Las luces del comedor empezaron a titilar, había silencio y un extraño vapor azul se extendía por todo el lugar. Todos los presentes me miraban pero ya no se veían como antes, cada uno de ellos tenia los ojos azules. Incluso, mis profesores me miraban callados con sus ojos brillando. Y encontrándome en medio de todas esas miradas en el ahora tenebroso lugar escuche un golpe.

 Al primero le siguieron más y sin darme cuenta me encontré en medio de una batalla campal en medio del comedor. Me asuste bastante,  me encontraba rodeado de seres demasiado extraños que se encontraban peleando sin razón alguna. Gorko y Hikes, habían parado su pequeña riña por comida y se encontraban evitando que estos nos golpearan a la profesora Relat o a mi. Y al mismo tiempo el Rekan de Gorko giraba a nuestro alrededor.

 Todo esto duro hasta que la doctora Relat le ordeno a Higor que separara a Dinamo y a Shield. Apenas lo hizo los ojos de todos volvieron a la normalidad y el vapor azul espesó a desvanecerse lentamente. Pero sin estar contenta con esto, probó  dos veces más su teoría. Le ordeno a su Rekan unir a mis Rekans una vez y luego de varios segundos pidió que los separasen y entonces lo probo una segunda vez.

―Quien lo diría, nos vamos a la enfermería ― ordeno la profesora mientras le indicaba con un gesto a Higor que ya podía soltar de una vez por todas a los asustados y molestos Rekan. Apenas los soltó salieron directo hacia mí. Los agarre entre mis brazos y los sostuve con fuerza, al parecer el hecho de que los forzaran a hacerme liberar energía los había lastimado. Mientras tanto note como se alejaba Relat con los otros dos profesores, consolé a mis amigos un momento y los solté.

Empecé a caminar rápido hacia donde se encontraban los profesores; entonces, note como todos en el comedor me miraban con caras de fascinación.  Y mientras caminaba, ya detrás de Hike, sentí como la tención del lugar crecía. Llegamos a la puerta, Higor la abrió de un lado a otro y dejo que pasara la profesora Relat, enseguida paso Gorko con su Rekan y después llegamos Hikes y yo. Apenas pasaron mis Rekans y se cerraron las puertas, pude escuchar como se llenaba el comedor de risas. Cuando empezaba a pensar que ya entendía un poco este lugar volvía a encontrarme totalmente anonadado.

Empezamos a caminar hacia donde se encontraban los dos rascacielos, al otro extremo de la academia. La profesora Relat y el profesor Hikes se encontraban discutiendo sobre la energía auxim y lo que acababa de pasar en el comedor. Gorko por su lado se encontraba comiendo todo lo que su Rekan,  Bronco había alcanzado a sacar del comedor.

Mientras caminábamos Dinamo se quejaba de la poca comida que había probado y afirmaba que mis profesores se la querían quedar toda la comida para ellos, y para comprobarlo me señalaba a Gorko  y a su Rekan. Fue en medio del camino, al frente de los dormitorios, que sentí un jalón suave en la parte de atrás de mi uniforme. Era Shield y traía consigo un pequeño balde con pedacitos de carne.

Apenas me lo entrego, Dinamo se lanzo sobre el ―Eres increíble, gracias, gracias, gracias. ― le gritaba Dinamo.

― Pero recuerda que sigo siendo el hermano mayor.

Estaba viendo como revoloteaban los dos Rekans en el pasto al lado del camino cuando note como Relat nos miraba y le señalaba a su esposo lo que estaba sucediendo. No escuche lo que dijo pero note que acababa de comprobarle algo a su marido.

Tardamos varios minutos en llegar hasta donde estaban los rascacielos, en ese tiempo me comí toda la carne que me había traído Shield. Esta vez entramos en el que tenía el aspecto a laboratorio y fabrica al mismo tiempo. Se abrieron varias puertas frente a nosotros, llego un ascensor impulsado con cadenas, nos subimos todos y entre tambaleos empezamos a subir. Cuando llegamos al cuarto piso, la puerta del ascensor se abrió y entonces pasamos a otro ascensor que se veía mucho más tecnológico. Sus paredes eran de vidrio y se podía ver toda la academia a medida que se elevaba más.

Llegamos en pocos segundos al piso 23. La puerta se abrió y frente a nosotros se ilumino un gran pasillo blanco, no tenia puertas a sus lados, solo cuadros de seres hechos de diferentes plantas. Parecían arboles, arbustos, flores, animales y humanoides al mismo tiempo. esta no era la primera vez que veía a estos seres…

                                                                    *

Después de la desaparición de la Corpse con el cuerpo de mi hermana me había desmayado debido a la fatiga y a la gran cantidad de heridas que tenia…

Me desperté entonces angustiado y con mucha adrenalina gritando el nombre de mi hermana ― ¡Aura! Aura…  ― y recordé, que ya no estaba, no la había logrado salvar. Empecé a llorar, Levis estaba muerto y seguramente Aura lo estaría pronto. Una pequeña rama acaricio mi mejilla y me seco los ojos. Quede paralizado, un ser supremamente extraño me miraba con ternura.

Me asuste y me estremecí, casi me caigo. Estaba  a unos 20 metros del suelo, estaba recostado en una especie de cuna que se adapto para evitar que me cayera con mi repentinos movimientos. Mire a mi alrededor y pude ver que estábamos moviéndonos en el bosque, fue en aquel momento que vi que el extraño ser de madera me estaba cargando con una de sus ramas, era un Ent-geed.

Era la primera vez que veía una criatura como esta, intente mirar su enorme cuerpo cuando sentí que abrían mi cuerpo por la mitad. El dolor me hizo retorcer, entonces mire mis manos y mi cuerpo. Me encontraba muy mal herido. Y las heridas empezaban a arder, sentía como si me estuvieran echando agua hirviendo en donde tenía las quemaduras, en especial en mis piernas. Sin embargo, el dolor se esfumo. El extraño Ent-geed había soltado unas pequeñas esporas de diferentes colores que iluminaron el bosque de una manera hermosa y al mismo tiempo anestesiaron mi cuerpo.

Caí de espaldas sobre la cuna de madera, no me podía mover pero no me importaba. Todo el dolor había desaparecido, incluso las preocupaciones que tenia ya no se veían importantes. Contemple entonces la cara del Ent-geed, no tenia nariz, sus ojos eran diferentes a los de los demás seres vivos, totalmente negros mientras que sus pupilas eran blancas. El resto de su cuerpo se veía exactamente como el de un árbol común y corriente.

Mire al cielo y me perdí entre las cortezas de los arboles a nuestro alrededor y de las nubes que viajaban lentamente sobre nosotros. Pude ver varias aves pequeñas volar, al igual que vi roedores subir y bajar de los arboles. Fue entonces cuando las preocupaciones y el dolor volvían, mientras al Ent-geed volvía a lanzar las pequeñas esporas que note que me estaba drogando.

La travesía duro dos días, finalmente llegamos a una pequeña cueva. No me acuerdo como entro el Ent-geed, estaba tan drogado que veía todo en forma de burbujas, a lo mejor ni siquiera duramos mas de medio día viajando. En fin, dentro de la cueva nos encontramos en un hermoso valle, lleno de arboles, arbustos, flores y plantas de todos los tipos, formas y colores. El aroma del lugar era increíble, y la sensación que provocaba el lugar era de pura tranquilidad. Pero ninguna de estas plantas era como las que todos conocen, estas se movían, hablaban e interactuaban como las formas de vida animal.

Me encontraba en un valle Ent.

Vi todo en forma de burbujas y colores extraños hasta que un Ent-duur (Arbusto) de hojas blancas se acercó a mí y paso sus flores sobre mi cara. Inmediatamente recupere la cordura, fue tal la hermosura del lugar que parecía que siguiera drogado. Estaba embobado mirando todas las clases de Ent que se encontraban reunidas que no note que el Ent-geed (árbol) que me había traído me había recostado sobre el pasto.

De pronto todos los Ent del lugar se abalanzaron  sobre mí. Empezaron a lanzarme esporas, restregarmé sus flores y hojas, incluso llegaron a pincharme con sus ramas y raíces. Ese fue el único momento en el que sentí dolor alguno mientras me quede con los Ents, pero a los pocos segundos que dejaron de lanzarme, restregarmé y pincharme con sus cuerpos, me sentí totalmente aliviado y de igual forma a la que me sentía se veía mi cuerpo, estaba totalmente sano.

Me quede y viví con los Ent tres semanas en las cuales comí de sus frutos, vestí sus hojas y tome del manantial del que se alimentaban. La verdad fueron tres de las mejores semanas que jamás viví, aunque los frutos me los racionaban mucho fueron días maravillosos pero todas las noches llegaba a mi mente mi familia.

El ultimo día de la tercera semana me encontraba tomando el sol junto a algunos de los Ent-ubax de los que me había vuelto muy buen amigo, cuando todos en el valle sentimos un gran temblor. Todo el valle se lleno rápidamente de humo y de pronto nos ilumino una gran luz, uno de los muros naturales que protegía el valle había desaparecido. El caos llego, todas las plantas empezaron a escapar del lugar tan rápido como podían, las estaban cazando.

Los Ent-ubax que estaban conmigo me guiaron por el valle hasta el otro extremo. Me indicaron un pasadizo y empezaron a entrar. Cuando terminaron de entrar y me disponía a seguirlos una explosión ilumino el lugar y en pocos segundos el muro natural de este lado del valle también había desaparecido. El humo del lugar se disipo en un instante y mi mente entro en shock unos segundos.

Me encontraba frente a seres que solo había visto dibujados en los libros religiosos y los cuadernos de historia de la biblioteca de la señora Oday, la empleadora de mi madre. Todo lo empecé a ver en cámara lenta, estos seres de piel azul con tatuajes negros asesinaban a los Ents como si de plantas de cosecha se tratara. Estaban vestidos con armaduras y trajes antiguos y en ese momento irreconocibles ante mis ojos.

Intente moverme pero la presencia de estos seres, supuestamente míticos, me congelaba. Vi como sin importar si eran Ent-geed o Ent-ubax todos caían fácilmente, como si no estuvieran prestando resistencia. Pero esto no era cierto, en realidad la fuerza de los invasores no tenía comparación alguna con las pobres plantas. Era como ver a un soldado de elite enfrentándose al jardín de una casa.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, me levante y grite ― Altoooooooo!!!

Todo se detuvo, los seres se detuvieron a mirarme y la sonrisa de siempre se dibujo en mi rostro, uno de estos se acercó a mi y me golpeo con uno de sus dedos, inmediatamente perdí el conocimiento.

Apenas abrí los ojos, me encontré atado a un poste de madera en el centro del pueblo en donde solía vivir con mi familia. Estaba rodeado de todos los residentes que se encontraban igual de estupefactos a mi, había aparecido en medio de todos sin que nadie se percatara de como lo había hecho.

                                                                   *

El flash back me tumbo al suelo, y entonces dinamo grito ― ¡Eran Ulmay! ... ¡eran Ulmay!

Sin comprender lo que decía le pregunte a que se refería con Ulmay, mi pregunta cautivo la atención de mis profesores  ― ¿Como conoces ese nombre? ― me pregunto el profesor Hikes con la misma cara de sorpresa  de Relat y Gorko.

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Perdón por la demora, espero que les guste el capitulo. =)