—Oigan, esta cosa cambió— dijo Sirius señalando al libro cunado la niebla se dispersó

Remus cogió el libro y miró junto a una nota de las Moiras que decía : Léelo.

—Léelo Moony— dijo James. Muchos en el gran Comedor dejaron atrás la impresión.

Althaia se despertó de su sueño, hacia tiempo que soñaba.

—Oh, es sobre Lady Slytherin— dijo Bellatrix emocionada.

Soñó con sus años felices, el rostro amable de su padre. Ella sentada en el suelo con un pesado libro mientras su padre hacia la contabilidad de la fortaleza.

El sonido de un pajarito, una pequeña flauta de cerámica con forma de ruiseñor. Althaia sonriéndole a su padre al tocar la flauta en su presencia, sus hermanos aplaudiéndola. El señor de la fortaleza diciéndole que era el pajarito de la fortaleza.

—Debió ser horrible tener una vida tranquila a ser mercancía de piratas— comentó Lily.

—¿Y cómo acabo también debe ser algo muy interesante?— comentó Andrómeda

—Lo más posible es que quedara huérfana— dijo Edith— Porque dudo que algún padre o madre tenga el valor de vender a su hija.

Muchos le dieron la razón.

Althaia despertó, exaltada.

Miro sus muñecas, no estaba atada.

Estaba en un cuarto que jamás se imagino para ella, en una suave camastro envuelta en finas pieles.

Los instintos de alerta la hicieron levantarse, sus pies descalzos tocaron el piso de madera y corrió hasta un candelabro de piso que sujetó con ambas manos como si fuera espada.

—¿Acaso un candelabro sirve como arma?— dijo burlón un Slytherin de cuarto año.

—Todo funciona como un arma si tienes la intención de matar— contestó Bellatrix.

—Una vez me asaltaron una lima de uñas oxidada— recordó Edith.

—¿Por que hablas de tu cuidad como si fuese ciudad la ciudad mas peligrosa del mundo?— dijo Remus. Edith solo se encogió de hombros.

La puerta se abrió dejando ver al hechicero que guio a las serpientes y una muchacho con ropa de criada.

—Que buenos que has despertado— dijo el mago ignorando el hecho que tuviera un "arma" con ella.

—¿Quién eres?¿Donde estoy?¿Quien demonios eres?

—Bueno cualquiera haría esas preguntas si despiertas en un lugar extraño— comentó Sirius.

—Y buscar salidas rápidas— agregó James.

—Calme señorita Althaia— el mago hizo un gesto con la mano y la criada abrió un ropero donde hubo muchos vestidos, de mangas largas acampanadas, para una figura rellena en los lugares exacto— Mi nombre Lord Salazar Slytherin y estas en mi fortaleza.

Althaia no bajo el candelabro, recordando la postura de sus hermanos en sus practicas con el maestro de armas.

—Conocimientos en defensa— dijo Moody— Punto para la chica.

—Y por eso que deberían tener un arma de defesan— Edith sacó su navaja de su bolso— Yo esto conmigo luego de mi trauma.

—Bueno, no es como que Lily y Petunia llevasen armas consigo— comentó el señor Evans. Petunia y Lily se miraron mutuamente. —¿Vedad chicas?

Petunia sacó de su bolso una sencilla lima de uñas.

—Mis uñas son delicadas, así que llevó esto conmigo y sirve en cualquier emergencia.

Lily sacó de su manga su daga.

—¡Lily!— le regañó la señora Evans.

—¿Qué pasaría si no tengo mi varita a la mano?— se defendió Lily— Al menos con esto le puedo dar una puñalada y salir huyendo.

—Eso suena lógico para mi— dijo Bellatrix.

—Nadie pagará un rescate por mi— dijo Althaia — No tengo familia, así que no espere monedas por mi.

—Esto no es un secuestro— le sonrió. Estúpida sonrisa, pensó Althaia— Al contrario, la salvé de ser mercancía de piratas.

Ella entrecerró los ojos, nadie hace las cosas de buena voluntad, siempre quieren algo a cambio.

Muchos le dieron la razón a Lady Slytherin

—Solo baje ese candelabro y deje que la criada la aliste— camino hacia la puerta— La esperare para cenar, ha de estar hambrienta luego de tres días dormida.

Althaia dejó caer el candelabro a sus pies. ¿Tres días?

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Althaia se miró al espejo desconociendo a su reflejo.

Su piel fue tallada con trapos y ahora no tenia manchas de suciedad en sus días de cautiverio. Su cabello fue lavado, cepillado y recogido en rizos sujetos por alfileres de plata con esmeraldas incrustadas.

Fue envuelta en un vestido verde esmeralda con bordados en hilos de platas que ajustaban su figura. Sus guantes era de seda plateada.

—Suena como una princesa— comentó Bill sentado en las rodillas de su padre.

—Es Lady Slytherin— respondió Nymphadora desde el regazo de su padre.—Así es casi como una princesa

Althaia nunca fue exquisita como sus hermanas, ella tenia más caderas y un pecho más brotado, escuchaba los mozos de la fortaleza comentar de su trasero, no en voz alta, porque su padre podía tomar represalias

—Acosadores sexuales desde el inicio de los tiempos— dijo Marlene— Y eso que aun no existían las mini faldas.

Muchas chicas hicieron una mueca ante recordar las veces que eran "piropeadas" en la calles por sujetos extraños.

—Mis viajes en bus dentro de la cuidad son horribles— se erizó Edith— Termino más manoseada que fruta de mercado.

—¿Por qué Slytherin la cubría de sedas y plata?— se preguntó mientras pasaba sus manos por su torso deleitándose con la seda verde.

Luego de estar arreglada fue conducida a un comedor privado, donde él de idiota sonrisa ya estaba sentado.

—Señorita Althaia— inclinó su cabeza. Althaia recordando sus modales también saludo educadamente

Se sentó frente a él.

Muchos se mostraron en la primera interacción formal de Lord Slytherin y su esposa luego del evento de los piratas.

—¿Por que me trajo?

—Era una bruja en peligro.

—¿Qué hará? ¿Me entregara a la iglesia o solo me quiere para su diversión?

—Vaya que es directa— comentó James.

—Luego de lo que vivió es obvio que debe saber en donde se esta metiendo y como la afecta— respondió Severus.

—Nunca podría tratar a una bruja así. Ustedes son un regalo de la Madre Magia.

—¿Madre magia?

—¿No sabes nada?— preguntó conmocionado.

—Mis padres no eran como yo— respondió bebiendo su vino — Mi amado padre murió de viruela y él sabia de mi naturaleza, me pido que no tratará de hacer magia, luego de su muerte tuvo un accidente y termine vendida por mi madres a esos piratas.

—Bueno, es medio huérfana— dijo Edith— Y vaya madre, que desnaturalizada.

Sirius bufó mirando brevemente a su Walburga en la mesa de los Slytherin.

—Pura inmundicia, señorita.

Althaia apretó los labios, si bien odiaba a su madre por lo que le hizo no cabía la idea de que los insultaran.

Sirius jugueteó con sus dedos. Si bien estaba distanciado y odiaba a su padres, a veces extraña sentarse junto a Orión en su cuarto donde estaba su colección de espadas y pulirlas.

Era un silencio cómodo.

—¿Tiene usted una varita?

—No

—¿Educación básica en magia?

—Se escribir y leer.

—Es un principio— dijo a la par que llegaban dos criaturas pequeñas, orejonas y con ojos saltones. Althaia se sobre saltó— No hay de que temer, señorita. Son elfos domésticos, están para servir a los magos.

—¿Aquí en Hogwarts tienen elfos domésticos?— preguntó Edith.

—En las cocinas— contestó james.

—¿Sirvientes?

—Exactamente. — bebió de su copa Lord Slytherin— No tienes a donde ir, sin familia, ni conexiones, ni dinero. Seria fácilmente atrapada por cazadores.

—¿Entonces que quieres que haga?

—Quédate. Eres una bruja, sin varita ni conocimiento del don que se te ha otorgado.

—¿No que es mal visto que una bruja se encuentre o viva a solas con un mago con quien no tiene un parentesco familias?— preguntó Lily a Lady Potter.

—Con que no se manoseen antes de casarse esta bien— respondió Edith.

Sirius soltó una gran carcajada

—¿A cambio de que?

—Déjame ser tu maestro— le contestó— No tienes nada que perder y mucho que ganar. Sigue los designio de la Madre Magia y podrás pertenecer por completo a nuestro mundo.

—¿Qué ganó a cambio?

—Un futuro estable, tengo aliados que estarían bendecidnos de tener a una bruja a la cual llamar su dama, protegerla y cuidarla. Somo pocos en un mundo salvaje, tu tendrías a alguien que te cubra con su magia y que un día tendrás hijos a los cuales educar.

Althaia pensó, un futuro, alguien que la cuide, bebés.

—Una familia— dijo esperanzada Edith. Euphemia Potter se sintió conectada con la joven bruja.

Ella no tenia nada que perder, pero puede ganar mucho.

—Acepto— dijo decidida. — ¿Cuándo empezamos?

Lord Slytherin le sonrió.

— Fin del capitulo— dijo Remus.

—Ahora que lo pienso— dijo James— Salazar Slytherin vio a esa chica, matar a un pirata con una ballesta, prenderlo fuego a un barco y amenazarlo con una daga, y él se cautivo.

—Un primer encuentro muy fogoso— respondió Sirius. 

Bueno, luego de meses fue subido el respaldo de Ao3.