—Yo quiero leer— pidió Sirius. Toda la mesa de Gryffindor lo vio sorprendido mientras el libro le era pasado por Petunia.

—¿No tienes fiebre?— preguntó James colocando su mano sobre la frente de Sirius.

—Ja, ja— dijo con claro sarcasmo Sirius— Que gracioso cornamenta.

Encontrar ese estudio secreto podría traer malas situaciones y Cordelia no tenía deseos en saltar a la boca del lobo, así que prometió jamás volver a poner un pie en ese estudio lo que quedará su vida académica en Hogwarts.

—Me parece la mejor idea del mundo— dijo Lily muy seria.

Los días pasaban y con ellos las clases, Cordelia preguntó a Gringotts mediante una carta si las joyas que le fueron entregadas tenían encantamientos.

La respuesta fue si, pero Cordelia era consiente que no podía usarlas a diario como quisiera, también notó los delicados anillos de Pansy y Daphne, y de muchos de sus compañeros de casas llevaban anillos.

Los anillos de herederos.

Fue una absoluta imprudencia no preguntar y por ello estuvo desprotegida todo su primer año, un error que deberá ser emendado tan pronto lleguen las vacaciones de Yule haría una parada a Gringotts.

—Aun sigo indignada de que esos goblin incompetentes dejaran a una heredera sin su anillo— dijo Druella Black.

—Deberían tener mejor personal capacitado— agregó Walburga.

James, para horror de él, le dio la razón a ambas mujeres Black. Que esos idiotas goblins dejaran su dulce desprotegido con algo tan simple como su anillo.

Luego del incidente de los duencillos, las clases de Lockhart se resumía en que el contaba sobre sus viajes o leían los pasajes de sus libros.

Fue una suerte las tutorías de los sexto curso. Estaban aprendiendo sobre hechizos de defensa, primero fue algo teórico donde Cordelia anotaba todo para darles sus apuntes a Eowyn y Neville (quien se había unido de manera parcial a su grupo)

—Y eso tipo de amigos valen oro— dijo Edith—Luego del incidente del taxi, una amiga me sacó copias a sus apuntes de la semana que estuve casa.

—Awww que lindo— sonrió Aurora Evans.

Cordelia le preguntó porque no eran los de último año quienes den la tutorías, la prefecta Fawley explicó que ellos estaban recibiendo clases del profesor Snape para sus ÉXTASIS.

Cuando no había clases, el grupo pasaba tiempo en la biblioteca.

—¿Quién pasa su tiempo libre en la biblioteca?— preguntó Sirius.

Todos en la mesa de Ravenclaw alzaron la mano, y de Gryffindor Lily y Remus, algunos Slytherin alzaron la mano incluido Regulus.

Aquella tarde estaban en su habitual mesa haciendo su tarea de transformaciones.

—¿Se podría aplicar la Ley de Lavosier en Transformaciones?— preguntó Hermione jugando con su pluma.

—¿Y esa que es?— preguntó Bellatrix confundida.

—Una rama de la física— contestó Edith.

—¿La que?— preguntó Daphne. Siempre lucia confundida cuando Hermione decía un término científico.

—Una ley de la física— contestó Hermione.

Según ella, sus padres tenían una amplia biblioteca en su casa con varios libros, poesía, literatura, medicina, física y muchos otros. Ahora que Hermione empezaba una educación mágica, empezó su propia sección, una sección de libros de magia.

—Una biblioteca en casa, suena encantador— dijo Lily.

James sonrió para su mismo, estaba seguro que Lily disfrutaría por completo de la biblioteca privada de su madre.

—Suena caro— comentó Edith— Lo libros son caros, al menos de donde vengo.

—¿Me podrías decir en principios de la Ley?— preguntó Cordelia.

— La materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. — contestó Hermione.

—Si, si se aplica — contestó Cordelia— Las cosas no se crean de cero, deben hacer una "base", y dependiendo de los elementos que esté hecho la "base" podría dar un nuevo objeto de esa materia prima.

—Una muy buena argumentación— sonrió la profesora McGonagall.

—Una restructuración— dijo James— Por ejemplo, si tienes un objeto de cierto materia o lo pasas a otra objeto de la misma materia, la transformación es más sencilla. El verdadero retro es pasar de una materia base a otra por la técnica que se emplea.

—¿Te gustan las transformaciones?— preguntó Eowyn con una sonrisa, desde el cuello de su túnica sobresalían los audífonos.

Eowyn siempre hacia sus tareas escuchando música. Al parecer la ayudaba concentrarse.

—¿Y funciona?— preguntó Regulus.

—Para ciertas personas— dijo Edith— Otros los distraen.

—Las encuentro muy fascinantes— sonrió Cordelia — Poder crear cosas nuevas y las posibilidades que existen.

James no pudo evitar sonreír, saber que su dulce corazón comparte con el gusto por Transformaciones.

—¿Debería citar en APA mis ensayos?— preguntó nuevamente Hermione dudosa mirando su pergamino.

—¿Qué es?— preguntó Pansy divertida. —En serio, Hermione. Me confundes con tantos términos muggles.

—Hermione, es una tarea escolar, no una tesis universitaria— dijo Eowyn. Las cinco rieron levemente ante el comentario de Eowyn.

—Formato APA— dijo Petunia. — La pesadilla de cualquier estudiante.

—¿Y que es eso?— preguntó Rabastan esperando ser visto la por la belleza en la mesa de Gryffindor.

—Pautas que deben tener documentos académicos— contestó Petunia viéndolo— Le dan legitimidad y evita que existe plagios. Digamos que si tu documento no esta en ese formato, tu documento no es valido.

—Interesante— sonrió Rabastan .

—"¿Le esta coqueteando?"— se preguntó Lily molesta de que Lestrange se fijara en su hermana. — "Aunque no puedo ser peor que Vernon".

Cordelia miró como a ellos se acercaban dos Gryffindor de primer año. A la niña pelirroja de doble trenza la reconoció como Ginny Weasley y Colin Creevey.

Petunia hizo una cuenta rápido de los hijos de los Weasley y contabilizó siete.

Molly sonrió al saber que tendría una niña.

Ginny nerviosa le tocó el hombro a Eowyn.

—Ginny, pequeña roja— dijo Eowyn— ¿Qué necesitas?

—Se te quedaron en la Sala común— respondió la señorita Weasley una funda con plumas de azúcar— Ron se las iba a quedar.

—Ese era el chiste— dijo Eowyn mirando a los dulces— Les puse un poco de polvo picante.

Molly apretó los labios.

—"Esa niña irrespetuosa"— pensó Molly.

—¿Por qué? — preguntó el niño.

—Bueno Colin, porque Weasley es una verdadera pulga molesta— sonrió Eowyn con notable molestia. —Así que pequeño Creevey, yo busco que deje de ser un total dolor cabeza.

Era bien sabido que Ron Weasley pareciese interesado en hacer explotar en furia a Eowyn, y ella como contrataque lo hacia tropezar cuando tenia oportunidad.

Cordelia pensaba que Ron Weasley era un total incivilizado.

Edith soltó una risa nasal.

—Esa niña maleducada— dijo Molly con Percy en sus brazos.

—Es maleducado es tu hijo— contestó Edith— Bueno, también depende de su crianza— miró de pies a cabeza a Molly.

—Oh, de seguro tu serás una madre terrible — contraatacó Molly.

Edith jadeó dolida, ella miró a otro lado. Entre ganas de llorar o darle una bofetada, y si no hacia lo segundo era por respeto a esos tres niños cerca de ella.

Euphemia miró los ojos tristes de la bruja joven, y lo supo. Ella solía tenia esa mirada con lo referente a su posibilidad de tener hijos.

—Molly— dijo Arthur serio. Molly permaneció callada.

—Nosotros nos vamos— dijo Ginny, Colin a su lado asintió con la cabeza.

—No, quédense— pidió Cordelia— Estoy segura que ustedes iban a ser sus tareas y con mucho podemos ser de algo de ayuda.

En el baúl de Cordelia descansaba una carpeta con todos sus ensayos del curso anterior, tal vez sean de utilidad para la señorita Weasley y el señor Creevey.

—Es una tan dulce— sonrió Narcissa.

Daban ganas de protegerla de todo mal.

—¿En serio? — preguntó Colin. Cordelia sabia por Neville que Colin era de padres muggles como Hermione, así que no estaría mal que fuera guiado por las Vías Antiguas como estaba siendo Hermione.

Cordelia charló con Neville, pidiendo que se acercará al niño para que fuera su guía.

Ademas estaba segura que Madame Longbottom estaría contenta en poder guiar a Colin como protegido. Segun la severa señora, ya pocos magos que llegaban al mundo Mágico se mostraban interesados en las tradiciones.

Augusta Longbottom no pudo evitar sonreír levemente.

Las familias mágicas ganan prestigio con sus pupilos, antes cuando aun habían magos y brujas dispuestos a ser New Bloods, las familias por quienes eran guiados se consolidaban.

Miró a Lily Evans, estaba segura que esta señorita era un diamante, solo debía pulirse.

—Por supuesto— contestó Daphne— Ademas, nunca viene mal un poco de ayuda.

Ginny y Colin se miraron mutuamente y luego asintieron con la cabeza.

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Era un sueño, Cordelia estaba segura que era un sueño.

Podía escuchar a las gaviotas en el aire y por la imagen que el escenario que era testigo.

Estaba en un puerto, en suelo, amarradas de manos y sollozantes hacia varias chicas y niños pequeños con expresión de angustia.

—Que sueño para más extraño— dijo Sirius mirando el libro.

—Muy extraño— concordaron el resto de los Merodeadores.

Varios hombres empezaban a subir cosas al barco que estaba anclado.

Cordelia quería ayudarlos, pero el limitado movimiento supo que solo seria una espectadora del sueño.

El barco que estaba el mar se balanceaba a la par que el capitán de la tripulación pareciese examinar a los amarrados, todos con expresión de miedo.

Menos una, una chica joven de cabello lleno de rizos pelirrojos en una enorme sinfonía desordenada miraba al capitán con un odio.

—Bueno, cualquier en esa situación también lo miraría con odio— dijo Bellatrix.

—No, lo más probable es que me ponga a llorar del miedo y la histeria— comentó Petunia. Lily asintió con la cabeza sabiendo que actuaria igual que su hermana.

El hombre con una sonrisa burlona se agachó a la altura de la pelirroja.

—Serás la sensación al harem que vayas a parar— dijo el hombre tomando con su mano llena de anillos el rostro de la chica— Solo deberás ser una buena chica en la cama que vayas a parar.

Cordelia sintió repulsión por la forma que le dijo, sin ningún respeto.

—Explotación sexual y trata de blanca desde el principio de la humanidad— dijo Edith molesta y asqueada. — Soy latina, se de eso.

—¿Por?— preguntó James.

—Su trauma con el taxi— dijo Peter.

—No he subido a un taxi sola desde ese día—se erizó Edith.

La chica del sueño abrió su boca y clavó sus dientes en la mano. Un gruñido salvaje se escuchó de la pelirroja a la vez que afianzaba su mordida.

—Si, que le arranque la mano de un mordisco— animó Bellatrix.

El pirata le dio una cachetada que hizo que la chica cayera inmóvil al suelo, cerca de una ballesta, el hombre le dio una patada en el estómago a la joven.

—¡¿Como te atreves a morderme, salvaje?!— le propinó otra patada.

—Él es el salvaje— gruñó Lily furiosa.

—Ninguna novedad— dijo Marlene— Sucios y malditos esclavista.

El sonido de unos cascos de caballos llamó la atención de los piratas y los raptados.

A escena apareció un hombre de armadura plata, era alto , de cabello negro y ojos verde oscuro.

El caballero saltó de su caballo a la vez que esgrimía su varita. De ella salieron muchas serpientes.

Un siseo que Cordelia escuchó como "Ataquen" , las serpientes saltaron sobre los piratas menos el capitán.

—No puede ser— murmuró Lily captando todo el panorama.

¿Salazar Slytherin?

Ella miró hacia la mesa de Slytherin encontrándose con la mirada de Severus. Ambos tenían esa mirada cuando pensaban lo mismo.

—¿Siseo?— dijo Lord Nott. —¿Un parsel hablante?

Toda la mesa de los Slytherin lo miraron fijamente.

—"¿Por que mi dulce corazón soñaba con un parsel hablante?"— se preguntó James.

El hombre al ver su tripulación ser picados por serpientes sacó su espada.

—¡Brujo!— dijo levantando su espada.

Lucius Malfoy bufó, como si una simple espada pudiera detener a un mago.

El mago se acero dispuesto a atacar pero una flecha le dio justo en el medio del pecho al pirata que cayó muerto.

La pelirroja se había puesto de pie, y aún con las manos atadas sujeto y apuntó con la ballesta.

—Me agrada— sonrió Bellatrix.

—¡A mi igual!— dijeron Lily y Edith.

—Me declaró fan de esa mujer— dijo Marlene.

El mago que podía hablar con las serpientes miró con asombro a la chica de salvajes rizos.

Él con su varita desató la soga de las muñecas de la chica. Ella libre caminó hasta cuerpo y sacó la flecha del pecho.

Rasgando parte de su falda la empapó de vino que había en la petaca del pirata. Con paso decidido lo envolvió en la punta de flecha y camino hasta la antorcha que estaba cerca de un cofre.

Con la flecha en llamas apuntó hacia el barco, en pocos segundos, el barco empezó a arder en llamas.

Todo el mundo estaba en shook ante la escena descrita.

—¡¿Que esta soñando esa niña?!— preguntó Walburga.

—¡Los diarios tienes que ver!— dijo James muy serio— Y mi preciosa Delia hizo bien en dejarlos donde estaban. ¿No podemos saber que hechizos o encantamientos tienes esas cosas?

Lord y Lady Potter le dieron la razón a su hijo.

—Señorita — dijo el mago acercándose a la chica que miraba el fuego avivarse por el fuego.

La chica le arrebató la daga que estaba en el cinturón del mago, con pulso firme presionó la punta de la daga sobre la mandíbula del mago.

—Salazar Slytherin, a sus órdenes — dijo el mago.

Cordelia abrió los ojos de la impresión. Lord Slytherin, este sueño o lo que sea esto, es cuando Lord Slytherin salvo a la bruja que sería su esposa.

En el gran comedor estaba impactado.

Primero. ¿Qué hacia Cordelia Potter soñando con Salazar Slytherin?

Segundo. ¿Por que era ella?

Tercero. ¿Los diarios tenían que ver?

Dumbledore empezó a meditar si esos diarios eran una amenaza para Hogwarts, mientras que Thadeus Nott pensó que Tom debía ser informado por todo lo que pase aquí.

Sirius estaba impactado. Edith chasqueó los dedos frente a él.

—Oye firulais— le dijo dándole un pellizcó— Sigue leyendo.

—Ah, si— dijo Sirius saliendo de la impresión.

—Althaia — dijo la bruja aun si bajar la daga. Los demás secuestrados miraban todo con una expresión de asombro.

—Puede bajar la daga, no le haré daño.

—¡Ja! Como si creyera fácilmente en las palabras.

Lord Slytherin alzó su mano derecha y con su dedo índice presionó la frente de Althaia.

La bruja tambaleó y la daga cayó al suelo. Lord Slytherin sostuvo a la que sería su esposa desmayada.

Cordelia despertó del sueño sentadose sobre su cama. La oscuridad de cortinas y la suavidad del colchón.

Abrazada a su almohada se preguntó. ¿Que acaba de soñar?

—Fin del capitulo— dijo Sirius.

Del libro salió una neblina que mostró una imagen.

Una chica pelirroja, como de 16 años, de contextura curvilínea, pechos brotados de un vestido andrajo que se apegaba dejando ver una figura algo gruesa, posiblemente muslos regordetes. Los ángulos de su cara le daban la apariencia de alguien de belleza suave.

Su cabello estaba en un montón de rizos despeinados, como si pasara días sin ser cepillados y grandes ojos azules.

Luego un mago, alto y de anchos hombros. Cabello negro recortado y ojos verdes profundos y oscuros. Lucia como de sus veintes.

Todo el gran comedor estaban viendo a Lord Salazar Slytherin y Lady Althaia Slytherin. 

N/a: Por si se lo preguntan. Althaia tenia 16 cuando se encontró Salazar y él tenia 21. Se casaron cuando ella tenia 19 y él 24, sip tienen 5 años de diferencia.