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Escena del clásico/spinoffs al estilo LoS

-Solo lo voy a pedir una vez- hablo una hermosa mujer de cabello rojo carmín, con una mirada afilada y señalando con el dedo índice- hazte a un lado Athena- sentencio en un tono duro, pero respetuoso.

-Lo siento Milo, pero no voy a hacer eso- contestó una chica de uno 16 años, de cabello lila y con una mirada herida, llena de compasión- no te permitiré que lo lastimes mas- dijo con determinación mientras extendía sus brazos para proteger en mayor medida a la persona que estaba detrás de ella.

-Como era de esperarse, muestras una compasión que solo un ser divino como tú puede sentir por alguien que no es digna de ella- hablo Milo entre enternecida por la gran bondad de su diosa y frustrada por saber a quien iba tal consideración sobrehumana.

-Por favor Milo- hablo la diosa- te lo pido, ya no lo lastimes mas ¿no ves como ya ha sufrido bastante?- le dijo señalando el hombre a su espalda, quien estaba en el suelo sufriendo un dolor terrible por los ataques que había recibido de la pelirroja hace unos segundos.

-Lo siento Athena- se disculpo la pelirroja- pero no puedo obedecer tu petición, no con ese sujeto y menos sabiendo todos los crímenes que ha cometido, no solo contra ti, sino contra las personas inocentes que murieron por su ambición- acuso de forma concisa. Estaba furiosa y ni su diosa podría calmar ese sentimiento.

-Yo se que lo que hizo fue algo muy serio y no te pido que lo perdones si no lo deseas, pero por favor, ya no lo ataques mas- le siguió pidiendo la chica de cabello lila- él esta aquí porque ha venido a ayudarnos en este momento de necesidad. Yo entiendo que hizo mal en el pasado, pero tambien he visto su buena voluntad con mis propios ojos. Él arriesgo su vida para salvar la mía ¿eso no significa nada para ti?- pregunto Athena con la esperanza de que eso fuera suficiente para que su caballero declinara de cobrarse la vida de ese hombre.

-Athena- se escuchó una voz adolorida detrás de la joven.

Un hombre muy apuesto de cabello negro y ojos con heterocronía se levantó a pesar del terrible dolor que lo aquejaba-

-¡Kanon!- exclamó Saori preocupada por la condición del hombre.

-Por favor- susurro con dificultad- no se preocupe por mí, no debe preocuparse por mí- dijo entre respiraciones fuertes y cortadas.

Ya estaba por levantarse, pero un desliz de su pie lo hizo tropezar.

Saori, al ver que estaba por caer, intento atraparlo para frenar la caída. Kanon, entonces pudo mantenerse de pie por su cuenta, solo sujetando el hombro de la chica para estabilizarse por un segundo.

Ese fue su error.

Milo, quien ya estaba molesta por encontrarse a ese intruso en el templo donde su diosa descansaba, saltó furiosa al ver ese acto tan atrevido de parte del hombre.

-¡No la toques con tus repugnantes manos!- exclamó tras un movimiento a la velocidad de la luz que hirió de forma terrible a Kanon sin lastimar a su diosa.

Lo que paso fue:

Milo dio un gran salto, mientras su casco se cerraba. Con el impulso de ese salto, logró tomar a Athena de la cintura para acercarla a ella y alejarla de Kanon. Una vez estuvo segura de que Athena estaba a salvo de cualquier daño (directo o colateral) apunto al hombre frente a él con su mano libre y en un susurro dijo:

-Aguja escarlata-

Kanon solo pudo ver su reflejo en el casco cerrado de la caballero de escorpio.

1 segundo

Eso fue lo que duro el ataque de la séptima custodia de las 12 casas.

Cuando todo se detuvo, Athena pudo ver que estaba al lado de Milo y que Kanon salió disparado por el golpe hasta quedar estrellado en una pared cercana.

-Eso le enseñara- pensó Milo al ver todos los escombros que se crearon por el ataque- por favor, no se acerque Athena- le dijo de forma gentil a la chica, y antes de que esta pudiera objetar algo Milo se alejo de ella para ver que tan mal había quedado Kanon.

Se acerco tanta cautela que ni siquiera desactivo su casco. Lista para contratacar en caso de que el otro decida pelear.

De los escombros salió Kanon, que intentaba parar el sangrado que empezó a correr de su herida en el hombro, donde Milo la clavo una de sus agujas.

-Increíble, a pesar de que lo ataque a quemarropa con mi aguja escarlata, no solo no atravesó la pared como esperaba, sino que además puede ponerse de pie. No hay duda de que se trata del hermano menor de Saga- pensó mientras solo inclinaba la cabeza a un lado.

-Kanon- grito Saori a nada de correr para auxiliar al hombre.

-¡No se acerque por favor!- grito el mencionado mientras ponía de pie por completo- esto es un asunto que solo nos incumbe a Milo y a mí- dijo mirando directamente al casco cerrado de Milo.

-Al menos tienes la dignidad de admitirlo, bien- se burlo Milo de forma fría.

-Milo- le hablo Kanon estirando los brazos para mostrarse vulnerable ante ella- solo te lo diré una vez, no importa cuantas veces me ataques, cuanto dolor me inflijas ahora o en el futuro o cuanto odio sueltes hacia mi persona, yo se que me lo merezco por lo que hice. Sin embargo, no voy a darte el gusto de matarme porque este cuerpo, esta vida le pertenece a Athena y solo abandonare esta vida, peleando por ella, derrotando a sus enemigos o protegiendo su vida, así que no moriré por tu mano ¿me oyes?- dijo con una determinación tan grande que hizo temblar a Milo.

Solo una vez vio tal devoción y ferviente deseo en la mirada de un caballero, curiosamente tenía el mismo rostro de Kanon.

-Que palabras tan audaces para un asesino y un vil pecador- soltó Milo con la mayor cizaña posible en sus palabras.

-Ya basta Milo- le pidió Saori mirando con importancia.

-No Athena- negó la pelirroja incluso con la cabeza- incluso cuando tu lo hayas perdonado, eso no quita que es un monstruo, que por su ambición y malicia, cientos, sino miles de personas inocente murieron. Que por su culpa nos vimos envueltos en una guerra que no debió ocurrir e incluso puedo decir que este hombre fue el causante de la maldad que invadió a Saga, así que la muerte de nuestros preciados amigos tambien son su culpa- eso ultimo lo grito en completa rabia y desprecio- ¿o acaso lo niegas Kanon?-

-No, no lo hago- respondió el pelinegro bajando la cabeza- y no importa que excusas pueda dar para explicarme, eso no cambiara nada- admitió triste.

-Cierto- interrumpió Milo

-No obstante, estoy aquí, no por el perdón de ustedes, estoy aquí porque Athena me necesita y es lo único que me importa, así que continua Milo. Ya te dije que no moriré, no desperdiciare la vida que ella me dio cuando me salvo de morir en el mar por segunda vez- dijo con una mirada decidida, listo para recibir lo que sea que Milo le lance.

-Muy bien, entonces recibe esto- dijo Milo levantando su dedo antes de lanzar otro par de disparos de la aguja escarlata.

Tal como dijo Kanon, este no trató de esquivar o contraatacar, solo lo recibió, como los ataques anteriores.

-Ahhhh- gritó Kanon de dolor al sentir que las heridas empezaban a abrirse para dejar correr la sangre.

-¿De verdad no piensa defenderse?- pensó Milo sorprendida- esto es por la gente inocente que murió por tus acciones- se dijo a si misma- ¡aguja escarlata!-

Otro golpe mortal lo atravesó, pero no se movió.

-Esto es por mis amigos que murieron y ahora han deshonrado al Santuario por servir a Hades- pensó mientras volvía a atacar.

Ya solo quedaban 2 golpes antes de usar Antares.

-Anda Kanon, decídete ahora- le dijo haciendo una pausa a su ataque- la muerte o la locura- le contó con un aura aterradora.

-Haz lo que quieras, no voy a claudicar ahora- le respondió tratando de controlar su respiración- ya había decidido encomendar mi vida a Athena, es lo mínimo que le debo después de todo lo que ha hecho por mí, a pesar de todo-

-Y sigue con eso- pensó Milo cada vez mas furiosa- ¿crees que solo por decir que has cambiado, que te arrepientes y que deseas probarte como uno de nosotros simplemente vamos a recibirte con los brazos abiertos?- le pregunto de forma retorica- pues te equivocas, jamás podríamos aceptarte como uno de nosotros. Era tú hermano quien tenía ese lugar, no tú ¿me oyes? Jamás podrás reemplazarlo ¡nunca!- grito sacando toda su frustración. Tal vez, hablando mas de lo que ella misma quería.

Kanon tambien lo noto y solo la miro con una expresión que Milo no supo descifrar. ¿le estaba teniendo lastima? ¿eso ultimo le había lastimado? ¿se dio una idea de que tipo de sentimientos tenía Milo por su hermano Saga?

-Milo- trató de hablar Kanon.

-Silencio- lo calló lanzando 2 agujas escarlatas.

Milo lo miro retorcerse nuevamente.

-¿Por qué esa mirada suya me hizo perder el control?- se preguntó angustiada por como reacciono de forma tan exagerada.

Tal vez porque se sintió juzgada por ese hombre o tal vez porque muy en el fondo deseaba que Kanon pagara por los crímenes de Saga tambien.

¿Acaso quería herirlo por el simple hecho de ser igual a Saga? ¿Pero igual en qué sentido? ¿en que ambos eran tenían el mismo aspecto físico, la misma personalidad, que ambos atentaron contra Athena?

No lo sabía

Solo sentía que, sin conocer a Kanon, ya lo odiaba. Quería borrar su existencia del mundo ¿verdad?

Una parte de ella, la racional, le decía que fuera inteligente, que sin importar las intenciones del gemelo de Saga, su fuerza era un recurso invaluable en esta guerra santa, especialmente porque ahora sus compañeros fallecidos se vendieron al dios del inframundo. Pero la otra parte, la sentimental, le gritaba que no se confiara de este hombre. Que así como fue capaz de engañar a un ejercito completo, a un dios como Poseidón y que incluso pudo imbuir a Saga, el caballero mas noble y gentil de todo el Santuario, en la maldad. ¿Qué evita que este no sea otro plan suyo para derrocar a Athena y quedarse la tierra para él?

Ella no podía creer en su cambio de corazón

No podía

No quería

¿Por qué no solo se rendía?

¿Por qué era tan difícil entender?

Maldito

Maldito seas

-Milo- la voz de Kanon la sacó de su maraña de pensamientos.

Milo entonces lo miro y se sorprendió.

Kanon la miro con una determinación sorprendente. Toda su presencia, que se había mantenido oculta, finalmente se liberó con increíble fuerza.

-Es impresionante, pese a que no elevado su cosmo, ni muestra deseos de pelear conmigo ¿entonces que es este sentimiento que tengo por este hombre? ¿Cómo una sola mirada puede hacerme olvidar todo mi desprecio por sus actos?

-Adelante ¿no es esto lo que deseas?- le preguntó el mayor extendiendo los brazos nuevamente, listo para recibir el último ataque de la pelirroja- vamos, atácame con todo tu poder- pese a que la estaba incitando a atacar y que la estaba desafiando abiertamente, algo en su voz y en su lenguaje corporal era diferente.

-¿Qué es esto? ¿por qué siento esta sensación tan calida llenando mi corazón? ¿acaso es de Athena? No, esta sensación que esta recibiendo no es de origen divino, sino humano, pero no hay nadie mas que yo, la señorita Athena y ese hombre ¿acaso esta aura proviene de él?- se preguntó Milo impactada por como todo cambio en un segundo.

Milo miro a Kanon a los ojos y vio una impávida determinación.

Este hombre en verdad estaba decidido a recibir su ataque mas mortal para probarse.

Milo sonrió con melancolía.

Hacía años que no miraba tal convicción en un hombre. Los únicos 2 que le habían mostrado tal sensación abrumadoramente pacifica, fueron Aioros y Saga.

Tal vez Kanon no solo compartía la maldad que habitaba en Saga.

-Muy bien- aceptó la pelirrojo levantando su mano mientras brillaba en un escarlata intenso- mi golpe final, recíbelo Kanon ¡Aguja escarlata! ¡Antares!-

-¡Milo!- grito Saori

Una nube de polvo se levanto por la velocidad de Milo.

Cuando se disipo, ella estaba frente a Kanon, con su dedo golpeando en el pecho de Kanon, quien apenas pudo soltar un sonido ahogado por culpa del impacto antes de caer de rodillas frente a su verdugo.

-Esa es mi resolución Kanon- le dijo la pelirroja con una voz sorprendentemente tranquila.

Luego se giro para mirar a Athena. Quitando su casco, Milo se arrodillo frente a Saori.

-Siento la presencia del enemigo acercándose Athena- le informo agachando la cabeza- será mejor que vuelva a mi templo antes de que Shura venga y dejemos los últimos templos sin protección. Por favor no se mueva de aquí señorita- le pidió recordando como antes de llegar al templo del Patriarca, ella y Shura habían hablado y este le dijo que si no regresaba en un lapso pequeño de tiempo él tambien subiría para verificar el bienestar de Athena.

-Con permiso- dijo antes de levantarse y caminar hacia la entrada a las 12 casas.

-Espera Milo- apenas se escucho la voz de Kanon mientras trataba de levantarse.

Para sorpresa del hombre, esta se detuvo tal como le pidió.

-¿No crees que es peligroso dejar sola a Athena en presencia de un enemigo?- le preguntó con mucha dificultad.

-¿Enemigo? Yo no veo a ningún enemigo- dijo para consternación del mayor- aquí solo hay un camarada, su nombre es Kanon, Kanon de geminis- pronuncio sin voltear a verlo y se marcho.

Kanon no pudo evitar soltar un mar de lágrimas. En toda su vida había llorado como lo estaba haciendo ahora.

-Athena- le hablo a Saori sin dejar de llorar.

-¿Si?-

-Ese ultimo ataque no era Antares- le comentó apretando sus manos por la emoción- Milo solo golpeo uno de mis puntos vitales para detener la hemorragia-

-Si, pude notar que su rabia y odio desaparecieron antes de lanzar ese ultimo ataque- le confirmó lo que ya sospechaba.

-Que mujer tan maravillosa- soltó de pronto Kanon- solo quiso ayudarme a pagar mi penitencia- dijo sin dejar de agradecerle a Milo ese voto de confianza que le estaba dando.

Toda su vida soñó con vivir ese momento. Ser arropado por los demás caballeros dorados como uno de los suyos.

-Gracias Milo, no te fallare- pensó sin poder detener sus lagrimas.

-Milo aparenta ser terca y despiadada cuando se le mete algo en la cabeza- le hablo Athena acercándose a Kanon- pero en el fondo es una persona muy gentil y que se preocupa por los demás- continuo mientras usaba un poco de su cosmo para aliviar el dolor en sus heridas.

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-Kanon- pensó Milo mientras caminaba hacia el templo de piscis- no puedo saber que pasara en el futuro, si nos traicionaras o de verdad pelearas a nuestro lado en esta guerra. Tampoco puedo hablar por los demás en cuanto a si te aceptan como un compañero o no- confesó sacando todos sus miedos e inseguridades- sin embargo, te doy un voto de confianza ante ellos y ante mi misma. Esa mirada tuya me hizo querer confiar en ti y en que respaldaras tus palabras con acciones. No me decepciones- dijo mirando a los templos frente a ella.

La guerra santa apenas estaba empezando.


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Solo una pequeña aclaración. A Mila le agregue un poco de la personalidad del Milo de KOTZ o la serie CGI.

Espero les guste y que no se haya salido de personaje.

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