Capitulo 4 "Gracia"
Sale de la iglesia y toma un taxi hasta su casa, sale del auto después de haberle pagado al conductor y entra, agarra su portafolio y saca una carpeta con el número del abogado de la mujer. Marca el número en su celular.
- ¿Hola? -Atendió un hombre.
-Hola, soy la abogada del padre Lucas, quería ver donde podríamos encontrarnos para hablar del asunto.
-Claro, pero creía que el asunto había terminado.
-Se equivoca señor, no termino nada y quiero arreglar la primera audiencia para llegar al veredicto, porque sé que su cliente mintió sobre lo que se le acusa a mi cliente.
-Mañana no puedo, pero, ¿Qué le parece si lo arreglamos con una suma? -La cara de ella cambio.
-Ninguna suma, si no se presenta a la audiencia que va a ser la semana que viene, es porque su cliente es una mentirosa, como es realidad. -Molesta y corta la llamada. -Imbécil.
Más tarde, Gracia estaba escuchando al abogado, estaba muy nervioso sin saber que hacer.
- ¿Le ofreciste dinero? -Lo mira. -Era obvio que te iba a decir que no, estúpido. -Enojada.
-Juana no quiere meterse más en este asunto y yo tampoco.
-Son todos unos cobardes, si tan solo no le hubieras dicho eso la hubiéramos peleado y capaz lo hacíamos renunciar.
-No es mi problema, debes tener otro plan para que renuncie, pero yo no voy a hacer nada.
-Vete de aquí, sal de mi vista, abogado de cuarta. -Lo empuja hasta la puerta y cierra la puerta.
Sus ojos azules estaban llenos de ira y se tiro los pelos.
-Son todos unos inútiles, tengo que callarlo ya, es capaz de contar todo y adiós mi esperanza de tenerlo. -Entristeció. -No puedo perderlo, él es mío... mío...
Los vecinos del pueblo estaban poniéndole decoración en las calles, Gimena salió a la calle y no entendía el porque estaban decorando, vio que Fernando se acercaba a ella y suspiro.
-Nos volvemos a encontrar. -Sonrío.
- ¿Qué están haciendo? -Pregunto.
-Pasado Mañana va haber una feria de caridad y una fiesta, por eso quería hablar contigo.
- ¿De qué querías hablar? -Le pregunta.
-Quería invitarte a la fiesta que habrá esa noche, quiero que seas mi compañera.
-No lo sé si voy a asistir, pero voy a ayudar, no tengo ganas de salir.
-Oh solo es una noche Gime. -Lo mira.
-Tengo cosas que hacer.
-Vamos Gimena, apuesto a que ya tienes todo resuelto.
-No, no tengo todo resuelto.
-Soy capaz de ponerme de rodillas para que me digas que sí. -Ella se ríe. -Y después vemos como marcha nuestra relación.
-No hagas payasadas y está bien pero no te confundas.
-Tarde. -Él se ríe y ella revolea los ojos.
-Adiós. -Se va a su casa.
Una muchacha entro a la iglesia y busco al cura, camino hasta un cuarto y él se dio cuenta de quien era.
- ¿Qué hace aquí?
La joven se pone a llorar y se acerca a él.
-Perdóneme padre, yo no tengo la culpa. -Llorando.
-Tranquila, siéntate y toma aire. -La hace sentarse y le da un vaso con agua.
La deja sola para que se tranquilice y agarra su teléfono para llamar a Gimena.
-Hola padre, ¿Qué paso?
-Por favor, tienes que venir, es urgente, está la chica en la iglesia, está muy nerviosa.
-Espéreme que en veinte minutos estoy allí. -Corta la llamada.
Gimena agarra su cartera y sale a la calle para tomar un taxi.
-Parece que todo se va a aclarar. -Pensó.
Camino unas cuadras hasta que vio un taxi y se subió al auto.
La chica no dejaba de temblar y él no sabía qué hacer, ella quería hablar, pero no le salía las palabras.
-Tranquila, no tienes por qué hablar ahora. -La consuela.
Gracia estaba caminando hasta el cuarto y escucho llantos, se deslizo sin que nadie la escuchara y se puso donde nadie la pudiera ver.
-Yo no quise acusarlo...-Llorando.
Ella escucho y se dio cuenta de que era la muchacha, sus ojos se abrieron como platos y se agarró la cabeza con las manos, sus manos no le dejaban de temblar.
- ¿Y ahora que voy a hacer? -Piensa.
- ¿Qué hace escuchando atrás de la puerta, señorita? -Gracia se dio la vuelta y vio a Gimena parada frente a ella.
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