Abrí mis ojos cuando sentí sus labios lejos de los míos y lo miré atónita.

— ¿Que... Que hiciste?— agarré mis labios, sin podérmelo creer.

— Lamento mi atrevimiento, pero era necesario...— le di una bofetada.

— No lo vuelvas hacer.— luego de esas palabras salí de la casa.

Comencé a caminar sin dejar de pensar en los labios de Taehyung pegados a los míos. Creía que iba a infartar, tenía hasta falta de aire. Me senté en una banca, y coloqué mi mano en mi pecho, como si con eso iba a poder tranquilizar mi corazón, obviamente fue imposible, mientras más pensaba en ello más nerviosa y agitada me sentía.

¿Como me pasó esto a mi? ¿En qué momento comencé a sentir esto por él?
No puedo creer que me guste ese idiota, me tiene muy confundida. ¿Qué hago ahora?

— Eeh, linda ¿no tienes frío?— unos tipejos se detuvieron frente de mi.

— No— me levanté para irme pero comenzaron a seguirme.

— ¿Vives lejos de aquí? Te podemos acompañar.

— Vivo cerca, gracias— apresuran el paso y se colocan frente de mi, bloqueándome el paso.

— Entonces ¿por qué no nos acompañas a beber algo?— me estaban asustando.

— No me apetece, y ya lárguense de mi vista.

— Linda, no seas grosera, solo tomemos algo y ya, luego te llevamos a casa— los esquivé pero uno agarró mi brazo bruscamente.

— Estamos hablando contigo ¿como puedes irte así?

— Suéltame cerdo asqueroso— me solté con fuerza— Déjame en paz.

—¿Quién te crees que eres para decirme cerdo?— logré que se enojaran, aterrorizándome más.— Te daré tu merecido, niña mimada.

— Malditos bastardos— sorprendida me quedé cuando Taehyung soltó mi mano de la del cerdo y me cubrió de tras de él.— ¿Quieren que les de yo su merecido?

— ¿Tú?— comienza a reír— Enséñanos lo que tienes.

Y comenzaron a pelear. Estaba muy asustada, Taehyung aún estaba herido y cuando lo vi irse contra esos chicos creí que iba a terminar peor estaba segura que le iban a dar una buena paliza, por eso llamé a la policía. Sin embargo, una sorpresa me lleve cuando vi que los que se estaban llevando una paliza eran esos dos chicos.

¿Donde aprendió a pelear? Es...es impresionante.

— ¡Ya!— gritó uno de los chicos que yacía en el suelo, debido a que Taehyung le había torcido su mano.

— ¡Lo lamentamos! ¡Déjanos ir!— suplicaba el que tenía la mano apachurada por el pie del pelinegro.

En eso llega la patrulla, y Taehyung se detiene.

— Están detenidos.

— Yo fui la que hice la denuncia— fui hasta ellos— Estos dos chicos me estaban acosando, y él me ayudó.

— De acuerdo, me los llevaré a la estación, ellos han tenido varios problemas por aquí.

Luego que se llevaron a los dos chicos, Taehyung y yo nos quedamos en medio de la calle sin emitir una sola palabra. Él respiraba algo agitado y temía que se sintiera mal, por eso decidí hablarle.

— ¿Estás bien?

— Yo estoy bien ¿y tú?¿Esos hombres te hicieron algo?— negué con mi cabeza.

— Gracias.

— Si te hubiera pasado algo no me lo iba a perdonar nunca— yo bajé mi mirada, sin poder decir algo más.— Y...lo del beso...

— Ni lo mensiones ¿vale?

— Tengo mucha hambre— cambia drásticamente de tema— ¿No cenaremos hoy?

— Haré algo rápido.

Entramos a la casa, yo fui a la cocina y Taehyung se dedicó a recoger el reguero que tenía formado el cachorro.

— Hola— llega a la casa Suyu.— ¿Qué tal están?

— Nonna, creí que no ibas a venir de nuevo a verme.

— ¿Cómo crees? No vine antes porque cambié de trabajo y ahora trabajo por el día— ella se sentía muy feliz— Veo que has mejorado mucho, estas muy guapo.

— Gracias.— salgo de la cocina y voy hacia ellos.

— Unnie ¿y por fin mi hermano y tú son novios?— negó con una sonrisa juguetona.

— No, aún no pero no tardamos.

— Me alegra mucho— le doy un abrazo— ¡Serás mi cuñada!

— Todo depende de tu hermano.

— ¿Quién lo iba a decir? ¿eh? Mi mejor amiga y mi hermano novios, es algo fantástico.— ella sonríe con emoción.— Vamos a hablar a la cocina, que estoy haciendo la cena.

— ¿Y cómo estuvo el día de hoy?— que pregunta.

— Pues algo diferente a los otros, pero terminó bien.

— Oye... Taehyung se ve de lo mejor, ya te librarás de él— habló bajo.

— Pues si...

— ¿No estás feliz? Ya no tendrás problemas aquí en casa y volverás a la normalidad.— asentí mientras cortaba una cebolla.

— Si al fin saldré de él y ya no tendré que preocuparme por ir a prisión.

— Noona ¿ya conoció a Yeontan?— llega el chico con el perro en las manos.

— Aww, que cosita tan chula— ahora el cachorro pasa a las manos de ella.— ¿Me lo puedo llevar?

— No— respondimos Taehyung y yo al unísono.

— Vale...solo bromeaba.

— Vayan a lavarse las manos, ya la cena está— les avisé.

— Gracias, pero yo ya me voy— le devuelve el cachorro a Taehyung.— Mañana regreso, me alegra que Tae esté bien.

— Gracias.— responde el con una sonrisa.

— Los dejo cenar, Bye— agito mi mano para despedirla.

Cuando salió Taehyung se dirigió al baño para lavar sus manos y cuando regresó se sentó frente de mi a comer. No podía mirarlo, ni hablarle tampoco me sentía muy incómoda. Mientras que a él no le importaba nada me hablaba como si no hubiera sucedido nada.

— Necesito otro favor— lo miré por primera vez en toda la cena— Quisiera conseguir trabajo, para poderle pagar a tu hermano ¿me ayudarías a conseguir alguno?

— ¿Y en qué te gustaría trabajar?

— No importa en lo que trabaje, puedo hacer lo que sea, sólo necesito ganar dinero.— pensé unos minutos y no se me ocurrió nada.

— Mejor pídele ayuda a Suyu, ella sabe más de este tipo de cosas, nunca a tenido un empleo fijo seguro que te puede conseguir alguno.

— Está bien.

— Bueno, ya terminé de cenar, iré a mi habitación a trabajar, no me molestes ¿de acuerdo?— asiente y sigue comiendo.

Subí a mi cuarto, y me senté frente a la computadora. Abrí algunos documentos y los comencé a leer. No me podía concentrar en la lectura, tuve que empezar desde el inicio más de cinco veces.

—Maldición...— agarré mis flequillos y los llevé hacia atrás— ¿Qué me hiciste, idiota?

Respiro profundamente y giro en mi silla, pero rápidamente salgo de ésta cuando escucho vidrios quebrándose. Corrí escaleras abajo y cuando llegué a la cocina habían trozos de porcelana por todos lados.

— ¿Qué hiciste?

— ¿Por qué andas descalza? Te puedes lastimar— había sido muy tarde, en el instante que me acerqué sentí algo enterrándose en mi pie.— Oh, estas sangrando.

— ¡Mis platos!— grité de enojo— Vas a tener que trabajar para pagarme a mí también ¡Kim Taehyung!

— Vale, lo haré— se acerca a mi y sin esperármelo me carga en sus brazos.

— ¿Qué haces?— me agarro fuerte de su cuello, no vaya a ser que este idiota me tire.

— Estas lastimada, no puedes caminar así— su rostro estaba cerca del mio otra vez, podía ver cada rincón de su hermoso rostro con detenimiento y mi corazón se aceleró al ver sus rosados labios, los cuales eran humedecidos constantemente por su lengua, los veía y no podía creer que esos labios me habían besado.— Eres pesada— gira su rostro y coincidimos miradas.— Parecías más ligera.

— Ya bájame, puedo caminar muy bien.— había subido hasta mi habitación

— Abre la puerta y deja de hablar tonterías— me ordenó, y le hice un mohín.

Entramos a la habitación y me dejó caer en la cama. Tomó mi pie y sacó el pequeño pedazo de porcelana que se había enterrado en mi piel.

— Agarra en la tercera gaveta el botiquín.

Cuando lo obtuvo, curó mi pie con alcohol y una pomada, luego colocó una venda.

— Ya está— da una palmadita en mi pierna— Para la próxima ten más cuidado.

— De acuerdo, ahora retírate.

— No quiero— abrí mis ojos con sorpresa.

— No me importa si no quieres, esta es mi habitación y te ordeno que salgas ahora.

— Quiero hablar contigo sobre el beso— mis mejillas ardieron al escuchar la palabra beso.— Sé que te gustó.

— ¡¿Qué?! Eres un sinvergüenza, sal de mi habitación Taehyung.

— No soy un sinvergüenza, siempre te he respetado señorita.— lo veo retirar mi pierna de encima de las de él.— Simplemente me di cuenta que yo te atraigo, y no has sido lo suficientemente valiente para decírmelo.

— ¿De...de que hablas?— él ríe— Déjame en paz ¿si? Sale antes de que me levanté y te saque a patadas.

— Está bien me iré, pero esta conversación no termina aquí.

Cuando lo vi cerrar la puerta respiré por fin con tranquilidad. Joder, estaba muy nerviosa ¿como es que me dice eso así? Se dio cuenta de todo, es cierto que me gustó el beso y es cierto que me atrae. Pero yo no lo puedo admitir, nunca lo haré. No volveré a permitir que jueguen con mi corazón y él, no es de mi entera confianza, no sé quién es.

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¡Holis!
¡Muchas gracias a todas por el gran apoyo!
Espero que Leyenda siga siendo parte de su biblioteca. Ya casi la termino de escribir y estoy tratando de que sea de su total agrado :)