◇Sleepover!◇
Una muñeca de cabellos verdes como la hierba (el pasto, no la marihuana) se encontraba caminando a la mansión de su amigo después de haber cruzado el portal. Llevaba consigo un bolso lleno de ropa y una manta y tenía una almohada entre sus brazos.
Como siempre, las miradas se centraban en aquella chica tan peculiar y los murmullos tampoco eran algo nuevo. Pero, como ustedes saben, a K.C le vale verga todo esto, por lo que siguió su camino.
Claro, hasta que se topó con cierto trío de muñecas que seguramente conocerán.
-Buenas tardes, querida- saludó una peli-rosada, quien parecía ser la líder del grupo.
-¿Uh? ¡Oh! ¡Hola, Kitty!- correspondió al saludo la de piel azulada, lo que sorprendió un poco a la mencionada. -Sí, las conozco. Kitty, Lydia y Tuesday; las ex-espías de Louis- dijo señalando a cada una.
-Uhhh, eres buena- mencionó la peli-azúl asombrada, lo cual le causó algo de ternura a la mayor.
-Awww. Lou tenía razón; eres la adorable e inocente del grupo- dijo la de ojos de botón mientras pellizcaba levemente la mejilla de la menor.
-¿Lou te habló de mí?- preguntó la muñeca de cabello corto ilusionada.
-¿Lou habló algo bueno de alguien que no es él?- preguntó ahora Lydia.
-¿No lo ven, chicas? ¡Es una señal de que Lou puede sentir algo por mí!- exclamó emocionada Tuesday.
"El greñas de elote no bromeaba cuando dijo que la Martes estaba loquita por él" pensó la peli-verde ante la actitud de la prettydoll.
-Por millonésima vez: Lou no siente nada por ti, Tuesday. ¡Ya baja de ésa nube de fantasía!- reprendió la líder del grupo a su amiga, quien se desanimó levemente. Aquí les dejo un espacio para tirarle arena a Kitty, los espero.
-Kitty, deja en paz a Tuesday- dijo la de hebras moradas cruzada de brazos.
-Lydia tiene razón. No es para nada lindo que la trates así, Kitty- dijo la de piel azulada mirando algo molesta a la peli-rosa. -En cuanto a ti, es cierto que debes superar a Lou, Tuesday. Sé que algún día encontrarás a alguien que te amará mucho- se dirigió a la peli-azúl agarrando su hombro. -Tal vez alguien como Lydia-. Y así fue cómo cerró la conversación antes de huir.
-¿Qué habrá querido decir?- se preguntó Tuesday. Kitty reía y Lydia... Bueno, ella estaba planeando el homicidio de la peli-verde mientras un leve sonrojo recorría su cara.
Cinco minutos después...
-¿En serio le dijíste éso a Tuesday y salíste corriendo?- preguntaba cierto rubio sosteniendo una manta.
-Síp, y puedo jurar que ví a Lydia sonrojarse- comentó con picardía la muñeca de varias costuras.
-¡Ajá! ¡Ya sabía yo que Lydia defendía demasiado a Tuesday como para verla "sólo como amiga"!- exclamó Lou orgulloso de que sus especulaciones fueran ciertas. -¿Crees que algún día sean pareja?- preguntó.
-Supongo que sí. Digo, son el par perfecto- respondió la de ojos de botón, imaginando lo lindas que se verían aquellas dos espías si estuvieran juntas. -¡Genial! ¡Nuestra casita está terminada!- dijo con orgullo al ver el resultado de su esfuerzo.
-Se ve muy bien, pero siento que le falta algo- mencionó el oji-azúl pensativo.
-Tienes razón. ¿Pero qué le falta?-. La fémina no recibió respuesta alguna. -¿Lou?-. Al voltear, se dió cuenta de que su amigo ya no estaba.
-Creo que ya sé cómo terminar el fuerte- decía el prototipo entrando a la sala otra vez, ahora con unas luces.
-Las luces son un muy buen agregado, pero no te vuelvas a desaparecer así- reprendió la de piel azulada y Lou la miró en plan: "¿Con qué derecho lo dices tú?". Fue ahí cuando la muñeca recordó. -Ah, cierto. Yo hice lo mismo en mi segundo día aquí-.
Luego de unos minutos, había logrado poner las bombillas y dieron el fuerte por terminado.
-¡Ay, se ve tan bonito! Hicíste un gran trabajo con las luces, Lou- aludió la peli-verde, a lo que el rubio la miró enternecido. -Ehhh, ¿por qué me miras así?- preguntó confundida K.C.
-No, nada. Es sólo que se siente lindo que reconozcan tu esfuerzo después de los últimos meses, y tú lo has hecho en más de una ocasión- respondió el oji-azúl con algo de tristeza, pero sin quitar su sonrisa. De repente, sintió un abrazo por parte de su amiga.
-¡Ay, Lou! ¡Eres realmente dulce! No sabes como lamento todo lo que te pasó- exclamó triste la de piel azulada, a lo que de piel blanca correspondió el abrazo.
-Hey, no te preocupes. No fue tu culpa. Ni siquiera sabías que éste lugar existía- dijo acariciando la espalda de la menor. -Bueno, ahora iremos a ponernos nuestras pijamas. Después, te mostraré algo- dijo separándose del abrazo.
-¡De acuerdo!-. Y ambos se fueron a cambiar. Lou a su habitación y K.C al baño.
Ya con sus pijamas puestas, aquel par de amigos se encontraba subiendo unas escaleras que llevaban a la parte más alta de la mansión.
-¿A dónde vamos, Lou?- preguntó la de ojos de botón mientras seguía al mayor.
-Ya lo verás- se limitó a responder el rubio.
Llegaron a lo que sería una ventana. Lou la abrió y salió una cuerda que, al parecer, venía del techo. La fémina asomó la cabeza por la ventana, claramente confundida por lo que pasaba. Miró a Lou y éste la apartó un poco, tomó la soga y comenzó a subir.
-¡Vamos, sígueme!- exclamó el oji-azúl y, como la peli-verde no sabía qué sucedía, decidió seguir a su amigo.
La muñeca se sostenía firmemente de la cuerda al mismo tiempo que subía. Una vez llegó al techo, el rubio tomó su mano y le ayudó a subir.
-Ven, siéntate- le dijo palmeando el lugar al lado de donde se encontraba él. La de piel azulada le hizo caso y se sentó. Cuando miró a Lou, él señaló al cielo y quedó impresionada con lo que vió.
(Imaginen que es un botón xd)
La Luna se encontraba en su fase llena y en su punto más alto y, para K.C, era lo más hermoso que había visto.
-Wow. He visto tantas veces la Luna, pero nunca me había fijado en lo preciosa que es- mencionó sin salir de su asombro.
-Cada noche de Luna llena vengo aquí y me quedo un rato a contemplarla. Por alguna extraña razón, me calma y hace que mis problemas se vayan lejos- explicó el oji-azúl mientras se recostaba.
-¿Es éso o acaso eres una especie de hombre lobo?- preguntó divertida la muñeca.
-Ya arruináste el momento- respondió Louis riendo.
-Lo siento, jaja- se disculpó la chica y se recostó de igual forma.
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