe Dan no nos haya despedido.
Nos alistamos y agarramos nuestras bandanas. La coloqué la punta de la bandana en mi bolsillo trasero dejando visible lo demás. Le dejé un mensaje a Maco, tenía muchos de él. Tiene derecho a por lo menos saber algo. Cojo mi teléfono y le escribo.
-Estamos involucrados en algo Maco, no podemos involucrarlos a ustedes. Es para ayudar a Ray. Te prometo que todo estará bien, cada día te escribiré para que lo sepas. Los amo.
Ya estábamos listos y nos encontrábamos saliendo de la casa de Olivia cuando está va entrando.
-Hola-. Saluda Olivia. Traía consigo una caja y un cigarrillo en su boca.
-Holaa, como estás(?, a parte de madrugadora.-. Pregunta Diego bromeando.
-Hola, te ayudo-. Digo sujetando la caja que traía. No se opone y me da golpecitos en el hombro. Me da a entender que ya no se encuentra molesta por lo de ayer.
Pero ¿por qué estaría molesta?
Dejo la caja en la mesa y logro visualizar el contenido. No logro identificar que es.
-¿Que traes aquí?-. Pregunto sorprendido.
-Son mis implementos de trabajo-. La miro confundido y esta prosigue poniendo los ojos en blanco.- Soy tatuadora.
Mayor es mi sorpresa ahora mismo. Le dedico una sonrisa.
-¡Eso!. Que bueno. Exclamo y le doy un golpecito en la espalda.
-Cuando quieran quitarse ese aspecto de bebés me avisan-. Dice un hoyuelo se le marca. Está sonriendo.
-Que dices. Así nos vemos bien perrones-. Espeto colocando pose de físicoculturista.
Olivia suelta una carcajada.
-Yo si quiero tatuajes-. Avisa Diego y pues la verdad es que también me encantaría tatuarme.
Salimos de camino al trabajo. Maco me había respondido.
-Esta bien, pero estoy demasiado molesto Lian. De verdad.
"Lo siento" pienso y guardo mi teléfono de nuevo.
Al llegar encontramos al señor Dan fuera del local. Parecía estar abriéndolo.
-Jefe Dan, que hay-. Saluda Diego y este se da vuelta.
-Oh, chicos.. ¿Que vienen a hacer?-. Pregunta y sentimos que la suerte no está de nuestro lado este día.
-Pues..-. Me atrevo a hablar primero.- Vinimos a trabajar.
El jefe Dan nos mira por un momento y luego cierra los ojos confundido.
-Pensé que venían a decir que no iban a laborar más-. Negamos con la cabeza.- Preciso estaba cerrando el local.
Diego le pide las llaves y abrimos de nuevo. Nos colocamos las camisas y las gorras y empezamos a acomodar y a limpiar todo para después colocar el cartelito que decía "open"
El día estaba normal, como todos los días anteriores. El jefe Dan como no tenía nada que hacer se dispuso a ayudarnos.
Ya era medio día cuando se presentan unos chicos que alarmaron a nuestro jefe. Se había puesto pálido.
-Que pasa jefe(?-. Pregunta Diego mientras acomoda algo en el mostrador.
-Son ellos-. Dice señalando lo más disimuladamente que puede.
Diego se alerta y coge uno de los bates.
-Entran un total de tres chicos.
Se acercan a donde estamos. En el local sólo se encontraban tres personas aparte de ellos.
-Buenos días, a la orden(?-. Termino de decir y bajo las manos sujetando el bate que estaba debajo del mostrador.
Uno de los chicos se ríe descaradamente. Mientras que los otros dos nos miran sorprendidos.
El bufón se disponía a hablar pero el otro lo interrumpe.
-Espera ustedes no son..- Dice uno de ellos y el otro le tapa la boca y le susurra algo al oído.
El otro asiente y se da un golpecito en la cabeza exclamando "Que tonto"
-Queremos tres cocas por favor-. Dice uno de ellos haciendo señas para que mire hacía abajo. Miro confundido y puedo ver que carga la bandana de la pandilla. Asiento.
-Bien, tres cocas enseguida-. Aviso y me volteo. Le hago señas a Diego para que mire y este ya capta. Todo se tranquiliza.
Le hacemos señas al jefe que todo esta bien y este sigue pálido, se retira a su oficina.
-Son ustedes. Los nuevos-. Dice al fin el que quería hablar y asentamos.
-Tu fuiste el que le dio la paliza a Garret-. Asiento.
-Chicos, por favor no hagan más desastres en este lugar-. Les suplico sin más y estos asienten al unísono.
-Vale chicos, lo que digan. Lo sentimos.
-No pasa nada-. Les digo entregando las bebidas.
-La casa invita-. Aviso y los chicos se alegran.
Después todo el día pasó con normalidad y ya la noche estaba presente, salvo por una cosa. Al terminar de laborar tenía muchas llamadas y mensajes de Ray.
-Carajo.
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