El desayuno de la mañana siguiente fue normal, desde la mesa de Gryffindor había dos chicos que conservaban animadamente como si fueran viejos conocidos.

Edith Luzardo resplandecía en una sonrisa mientras Peter Pettigrew mostraba un ligero sonrojo en sus mejillas. Ambos conversaban de música, ajenos a las miradas curiosas de los Gryffindor.

—Osea, me caen los Beatles pero su fandom es algo turbio— dijo Edith mientras pellizcaba un poco de su pan de  engullir— Pero mi grupo favoritos es The Kinks, de hecho estoy aprendiendo inglés al estudiar sus canciones

—A mi también me encantan— respondió Peter algo tímido— Mi canción favorita es Lola y Waterloo..

—¡Waterloo Sunset!— completó Edith mirando a Peter con ojos brillantes. —Esa también es mi canción favorita

James sonrió levemente, casi podía ver corazoncitos salir de Edith y Peter. Ella tenía las manos sobre sus mejillas y los codos apoyados en la mesa mientras sonría a Peter

Y estaba emocionado, Peter siempre fue tímido con las chicas y verlo conversar con una chica, muy graciosa y guapa como la bruja extranjera lo alegro.

James haría que pasen más tiempo juntos y se enamoraran por completo. Luego se casarían y sería el padrino de su hijo o hija, y ese pequeño sería como un primo para su dulce corazón.

Sí, eso haría.

Ted pidió leer cuando la profesora McGonagall preguntó.

Cuando en la cena pudieron ver a Eowyn, Cordelia se emocionó, pero rápidamente fue reemplazada por una mueca de preocupación por el semblante triste de Eowyn.

Desde la mesa de Gryffindor vio como Eowyn no tocaba nada de su comida, hasta que Percy Weasley le dijo algo y ella suspiró probando bocado.

Edith negó con la cabeza, a veces el duelo siendo muy joven pega demasiado fuerte.

Y mañana en el desayuno hablaría con Eowyn.

En la mesa de Slytherin Cordelia y sus amigas conversaron de manera susurrante sobre la situación de Eowyn.

—Mis padres conocen a un abogado— dijo Hermione mirando su libreta— Pueden tramitar la custodia de Eowyn.

—Aún me sorprende que nadie del Ministerio se haya fijado en la residencia de Eowyn— dijo Lily. — Ni verificar que fuera un lugar adecuado.

—¿Acaso no tiene servicios infantiles o algo?— dijo la señora Evans con los brazos.

Muchos Lords y damas negaron con la cabeza.

—Vaya incompetencia— murmuró Petunia mirándose las uñas.

—Tiene que ir a Gringotts— sugirió Pansy.

—Por una prueba de herencia— continuo Cordelia con una mano sobre su barbilla, su mente estaba buscando alguna solución— Lord Malfoy me comentó lo mismo. Dice que como Eowyn no conoce a su padre puede existir un camino por esa línea.

—¿Y Eowyn querrá saber quién es su padre?— preguntó Daphne.

Entre las cuatro se miraron. Sabían toda la historia de Eowyn, ella no se guardó nada para ella, así que era claro que Eowyn poco le importaba quien era su padre.

—Que aproveche y que le cobre los años de manutención evitados— propuso Edith.

—¿Manutención?— ladeo la cabeza Sirius.

—Un pago mensual que hacen los padres a los hijos— le explicó Ted a Sirius— En caso de que no vivan con los niños, claro hasta que estos sean mayores de edad.

—Hablaremos con Eowyn en el desayuno— finalizó Cordelia— Por cierto Hermione. ¿Programaste nuestro plan de estudio?

Hermione sonrió ampliamente y señaló su libreta.

—Todo listo y planeado. Sacaremos buenas notas en nuestro exámenes— dijo con absoluta confianza.

Edith se erizó por completo, al igual que Sirius.

La semana de exámenes, la época más horrible del año.

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—¿Pueden dejar de mirarme como si me estuviera velando?— dijo Eowyn con tono demandante.

Las cinco estaban juntas en una amplia mesa de la biblioteca, con sus pergaminos extendidos y varios post it para anotar las ideas generales.

Las miradas que le daban sus compañeras la irritaba.

¡¿Por que la miraban con lastima?!

—La pobre niña no debe estar acostumbrada a la interacción con amigas— dijo la señora Potter.

—Claro, es la introvertida que fue adoptada por las extrovertidas— comentó James. — Así fue como Remus y Peter se unieron a nosotros.

—Un día se sentaron a mi lado en la mesa y me hizo charla— dijo Remus.

—A me dieron ranas de chocolates— contestó Peter.

—Nada, es que nos sentíamos mal por dejarte sola— dijo Cordelia con ese tono dulce de siempre.

—Estoy bien— respondió subrayando con un lápiz verde una linea que parecía importante de pociones— Si bien, me quede en Hogwarts, pero al menos estoy bien. Ni que haya caído en depresión.

Medio mintió un poco en lo último.

—Me quede en la sala común sola, viendo el leño de yule arder mientras escuchaba a ABBA cubierta por una manta — respondió Eowyn.

—Espera— dijo Hermione —¿Cómo escuchaste música dentro de Hogwarts?

Eowyn miró a sus lados y cuando no notó alguna rata chismosa, sacó de su bolso un walkman, regalo del año pasado de las amigas de sus mamá.

—Nosotros tenemos nuestro tocadiscos en la sala común— dijo un Gryffindor.

—Esperen— dijo un Ravenclaw— Tienen un tocadiscos en su sala común.

—Si— respondieron algunos leones.

—Es de uso público— dijo Marlene— La única regla es que cada uno debe hacerse responsable de sus propios vinilos.

—¿Por qué lo trajiste?— preguntó Cordelia—

—No iba a dejar mis valiosas pertenencias en Wools donde me lo podían robar alguno de los niños— dijo con obviedad Eowyn dejando su walkman sobre la mesa— Solo me traje esto y mi cajita musical. Lo demás está guardado con mucho recelo en el sombrío y polvoso ático.

Eowyn sonrió torcidamente. Ella misma había corrido los rumores que este ático había una fea y grotesca rata que se comía los dientes de los niños, así que todos evitaban ese lugar y las matronas lo iban para tirar cosas viejas e inservibles.

—La entiendo— dijo Edith.

—¿Tu también asustas a niños pequeños con ratas?— arqueo una ceja Petunia.

—No, pero también escondo mis cosas de mis primas— dijo Edith— Ya se han robados varias pulseras y brillos labiales.

—¿Qué esto?— picó Pansy con su dedo el walkman.

—Permite escuchar música— Eowyn agarró el reproductor— Estos se llaman audífonos, por aquí sale la música, y si tienes un casete lo puedes reproducir. El que esta adentro tiene un grupo sueco llamado ABBA, el mejor grupo de la historia.

—¡ABBA!— dijo Lily feliz.

Desde la mesa de Slytherin, Severus recordó a Lily viendo al grupo por primera vez en televisión allá en 1974 la Eurovisión

La sonrisa resplandeciente de Lily mientras bailaba por la sala de la casa de los Evans mientras en el televisor sonaba Waterloo. Y el chillido de alegría cuando ese grupo ganó.

—¿Y que como lo hiciste funcionar?— preguntó Hermione— Las cosas muggles no funcionan aquí.

—Funcionan con el hechizo adecuado según Percy Weasley— sonrió Eowyn— Así que engañe a un Ravenclaw de ultimo, le dije que no eran habilidoso como para hacer funcionar mi walkman. Lo tomó como un reto personal y ¡tadan! ahora puedo escuchar música en mi cama a escondidas.

Lily se rió un poco fuerte, para luego tapar su boca con las mejillas rojas de la timidez.

—¿Por qué te ríes?— dijo Sirius.

—Es que— Lily pausó para apagar su risa— No puedo creer que haya lo mismo.

—¿Lo mismo?— dijo James confundido.

—En mi tercer año, también hice lo mismo— sonrió Lily— Pero en vez de algo para escuchar música, fue una secadora de cabello.

—¿Sabes que puedes secar tu cabello con magia, verdad?— dijo Narcissa.

—Lo se, pero no queda como lo hace una secadora— contestó Lily— Acaso que creen que mi cabello es así de sedoso? No, es super rizado y con friz, solo lo cepillo al calor y se hace bonito y manejable. Y luego me pongo un poco de fijador para que me dure y no se esponje.

—¿Enserio Lily?— dijo Petunia.

—Tu heredaste el cabello sedoso, así que no me juzgues— se cruzó de brazos Lily.

—Ahora sabemos el motivo porque siempre demoras cada mañana en el baño— dijo Alice

—Eso fue muy listo— dijo Cordelia.

—Gracias— dijo Eowyn orgullosa de si misma. — ¿Ahora cuales son sus planes para liberarme de Wools?

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Las pesadillas aun atormentaban a Cordelia como una bandada de cuervos sobrevolando sobre su cabeza.

Lo mismo de siempre. La risa, el destello verde y el frío subiendo por su cuello.

Siempre despertaba exaltada con la cabeza doliéndole fuertemente.

—Deberían hacerle una limpia— pensó Edith—Pasarle el huevo para el mal de ojo.

El dolor llegó hasta el punto de ir con Madame Pomfrey por algo para calmar el dolor y las pociones para sobrellevar el dolor se convirtieron en su salvación.

Solo aparecían cuando dormían, así que trataba de mantenerse cómoda durante el día.

Lily soltó un gemido lastimero.

Su bebé estaba sufriendo y nadie estaba haciendo nada para ayudarla.

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Hermione vio como sus compañeros de casa empezaban a amontar algunos dulces y algunas monedas de platas sobre la mesa de comedor para las apuestas del día de hoy.

—Ahhh las apuestas de Quidditch— dijo Sirius.

—La única forma en que podemos generar ingresos siendo dependientes de nuestros padres— comentó Edith con una sonrisa.

Eowyn dejó un papel sobre el los dulces.

—¿Un vale de tres ensayos?— dijo Heir Malfoy el papel.

— A favor de Gryffindor— contestó.

—¿Apostaras a favor de Gryffindor?— arqueó una ceja Heir Malfoy.

—Es mi casa— se encogió de hombros— El equipo es bueno. Wood es fanático que raya a lo obsesivo pero es un buen jugador, sus cazadoras son buenas. Los gemelos Weasley son como  bludgers humanas, el único defecto es el tonto que tienen como buscador cuyo ego es más grande que su cabeza.

—Vaya, los Weasley siendo revoltosos— dijo Walburga con sarcasmo— Que novedad

Molly apretó los labios pero se mantuvo callada mientras hacía el esfuerzo de mantener a Charlie sentado a su lado.

—Así que estoy dispuesta a hacer tres ensayos si Gryffindor pierde.— terminó Eowyn su análisis.

—15 sickle a que gana Ravenclaw— dijo Heir Malfoy aceptando el reto de Eowyn.

—¿Entonces es una apuesta?— sonrió Eowyn como un gato que visualizó una presa.

—Es una apuesta— aceptó Draco Malfoy.

—¿Enserio apuestan en cada partido?— preguntó Petunia mirando a la casa de Esmeralda y Plata.

—Si— contestaron muchos.

Severus hizo una mueca, odiaba las apuestas porque le recordaba al inútil ebrio de Tobías y cómo se gastaba los ingresos de la casa en ello.

Hermione negó con la cabeza y sentó a lado de Cordelia que estaba leyendo el libro de transformaciones.

—¿No se que le ven divertido al Quidditch?— dijo Cordelia cerrando su libro— A mi me daría pánico volar en una escoba. No es para mi, prefiero mi cuello y mi integridad física intacta.

Oh y vaya que tenia razón. En la primera lección de vuelo con Madame Hooch, la escoba respondió a la primera orden de Cordelia, pero era claro que cuando la lección avanzó y Cordelia se elevó un poco del suelo supo que volar no era lo de ella.

—Es lo mejor— dijo James con voz seria.

Todos sus compañeros de casa y padre lo vieron sorprendidos. James Potter era el cazador estrella de Gryffindor.

—¿Que?— dijo ante las miradas— Mi dulce corazón se puede hacer daño jugando Quidditch, mejor que sea espectadora. El Quidditch no vale su integridad física.

Lily sonrió negando con la cabeza y se aferró a su brazo en su suave abrazo.

—Te comprendo— le apoyó Hermione asintiendo— También tengo acrofobia.

Al final del día del partido, Eowyn se quedó con los 15 sickle de Heir Malfoy.

—Fin del capítulo— dijo Ted. 

El cabello de Lily al natural: 

El cabello de Lily luego de cepillarse con una secadora muggle: