Nos encontrábamos petrificados, ninguno de nosotros había hablado durante la última hora. Una voz extraña y misteriosa nos había interrumpido y había continuado el relato sin escatimar detalles. Era espeluznante y terrorífica. ¿Quién era? ¿Qué era? ¿Cómo sabía todo eso? El miedo nos invadía, no podíamos movernos, hablar ni pedir ayuda. Solo alcanzábamos a mirarnos entre nosotros mientras esperábamos que la tenebrosa voz retomara la palabra.

Así pasamos la noche, no dormimos estábamos inmóviles, gélidos, esa voz helaba el alma y no era por ser desconocida, tenia un matiz siniestro que se nutria de nuestro miedo.

El sol salió y con este desapareció la tan molesta sensación.

― ¡Que increíble! sintieron eso, era un demonio, no, no era un Kraughul ― grito emocionado Yaboth apenas se sintió libre ―O una Corpse ― le interrumpió Sora un tanto molesta. Por culpa de esa voz no habían podido explicarme nada de la academia y solo quedaban dos horas para que empezaran las clases.