La Aventura de Galelor
Bosque Viviente...
Galelor apareció en medio de un frondoso bosque, se tomó un momento para respirar y luego se levantó, sentía que una energía lo rodeaba y lo envolvía.
—Anglicabix, no tenías porque...—Dijo Galelor en un suspiro.
Galelor se trepó a un árbol, el más alto que vio y cogió su arco, una vez ahí disparó y mató un ciervo, luego bajó y separó su arco, convirtiéndolo en dos espadas, picó un gran trozo de carne y se lo comió crudo.
Ya caía la noche cuando una gigantesca araña amenazó con devorarlo, así que fingió que estaba dormido y pacientemente esperó a que la bestia hiciera sus fuertes hilos y una vez terminado la mató de un corte en el abdomen; luego le extrajo el veneno para sus flechas.
En la noche no pudo dormir, solo pensaba en que si se dormía, otra araña podría envolverlo y comerlo, así que buscó un árbol hueco y se escondió mientras dormía.
En la mañana siguiente se despertó y trepo un árbol, una vez en la cima buscó el sol con la mirada.
—El Este es hacia allá, iré al Sur—Se dijo para si mismo.
Fue hacia el Sur a través de los árboles, el suelo es peligroso en un bosque, durante todo el día, hasta que escuchó un río correr, tenía sed, así que fue a tomar agua.
Tomó unos sorbos de agua y cuando se estaba volteando, una espada se puso en su cuello.
—¿¡Un orco!?—Gritó Galelor sorprendido.
—¡Brad Duruk mûl!—Exclamó el orco y mucha baba cayó sobre Galelor.
Una rama atravesó al orco de parte a parte, luego un árbol comenzó a moverse revelando un rostro y lo que parecían ser sus extremidades. Era un Ent.
—Estás aberraciones son cada vez más atrevidas...—Comentó el Ent en su lento y característico lenguaje mientras sacaba la rama que parecía ser su brazo izquierdo del orco.
—Gracias Ent—Agradeció Galelor.
—Llámame Arbaux—Pidió el Ent.
—Pensé que los Ent estaban extintos—Comentó Galelor.
—Quedamos algunos, la mayoría están tan dormidos que parecen árboles, sin embargo, también hay árboles muy despiertos—Explicó Arbaux.
—¿Hay más orcos en el bosque?—Preguntó Galelor.
—Suelen quedarse en el linde del bosque, pero últimamente han estado entrando—Respondió Arbaux.
—¿Qué hay en los alrededores de este bosque?—Preguntó Galelor.
—Al Norte se encuentra...—Comenzó diciendo Arbaux.
—¿En qué región estamos?—Interrumpió Galelor.
—¿No sabes en qué región estás?—Preguntó Arbaux con curiosidad—Eso sí que nunca lo había visto.
—Me teleportaron con magia—Respondió Galelor.
—Estás en Isla Lukai, al Norte está la costa, al Este hay una ciudad llena de Elfos, al Oeste una montaña y al Sur hay un Pastizal—Lo ubicó Arbaux en el espacio circundante.
Galelor miró al orco unos momentos, cuando notó algo extraño en la armadura, un papel; lo tomó y lo abrió, era un mapa del bosque y sus alrededores, en la montaña había marcada un círculo con palabras escritas en la gutural lengua orca. Una raya se había trazado a través del bosque y se detenía a escasos kilómetros de donde estaban.
—Me parece que los orcos vienen de la montaña, tal vez quieran atacar la ciudad—Opinó Galelor.
—¡Y lo hacen a través del bosque para no ser detectados!—Completó Arbaux con ira—¡Envenenando todo con su prescencia, armas y guerras!
—¡Debemos advertir a la ciudad!—Exclamó Galelor.
—No, debemos erradicar la amenaza lo más pronto posible—Opinó Arbaux.
—Advertimos a la ciudad, volvemos con un ejército y erradicamos la amenaza orca—Planeó Galelor rápidamente.
—Así se hará—Finalizó Arbaux.
Galelor se subió al hombro de Arbaux y caminaron con paso muy rápido (para un Ent) hacia el Este durante varios días antes de llegar a la ciudad, que por cierto era Miatril.
Arbaux dejó a Galelor cerca de las murallas, luego empezó a hacer su actividad favorita del día, tomar luz del sol.
Galelor entró a la ciudad, una vez ahí cuatro guardias lo detenieron.
—¿Quién eres forastero?—Preguntó un guardia elfo llamado Igliane.
—El mejor arquero de por aquí—Respondió Galelor con una sonrisa.
—Esto es Miatril ¿De dónde vienes y adonde vas forastero?—Preguntó un segundo guardia.
—Vengo de... De Yamaloto y vengo a advertir de la presencia orca al otro lado del Bosque Viviente—Respondió Galelor.
—¿Cómo podemos comprobar la veracidad de esta información?—Dudó una guardiana.
—Afuera se encuentra un Ent que puede corroborar lo que digo—Finalizó Galelor.
Los guardias salieron y hablaron con Arbaux, este ratificó lo que Galelor decía.
A la mañana siguiente un ejército salió rumbo a la montaña, cuyo nombre era Ma-Eilt, que en Lengua Común se traduce simplemente como "El Pico Malo"
Un grupo de nueve Ents se unieron al ejército elfo y lo guiaban a través del frondoso bosque sin interrupciones ni contratiempos.
Estaban cercanos a llegar al destino cuando una grotesca flecha se clavo en el pecho de uno de los elfos, el cual murió al instante, luego, orcos cayeron desde los árboles enterrando sus arcos sobre los elfos y los Ents.
—¡¡¡A CUBIERTO!!!—Ordenó el Capitán mientras se cubría con su escudo.
—¡¡¡CUBRANSE CON LOS ESCUDOS!!!—Exclamó Galelor mientras tomaba una flecha en el aire, la ponía en su arco y la disparaba hacia donde vino, matando a un orco.
Mas orcos llegaron al lugar, estos traían antorchas y las lanzaban contra los árboles y los Ents, pero estos, con una furia más ardiente que el propio fuego pisaban a los orcos, los atravesaban con sus brazos, los pateaban y se tiraban sobre ellos, los elfos por otra parte, caían presos de la emboscada.
Galelor luchaba con un orco más grande y horrible que el resto que blandía un hacha de guerra gigantesca. Para luchar contra semejante oponente, Galelor dividió su arco en dos espadas (cabe recordar, que su arco en realidad son dos espadas unidas por un hilo para poder disparar las flechas.
El orco, cuyo nombre era Ghalârk-shûk, golpeaba con tal fuerza, que parecía que cada uno de sus impactos hacia temblar el suelo, pero Galelor esquivaba o paraba cada uno de ellos, hasta que llegó un punto en el que se cubrió de un golpe directo con sus espadas; el resultado fue la ruptura de ambas espadas.
—¿Y quien vas a hacer ahora sin tus frágiles espadas? Eres una asquerosa alimaña—Se burló el orco mientras mostraba sus amarillos dientes.
—Eso no significa nada proviniendo de una inmunda rata—Contestó Galelor haciendo enfurecer al orco.
Ghalârk-shûk da un golpe con el mango de su hacha en el pecho de Galelor, fracturándole algunas costillas y le intenta clavar el hacha en la cabeza, pero Galelor se mueve y tan solo le clava su hacha en su brazo izquierdo. El orco toma a Galelor del cuello y lo lanza sobre una rama, el orco trepa y vuelve a intentar decapitar a Galelor, pero este toma una flecha de su carcaj y la entierra en el corazón del orco.
Ambos caen, pero solo uno sobrevive.
Galelor se desmaya por la pérdida de sangre y el dolor.
Pasada una semana añroximadamente, Galelor despertó y Ramen entró a la habitación.
—¿¡Ramen!?—¿Qué haces aquí?—Preguntó Galelor sorprendido.
—Estoy reuniendo al equipo, para vengarnos de Gil-Garald, vamos Galelor, levantate—Dijo Ramen tendiendole la mano.
—No tengo arco... Y no estoy seguro si podré volver a utilizar mi brazo izquierdo—Respondió Galelor haciendo un movimiento débil con su brazo izquierdo.
—¡Pues usa una ballesta! ¡El resto está en peligro!—Le regañó Ramen.
—Si... Tienes razón, necesito un arco, dos espadas, una daga y pociones para el dolor—Dijo Galelor tomando la mano de Ramen haciendo un tremendo esfuerzo con su brazo izquierdo—Por lo menos siento que la energía oscura que nos dió Gil-Garald ya está drenandose de mí.
—Yo siento lo mismo que tu—Respondió Ramen—Tendrás todo lo que necesites Galelor.
—¡Vamos entonces!—Pidió Galelor—¿Quiénes más están contigo?
—Solo somos tu y yo, pero tu hermano Agarer es el próximo objetivo—Comentó Ramen.
—¡Allá entonces!—Finalizó Galelor mientras se levantaba con dificultad.
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