—Yo quisiera leer — pidió Edith. Remus le pasó el libro y ella agradeció con una sonrisa.

A la mañana siguiente de aquel extrañó sueño, Cordelia trató de mantener la calma. Continuo su mañana como si anda hubiera pasado.

Tomó su desayuno en silencio mientras escuchaba a Daphne hablar de los planes que sus padres tenían para Yule con su hermana.

—¿No irán al baile de Yule?— preguntó Pansy.

—No, ellos quieren pasar en Grecia este año— dijo Daphne emocionada—Algo de visitar los antiguos templos a Circe y Hécate. Además que fuimos invitados a pasar las celebraciones con la familia de la prometida de mi hermano.

—Oh Grecia — dijo Petunia esperanzada — Una compañera fue de Luna de Miel a Santorini. Dice que es un lugar tan hermoso.

—¿Entonces ha pensado en ese lugar para su Luna de Miel? — preguntó Narcissa.

—Si, pero Vernon terminó escogiendo Irlanda — contestó Petunia con un claro disgusto que todo el mundo notó.

—¡Aún estás a tiempo de cancelar! — pensó Lily con clara intención de decirlo en voz alta.

—Yo no quiero ir— dijo Astoria—Se supone que este seria el primer baile donde asistiría.

—Ya habrá otros años— dijo Cordelia palmando con delicadeza la mano de Astoria— Además, Grecia luce muy interesante, deberías disfrutar del viaje.

—¿Quién organiza este año el Baile de Yule?— preguntó Hermione.

—Mi familia— contestó Theo con su libro de Encantamientos en sus manos. —Espero contar con su presencia, señorita Granger

—El primer baile de la señorita Granger — dijo emocionada Lady Potter — Y por lo que hemos leído, es una niña tan educada y aplicada que lo hará espectacular.

Muchas damas le dieron la razón a Lady Euphemia.

Cordelia medito que debía ya mandar a confeccionar su vestido y podía usar el regalo de Heir Nott en el baile.

—Me puedes prestar a Hedwig— le susurro Hermione a Cordelia—Necesito escribirle a mis padres con lo referente a las vacaciones.

Cordelia asintió con la cabeza, estaba segura que su lechuza estaría encantada de visitar Londres.

—El vestido es lo más importante — dijo Narcissa muy seria — Debe ser algo elegante y apropiado para una señorita de su edad.

—Mi madre escoge por mí – se encogió de jumbos Edith.

—¿Enserio? — Petunia arqueó una ceja.

—Me estreso fácil al momento de escoger ropa— se defendió Edith.

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Prometió que nunca pisaría de nuevo ese estudio, pero ese extraño sueño cambió la situación.

—Oh Merlín — dijo James negando con la cabeza.

Así que cubierta por la Capa de Invisibilidad , volvió a entrar al estudio. Un detalle que no había notado la primera vez que entró al estudio secreto eran las tres pequeñas antorchas que estaban incrustadas en las paredes.

Dejando la capa de su padre en uno de los sofás, avanzó a cada antorcha y las encendió con un sencillo encantamiento de fuego.

Cordelia recogió los diarios de donde los había dejado, abriendo el que no tenia nada escrito se sorprendió al notar una entrada de diario que antes no estaba.

—No me gusta nada esto — murmuró James. Sirius le dio pequeñas palmaditas.

—No debió volver a ese lugar — secundó Sirius

Remus miró a sus dos amigos con una ceja arqueada. Si ellos hubieran encontrado ese lugar hubieran usado como escondite.

Apagando las antorchas, recogiendo su capa, Cordelia salió del estudio llevándose consigo los diarios.

Necesitaba a sus amigas.

No sin antes estornudar, el lugar tenía polvo que necesitaba ser limpiado.

Petunia y la señora Aurora hicieron una mueca ante la medición de polvo.

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—Solo a ti te pueden pasar estas cosas, Cordelia— dijo Daphne al ver los diarios.

—¿Por qué a mi dulce corazón? ¿Por que ella? — se cuestionó en voz alta James.

Lily miró a su novio y recargó su cabeza en su hombro mientras lo tomaba de la mano.

Como era de costumbre estaban cerca del lago, las cinco sentadas sobre una gran manta con algunas galletas cerca de ellas.

—Yo no busco esto— contestó Cordelia con mucha seriedad—Estas situaciones deberían alejarse de mí.

—Los hijos de Salazar Slytherin— dijo Eowyn fascinada pasando sus dedos por el diario de Rhea. — A veces pienso que eres la favorita de alguna deidad, Delia.

—Solo falta que hablaras Parsel— comentó Pansy con cierta diversión.

—Aún es misterio saber de donde la niña sacó el don de hablar con las serpientes — dijo Lord Black claramente intrigado.

—Los Potter debían revisar a fondo su árbol genealógico — secundó Lady Black.

Thadeus, por su parte, estaba seguro que Tom nunca tuvo un amorío como para tener algún hijo ilegítimo suelto en el mundo. Así que era imposible, pensó mirando a las señoritas Evans.

Las dos tenían muchas características similares al señor Evans.

—¿Parsel?— preguntó Cordelia confundida, en su regazo estaba el diario de Althaia.

—Que hablas con las serpientes— contestó Daphne.

—Pues...— comentó Cordelia encogiéndose de hombres.

—¡No me jodas!— chilló Pansy. Daphne le dio un golpe en el brazo.

Edith se rio.

—¿De que te ríes, loca? — preguntó Sirius.

—Es que recuerda a una compañera de mi colegio muggle — sonrió Edith. — Cuando se le escapa una palabra así, otra compañera le da con un libro en la cabeza.

—Pansy, modales—le dijo Daphne— ¿Cómo es eso que puedes hablar con las serpientes, Cordelia?

Cordelia no entendía porque tanto escandalo por el asunto de poder hablar con las serpientes.

—Bueno, la primera vez fue el año pasado en el cumpleaños de mi primo, fuimos al zoo y una boa me contó su trágica historia de cautiverio y que quería ir a Brasil, y puede que accidentalmente la haya liberado— contestó Cordelia. — Y puede que haya hablado con ellas este verano mientras hacía jardinería.

Pansy y Daphne tenía el rostro impregnado de sorpresa, con la boca ligeramente abierta y los ojos sobre Cordelia.

Eowyn chasqueo sus dedos frente a el rostro de ambas esperando que reaccionaran.

—Se les quemó el cerebro— dijo Eowyn mordiendo una galleta.

—A cualquiera luego de escuchar tal noticia — dijo Peter.

—Entonces deberían darle un golpe en la cabeza con un libro para que vuelvan a funcionar — río Edith — Como a un televisor cuando tiene estática.

—Eowyn— le regaño Hermione.

La primera en reaccionar fue Pansy que tomó a Cordelia de los hombros, Cordelia se quedó pasmada ante la reacción de su amiga.

—Puedes ser descendiente de Salazar Slytherin— dijo Pansy sin poder creerlo.— En algún momento la familia Potter debió unirse con algún descendiente.

—Deberían revisar con atención su árbol genealógico — dijo calmadamente Dumbledore.

Fleamont se ajustó sus anteojos, claramente modesto de que Dumbledore opine sobre su familia, pero en este punto, debía ir a los registros en Gringotts para corroborar.

—Pero mi padre no hablaba Parsel hasta donde yo sé— contestó Cordelia.

—La magia es inexacta a veces, Delia— respondió Pansy— Deberás hacer un mapeo de tu línea mágica, puede haber algo.

—Entiendo— dijo Cordelia, una cosa más que hacer en vacaciones. Cordelia abrió el diario de Lady Althaia. — ¿Hermione, quieres leer la primera entrada?

—El diario de Lady Slytherin — murmuró emocionada Bellatrix. Muchas en la mesa de Slytherin se mostraron igual de emocionadas.

—¿Yo?— señaló Hermione.

—¿Nos haces los honores?— sonrió Cordelia mientras le extendía el diario. Hermione sonrió y tomo el diario, con cuidado se acomodo sentada para empezar a leer.

"Mi nombre es Althaia, y hace poco fui rescatada por un mago pretencioso y sarcástico.

Se presentó con Salazar Slytherin, buen mago, tonta sonrisa.

Me dijo que pudo sentir que tenia magia dentro de mi, bueno eso ya lo sabia. Se extrañó de que no tuviera varita o como termine en manos de esos piratas. Me ofreció enseñarme magia, yo cumpliré el deseo de mi amado padre.

—A veces la familia es una gran motivación — dijo Edith

— O alejarse de ellas en otros casos. —murmuró Sirius.

Escribo este diario para dejar vestigio de mi memoria.

Nací y crecí dentro de una fortaleza de una poderosa familia feudal, mi padre era el escribano del señor de la fortaleza y mi madre trabajaba en las cocinas. Tuve ocho hermanos, algunos con lo que nunca conviví, otros a quienes ame y fui traicionada de la peor forma.

Mi padre cuando supo que tenia magia se lamentó no poder ofrecerme una enseñanza de mi naturaleza, me pidió que trate de controlar esa fuerza dentro de mi, no quiera que fuese ejecutada por brujería, me enseño a leer y escribir a espera del momento que pueda seguir mi destino mucho mas allá de los muros que me rodearon la infancia.

Muchos estaban de acuerdo que el padre muggle de Lady Slytherin era un hombre compasivo, aun en la época, con su hija con magia y consiste de los peligros alrededor.

Él murió de viruela dejando mi corazón devastado, una semana después de su partida hice magia por accidente frente a mi madre y hermanos.

Nunca en mi vida podré olvidar el rastro de horror de mi madre y la cara de asco de mis hermanos. Y mi madre me grito a que me vaya de su hogar, me llamo criatura del infierno.

Le suplique, le dije que era su hija, su sangre, pero el rostro de mi madre jamas cambio.

A la mañana siguiente fui sacada a rastras, fue amarrada y sujetada a una carreta, y mientras me alejaba del lugar que llame hogar vi a mi madre contar las monedas por las que fui cambiada.

—Fin del capítulo — dijo Edith.

—Ojala se hubieran muerto de alguna enfermedad — dijo Bellatrix.

—Lenta y dolorosamente, ahogándose en su propia bilis — murmuró Lily.