La fiesta
LIAN.
Hoy es el día de la fiesta a la cual me invitó Ray.
-Un pie, y después el otro.
Me ducho y listo y hago lo de todo los días para afrontar este día de la mejor manera.
Todos estos días que han pasado me la he pasado en casa de Ray, a Adnes la veía en el instituto y hablábamos en clases, le mandaba mensajes en hora de almuerzo y siempre hablamos en las noches hasta quedarnos dormidos. Me sentí inseguro en si darle o no el marco, llevo días dudando pero hoy estoy decidido, después de que salga de la fiesta de Ray iré y se lo entregaré.
Después de todo, quedará como un recuerdo, un bello recuerdo.
Ray quedó en prestarme un traje, dado que era una fiesta de gala y yo no contaba con uno.
Al principio pensé que sería ridículo, pero luego estaba seguro de que sería así. Estar en presencia de un montón de estirados no me va bien. Pero lo haré por mi amigo. Le avisé que me lo pagará con creces.
...
Estoy ya en casa de Ray acomodándome la pajárita en mi cuello.
Ray está haciendo lo mismo.
-En que lío me has metido-. Le digo y Ray se ríe.
Tocan la puerta.
-Paseeee-. Dice Ray y entra su madre.
Al vernos nos dedica una sonrisa de medio lado y se me acerca.
-Oh Lian, tienes que tener la pajarita derecha-. Ray suelta una carcajada y la madre lo mira.
-De qué te ríes si tu la tienes al revés-. Nos reímos de lo tontos que somos.
Nos colocamos los chalecos negros y saco perfume de mi bolso.
-La chica que te gusta va ir(?.
-Seh, su padre trabaja en la empresa también-. Asiento y le estiro el perfume.
Se echa un poco y luego me echo yo. Hay que estar preparados.
...
La madre de Ray nos llevó en su auto, estaba muy hermosa con su vestido rojo.
Cuando llegamos el lugar era inmenso. Era como una zona rural, pero con una casa muy grande un espacio enorme como para plantar hectáreas y hectáreas de plantas y hortalizas.
Nos bajamos y ya estaba lleno de gente.
Estuve con Ray bromeando de lo caro que era la bebida que servían en ese lugar y lo espacioso.
Una chica que me pasa por el lado me saluda y yo confundido respondo.
-Eso galán, tienes una admiradora-. Dice golpeando una y otra vez mi hombro.
Niego con la cabeza riendo.
En eso Ray encuentra a la chica que le gusta y le digo que no importa, que vaya.
-Suerte campeón-. Le aviso mientas este se aleja.
Agarro un vaso y le vierto la bebida cara. No conozco de bebidas caras así que no sé que este tomando.
Me tomo tres tragos y alguien se sube a una especie de tárima a hablar.
-Sean bienvenidos todos a esta celebración..-. Y bla bla bla
Trato de ignorar en lo máximo posible el discurso hasta que..
-Con ustedes, la señorita Adnes Wood-. Las personas aplauden, hago lo mismo.
Me sorprendo al verla por dos cosas.
Una, por lo hermosa y radiante que está. Me tiene sonriendo como un bobo. Y segundo porque no sabía que la mamá de Ray trabajaba en la empresa de ella, que antes era de su abuela.
Adnes empieza a hablar.
-Me es grato dirigirme a ustedes esta tarde en la que todos estamos tan felices y contentos, celebrando el cierre de un contrato más. Uno de cuatro que ya hemos cerrado. Pero sin dudas este es el que más importancia tiene. Y todo gracias a ustedes, colaboradores, miembros de esta gran familia que formamos todos, hemos alcanzado nuestras metas y las hemos sobrepasado. Me siento orgullosa de cada uno de ustedes porque soy consciente de que cada uno dio lo mejor, se esforzó y dejó todo de sí día a día. También estoy segura que la abuela también lo estaría. Estaría aquí. Aplaudiendo los a cada uno de ustedes por tal logro.Disfrutemos este día y agradezcamos le a ella por fundar a esta hermosa familia. !Por la abuela!
-¡Por la abuela!-. Repiten y empiezan a aplaudir.
También lo hago y muy fuerte.
...
Después de un rato Adnes se encuentra hablando con un grupo de personas mientras que yo sigo bebiendo de esa bebida cara que sirven en este lugar.
La música es algo lenta, creo que es música de ópera. De esas que se escuchan en salones cerrados porque estallaría ventanas.
Adnes me encuentra con la mirada y se sorprende, al igual que yo cuando la vi en la tarima.
Estábamos en una especie de torno gigante. algunas de las personas se encontraban fuera de él.
Se acerca a mi, mirándome de arriba a abajo.
-Guao-. hace una pausa-. Que guapo estás, ¿que haces aquí?-. Pregunta con una amplía sonrisa.
-Estoy acompañando a Ray, pero no sabía que estarías aquí, que la mamá de Ray trabaja para ti.
Asiente y trago.
-Por cierto. Estas muy hermosa.
-Gracias-. Dice y mira a otro lado. Sus mejillas se ponen coloradas cuando mira hacía otro lado.
Después de un rato se une Ray y la chica cuyo nombre me dijo que era Rachel.
Todo sigue muy aburrido a pesar de que nosotros seguimos hablando y riendo.
Después de un rato empezó a llover y la gente empezó a entrar en el torno gigante.
Estoy maquinando algo para que este momento no sea tan aburrido.
Adnes se da de cuenta por mi sonrisa y enarca una ceja sonriendo.
-Ray, ten. coloca esto y sube todo el volumen-. Le entrego mi teléfono.
Ray me mira confundido. Pero al ver el teléfono se vuelve parte del plan y asienta riendo.
Espero a que este convenza al dj.
-¿Que pasa?-. Pregunta Adnes.
-Sólo un momento-. Digo aún esperando a que Lian logré completar el pedido.
Y empieza a sonar la canción. Me quito el chaleco.
-Vamos a darle algo de diversión a esta fiesta-. Me le acerco a Adnes y susurro cerca de su oído.
Empieza a sonar Yellow hearts.
Le dedico una sonrisa a Adnes mientras me dirijo afuera del torno con los brazos abiertos, donde la lluvia no cesa.
Levanto mi mirada hacía arriba. Mientras las personas que se encuentran ahí me miran empiezo a bailar.
Adnes me mira sonriendo mientras bailo. Y corre hacía donde estoy.
-Me acompaña en esta pieza señorita-. Le extiendo mi mano.
Hace reverencia y la sujeta. Empezamos a bailar y saltar como locos. Estábamos vibrando igual, en la misma sinfonía.
Luego se nos une Ray y Rachel. Seguido de los más chicos y algunas personas. Todos empiezan a disfrutar el momento.
La canción termina y seguimos ahí, mojándonos. Yo miraba a Adnes con una amplía sonrisa queriendo expresar cuan hermosa estaba.
-Quee(?-. Pregunta riendo.
-Me gusta verte sonreír cuando llueve.
Adnes sigue mirándome con esa sonrisa que enloquece hasta al más cuerdo.
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