Espacio profundo, Multiverso primario, universo 20, año estelar 12.500.900-

Entre la infinidad del cosmos, varios organismos de diversas razas han vivido en paz, no obstante, siempre ha habido gente tratando de arruinar esto mismo. Para esto mismo, la unión de Planteas Unidos ayudados de algunos tolks lograron formar un cuerpo policiaco de primer nivel llamados "Metal corps", los cuales han mantenido la paz de forma ininterrumpida durante casi 100 años.

En sus cuarteles, se prueba un arma experimental conocida como "la banda keidrian" una poderosa arma capaz de crear todo aquello que el usuario desee sin casi límites.

— ¡Hombres, en pose! — Exclamó con rudeza un musculado ser de apariencia reptiloide, su ropa era de tonos plateados, esta misma traía una insignia en el pecho.

Frente a él, un grupo de varios individuos harían lo ordenado. Todos tenían rasgos aparentemente inhumanos, acto seguido el hombre empezó a enumerar los nombres de cada uno de los cadetes, los cuales iban contestando...Hasta que llego al último.

—Ross García, humano. — Hablo un tanto cansado el sujeto, sin embargo, fue inútil. Nadie contestaba.

—¡Espérenme! — Se sintió entre aquellos pasillos de color gris.

A lo lejos, se podía ver como una figura un tanto pequeña en comparación a los demás se aproximaba con velocidad hacia la multitud, se trataba de un muchacho de cabello oscuro, ojos de un ligero tono avellana y piel pálida. No lucia tampoco muy fuerte, ni si quiera parecía ser un candidato a miembro del cuerpo de los metal corp, en especial por ser un humano, una raza que era conocida por ser la más baja entre la galaxia del norte.

—¡Candidato Ross García listo para la acción! —Se presentó el humano mientras se limpiaba la camisa de cadete.
—Ross, ¿Cuántas jodidas veces tengo que repetirte que llegues temprano?
—Pero señor Ardun, suelo perderme con facilidad, no entiendo el idioma tolk. —Trato de excusar

Soltando un suspiro, el reptil solamente se agarró la cabeza.

—Que hare contigo...

. . .

La "tarde" pasaba con rapidez, los entrenamientos eran realmente duros, en especial para Ross, el cual por su condición, no era muy capaz de muchas cosas, entre tantas cosas en las que fallaba, los demás cadetes se burlaban constantemente.

—Agh... — El pelinegro se tiró al suelo tras haber terminado una carrera de casi 1 hora, estaba exhausto a mas no poder, y, como era común, sus compañeros lo habían estado esperando.

—...A las duchas. — hablo el reptiloide , el cual se acercó a Ross lentamente.

—Lo lamento capitán, no volverá a pasar.

El "hombre" solamente hizo una mueca de decepción y prosiguió a otro lado. Ross se quedó helado.

. . .

—Señor Andros, no puede pedirme que lo entrene, podrá haber sido alguien bueno como un rescatista, pero apenas tiene 18 y no puede siquiera manejar un rifle de plasma. — Ardun se encontraba en una sala bastante amplia, hablaba de forma desesperada con su superior, Andros, un Aquita de la galaxia del oeste. Este mismo soltó un suspiro mientras observaba por su ventana un cosmos girar en todo su esplendor.

—Ardun...Ambos nos conocimos hace mucho tiempo...Sabes que lo que los metal corp buscamos también gente con determinación inquebrantable, aquellos con deseos puros...Ross es uno de ellos.

El reptiloide se quedó pensativo unos instantes. En parte era verdad, ¿pero dejar que un humano formara partes de sus filas? Esto lo llevo a tratar de preguntar nuevamente, sin embargo, de forma súbdita, toda aquella estación espacial tembló. Unas fuertes sirenas resonaron en toda la academia junto a un temblor. Andros rápidamente miro por el espejo, viendo así, a una enorme maquina sobrevolando. Era un imponente robot de casi 10 metros de altura, este había disparado fugazmente contra la nave, la cual estaba desestabilizada.

. . .

Ross se encontraba observando atentamente aquella arma experimental...Aunque mentalmente él se preguntaba "¿es esa un arma? Parece solamente una vincha cualquiera"

¿Cómo había entrado a aquella sala? Pues fácil, como era común, lo mandaban a limpiar habitaciones. El solamente lo hacía sin tener problemas, pues lo ayudaba a despejarse.

—¿puedo saber qué hace alguien como tu aquí? — Hablo una imponente voz a las espaldas del humano, este mismo se asustó, cayendo al suelo por idiotez. Dirigió la mirada a aquella figura...Quedando aún más asustado. De piel blanca con toques negros, tamaño bestial y cabello que parecía ser fuego, un Tolk lo observaba sin más, sus penetrantes ojos analizaban a Ross.

—E-estoy limpiando s-señor...
—¿uh? Jeje, me llamo Montill. — su imponente mirada paso a una más tranquila, ahora dejaba ir un aura de pasividad y tranquilidad tremenda, este ofreció su gran mano al pelinegro, el cual la aceptó, levantándose.

—¿eres...Un tolk? —Cuestiono lentamente el muchacho, el cual se sentía más tranquilo. Por obviedad, el contrario respondió de forma afirmativa.

. . .

—Tienes las notas más bajas que he visto Ross—Exclamo el gigante, sorprendido por visualizar las notas del humano, este mismo miró abajo.

—Si, bueno, eso es lo de menos. El capitán quiere tratar de mandarme a la tierra de nuevo...

—...¿Cómo llegaste a este puesto siquiera? No es por menospreciar a los humanos, pero me parece sorprendente esto.

Soltando un suspiro, el muchacho se acercó a la banda keidrian —No recuerdo bien...Pero fue en verano de la tierra. Me encontraba sobrevolando con mi grupo una aparente montaña de donde salía fuego, entre los escombros, me encontré una especie de robot que me dio el pase. De allí en más, mis recuerdos son nulos. —Explicó

—¿Por qué lo olvidaste?
—Según los médicos, fue por un golpe que me di, me dijeron que salve a un niño de otra raza...
—...¿Tienes alguna razón en particular para estar aquí?

Ross soltó una pequeña risa, miró al tolk y suspiró.

—Quiero hacer una galaxia más segura para todos...Pero en especial para mis padres.

Ante tales palabras, el Tolk sonrió, este se levantó y camino hacia la puerta.

—Estoy seguro de que lo harás, Ros-

El más alto no termino, pues un temblor abrumador empezó, haciendo que varias cosas cayeran junto a ambos sujetos, sin previo aviso, las puertas se abrieron.
Detrás de estas habría varios sujeto en trajes metálicos que parecían armaduras extremadamente tecnológicas. Llevaban tubos en los cascos, seguidos de hombreras enormes, y, finalmente, sus pechos brillaban. Sus armas lucían ser extremadamente tecnológicas.

—Extrayendo objeto. —El ser pasaría por encima del Tolk, dirigiéndose directamente a aquel objeto. Esbozando una sonrisa, aproximó su metálica mano hacia la cúpula.

—No...¡No! —Por mera reacción, el humano se levantó en un movimiento fugaz, dándole una patada en la mano. Sin detenerse, agarró el contenedor y se dirigió hacia otra puerta.

—¡Corre Ross! — Exclamo el tolk, dándole una zancadilla a uno de los seres que apunto su arma. Posteriormente Montill se levantó, agarrando con sus alargados brazos a varios de aquéllos, y, como un luchador, los estrelló contra paredes y demás.

Ross, por su lado, corría como una verdadera liebre, pasando por aquellos pasajes con velocidad notable. De forma fugaz un disparo le rozó el brazo, dejando un pequeño corte, con temor, el muchacho cambió la dirección, corriendo hacía la estación de naves, tal vez allí lograría encontrar una nave y escapar.

—¡Vamos! ¡Más rápido! —Grito con adrenalina. Sus pasos iban aumentando con cada segundo, junto a ésto los disparos, los cuales cada vez más aumentaban, de no ser por la propia adrenalina del muchacho, el dolor de los disparos le habrían hecho caer.

Finalmente, mirando la aparente salida, el chico se entusiasmó, y sin más, la abrió... solamente para ver a uno de aquellos ...¿Robots? De tamaño abrumador apuntándole. El miedo recorrió el cuerpo del sujeto, el cual sin previo aviso cayó al suelo debido a que varios disparos láseres de tonos rojos impactaron en su espalda, haciéndole caer de cara.

—M-mi cuerpo... —Susurro Ross con la nula fuerza que aún tenía...Sus extremidades estaban entumecidas, su torso ardía y para colmo, sentía que estaba por desmayarse en cualquier momento.
Entrecerrando los ojos, el joven García miró como aquellos seres se le acercaban.

«Agh...Volví a cagarla...Que mala suerte, y para colmo, no hice nada bien.» pensaba Ross, sin embargo, otra voz lo interrumpió.

«Ross, soy yo, Montill, ¡Debes ponerte la banda antes de que sea tarde! ¡Es peligroso, si, pero tengo confianza en que podrás soportar el poder!» Ross abrió los ojos como platos, aquellas palabras lo habían alentado en ciertos grados. García observaria como las manos frías de aquellos seres se acercaban a aquel objeto...sin embargo, en ese momento un valor indescriptible se apoderó del joven, dándole un golpe al objeto, este se abrió.

Un destello iluminó toda la zona sin más, fue tan potente que la mayoría de aquellos robots quedaron completamente ciegos. Y, finalmente, está se fue.

En mitad de todos ellos salían unas llamas bastante anormales. Subditamente la radiación había aumentado a la vez que un pequeño terremoto parecía iniciar en aquella gigantesca nave.

[Fluctuación de energía cósmica anormal detectada] resonó en toda la nave, y era común en este caso... En mitad de aquellos seres se encontraba Ross, el cual llevaba un traje completamente nuevo, pareciendo de látex unido a pequeñas partes de armadura. Este llevaba unas raras gafas que parecían salir de la vincha, la cual tenía en la cabeza.

— ...¡WOOOOOW! —El humano, cual niño se miro a sí mismo, y la verdad es que sería común, pues era la primera vez que veía semejante cosa, además, ese traje le quedaba muy bien —Esto...Esto es genial, siento que mi cuerpo y cada una de mis células está cargada de una energía infinita. —El muchacho sonreíria

—¡Exterminar! — exclamo uno de los seres robóticos, disparándole a quema ropa a Ross, este mismo se asustó debido al ruido del láser. Lo que nadie se espero fue que todos los disparos rebotasen sobre la piel del humano, haciendo que todos los disparos impactarán en los metálicos seres, los cuales serian atravesados en cierta parte por estos.

—¡WOOOOOW! ¡Genial! —Sonriendo, el pelinegro observó a cada uno de ellos —...¡Es su turno de correr! —Ross daría un paso, dándole un súbdito golpe a uno de los "exterminadores", el cual debido a su nula velocidad recibió sin problemas el golpe. Este último tendría tal potencia que generó una onda de choque absurdamente fuerte, solo para ser mandado metros atrás junto a varios de sus compañeros.

—"¡Daño masivo! ¡Daño masivo! ¡Modo de reparación activada!" —El ser caería sin más, rayos le rodeaban, simbolizando su estado crítico.

—...¡OHHHH! —dando saltos, el muchacho festejaba su recién adquirido poder.

«Err...Ross, no es momento de festejar, el traje sigue generando energía, de seguir así, explotaras. » Hablo con firmeza Montill en la mente del muchacho.

—¿Qu- —Ross recibiría un choque eléctrico, retrocediendo mientras se agarraba de algo —¡Maldita seaaaas! — algo enfurecido, el sujeto estiró su mano, de la cual, salió un puño de tamaño notable, saliendo disparado hacia el ser metálico, el cual recibiría el golpe, mandándolo contra una nave...La cual, segundos después, estalló junto al robot.

—...Wow...¿Que mas puedo hacer?

Los metálicos se pondrían en fila, apuntando a Ross con sus rifles, ante esto, el muchacho reaccionó con rapidez, extendiendo las manos. Apunto de recibir un fusilamiento, una barrera cual escudo antiguo se haría presente delante del muchacho, aguantando los disparos sin problema alguno. Mirando aquello, Ross logro entender un poco el mecanismo de aquel arma inestable.
Extendiendo la mano, el pelinegro, con dificultad logro formar una bazooka aparentemente humana y, deshaciendo el escudo, disparo a quema ropa contra estos, generando explosiones con potencias bastante grandes.

—Esto es muy fa- ¡AHHH! — El más grande de todos, aquella figura imponente de tamaño alargado, aplastó al metal corp contra el suelo a base de su palma, este mismo no logro reaccionar, recibiendo el impacto de lleno. Aún con el recubrimiento de energía cósmica, el ataque habría sido letal, causando que García quedará semi-noqueado por el impacto.
El inconsciente humano sería levantado por el hombre de metal, solamente para empezar a aplastarlo con su mano, lenta y dolorosamente.
Con una presión constante, el recubrimiento sería inútil.

«Ross...Debes levantarte...¡Ross! ¡Piensa en tus padres! ¡Vamos! ¡Demuestra de lo que estás hecho!» era Montill, el cual se comunicaba con el pelinegro, este último con cierta dificultad, abrió los ojos, sintiendo como su cuerpo lentamente era afectado por la presión, sus huesos de golpe resonaron, simbolizando que finalmente la manta de energía cósmica había cedido. Algo desesperado, el sujeto pensó en como librarse...

—¡No me vas...a derrotar así! —logrando sacar su mano, la dirigió hacia el gigante, y, sin dudarlo mucho, de su mano saldría una lanza de medidas notablemente largas, su punta fue de lo más precisa, dándole directamente en el pecho.

—¡Lo hice! — Exclamo el pelinegro sonriente.

"¡Núcleo inestable! ¡3 minutos para explosión inminente!"

—...¡No lo hice!

Con un gran pesar en el cuerpo, el chico se sacó de la mano del metálico exterminador. Solamente para agarrar el cuerpo de este mismo con dificultad.

—¡V-vamos! ¡AHHH! — García haría toda la fuerza posible, logrando levantar al ser sobre su cabeza, aunque obviamente, demostró una dificultad que fácilmente se notaría.

—¡VETE...LEJOS! —girando sobre si mismo, Ross lanzó con una fuerza inhumana al metálico ser, mandándolo hacia el espacio, donde estalló.

—¡Lo...Lo logré! —Exclamo el pelinegro levantando las manos —¡LO LOG- ... —Sin previo aviso, se desmayó.

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Ooootro piloto (?), Jaja, weno, ya saben, díganme su opinión. Y antes de que pregunten, Ross fue uno de mis primeros personajes, originalmente era un policía galáctico que podía crear cosas a base de la imaginación. Y bueno, deje eso, pero lo adapte a mi Lore más actual.

La idea surgió tras tener leves roles con LightNax y bueno, quería darlo a conocer. Cosa que haré lo mismo próximamente con Jojo (Joseph) y con Jox.