Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El Sombrerón

El Sombrerón es un personaje que se aparece por las calles de México, Guatemala, Colombia y Argentina.

En las leyendas de Guatemala se destaca la leyenda del Sombrerón de Guatemala ésta es muy misteriosa por poseer una historia tan enigmática; esta historia se ha plasmado en libros, cuentos e incluso en las pantallas del cine y hoy en mi blog te contaré su historia, origen y todo lo que desees conocer con respecto a la leyenda del Sombrerón.

Origen: ¿existió?

El origen de la leyenda del Sombrerón se remonta a mediados del siglo XVIII en Guatemala cuando un hombre llamado Juan Bayona fue acusado de un acto ilegal, éste fue enjuiciado y la inquisición, que ese momento mandaba, lo condenó a asistir los domingos a misa con un enorme sombrero negro, esto con el fin de ridiculizarlo ante todos en vista de que este sombrero le quedaba enorme y apenas podía ver; todas las personas de su pueblo se burlaban cuando Juan Bayona iba a misa y efectivamente se convirtió en el hazmereír del pueblo.

Juan estaba cansado de esta situación y estaba enojado con todos en su pueblo pero más pudo su tristeza, en el siguiente domingo éste no asistió a la misa para que se burlaran de el por lo que Juan Bayona decidió quitarse la vida.

En la iglesia todos lo esperaban para igual que todos los domingos burlarse de el, al recibir la noticia de que éste se había suicidado todos en el pueblo se congregaban y confesaban su pecado ya que se sentían culpables de que sus actos y sus burlas llevaran a que Juan se suicidara, pero esto no los libró del alma en pena que vagaba en busca de venganza.

Descripción/características

Es una personificación sombría de pequeña estatura, de hecho, también es llamado Tzitzimite (duende), que siempre se encuentra en los caminos solitarios esperando encontrarse con algunas de sus víctimas. El Sombrerón siempre viste de negro, lleva su enorme sombrero negro por el cual se le otorga su sobrenombre, siempre se encuentra cabalgando una mula negra y acompañado de dos feroces y grandes perros negros que se encuentran sujetados por unas gruesas cadenas de metal; al principio éste puede observarse como la gente sombra.

Carta de Juan Bayona antes de morir

Antes de fallecer, Juan Bayona redactó una carta en la cual contaba desde sus inicios y el suceso que lo llevó a cometer tal atrocidad.

En el contenido de la carta éste mencionaba que había nacido en el año 1742 en la ciudad de los Capitanes Generales, pueblo que se encontraba bajo la supervisión y el mando de la iglesia católica, se describía a sí mismo como una persona visionaria y fantaseada caracterizado por su adoración y por la confianza que ponía en Dios. Cuenta que él era muy pequeño cuando sus padres fallecieron y quedó huérfano, a pesar del hecho de que su tío lo levantó y le dio pan y una casa segura, se sentía como un niño miserable y creció con muchas dificultades.

En 1772, tenía 30 años de edad, él mismo relata que no gozaba de gran belleza. Su figura no era excepcionalmente agradable; desde hace bastante tiempo tenía una herida en la nariz hacia el otro lado, una boca más grande de lo normal y una línea de dientes largos. Era bajito y tenía un carácter insoportable.

Una noche, en las calles de Antigua, hubo un silencio espeluznante. Algunos tranquilos, mansos y friolentos, tomaron asilo en sus enormes capones, procurando encontrar en la oscuridad, sin embargo, no vieron que mataron a un cristiano en el camino de Los Plateros.

Al día siguiente de la ocasión, los expertos acusaban a Juan Bayona; esa es la razón por la que lo aseguraron en una prisión, en la prisión general de la sociedad. El líder de la ciudad fue don Francisco Sánchez, éste hizo que Juan permanecíera  allí.

Juan pasaba los días pensando en el juego sucio de estar en la cárcel. Como no era culpable, estaba furioso, no sabia a quién recurrir para pedir ayuda. Una tarde, para matar el tiempo, compuso en un trozo de papel unas frases que fueron a cargo del presidente y del supervisor eclesiástico.

Ellos se alarmaron, dijeron que eran malas convocatorias hacia Satanás. En el papel éste solicitó ayuda del demonio y su madre, la diabla, a cambio, se ofreció a correr con ellos cuando el falleciera.

Como lo indica un registro marcado el 4 de agosto de 1772, el presidente de Antigua, Ventura de Naxera, solicitó al Comisionado de la Inquisición y Prebendado de la iglesia de la casa de oración, Antonio Cortés, que reflexionara sobre el documento y emitiera una sentencia para su creador.

El tribunal del Santo Oficio lo condenó a ir todos los domingos a escuchar misa en la basílica, la espalda descubierta y la cabeza cubierta con un enorme sombrero.

Al principio se opuso, sin embargo, como la voz de la congregación era la última palabra, estuvo de acuerdo, los individuos lo ridiculizaban y desde ese momento en adelante, todos le gritaban, ¡ahí está El Sombrerón!

El domingo principal fue sólo el comienzo de la larga aflicción que Juan Bayona tenia que vivir por un castigo que no merecía, aunque no por mucho tiempo: su peculiar imagen, efectivamente natural entre la población general de su época, no podía soportar la extraña y cruel disciplina.

Un domingo, antes de lo previsto, los timbres de la casa de Dios comenzaron a llamar misa, los feligreses más apresurados se dirigieron a su llamado, solo uno no lo hizo, junto a su horrible gorra, yacía frío y muerto en un camino de la ciudad.

Al final, la desaparición se sintió como un acto de consuelo por la adversidad de Juan Bayona y la misma muerte le brindó su beso mortal, a medida que se difundían las noticias, numerosas personas se conmovían con un suspiro de terror o amargura. Pidieron a Dios por él y pidieron la absolución de Dios y del supervisor eclesiástico, y ellos admitieron sus pecados.

Juan se había ido físicamente, sin embargo, el fantasma de su memoria oprimió a los vecinos de Antigua. Dicen que más tarde, nadie se dispuso a pasear durante la noche por los caminos donde el hombre del sombrero paseaba.

Leyenda

En un noche en la Antigua Guatemala Juan Bayona, alias El Sombrerón, se encontraba caminando por las calles cuando vio a una joven excepcionalmente maravillosa con el cabello largo y ojos grandes, se enamoró irremediablemente de ella, la siguió hasta su casa y le acompañó una y otra vez, le cantaba y la enamoraba cada noche, la chica no le habló a nadie sobre él. Un día, la joven comenzó a dejar de comer hasta que casi murió, su madre se dio cuenta y ese fue el punto en el que la madre reconoció que era resultado del hechizo del que se habla en la leyenda del Sombrerón.

Llevó a su pequeña hija a un religioso y la internaron en el convento pensando que allí estaría mejor y que el Sombrerón no tendría acceso a ese lugar, sin embargo, la joven continuó sin comer y sólo pensaba en el Sombrerón y anhelaba que éste fuera a decirle los hermosos versos que la enamoraban. Un día se despertó con un entrelazado en su cabello hecho por el fantasma y ese día la hermosa chica había fallecido.

En el velorio de la chica apareció el Sombrerón parecía llorar y las lágrimas que éste derramaba parecían gemas de cristal, llorando desconsoladamente recordaba a su amada.

Otra variación de la historia se centra en que la joven se salva de morir debido a que su madre entendió que era el fantasma del Sombrerón el que perseguía a su hija y la estaba seduciendo. En vista de que a este fantasma le encantan las chicas cabello largo, la señora le corta el cabello a su hija y el Sombrerón deja de perseguir a la chica.

Variación regional

A pesar de ser una leyenda muy bien conocida en Guatemala, también se le conoce en otros países como en México, Colombia y El Salvador. También es conocido con muchos nombres.

El Salvador

En El Salvador, a este espectro se le conoce como el Cipitio (o talvez es similar al Sombrerón). Los modus operandi de ambos espectros son muy similares. En este país, el Cipitio salvadoreño es está más presente en el ámbito rural. Sus mismas acciones son eminentemente las mismas que en el resto de Latinoamérica. También presenta la peculiaridad de molestar irrespetuosamente a las muchas hermosas. La única forma de alejarlo, es comer en el baño y fingir que es de lo más común y esto lo aleja, ya que le molesta los malos modales de las mujeres.

Colombia

El Sombrerón es un personaje colombiano que vivió en épocas pretéritas en diferentes pueblos. Era un enigmático hombre que vestía de negro y se ponía un gran sombrero del mismo color, montaba un brioso caballo también negro que se confundía con la noche, no hablaba con nadie y a nadie le hacía daño; aparecía y desaparecía como por encanto.

Al anciano se le encontraba en las orillas del camino y aunque ya murió, la gente sigue sintiendo su presencia. Físicamente se le describe como un hombre maduro, con un sombrero grande, bien vestido, de rostro sombrío y en actitud de observación permanente. Las personas que lo han visto aseguran que lo acompañan dos enormes perros negros cogidos por gruesas cadenas.

Los trasnochadores que lo han visto o a quienes se les ha presentado, dicen ver la figura que les sale al camino, los hace correr y les va gritando "SI TE ALCANZO TE LO PONGO", siempre persigue a los borrachos, a los peleadores, a los trasnochadores y los jugadores tramposos y empedernidos. Aprovecha los sitios solitarios. En noches de luna es fácil confundirlo con las sombras que proyectan las ramas y los arbustos. Llega siempre de noche a todo galope, acompañado de un fuerte viento helado y desaparece rápidamente.

Fue famoso en Medellín en 1837, cuando recorría todas las calles. Aparecía cuatro o cinco viernes seguidos, volvía a aparecer uno o dos meses después. Parece que fuera el Sombrerón, el espanto propio de Medellín.

Hay crónicas también de sus andanzas por pueblos del suroeste como Andes, Bolívar y Jardín y por los poblados a orillas de los ríos San Juan y Baudó. En otras regiones colombianas como el Tolima, el Huila y al oriente del Valle del Cauca, se le denomina como el Jinete Negro y se le describe en forma muy similar a como se ha descrito aquí.

Por el suroeste antioqueño, lo mencionan también como "El Jinete sin Zamarros", y se le describe con ligeras variantes. Le atribuyen distintas formas de presentación, la más frecuente de las cuales es la de un hombre alto y corpulento, enlutado, que termina en una calavera, ornada con un negro sombrero de anchas alas.

México

Este personaje se le aparece a quien ha elegido para conquistar su alma, causándole una conmoción que lo paraliza, impidiéndole moverse o caminar para salvarse; en quien provoca una angustia, miedo indescriptible, e incapacidad siquiera de hablar o defenderse; el sombrerón transmite en su presa descargas incontrolables de escalofrío constante a todo el cuerpo, y a quien captura en el momento le ofrece riquezas y larga vida; quienes llegan a caer en su trampa ceden ante los ofrecimientos del sombrerón y una vez que ha aceptado el trato los deja abandonados en sitios lejanos a donde inicialmente capturó a la persona.

Cuando ha logrado su objetivo el Sombrerón se aleja del sitio y montado en un enorme caballo negro azabacheatraviesa las calles de San Fernando, en medio de un amedrentado aullar de perros a su paso. Comentan que han existido lugareños que en medio de su curiosidad intentan ver el paso de este personaje y extrañamente se aplican en los ojos, secreciones de los ojos de un perro, con el cual pueden ver los fantasmas y personajes que deambulan penando por el espacio, sin embargo el riesgo es mortal, ya que quien llega a presenciar una visión puede quedar atrapado en esa dimensión y mostrar signos de locura o incluso terminar con un desenlace fatal.

Y en este cuento los niños no están exentos del riesgo, porque quien es atrapado y ha vendido su alma al sombrerón, para liberarse de tal maldición, exige en pago el alma inocente de un niño para lograr salvarse y es el encargado de robar a infante para ofrecerlo al Sombrerón.

Otra variante de este ente demoníaco (o relacionado con la leyenda del Sombrerón) es el Sombrerudo (o es similar) de Oaxaca que es una entidad que se le aparece a las mujeres, principalmente a las caminantes solitarias, las seduce y se las lleva. Según la gente, es la variante masculina de la Matlazihuatl (Siguanaba).

Guatemala

De acuerdo con los relatos el Sombrerón es un personaje de una estatura pequeña, del tamaño de un dedo de la mano y puede caber escondido bajo una almohada. Viste de negro con un cinturón muy brillante, usa un sombrero grande y unas botas con tacones que hacen ruido al caminar.

También es conocido como “tzitzimite” y según las historias le gusta subirse a los caballos y hacerles nudos en la cola y las crines, nudos minuciosos y cuesta mucho deshacerlos, los caballos quedan muy ariscos después de ser montados por el Sombrerón y es muy difícil que una persona pueda acercárseles.

También, al Sombrerón le agrada perseguir a las mujeres de cabello largo y ojos grandes, las persigue por todas partes y les baila y canta con su guitarra de cajeta, no las deja comer ni dormir. Es un espíritu doméstico y solo les causa daño a las personas para defenderse. Existen, en tanto, varias versiones sobre el origen sobre este diabólico personaje. Una de ellas señala que es el hijo de la Siguanaba (posiblemente sea hermano del Cipitio), otras señalan que es un espíritu venido del infierno; mientras que otros más aseguran que fue un hombre maldecido por su madre.

El Sombrerón y cuentos para niños

Los niños también son protagonistas de esta leyenda y en la actualidad la relación del Sombrerón con los niños es usada para asustar a los niños que tienen un mal comportamiento.

Las madres le cuentan a los niños la leyenda del Sombrerón para que sepan que deben portarse bien y que no deben andar en la calle solos porque cualquiera persona que le deba su alma al Sombrerón al querer deshacer el trato los pueden raptar para entregarles su alma al ánima, debido al gran valor que tiene al ser un alma completamente inocente.

Su misión en las versiones regionales

En Colombia, México y Guatemala se habla de un personaje el cual describen como un hombre alto con vestiduras negras y, por supuesto, el característico sombrero enorme por el cual se le otorga el nombre de el Sombrerón; en la historia de lo Guatemala lo describen distinto, como un hombre muy pequeño que inclusive también era llamado duende que vestía con botas que traían espuelas de oro. En las leyendas que cuentan sobre este personaje países mencionan que éste no aparece solo sino que se encontraba acompañado de dos feroces perros.

Si comparamos la misión de cada uno de los fantasmas relacionado con sus apariciones nos damos cuentas que éstas son distintas ya que en la leyenda del Sombrerón de Guatemala tiene como cometido enamorar a chicas hermosas de cabello largo y ojos grandes, a las cuales enamora hasta hacer que éstas dejen de comer por pensar solamente en el, las lleva a la muerte y al éstas fallecer se lleva su alma. Hay otra leyenda que cuenta que el hechizo supuestamente se puede romper cortando el cabello de la hermosa chica, una vez que éstas tienen el cabello corto el Sombrerón pierde el interés y libera del hechizo a la doncella ya que no cumple con el perfil que éste busca.

La leyenda del Sombrerón de Colombia tiene como misión sólo asustar a los borrachos, mujeres de la vida fácil, madrugadores parranderos, hombres mujeriegos y a los que están perdidos en el mundo de las apuestas, aparece en sus caminos y junto con sus perros ahuyentan a la víctima y las hacen correr amenazando a la víctima de que si lo alcanza le colocará su sombrero.

El Sombrerón de México no tiene un perfil de requisitos para escoger a su víctima, es tanto el temor que produce al aparecerse frente a una persona que las paraliza, luego les ofrece riqueza y larga vida a cambio de que cuando ésta fallezca le entregue su alma; una vez que estos aceptan el trato después de sus torturas, los deja en el mismo camino donde los consiguió y efectivamente les cambia la vida y les da todo lo ofrecido, lo bizarro de este Sombrerón es que se puede cancelar el trato pero a cambio de un alto precio: el alma de un niño inocente.

¿Sabías que…?

La leyenda del Sombrerón es sólo uno de los numerosos relatos compuestos por el ganador del Premio Nobel Miguel Angel Asturias en el libro Leyendas de Guatemala (1930), que fue el libro principal distribuido por el mejor ensayista que creó Guatemala. La forma del Sombrerón de Asturias es totalmente diferente de la conocida leyenda conocida por la parte de los guatemaltecos, ya que enseña cómo este increíble personaje llega a existir.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro