Los inocentes
Todos al parecer olvidamos la regla que más importante: jamás olvidarse de los inocentes.
Galko-wur el profesor Pharon que dicta pensamientos múltiples, una clase enfocada en el arte de la guerra que profundiza temas que Bothor trata superficialmente, siempre nos recalca lo mismo.
"Nunca deben concentrarse un 100% en la batalla, con un 40% basta"
Su distribución de la atención es la siguiente:
40% en batalla
5% en la defensa presente: las reacciones deben ser prácticamente naturales.
5% en el ataque presente: luego de lanzado el ataque solo se debe pensar en como el contrincante se defenderá.
15% en la defensa futura: con toda la información que se tiene del rival se debe predecir sus posibles ataques.
15% en el ataque futuro: es mejor tener la iniciativa siempre; sin embargo, se debe pensar 30 minutos en el futuro al menos.
60% restante
10% en el clima: cualquier factor pasado, presente o futuro puede ser utilizado a favor.
15% en el terreno: todos los elementos son una ventaja o desventaja potencial.
5% rutas: posibles rutas de escape o persecución.
10% eventos inesperados: nuevos contrincantes, trampas, la pérdida de un aliado, una traición, etc.
20% los inocentes: la responsabilidad ante todo.
Galko-Wur siempre dedica una hora a la semana dándonos ejemplos en los que los Elegidos, seres con la "marca de los dioses" se concentran tanto en la batalla que se olvidan de los inocentes.
Derek, un Elegido humano, héroe famoso por eliminar a un colosal eléctrico que se torno súbitamente violento; en una de sus primeras misiones se concentro tanto en su batalla con el coleccionista de dientes de sangre que por derrotarlo termino destruyendo 4 aldeas de Gigacor. (Alrededor de 3000 inocentes)
Abis, una elegida Pharon, Dogol famosa por sus campañas en contra del trafico de esclavos; en su primer encuentro con Azurkhal, el Ogro que maneja estos negocios en Taerus; hicieron colapsar la mina en la que se encontraban. (Alrededor de 1800 inocentes)
Balnu, un elegido Enano, Bhaluir famoso por defender a una princesa Elfa de una manada de tigres Jade; se enfureció tanto con el asesino de su esposa que el ataque con el que la vengo, término con la vida de sus dos hijos y cinco de sus amigos. (7 inocentes)
Por lo menos un caso por semana en el que nos hace analizar las circunstancias, los factores y todo lo que conllevo al desenlace de dicho acontecimiento. Luego nos aconseja en como evitar que suceda y nos pide que propongamos soluciones o nos pregunta que haríamos de estar en la posición del elegido ¿Qué hacer cuando nuestros sentimientos nublan nuestra visión?
Y precisamente todos nos olvidamos de los inocentes en esta situación, los aldeanos. Los podríamos haber lastimado de estar en el pueblo; sin embargo, ninguno de nosotros reflexiono mucho en el error, en este momento lo mas importante era saber donde se encontraban.
Empezamos a recorrer la zona, todos menos Zattos, mirando entre escombros y bandidos inconscientes el posible paradero de los aldeanos. Algún sótano o siquiera el rastro de que se los llevaron a algún lugar pero por más que buscábamos no encontrábamos nada.
Nazli empezaba a ponerse de mal humor con Zattos por no ayudar, mientras Zhao y yo seguíamos buscando algún rastro; intentando aplicar lo aprendido en las clases de rastreo Ilv-Nhao, un profesor Elfo.
De pronto y sorpresivamente Zhao se agacho ante el Iltek de color cobrizo, el líder de los bandidos.
― ¿No se les hace extraño que estos bandidos de... ― hizo un gran esfuerzo por no decir lo que pensaba y continuo ―... con pocas habilidades, hayan logrado llegar hasta aquí sin que ningún profesor ni nadie los detuviese?
Nazli guardo silencio y Zattos se sentó.
― ¿No creen que tal ves hay alguien más detrás de todo esto?
― Suena mucho más lógico ― agrego Nazli.
En ese momento una leve brisa nos congelo a los cuatro, me erizo la piel e hizo que un escalofrió recorriera mi columna vertebral. Cualquiera podría haber pasado esa brisa por viento cualquiera, pero al encontrarme con los ojos de mis amigos me di cuenta que no era el único asustado. Se acababa de realizar un sacrificio cerca a nosotros...
― ¡No tenemos tiempo! ― dijo apresurado Zhao, oprimiendo el brazalete en su mano izquierda y prendiendo la alarma de su pantalla holográfica.
― Entonces apurémonos― le respondió Nazli.
―Hoy es domingo, por los dioses. Se supone que es un día para descansar―se quejo Zattos.
Y de inmediato empezaron a correr en la misma dirección, yo los seguí; no sabia como identificaron el lugar tan rápido pero no era momento de preguntar, lo mejor era confiar en ellos y ayudar en lo que me necesitasen.
―Vamos, vamos, vamos... no podemos ser los últimos ― gritó Dinamo empujándome en la espalda al ver que los demás héroes me empezaban a coger ventaja; Shield se le unió sin decir nada. Tampoco quería quedarse atrás.
Pronto llegamos a un enorme tronco podrido, tan grande que el hueco que tenia en la base parecía la entrada a una caverna, eso sumado a la vegetación blanca generaba una sensación aterradora.
Todos nos detuvimos ante el tronco por instinto, algo muy peligroso se encontraba ante nosotros. Fue tal la impresión de peligro y de susto que en mi rostro se dibujo una tranquilizadora sonrisa.
El primero en dar un paso fue Zhao, se encontraba temblando, pero intentaba mantener la compostura; algo dentro del húmedo hueco estaba mal, pero al ser un hueco que se adentraba en las profundidades del suelo nos era imposible saber su longitud y la oscuridad no ayudaba para nada.
Nazli y Zattos lo siguieron, dentro de la cueva había muchas energías, tantas que los visores no servían de nada; por lo que decidí en ese instante ayudar a mis compañeros desde antes.
― ¡Esperen! ― grite con la voz entrecortada por los nervios.
―Déjenme compartirles energía antes de entrar...
Todos se relajaron al escuchar eso, mi grito los había alterado.
Mire a Shield, cerré mi puño izquierdo y pude ver como crecía en tamaño al recolectar energía; luego, apunte con mi mano derecha a Dinamo y le indique con mi mano que le lanzara energía a los demás héroes. Los ojos de Zhao, Nazli y Zattos se volvieron azules y de estos empezó a emanar energía azul como si de vapor se tratara.
―Vamos... ― dijo Zhao con un poco más de confianza al sentir que sus fuerzas aumentaban considerablemente.
Nos adentramos caminando en el enorme tronco, y entre humedad y polvo pronto dejamos la falsa luz solar detrás de nosotros, en ese momento nuestros Rekan empezaron a iluminar el lugar y gracias a que eran cinco la iluminación no era tan tenebrosa como podría haber sido.
Luego de encontrar por primera vez huellas en la extraña caverna de madera natural, caminamos por varios minutos hasta que unas antorchas se divisaron en una bóveda mucho más amplia, a varios metros de nosotros.
―Vaya, vaya... pero si nos vinieron a acompañar cuatro pichoncitos de Lumen...
La intensidad de las llamas de las antorchas aumento y la bóveda se ilumino por completo. De pronto pudimos ver a los aldeanos, amordazados y divididos en grupos de cinco o siete. Un hombre, con descendencia elfica se encontraba limpiando su hermosa espada; ante el, se encontraban cuatro cadáveres y un gran charco de sangre.
― ¡Mami, mami... el héroe feliz! ― gritó entre llantos un niño de unos seis años apuntándome con su pequeño dedo.
― ¿Que dije de quitarnos las vendas de la boca? ― preguntó con cinismo el hombre que hace unos momentos limpiaba su arma, ahora agachado junto al niño.
―Por eso mami tiene que ser castigada...― dijo el hombre con voz suave y calmada.
De pronto se encontraba de nuevo ante el charco de sangre sujetando a una mujer y sin que pudiéramos hacer nada la mató ante nosotros.
El grito ahogado del niño me heló el alma.
Los cuatro "héroes" nos encontrábamos paralizados en medio de la sangre, el miedo y los llantos de los aldeanos.
Ninguno de nosotros espero encontrarse con algo como esto...
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Gracias por la paciencia, entre internet y trabajo encontrar tiempo para subir capítulos y responder comentarios me es cada vez más difícil. Pero saber que ustedes están ahí me motiva mucho. =)
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