Cuando Zayn terminó de hablar con Liam, decidió preguntarle todo acerca de su hijo, quería estar al tanto de sus gustos y juegos favoritos, el castaño le contó todo lo que pudo, también le contó sobre su padre, sobre Cinzia y sobre Niall que se había convertido en una especie de hermano mayor, también le contó que Harry había estado al tanto de él por medio de videollamadas, no había podido visitarlo porque el Omega estaba asustado de que la familia de Zayn pudiera seguirlo y dar con su paradero o algo similar. Zayn le contó brevemente lo que había estado haciendo, le dijo que la única persona en la que confíaba era Yue y que tendría que hablar con él para que lo ayudara en algunas cosas antes de separarse definitivamente de Conan. Con mucho pesar se separó de Liam y su pequeño, para regresar a la habitación de Conan y no levantar sospechas, que pusieran en alerta a los Giordano.

Cuando entró en la habitación se recostó en el sofá, todavía pensando en lo que había ocurrido ese día, estaba ansioso por el nuevo futuro. Conan miró al Alfa, reprimiendo el llanto al ver que esté nuevamente evadía su cama, se había colocado sus mejores prendas con la esperanza de seducirlo pero este nisiquiera lo había mirado.

A la mañana siguiente el Omega de cabellos negros decidió ponerle un ultimátum al pelinegro, o iban dónde el especialista en fertilidad o él le decía a Santino sobre lo infeliz que era.

— Zayn, tenemos que hablar, — pidió Conan, — ¿No te das cuenta de lo mucho que deseo tener un hijo? Un hijo tuyo y mío...— comenzó.

— Conan, has intentado todo, ¿No es así?— dijó el Alfa, — quizá el problema soy yo, ¿Porqué no buscas otro Alfa y ...

—Shh, ¡Eso jamás!— lo interrumpió Conan, — ¿De verdad piensas que tú eres el problema?— preguntó el Omega, Zayn asintió — Sí es así, yo no te voy a dejar de amar, pero vamos con un médico, por favor, déjame intentarlo una última vez.

— Conan, quiero dejar este asunto atrás, si tú no lo ves de la misma forma entonces hay que terminar con esto — sentenció, de igual forma terminaría pero si lograba convencer al Omega, cosa que dudaba, las cosas irían mejor.

— Nos iremos a la casa, si es lo que quieres, — dijó Conan inmediatamente, — Yo cancelo la cita, y tú y yo nos vamos, seguimos con nuestros negocios, seremos felices sólo tú y yo — aseguró.

— Bien, pero ahora debo arreglar unas cosas con Hamza, quedó de recogerme para que tú puedas usar el auto, puedes ir a pasear o lo que quieras — dijo el Alfa pareciendo desinteresado, necesitaba sacarlo del hotel antes de poner a salvo a Liam.

— Si, quiero comprar ropa,— añadió emocionado — ví que en las tiendas de Florencia están las mejores colecciones, compraré, y cuando te desocupes nos iremos.

[...]

— Zayn, pensé que no venías más, — dijó el castaño abriendo la puerta con cautela, — Pasa...

El Alfa sonrió y debajo de su abrigo sacó una rosa que le tendió al Omega, este inmediato sonrió. — Extrañé tanto verte sonreír, — susurró el Alfa, acercándose para darle un beso que Liam correspondió.

— Gracias Zayn — dijó Liam, — Max y yo ya desayunamos, está entusiasmado por dar un paseo, Niall se ofreció a llevarlo pero hoy tiene que cubrir un par de conferencias.

El pelinegro sonrió. — Yo me ofrezco cómo su guia, sólo dame unos segundos, — luego de asegurarse de que Conan había abandonado el hotel, escoltó al castaño y a su pequeño hijo hasta el auto que había rentado.

— ¿Vas a venir con nosotros? — preguntó Max muy curioso por el Alfa que los acompañaba.

— Si, corazón— respondió el Alfa ayudándolo a subir al coche.

— Me agradas, — soltó el niño, — ¿Tú tienes hijos?

Tanto Liam cómo Zayn se consternaron ante la pregunta, aún no habían hablado sobre cómo le darían la noticia al pequeño, el Alfa asintió suavemente. — Sí, tengo uno y lo quiero mucho.

— ¿Juegas con él?— sin esperar respuesta continuó—. Papi Liam juega conmigo pero cuando está en el cafe, el abuelo me cuida, el tío Ni, también me visita, pero dicen que pronto iré al jardín y ahí voy a conocer a muchos niños.

— Es verdad — sonrió el Alfa, — De ahora en adelante yo también estaré con ustedes, me gustaría llevarte algunas veces de paseo.

— ¿De verdad?— preguntó el niño esperanzado —.¡Si quiero! Papi Liam, dale la dirección para que nos visite.

Liam rió ante el entusiasmo del pequeño, sí era algo parlanchín pero nunca se imaginó que se abriría tan fácil con Zayn. Tenía que hablar con él Alfa a solas para acordar cómo le dirían al pequeño que él era su padre Alfa, aún era pequeño y Zayn ya había causado una buena impresión en él, sería fácil  aceptarlo.

El Alfa impresionó al pequeño mostrándole las grandes construcciones, sin profundizar en las explicaciones para no aburrirlo, lo dejó hechar un vistazo a las estatuas que formaban parte de un museo al aire libre, posteriormente los llevo a dar un paseo por la plaza de Duomo, el niño miraba entretenido los souvenirs y artículos que tenían para los turistas, el Alfa por supuesto lo dejo llevar los que quiso.

Dejando el miedo de lado, permitió que el castaño le hiciera unas cuantas fotos junto a su pequeño, el Omega necesitaba tener algo que le demostrará que el Alfa ya no sólo estaba en su mente si no que también, formaría parte de la vida de su pequeño.

— Te mostraré algo que te va a gustar, amor, — dijó el Alfa sosteniendo la mano del Omega, todo se sentía irreal que el castaño tenía miedo de despertar y descubrir que todo era un sueño.

Tomando ambos la mano de su pequeño Max cruzaron un impresionante puente de piedra, las casitas colgantes de colores ocres en los laterales hicieron suspirar a Liam, el Alfa cargó al pequeño para que pudiera vislumbrar mejor el río que atravesaban, la pequeña familia era feliz en ese momento.

— Zayn nos hemos alejado mucho del coche, ¿No crees?— preguntó el Omega algo preocupado.

— No importa amor, ¿Vamos a comer algo sí?— propusó, —. Después lo resolvemos, — añadió tranquilizandolo y disfrutando cuando el Omega recostó su cabeza contra su hombro mientras se encaminaban al restaurante más cercano.