LIAN.

De verdad me hace muy feliz verla diario.

La observo sobre mis hombros mientras ella saca sus libros del bolso, está tan hermosa que cualquier mortal pensaría que es hija de afrodita o la reencarnación en carne y hueso.

Tengo que hacer algo, entregarle la hoja doblada que le mandó Marlys. Luego le agradeceré a mi hermana por ayudarme con un pretexto para hablarle, estar cerca de ella.

Me paro al igual que mi corazón y siendo valiente, me dirijo hacía su asiento y coloco la hoja doblada en la mesa.

-Marlys me dijo que te lo entregara.

-Y no viste lo que está adentro o sí-. Dice y enarca una ceja. Se ve hermosa haciéndolo.

Me río y agito mis manos inocentemente.

-Sólo hago de mensajero-. Digo y noto por primera vez su risa, escucharla me ha dejado extasiado.

-Esooo, por fin te ríes, tienes un corazón que bombea sangre a tus venas-. Y aplaudo

Sigue riéndose y me encanta saber que yo soy la causa.

Pasamos un momento en silencio y ella rompe la tensión

-Fue lindo lo que hiciste por ese chico-. Dice de una manera dulce. Lo que me deja ver que no es la chica ruda que aparenta ser.

-Es lo que un amigo hace-. Y lo digo de verdad, no dejaré que nadie le haga daño a una buena persona, y sé que es buena persona porque las vibras no mienten.

-¿Te duele mucho la mano?-. Sujeta de mi mano y apenas establecen contacto siento como un choque eléctrico que pasa por todo mi cuerpo. Me pregunto que habrá sentido ella, a pesar de eso no solté su mano, su cálido tacto me tranquiliza y minimiza cualquier dolor.

-No mucho, y menos ahora- . Digo y nos miramos directamente a los ojos, expresando con miradas lo que no se pueden decir con palabras.

Llega el profesor y acaba con el momento. Aún así nos mirábamos, yo sentado en mi puesto y ella en el suyo.

Me siento sonriendo bobamente y Ray me mira enarcando una ceja.

Lo que me causa mucha gracia.

-¿Que pasa?-. Pregunto sin quitar la sonrisa de mi rostro.

-Otra vez cerca de Adnes-. Quería decir algo pero me interrumpe.- Es que te dicen que no te lances de un precipicio y te lanzas-. Suena algo disgustado

-Por amor, quien no se lanzaría de un precipicio-. Me río.- Aún si no tuviera fondo.

-Ahora te da por volverte el romántico. Romeo te pide clases-. Lo que dice le causa gracia y eso hace que suelte una carcajada.

-Somos amigos Ray. Sólo eso.

-¿De verdad eres su amigo?-. Hace una pausa.-Serías el primero.

-Al igual que el tuyo-. Me río.-Esto de ser exclusivo me está gustando.

Me da en el brazo derecho y ríe.

Después de eso. A prestar atención a las indicaciones del profesor. Aunque de vez en cuando volteaba hacía a donde estaba Adnes sólo para mirarla así sea solo por segundos.

Antes de terminar la clase el profesor indicó que debíamos hacer un trabajo en parejas y para cosa del destino me tocó hacerlo con Adnes.

Sentí como mis manos sudaban cuando el profesor dijo "La señorita Wood, hará el trabajo con" . Me sentí de los nervios, casi que me empiezo a comer las uñas.

"El señor Carter". Me sentí aliviado. En el fondo quería que eso pasara. Gracias destino o quien sea que está moviendo los hilos.

...

Al terminar la clase, quería acompañar a Adnes para hablar sobre el trabajo que debíamos hacer, pero estaba ayudando a Ray con algo de una tarea. Así que postergué esa platica para después.

Cuando salimos el se dirige a su clase y yo tengo esta hora libre. Voy a la biblioteca y me encuentro de nuevo con Adnes.

Pero en este caso, cuando posa su mirada en mi, recoge sus cosas y se dispone a salir.

La sujeto por el brazo cuando pasa por mi lado.

-¿Pasa algo?.

-Me tengo que ir-. Dice y se retira.

Solo observo como se pierde entre la multitud, que habré hecho mal.

No pude preguntárselo. Intento dejarlo estar así que me dirijo a la recepción.

Recojo los libros y me siento a leer Yo antes de ti. Una de mis historias favoritas, incluso su aparición en la pantalla grande.

Es duro como a Will le cambia la vida de golpe.El accidente se llevó su movilidad y también sus ganas de vivir. Justo a alguien que le sobraban las ganas.

...

Es hora de almuerzo así que me dirijo al comedor.

Casi todos los puestos estaban ocupados. Sigo echando un vistazo para ver si hay uno libre y noto que donde está sentada Adnes no había nadie , así que me siento a su lado con la bandeja de comida.

Al ver que me siento a su lado empieza a ver a todos lados.

-Lian, ¿¡que haces!? Vete por favor..

-No hasta que me digas que pasa. Digo y no aparto la mirada. Adnes sigue mirando a todos lados como si buscara a alguien.

-Lian.. Sólo, sólo vete ¿si?-. Sigue mirando a todos lados, parece angustiada.

Con ambas manos le sujeto la cara para que me mire. Me deja hacerlo y no aparta su mirada de la mía.

-Sea lo que sea..- Hago una pausa.- Puedes contármelo, ¿vale?-. Se queda quieta por un momento. Luego bruscamente quita mis manos de su cara y sale caminando rápido del comedor.

Ash. Todo estaba bien hace un momento y se ha vuelto complicado de la nada.

No logro entender que pasa, hasta que me acuerdo de lo que me dijo Ray. Lo de la pandilla del tal bad. Hago caso omiso a eso, quizás solo sea una mentira que inventaron para que nadie esté cerca de ella. Lo que se está volviendo algo imposible para mí.

...

Salgo del instituto y me dirijo a la parada del bus. Pero al pasar por un callejón tres chicos con bates vienen de frente mirándome con una sonrisa malévola. Dios, quiero evitar problemas, no me siento bien con lo ocurrido con Adnes.

Me volteo dispuesto a buscar otro lado por donde pasar pero vienen tres chicos más con bates y uno de ellos tiene un tubo. Mierda.

Me encierran en un círculo y no sé que hacer, estoy en medio de ellos. Y no sé como defenderme.

-Estás ocupadito para regalarnos un minuto de tu tiempo-. Dice uno de ellos sin quitar esa sonrisa de su rostro. Todas parecen risas sacadas de la película de Verdad o Reto.

-¿Que es lo que quieren?

-Nada..- Dice tocando la parte trasera del bate.- Sólo te enseñaremos que no debes acercarte a ella.

Y de un momento a otro todos vienen sobre mi, siento el primer golpe en mi espalda. luego otro, y otro.

Intento con todas mis fuerzas lanzarme sobre uno y lo logro, pero fue en vano. Ya me tenían acorralado.

Me golpearon innumerables veces, más patadas y escupidas. No pude defenderme. Ya en un rato no sentía nada, ni dolor. Creía que era el fin. Mis ojos se cerraron.

...

Juro que después todo se había apagado, sentí que había muerto. Despierto y veo todo borroso. Pestañeo un par de veces para lograr que mi vista se acomode. Lo logro después de un rato.

Intento pararme pero mis piernas no tienen fuerzas. Me quejo del dolor, cada parte del cuerpo me duele, es una total tortura.

Me quedo unos minutos en el piso tratando de agarrar fuerzas para por lo menos llegar al departamento.

Pero no puedo. No lo logro, saco mi teléfono del bolso que gracias a Dios el si está intacto.

Y le marco a Ray. Quien atiende después de unos segundos.

-Hey amigo. ¿Que pasa?

-Hey bro-. Trato de sonar lo más calmado posible.-¿P-podrías pasar por el callejón que está llegando a la parada del bus, es que necesito ayuda.

-Esta bien, justo voy de salida. Llego en cinco. Y cuelga

Me quedo sentado sobre el piso intentando secarme la sangre. Ya me estoy sintiendo algo mareado, creo que he perdido mucha. Me seco la sangre de la frente y mis movimientos son flojos.

Ray llega y al verme le cambia la mueca de su cara

-¡QUE CARAJOS!-. Corre hacia donde estoy.-LIAN que te pasó-. Dice sacando su teléfono.

-Fueron ellos verdad. Carajo Lian-. Ya casi no puedo hablar. Estoy viendo todo borroso otra vez.

Ray se lleva el teléfono a la oreja. Está nervioso y llorando.

-No llames a emergencias..- Trato de articular repitiendo una y otra vez hasta quedarme dormido.