Cola Rota
-ese estupido de cola de nube, me dejo rota la cadera- se quejo con voz ronca la vieja gata gris.
-tú te lo buscaste madre, pudiste haber sido algo más para el clan del trueno. antes de todo esto, tuviste suerte de que estrella de cardo te dejara vivir y te diera un nuevo hogar- señaló el gato atigrado marrón oscuro, una profunda tristeza se vio reflajada en sus ojos ambar-
-no me vengas con tus estupidas ideas de cerebro de ratón, cola rota, dejaste de ser mi hijo cuando me fallaste, pudiste haber sido lugarteniente, mí lugarteniente, pero no. preferiste ser aprendiz de bigotes de salvia- gruño la gata gris de espaldas a su hijo.
-tenias a corazón de esperanza o a charco de deseo para ser lugartenientes también- decía mientras acercaba unas brillantes bayas rojas a la gata gris- ¿en qué fallaron mis hermanas o qué no te convencía de ellas?- preguntó con un nudo en su garganta formándose y sus ojos se cristalizaron un poco.
-¡Yo te quería a ti como mi lugarteniente!- fauces amarillas miró fijamente al curandero, -aún lo tienes todo, eres fuerte y bueno en batalla, en cambió tus hermanas, aún que también son buenas en batalla, tienen el defecto de ser demasiado blandas, me decepcionan pero siguen siendo mis hijas- exclamó y metio con ayuda de su pata, las bayas en su boca comenzando a masticar.
-¿por eso no las mataste como a estrella harapienta y corazón de zorro?,¿no es así?- la mirada cristalizada de cola rota cambió por una sombría.
-sabías que corazón de zorro se interpondria en tú objetivo y entonces la asesinaste. Después al llegar al puesto de lugarteniente también te encargaste de sacar del caminó a mi padre- entre la penumbra de sus ojos amarillos se asomó un brilló de irá. Éso es algo que jamas podre perdonarte. Pensó cola rota resistiendo ésa punzada de furia.
-tú padre ya no me servia de nada y corazón de zorro sólo era un estorbo- habló sin darle inoperancia la gata vieja.
-yo no queria cachorros pero los tuve, así que...,hay que darles utilidad ¿no crees?- dijo lo último como queriendo provocarlo, entonces la gata trato de moverse pero sus musculos no le respondían -cagaturras de zorro...¡¿qué me diste?!- preguntó lo último con un miedo juntó a un chillido.
-son bayas de la muerte- cola rota cerro los ojos un momento y suspiró con calma y tristeza -no volverás a lastimar a nadie madre- cuendo los abrió otra vez, su mirada siniestra se había esfumado, se puso de pié, pegando las orejas al cráneo.
La gata gris empezó a temblar y a tratar de moverse mientras espuma y saliva salia de su boca, miró con terror a su hijo -es como tú dijiste madre...yo no tengo el corazón tan blando como mís hermanas- el gato se dio la vuelta. Fauces amarillas dio un último alarido de dolor, sus músculos se estiraron por última vez juntó a un espasmo y finalmente murio.
Modificado ligeramente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro