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Lamia

Lamia (en griego, :Λάμια) es una criatura femenina de la mitología y el folclore europeo, caracterizado como asusta niños y seductora terrible. En este último aspecto, constituye un antecedente de la vampiresa moderna. Se la concibe como un personaje individual, pero también como el nombre genérico de un tipo de monstruos (las lamias). A menudo se la asocia con figuras similares de la cultura griega (Empusa), hebrea (Lilith) o hasta con la maya (Xtabay). En el folclore neohelénico, vasco, gallego y búlgaro encontramos tradiciones sobre lamias, herederas de la tradición clásica. Las "lamias" eran conocidas por ser unas grandes arquitectas, por lo que construyeron grandes esculturas y edificios, entre ellos el oráculo de Eros.

La leyenda de Lamia en diferentes países y culturas

Mitología grecolatina

Las referencias para obtener información sobre la presencia de esta figura la encontramos en investigaciones hechas por historiadores griegos tales como Diodoro Sículo quien plantea que Lamia era una reina de Libia que el dios Zeus amó con todo su corazón, era considerada la hija de Poseidon, y debido a esto la Diosa Hera la celaba tanto que la transformó en un monstruo y asesinó a sus hijos; aunque algunos dicen que primero Hera mató a sus hijos y posteriormente Lamia en su pesar se convirtió en un monstruo.

Uno de los castigos otorgados a Lamia fue que no podía cerrar los ojos, para que siempre estuviera obsesionada con la imagen de sus hijos muertos, por eso el dios Zeus le otorgó el don de poder extraerse los ojos para así descansar, y con el tiempo poder colocarselos de nuevo; asimismo, Lamia sentía envidia de otras mujeres que tenían hijos y por eso los buscaba y los devoraba.

Sus características físicas eran parecidas a las de una serpiente, pero su pecho y el torso superior similares a los de una mujer. Este modelo de figura sirvió como ejemplo para la creación de otros seres mitológicos africanos, los cuales eran humanos de la cintura para arriba y en la parte de abajo podían tener un aspecto de cualquier animal, se especializaban en atraer a sus víctimas con un agradable sonido para después asesinarlos y comerlos.

Mitología vasca

Las lamias vascas están consideradas como genios, con una forma un poco extraña, sus pies son similares a los de un pato, una cola de pescado y garras como las de un ave, sin embargo se consiguen con más frecuencia en la forma femenina, son mujeres hermosas, que viven cerca de riachuelos y cascadas, allí se pueden observar peinando su hermosa cabellera con peines de oro, no son violentas y más bien se caracterizan por su amabilidad; ayudan a los hombres en las construcciones de puentes y dólmenes (mesones grandes de piedra), en ocasiones se enamoran de ellos incluso llegando a tener hijos.

Algunos consideran que solamente son una referencia a la diosa vasca Mari, sin embargo en esta mitología la Lamia está descrita en una gran cantidad de leyendas, sobretodo en una de las más importantes, llamada La Leyenda de la Encantada, y en las historias de las Anjanas.

En muchas ciudades y pueblos de España existen diferentes historias y leyendas vinculadas a las Lamias Vascas, todas tienen mucha relación entre ellas, se consiguen elementos comunes, tales como, la protagonista siempre es una joven rubia muy hermosa, de larga cabellera, el encuentro siempre sucede en una fecha religiosa especial, y casi siempre de noche, generalmente se están peinando antes de acontecer un suceso.

En el sureste de la Península Española, existe otra leyenda llamada “La encantada”, donde los relatos son iguales a los de las Lamias Vascas, asimismo en el norte de ese país, se encuentran las leyendas de ninfas muy parecidas, denominadas Anjanas y Xanas, mientras que en la mitología gallega se encuentran una Lamia llamada Moura, quien presenta características similares a las Lamias Vascas.

En una pequeña población vasca, se desarrolló una misteriosa leyenda denominada la lamia de Sanztegi, donde una hermosa mujer se le aparece a un agricultor, allí tienen un encuentro donde la dama desaparece dejando su peine y regresando posteriormente a buscarlo, la metáfora de este cuento  es el mensaje sobre la discreción que deja la Ninfa.

Para finalizar, existe una historia de amor llamada “La Lamia Enamorada” donde se describe la relación de esta ninfa con un joven, quien se enamora de ella, pero su familia no lo permite, por lo que el joven muere de tristeza, la Lamia llora de sufrimiento por la pérdida de su amor, tanto que se convierte en una cascada que hoy lleva su nombre.

Mitología búlgara

La lamia en la mitología búlgara es una misteriosa criatura que se representa con varias cabezas y hace creer a los que la atacan que si le cortan una cabeza la misma vuelve a salir, parecida al Hidra de Lerna (monstruo de varias cabezas de la mitología griega). Ataca a los seres humanos para chuparles la sangre, el cual es su alimento preferido; asimismo busca a las mujeres hermosas con la finalidad de absorber toda su lozanía y pureza; además, le gusta atormentar a los pueblos pequeños, acosándolos durante días.

En algunas historias está descrita como un dragón, donde necesita el fuego para respirar, incluso contiene alas que le permiten volar. A la Lamia en la mitología búlgara no se le distingue el sexo, está muy relacionada con comportamientos vampirescos; son capaces de construir grandes estructuras como castillos y edificios muy grandes.

Mitología castellana

La representación de la Lamia en la mitología castellana se describe como una mujer muy hermosa, de belleza incalculable, le encanta peinar su cabello alrededor de una fuente de agua o cascada, la idea es atraer a los viandantes, que siempre pasan por esos lugares.

La Lamia más conocida es la de Usanos, en donde una mujer con características de diosa se aparece cerca de una hermosa cascada mirando en un espejo, durante el día de San Juan, se dice que se puede observar como una mortal, esperando a ver a quien puede transmitirle su hechizo.

Mitología hebrea

En esta mitología, la Lamia está considerada como Lilith una especie de demonio femenino  que incluso llegó a tener relación con el mismísimo Adán, antes de conocer a Eva. Se dice que Lilith, era la misma Lamia griega que había aparecido en ambas mitologías, ya que en el Talmud se aprecia su descripción como un demonio femenino seductor de hombres; se cree además que los judíos adaptaron el nombre de esta criatura malvada y lo relacionaron con la palabra laila (noche).

Los historiadores consideran que en la adaptación hebrea, la diosa perdió su carácter divino, adquiriendo una personalidad más compleja, y adaptada al folclor judío, de hecho en el mismo Génesis se aprecia como una mujer destemplada que posteriormente abandona el paraíso.

Diversos estudios se han elaborado sobre la presencia de Lilith en la cultura hebrea, llegando a la conclusión salomónica de considerarla como la primera mujer que tuvo Adán antes de llegar al Paraíso.

Mitología maya

En la mitología maya, existe un ser equivalente a quien se le conoce como Xtabay o Xtabal. Aquí es una mujer con rasgos indígenas, que habita en la selva de sureste de México, Guatemala y Belice. La leyenda y la tradición oral la establecen como una mujer que embruja a los hombres y luego matarlos. Al igual que en la mitología griega, esta Lamia maya es, en veces, descrita como una mujer que se transforma en un monstruo con cuerpo de serpiente, cabeza de dragón, colmillos, con los brazos y cuerpo lleno de espinas, que seduce a los hombres con una apariencia atractiva, de cabello largo, negro y brillante, y de raza indígena (o mestiza). Aparece siempre en los árboles de ceibo y peina su cabello con un trozo de Tzcam, una flor-captuz lleno de espinas, con el cual es fácil pulsarse.

Existen varias versiones su origen, pero el verdadero origen de la Xtabay proviene de una diosa maya prehispánica del inframundo llamada Xtab, quien tenía el papel de guía de almas. Era representada como una mujer muerta por ahorcamiento con el cuerpo descompuesto. Era la esposa de Ah Puch, el Señor de los Muertos. Con la llegada del cristianismo, se volvió un espíritu maligno que seducía a los hombres. Esto es igual a la Lamias vascas/castellanas, que fueron buenos espíritus, pero que, con la llegada del cristianismo, se volvieron seres perversos que los llevan a su perdición...

Sus presas son principalmente hombres ebrios, lujuriosos y noctámbulos, quienes son conducidos al Xibalbá (el mundo subterráneo donde reina la muerte y la enfermedad). En algunas versiones, ésta los avienta a los nopales para que mueran desangrados.

Datos sobre la Lamia

En tiempos antiguos, las madres intentaban asustar a los niños que eran muy tremendos, diciéndoles que la Lamia los iba a venir buscar por sus travesuras.

En algunos mitologías están establecidas dentro de los llamados bestiarios, que son relatos de criaturas diabólicas mitológicas. Por otro lado, en Italia, específicamente en la catedral de Pésaro, se puede observar un mosaico elaborado durante el siglo VI, donde aparecen dos figuras extrañas que muchos dicen que son unas lamias, ambas con cuerpo de mujer y cabezas humanas.

La lamia en la mitología fue concebida como mujer fantasmal, junto a su compañeras se consideraban muy atractivas, atraían a los jóvenes para disfrutar del sexo, sin embargo los límites variaban según el lugar de origen, en algunos casos éstas devoraban a sus víctimas después de obtener la pasión de la carne, en otras situaciones solamente intentaban mantener relaciones con la finalidad de tener hijos. Asimismo, en las regiones nórdicas se les asociaba con vampiros, pero de aspecto femenino, y con extraordinaria condición física que volvía loco a los hombres, algo similar a un Drácula femenino. Sus herramientas de seducción eran interesantes, utilizaban un silbido tan agradable que los hombres se sentían atraídos por ella, quedando cegados por su seducción.

En la mitología mesopotámica, la Lamia se relaciona con una criatura llamada Lamasthu, quien era un demonio divino hija del dios Anu, se encargaba de atacar a los niños (similar a su contraparte griega), su aspecto era de un híbrido entre mujer y animal, muy temido en esa época.

Fábulas

Las leyendas describen a las Lamias generalmente como mujeres, de manera que se han creado una cantidad de fábulas donde se les atribuyen ciertas condiciones especiales, tales como que poseen un poder superior a la de diez hombres, pueden dominar ciertos objetos a través de poderes divinos, pero incluso eran catalogadas como buenas cocineras, algo tan normal que dejaba en tela de juicio sus condiciones divinas, preparaban pan de trigo, cuajada leche y cocinaban suculentos platillos, para dárselos a sus amantes.

En la cultura popular

La figura de ésta entidad europea ha servido como modelo para películas, series y en otros medios de entretenimiento.

La Lamia ha sido partícipe de películas; ha aparecido en la película estadounidense Arrástrame al infierno. La trama gira en torno a Christine Brown (Alison Lohman), una joven oficial de préstamos que busca conseguir un puesto superior que se encuentra vacante. Al tratar de impresionar a su jefe, Christine niega otra prórroga de su préstamo a la señora Ganush (Lorna Raver), una anciana gitana que está a punto de perder su casa. En represalia, Ganush vierte una maldición sobre Christine.

En 1969, en Pasadena, California, una pareja busca la ayuda de la médium Shaun San Dena (Flora de María Chahua) debido a que su hijo (Shiloh Selassie) afirma ver y oír monstruos. San Dena ayuda a la familia mediante la realización de una sesión de espiritismo, pero son atacados por una fuerza invisible que empuja al niño hacia el infierno.

En 2009, en Los Ángeles, California, una ejecutiva de préstamos, Christine Brown (Alison Lohman), espera ser promovida al puesto de asistente de gerente sobre su compañero de trabajo Stu Rubin (Reggie Lee). Su jefe, Jim Jacks (David Paymer), le aconseja demostrar que ella puede tomar decisiones difíciles para conseguir un ascenso. Christine es visitada por una anciana, Sylvia Ganush (Lorna Raver), quien consulta para una extensión de su pago de hipoteca. Christine decide rechazar la extensión solicitada a Ganush para probarse a sí misma que es una ejecutiva competente para su jefe. Ganush ruega a Christine para recuperar su casa, pero Christine se niega y llama a seguridad para hacer retirar a Ganush. Jim le hace un cumplido a Christine por cómo manejó la situación.

En el estacionamiento del banco, Ganush ataca violentamente a Christine en su coche, arranca un botón de la chaqueta de Christine y lo usa para colocar una maldición en ella. Más tarde, Christine y su novio Clay Dalton (Justin Long) se encuentran con el adivino Rham Jas (Dileep Rao), quien cuenta a Christine que ella está maldecida por un espíritu. En su casa, Christine es atacada por un espíritu y tiene pesadillas sobre Ganush. Al siguiente día en el trabajo, Christine explota con Stu y tiene una arrojadiza hemorragia que empapa a su jefe en sangre. Christine va a conversar con Ganush en la casa de su nieta, sólo para encontrar que ella falleció la noche anterior y se lleva a cabo un servicio conmemorativo. Christine regresa a Rham Jas, quien explica que ella está maldecida por un poderoso demonio llamado la Lamia (no confundirse con Lamiai, el demonio que come niños en la mitología griega) que la atormentará por tres días antes de llevarla al infierno. Él le sugiere un sacrificio para apaciguar al demonio. Al siguiente día, la Lamia regresa y revuelca a Christine en su habitación. Desesperada por detener los ataques, Christine sacrifica su gatito de compañía. En una cena con Clay y los padres de su novio, ella es nuevamente atormentada por la Lamia, y termina tirando su copa contra una puerta asustando a los presentes. Ella dice que se va y la madre de Clay dice que esta de acuerdo, que seria lo mejor; Chris se va y la madre de Clay le dice que ella esta enferma y que deje que se vaya.

Christine regresa a Rham Jas para una ayuda adicional. Él dice que Shaun San Dena arriesgaría su vida para detener al demonio por un costo de 10,000 dólares. Más fuerzas sobrenaturales atacan a Christine que conduce a Clay a pagar el costo. San Dena prepara una sesión de espiritismo para atrapar el espíritu de Lamia en una cabra y matarlo para vencer al demonio. San Dena permite a la Lamia habitar su cuerpo. Rham Jas intenta persuadirlo para no robar el alma de Christine, pero se niega y jura nunca detenerse hasta que Christine muera. Christine coloca la mano de San Dena en la cabra, causando que el espíritu entre en el cuerpo del animal. El asistente de San Dena, Milos, intenta matar la cabra, pero en su lugar, es mordido por la cabra y le causa una posesión demoníaca, atacando a los miembros de la sesión. San Daena ahuyenta la Lamia de la sesión, pero muere en el proceso. Rham Jas sella el botón maldito en un sobre y le indica que la única manera para deshacerse de la maldición es entregar el objeto maldito a alguien como un regalo, de este modo pasando la maldición a otra persona.

Después de ser llevada a casa por Clay, Christine intenta encontrar un destinatario para la maldición. Ella decide entregar el sobre a Stu, por robar su trabajo y presentarlo como suyo, pero cambia de parecer. Con la orientación de Rham Jas, Christine aprende que ella puede entregar la maldición a Ganush, incluso si está muerta. Christine conduce al cementerio donde ella está enterrada y cava su tumba. En un torrencial aguacero, Christine mete el sobre en la boca de Ganush y se lo regala formalmente. Luego intenta salir, pero la tormenta hizo que se ablandara la tierra y la enorme cruz donde abajo estaba el nombre de Ganush se cayera y le golpeara la cabeza; por suerte logra resistir y sale de allí. Luego se la ve duchándose y escuchando el mensaje de una llamada de su jefe en la cual le informaba que el puesto a la gerencia le pertenecía a ella, y que no verían a Stu jamas ya que intento culpar a Chris del robo que él hizo de su documento para vendérselo a otra institución.

Al siguiente día, Christine se encuentra con Clay en la Union Station de Los Ángeles, y hablan de pasar la semana en Santa Bárbara. Clay, planeando proponerle matrimonio, revela a Christine que él encontró el sobre que contenía el botón maldito en su carro. Entonces, Christine se da cuenta que confundió su sobre con otro que ella entregó a Clay cuando accidentalmente dejó caerlo. Horrorizada, Christine se aleja hacia atrás cayendo en los rieles. Cuando el tren viaja rápido hacia ella, manos ardientes salen del suelo bajo los rieles. Clay sólo puede observar en terror como Christine es arrastrada hacia abajo en el Infierno. La película termina con un Clay horrorizado sosteniendo el botón maldito de Christine y llorando.

En el anime

En el anime Monster Musume no Iru Nichijō, uno de sus personajes se llama Miia, ella una lamia (parte humana, parte serpiente), la primera chica monstruo que empieza a vivir con Kimihito. Ella tiene alrededor de 8 metros de largo, pero siempre se mueve con su frente erguida, por lo que parece tener altura humana normal. Tiene el pelo rojo, ojos dorados con pupilas verticales y piel humana pálida, y su parte de serpiente tiene escamas de cobre con un vientre de crema rosácea (la punta de su cola es particularmente sensible). A diferencia de las serpientes que no tienen oído externo visual, Miia tiene grandes orejas triangulares y escamosas. Ella es un poikilotherm, que la hace tener somnolencia por las mañanas o cuando hay frío y puede ser considerablemente peligroso para ella si ella entra en agua fría. Ella tiene una personalidad agradable y alberga un agolpamiento muy fuerte (tanto figurativa y literalmente, considerando que su especie es del tipo constrictor) en Kimihito. En realidad al borde de la obsesividad: todas las lamia son mujeres - que necesitan un macho humano para la procreación y son muy apasionadas por sus parejas. En el capítulo 27, se revela que la razón original de Miia para estudiar en el extranjero era encontrar un "marido tribal" para su pueblo natal: la costumbre lamia era que un varón humano fuera "coaccionado" (tomado en contra de su voluntad) para ser compartido entre todas las lamias, pero cuando el Acuerdo de Intercambios entre Especies fue promulgado y las leyes fueron aprobadas protegiendo a los humanos de las estraespecies, ese método tuvo que ser abandonado. Sin embargo, después de conocer a Kimihito, Miia se enamoró locamente de él. También se revela (por la madre de Miia) que en algún momento el padre de Miia escapó de la tribu lamia. Ella es la principal candidata para casarse con Kimihito, ella está a menudo en conflicto con las otras chicas. Ella no es una buena ama de casa y una cocinero terrible; en varias ocasiones, accidentalmente le da a los demás miembros del hogar intoxicación alimentaria, debido a que su sentido del gusto es mucho más débil que el de un ser humano y su uso frecuente de ingredientes "alternativos" (pero inapropiados). En el capítulo 43, gracias a una recomendación del sacerdote por quien Ils Nineta trabaja, obtiene un trabajo de medio tiempo como doncella de santuario en un santuario cerca de la casa de Kimihito, donde (gracias a que las serpientes son consideradas de muy buena suerte en Japón) es un éxito instantáneo.

En literatura

La figura maligna y fantástica de la Lamia ha sido también de inspiración para muchos escritores, y existen muchos libros que incluyen a este demonio.

El poema, escrito en 1819, cuenta cómo el dios Hermes escucha hablar sobre una ninfa que es la más hermosa de todas. Hermes busca a la ninfa, pero termina encontrándose con una Lamia, atrapada en la forma de una serpiente. Ella le ofrece revelarle a la hermosa ninfa a cambio de que le devuelva su forma humana. El dios acepta el trato y se marcha con la ninfa, y una vez en forma humana la Lamia va en busca de Licio, un joven de Corinto. Sin embargo, la relación entre Licio y la Lamia es destruida cuando el sabio Apolonio de Tiana revela la verdadera identidad de la Lamia en su banquete de bodas, momento en que ella regresa a su forma de serpiente y Licio muere de dolor y pena.

El poema explora temas habituales en la obra de John Keats, como la tensión entre razón y sensación y la cualidad ilusoria pero potencialmente redentora de la poesía y el amor. John Keats se inspiró en La novia de Corinto, una historia que aparece en la Anatomía de la melancolía de Robert Burton, quien a su vez la tomó de la Vida de Apolonio de Tiana de Filóstrato (4. 25). Según cuenta Filóstrato, Menipo, un joven aprendiz de filósofo, se dejó seducir por una misteriosa mujer extranjera que lo abordó cuando caminaba por las afueras de Corinto. La mujer insistió en que se casaran, y a la boda acudió el sabio Apolonio, quien tras observar detenidamente a Menipo declaró "tú, al que las mujeres persiguen, abrazas a una serpiente, y ella a ti". La novia, en efecto, era una lamia o Empusa, y aunque al principio negaba su condición, acabó confesando que había seducido a Menipo para devorarle y beber su sangre, pues la de los mozos como él es pura y rebosa vigor.

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