
CAPÍTULO NUEVE
Todas las personas que se encontraban en el edificio fueron liberadas y la calle estaba llena de policía y ambulancias que atendian a algún herido.
No me lo pienso dos veces, me acerco al coche de policía en el que tienen detenido a mi jefe y hablo directamente con el agente.
- Yo soy su abogado - digo sin apenas respirar.
Me doy cuenta de que el agente mira a mis espaldas y supongo que tanto Olivia como Cheryl están detrás de mí, aunque no las miro, sino que me quedo en mi posición. El agente asiente y me abre la puerta del vehículo para llevarnos a comisaría.
Williams está dentro de la sala, un agente le está tomando declaración de lo sucedido y yo no puedo hacer mucho más que esperar en el banco de madera que hay en el pasillo. Parece muy viejo y cruje cada vez que me muevo. Probablemente esté a punto de romperse. Cheryl y Olivia también vinieron pero no las dejaron entrar así que han tenido que esperar fuera de la comisaría.
Tras horas de espera, Williams sale de la sala de interrogatorio, esposado y acompañado por un agente. Me mira y se para unos segundos pero el agente tira de él y se lo lleva a una celda provisional hasta el dia del juicio.
Cuando el agente sale de nuevo, me acerco a él y solicito poner una denuncia.
Me ajusto los puños de la camisa mientras me miro al espejo. Me he vestido con un traje negro, una cmaisa blanca y zapatos de charol negro. Aún me queda elegir una corbata. Junto a la cama tengo tres opciones, pero opto por una corbata gris sencilla.
Hoy es el día en el que se juzgará a Williams por fraude y corrupción. Pero habra una sorpresa, y es que no sera la unica persona juzgada hoy.
Salgo del apartamento, subo al ascensor y le doy al botón de la planta cero. Las puertas se abren y veo a Cheryl junto con Olivia esperando en la acera. Ambas llevan un vestido por la altura de las rodillas, se ven muy guapas.
- ¿Preparado? - dice Cheryl acercándose a mi y poniendo una mano sobre mi hombro.
- Eso espero - digo tras un suspiro.
Llegamos al juzgado. Me paro en seco frente a la puerta de entrada y me pongo a pensar. Sinceramente no se como va a salir esto. Me coloco bien la chaqueta del traje y entro, decidido. Lo primero que hago es entrar a una sala con muebles de madera, en la que Williams se encuentra detenido a la espera del juicio. Me siento en la silla junto a él pero ni siquiera me mira. Tiene su mirada fija en la mesa frente a nosotros.
- Procuraré que todo salga lo mejor posible… Lo prometo.
Esta vez me mira levemente y asiente. Después vuelve a posar su mirada en la mesa pero no articula palabra alguna.
Llevamos aproximadamente quince minutos en la sala cuando la puerta se abre y nos indican que el juicio va a comenzar. Me levanto de mi asiento y espero a que Williams haga lo mismo. Hay un largo pasillo que dirige a la sala donde se llevará a cabo el juicio. La puerta contigua a la nuestra se abre y sale un agente, agarrando del brazo a una mujer esposada.
- ¿Qué hace Brittany aquí? - dice Williams entre asombrado y asustado.
- Digamos que cada cual tiene su merecido - le miro y le sonrio levemente.
Tras aproximadamente dos horas de juicio, de preguntas incómodas, preguntas que apenas tenían contestación y demás, nos encontramos en una pequeña sala junto a la sala donde se ha llevado a cabo el juicio. El jurado está debatiendo sobre las consecuencias de estos actos, tanto de Williams como de Brittany.
Una media hora después volvemos a entrar. Brittany y su abogado se encuentran sentados en la mesa de la izquierda. Williams y yo estamos en la derecha.
Un hombre del jurado se levanta con unos papeles en la mano, se coloca en el medio de la sala, junto a nosotros y comienza a leer lo escrito.
- Dada la situacion y vistos los hechos, se declara a Brittany Campbell como culpable, - una sonrisa sale de mi rostro - por el asesinato de Cheryl Stewart, camarera de veinticuatro años. Por ello, pasará los próximos quince años en la prisión para mujeres Marion de Chicago.
En ese momento sonrío más que núnca y abrazo a Williams el cual también sonríe.
- No tan rápido - dice el juez en voz muy alta.
Nos sentamos y miramos fijamente al jurado que tenemos delante el cual continúa leyendo.
- Por otro lado, Aaron Williams es culpable de fraude y corrupción en su empresa - Williams y yo nos miramos boquiabiertos - por lo que pasará los próximos cinco años en el Centro Correccional Metropolitano. Además, el bufete de abogados liderado por él, quedará inmediatamente cerrado y en manos del estado.
Vi con mis propios ojos como metian a mi jefe en un coche de policia camino a prision.
Mi vida en Chicago no había salido como esperaba. Creía que se avecinaban buenas experiencias. Un nuevo trabajo, una nueva casa, una familia con Cheryl… Pero todo lo contrario pasó.
Ahora no tengo trabajo, ni suficiente dinero como para pagar el alquiler durante más de dos meses y con el sueldo de enfermera de Cheryl no podremos llegar muy lejos.
Definitivamente, mi vida aquí ha sido prácticamente destruida. Supongo que es ley de vida y no queda otra que superar esto y seguir adelante como podamos.
FIN
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