Camine de un lado a otro por el faro.

Observaba como muchos turistas venían y se iban constantemente.

Varias veces quise darme la vuelta y salir rápido de ese lugar, pero no podía seguir siendo un cobarde y después preguntarme que hubiera pasado si la hubiera conocido.

Además estaba de que si ella aun vivía en el lugar y recibió mi carta. Era un idiota en pensar que ella acudiría, nervioso, ansioso y a punto de volverme loco me di cuenta que había pasado cuarenta y cinco minutos de espera de la hora acordaba y ella no había llegado.

Resignado y después de esperar otros quince minutos más, decidí dar la vuelta e irme.

Por lo menos lo había intentado, aunque también estaba pensando en la posibilidad de buscarla ya que estaba en Mayorca. Recuerdo que ella me dijo sobre cómo se llamaba el negocio de sus abuelos.

Camine de prisa, no me rendiría y al bajar los escalones quede en shock.

En la parte de abajo había una hermosa mujer de cabellos dorados, con un vestido que le llegaba hasta la rodilla y me miraba con una hermosa sonrisa. Baje mi mirada a sus manos y vi que llevaba una rosa igual que la mía.

Me acerque a paso lento, con mi corazón latiendo con fuerza me di cuenta que a cada paso que daba era la mujer mas hermosa que había visto en mi vida.

―¿Alex?― Pregunto y yo solo asentí ―Soy Nikky― Dijo con una sonrisa.

―Hola― Solté un suspiro y vi como ella reía, es tan hermosa y tierna.

Nikky y yo empezamos a caminar y empezamos hablar sin cesar. Me di cuenta que esa era la mujer que estaba destinada para mí y no iba a renunciar a ella. También sentí que ella sentía lo mismo que yo.

Nikky y yo nos casamos al poco tiempo, nos dimos cuenta que ese amor que tuvimos en la infancia había perdurado en el tiempo y no queríamos perder más tiempo alejados el uno del otro.

Decidí trasladarme a Valencia y ambos nos fuimos a vivir a casa de mi abuela.

En las noches nos centrábamos en leer esas cartas de amor donde se unieron más de uno jurando amor eterno. Como el de nosotros.

Fin