Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

20: Sospechas e idiotas - Parte I

Capítulo veinte: Sospechas e idiotas - Parte I

-Concéntrate.

Snape está hace más de media hora tratando de que yo haga un ejercicio, pero no hay manera de que me salga; soy una inútil.

-No estás concentrada.

"No me digas".

Por la mirada que me da es obvio que leyó mi mente. Pobre Snape, hay cosas tanto más interesantes para leer...

-¿En qué piensas?

-Creo que usted ya lo sabe. -No me contradice-. Disculpe, pero es verdad: no estoy en condiciones de hacer esto. No podremos avanzar hoy.

-Dime qué te preocupa.

Estamos en una de las mazmorras, una a la que nunca antes había entrado. Desde que entré me tiene trabajando, tratando de sacar jugo de mis habilidades, pero hoy resulté ser una fruta seca. Sigo parada, tal cual llegué, y ahora me deja sentarme. Él se sienta al otro lado de una mesa, en frente de mí.

-Adelante, te escucho.

-Eh... yo... esto...

-¿Sí?

-¡Es imposible tratar de decir algo si usted va a interrumpirme cada dos palabras!... señor. Instructor. Lord del castillo. Lo que sea, haga de cuenta que fui respetuosa.

Snape da un largo respiro antes de hablar, como si estuviera cansado (y no lo culparía de estarlo, soy agotadora).

-Cuéntame. Te dejaré hablar si es necesario para que vuelvas a concentrarte.

Asiento al instante y trato de buscar las palabras.

-Yo... ¡Déjeme balbucear! -exclamo demasiado fuerte al ver que abre la boca, pero se mantiene callado-. Gracias. Me siento... con necesidad de una... un... más recetas de pociones. Sí, eso es, necesito más pociones, no estoy contenta con lo que vemos en clase. Eh, satisfecha, quiero decir, no es que sus clases me hagan infeliz, claro que no... -Otra vez con mis delirios. -Me encantaría poder hacer pociones más avanzadas. Ya he leído varias durante las vacaciones, usted sabe que mi tía Narcissa tiene una gran colección de libros viejos con recetas, supongo que de la familia Black, heredados.

Otra vez estoy yéndome al diablo con mis balbuceos y palabrerías.

-Lo que quieres decir... -comienza a decir Snape, tanteando el terreno y listo para que yo empiece a gritar- es que estás con la cabeza en las nubes porque quieres más pociones.

-Suena ridículo cuando lo pone así, pero supongo que eso es. Todo lo que digo suena ridículo si lo dice una persona cuerda.

-Ajá. Interesante. -Se levanta de su asiento y da una vuelta por la mazmorra, pareciendo más que nunca un murciélago gigante. -Leyla, puedes pedirme recetas cuando quieras y te daré una copia. O te las dictaré. Creo que es innecesario darte un enorme libro, sobre todo porque Madam Pince es la que tiene las copias y se enfurecería si las prestara. Y, por último, no es seguro darte ejemplares valiosos, ya que tus poderes no están dominados y podrías crear un incendio o una inundación, o ambas, en el libro. Y no queremos eso, ¿verdad?

-No, señor.

-Ahora, ¿ya tienes la mente despejada? ¿Puedes volver a concentrarte?

-No... Lo siento mucho. Es que también estoy preocupada por Maddeline, mi hermana. ¿Sabe usted cómo se siente?

-Mi interés principal no son las emociones de niñas de once años, Leyla, pero debo decirte que no parece tener mayores inconvenientes.

-Gracias por la información.

-Creo que hay suficiente en tu vida ahora como para agregar estresantes clases conmigo sobre climagia, ¿no crees? Te daré un descanso. Nos vemos en las vacaciones de Navidad; hasta entonces, trata de seguir con la poción. Ahí tienes una petaca llena hasta el tope para tener reservas.

Me guardo la botella en la túnica y vuelvo a mirarlo. Ahora está fijo en un punto de la mazmorra, mirándome con sus oscuros ojos que se ven aún en la oscuridad.

-¿Entonces deberé quedarme durante Navidad en el castillo?

-A menos que quieras que me aparezca en la Mansión Malfoy, sí.

-¿Cómo sabe que iré allí? ¿Y si volviera a mi casa, con mis padres y mis hermanos?

-Sería una locura. Jamás pisaré la casa Blair-Black. Y supongo que tú tampoco.

-Es verdad... Bueno, gracias. Adiós.

Cuando llego a la biblioteca, Madam Pince me mira con más odio del habitual. Creo que su aborrecimiento hacia mí crece día a día. Me siento a la mesa rápidamente entre Hermione y Colin. Cedric está más allá, sentado con Lauren, Cho y Lavender. Fue un grave error dejar que Lavender se uniera.

-Lo siento, Herms, se alargó un poco la... eh... ya sabes, la reunión en la cueva del murciélago.

-Ya todos saben que estás encontrándote en secreto con alguien -dice Colin.

-¿Qué? Explica eso, Colin.

-Todos ven que vas de un lado a otro del castillo sola, y que desapareces por largos ratos. Varios te han visto en las mazmorras, cerca de los Slytherin.

Hermione asiente.

-Es verdad. No... no te enfurezcas, pero muchos están pensando que tú eres...

-La heredera de Slytherin -dice Colin-. Ahora todos creen que la Cámara Secreta está allí abajo, en las mazmorras, cerca de los Slytherin. Tiene sentido.

-Diablos.

Miro hacia la esquina de la mesa y cruzo miradas con Cedric. Él mira hacia otro lado y hace como que oye a Lauren, como si estuviera contando algo interesante.

-No pude conseguir nada sobre la poción, así que mi idea queda descartada. Debemos quedarnos con el idiota.

Colin nos mira sin comprender, por suerte, y Hermione hace una mueca.

Ahora que estamos tratando de descubrir todo sobre el heredero, el monstruo, la cámara y la poción, la idea del periódico no nos entusiasma tanto a ninguna de las dos. Más bien parece una obligación que venimos a cumplir que una actividad que nosotras hayamos empezado.

Mientras Hermione sigue editando aquel artículo sobre la igualdad de derechos, yo miro los tomos de la biblioteca en busca de algo que pueda darme una pista de la poción, ya que por ahora es imposible acceder a la Sección Prohibida. También lo hago para no ver más las miradas de Lauren, Cho, incluso Dala, en mi dirección.

Hay una mano en mi hombro. Cedric está detrás de mí. Por suerte la mano es de Cedric, porque siempre está la posibilidad de que haya manos sueltas en Hogwarts, arrastrándose por el suelo y dejando un rastro de sangre detrás. Pero esta vez es simplemente Cedric.

-Mira... -dice-, vengo a decirte algo. Las chicas no están muy cómodas contigo aquí.

Yo lo miro con incredulidad.

-¿Qué?

-Sí, ellas... preferirían que te fueras.

-¿Estás bromeando? Que se vayan ellas.

-No, no, es que... no es personal.

-Ah, claro que no. -Pongo los brazos en jarra-. Por favor, es obvio que están enojadas porque me prestas más atención a mí que a ellas.

-No creo que sea eso. En realidad están incómodas contigo aquí porque creen que eres peligrosa. Todos te cuentan entre los posibles herederos de Slytherin.

-Eso es un montón de pavadas, creí que lo sabías.

-Yo no creo en eso. Hay mucha evidencia, hay mil razones para sospechar de ti, pero ya me he equivocado antes con respecto a esto. -Toma mi brazo y me hace una caricia, pero yo lo sacudo y me suelto-. Yo sé que eres buena, muy buena, y que jamás le harías daño a la gata de Filch ni a ninguna persona. Pero ellas... ellas no ven razón para confiar en ti, y ven toda la evidencia que corre en los rumores, y están asustadas. Tu mismo primo dijo que los de familias muggle serían los siguientes. Recuerda que todas ellas son nacidas de muggles.

-Eso no tiene nada que ver. Mira, entiendo que estén asustadas, ¡yo misma tengo mucho miedo! No entiendo nada de lo que sucede, y, como no tengo nada que ver, creo que jamás lograré averiguarlo. Pero todo esto no significa que puedan tratarme así o discriminarme porque tengo una hermana y un primo en Slytherin. Es ridículo.

-También ven que desapareces por largos ratos...

-Como si nadie fuera al baño durante un largo rato, también.

-...y te pasas bastante tiempo en las mazmorras, cerca de la casa Slytherin.

-¡Eso no prueba nada!

Voy hacia la ventana y miro la tormenta que desaté; nada de lluvia con rayos, sino nieve. Una tempestad llena de nieve y ramas cayéndose, tapando los terrenos del castillo con un colchón blanco y helado.

-No prueba nada, en absoluto -repite él mis palabras-. Pero eso no impide que la gente sospeche y tenga miedo. No les doy la razón, yo creo en ti. Si dices que tú no fuiste...

-No es que lo digo, ¡simplemente no fui yo!

-Te creo. Leyla, no tienes que convencerme de nada.

Suspiro, dejando salir todo el aire, mezclándolo con mi desesperación. Todo Hogwarts está loco por la conmoción del heredero y la Cámara Secreta, y eso no me excluye a mí, pero no ando señalando a la gente, huyendo de ellos y luego inventando rumores ridículos.

Sus ojos marrones me dan estabilidad. No me pierdo en ellos; al contrario, me recuerdan dónde estoy parada.

-De todos modos -digo, recuperando la determinación-, no quiero quedarme aquí con ellas, tampoco. -Vuelvo a mirar hacia afuera por la ventana hacia la nevada, y me apoyo en el vidrio, tratando de parar el fenómeno con mis manos.

Siento que otra mano se posa en mi hombro, mucho más pequeña esta vez. Me sorprende y, al darme vuelta, pierdo el control de lo que estoy haciendo, enviando un grueso chorro de agua hacia Colin Creevey, que cae hacia atrás, empapado.

-¡Lo siento mucho!

Le ofrecería una mano, pero estoy empapada, y tiemblo. Todo se me salió de control: la nieve, el agua...

-¿Agua aquí dentro? -dice con odio Madam Pince, que apareció junto a nosotros-. Fuera de aquí. ¡Fuera! ¡Y no quiero verte más haciendo tonterías!

Miro a Colin, asustado en el suelo; a Cedric, mirándome con cansancio, decepcionado, como si estuviera cansado de darme oportunidades; a Hermione, que me hace un gesto para que salga. Una vez afuera ella aparece a mi lado.

-¿Qué pasó? -pregunta a la vez que Madam Pince da un portazo detrás de nosotras-. ¿Qué le sucedió a Colin?

-Yo... -Mi voz se quiebra y me siento contra la pared a llorar, rendida. -¡Todo me sale mal!

-Leyla, no exageres... Dime qué sucedió.

Respiro profundamente y me tomo un descanso antes de contarle. Ella asiente durante todo el relato, y al final se la ve muy seria.

-Esto ciertamente no te ayudará en tu reputación, todos creerán que es una prueba más de que tú eres la peligrosa heredera.

-¿Por qué? Solamente le tiré agua. -Hermione sabe sobre la climagia, y algo sospecha sobre mis clases con Snape, aunque aún no ha dicho nada. Creo que solamente lo hace porque es una muy buena amiga.

-Pero todos saben que no había agua en la biblioteca, mientras que sí había en la escena de la señora Norris -razona Hermione-. Y no olvides que Colin es de familia muggle. Si saben que lo atacaste...

-¡No lo ataqué!

-Da lo mismo lo que digamos nosotras, son los otros los que dispersarán la noticia y se creerán eso. Ya veo a Lavender siendo la chismosa de siempre, contando cuentos falsos sobre las personas...

-Entonces, si la gente me teme, que me deje en paz. Me importa poco lo que piensen, y mejor si se alejan de mí.

-Sí, pero tampoco es bueno que esta noticia corra por todos lados.

-Te juro que mataré al heredero en cuanto descubra quién fue. Me está trayendo más problemas a mí que a la gata.

NOTA: Por favor, lean el mensaje en mi perfil o en su email con las notificaciones!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro