Le haces caso al corazón.
Gritar en nombre del amor.
Tienes esperanza en el cambio.
Bastantes mentes se abrieron.

¿Qué paso con el ama al prójimo?
Iglesia e hipocresía de la mano.

Lisbeth y Guillen, hermanos,
se levantaron un día, tan cercanos,
los dos con una duda, "¿Hablamos?"
les sorprendió coincidir, rieron juntos
mas las risas pronto se acabaron, lloraron.

Lisbeth por su parte confesó, que su amor por las chicas era mayor,
Guillen por su parte confesó, que no era hombre y se odiaba con furor,
ella amando erróneamente,
el queriendo ser ella,
"¿Que anda mal con nosotras?"-Preguntaron.
Solo una sociedad cerrada y silenciada.

Encerradas en su mundo ciego, ignorante, callado y cerrado,
callándose su sentir, escondiendo su pensar, hablando sin voz,
escondiéndose de sus padres, amigos, compañeros,
encontraron una luz, un lugar seguro, una comunidad donde se escuchaban  todos,
un lugar donde ser ellas y no otros, donde podían respirar y huir de lo remoto.
La esperanza se abrió paso, y la alegría volvió hasta que llego el caos.

Tenían amigos en la comunidad, la cual a sus ojos era hermosa,

también triste y desolada, con mucho dolor,

pero a su vez mucho amor, mucha pasión y mucha libertad de expresión,

pero ellas no se podían esconder más, no debían reprimirse,

se armaron de valor y esa misma noche, un mes después de confesarselo la una a la otra, lo hicieron público.

Gritos, insultos, objetos volando, platos rotos,

la casa se había convertido en una escena de guerra, ellas asustadas,

corrieron, corrieron como nunca antes lo habían hecho, hasta llegar al parque.

Ay el parque, cuantas veces abrían tenido que ir allí,
cuantos momentos compartidos en esos columpios,
no solo entre ellas, si no entre su familia y amigos,
pero esa misma noche se dieron cuenta de la realidad,
su familia perfecta solo era apariencia,
todo el amor de sus padres no eran más que mentiras para quedar bien.

Lo habían tenido frente a sus ojos siempre, y siempre lo ignoraron,
quizás eran demasiado pequeñas para notarlo,

o quizá siempre lo supieron pero se negaron a creerlo.

Pero, ¿A quién le importa lo que creas y no creas?
Aquella noche aprendieron que el mundo es cruel y no se puede hacer nada para evitarlo,

que muchos inocentes salen mal parados por este, pero, ¿qué iban a entender ellas?

Después de todo, solo eran unas adolescentes confundidas.

Le haces caso al corazón.
Gritar en nombre del amor.
Tienes esperanza en el cambio.
Bastantes mentes se abrieron.

¿Que paso con el ama al prójimo?
Iglesia e hipocresía de la mano.

Ellas no tuvieron suerte por desgracia,
pero demostraron su valentía,
aún queda mucho para llegar a el día
el día en que desaparezca la injusticia,
las voces se escuchen en la distancia,
y la homofobia al fin termine, mi vida.

Y esta historia final feliz no tiene y tal tal crueldad prefiero no contar,

pero sus almas luchadoras, creen firmemente,

creen que en el futuro, el ansiado cambio, llegará.

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Rockrose Leo

Gracias por leer!!!!