-Y es por éso que Lucía no podrá escribirte durante ésta semana- terminó de explicar la peli-verde mientras le ponía mantequilla a su rebanada de pan.

-Tengo unas dudas- dijo Lou y la menor le prestó atención. -¿Qué son los viajes en auto y qué es Santa Cruz?- preguntó inocentemente y la fémina quedó perpleja. ¿De veras éste tipo fue un dictador que estaba obsesionado con la perfección?

-Bueno, un auto es un vehículo en el que puedes ir de un lugar a otro. Santa Cruz, por otro lado, es una ciudad de California, Estados Unidos, que es donde vivimos Lucía y su familia- explicó la de ojos de botón para luego darle un mordisco a su pedazo de pan. Fue ahí cuando una alarma sonó. El rubio miró su reloj de mano y suspiró.

-Lo siento, K.C, pero tengo que irme- dijo algo entristecido por tener que dejar a su "amiga". -Habrá una fiesta éste sábado y Ox me dijo que necesita que limpie y arregle el auditorio- dijo molesto.

-¿Aún después de haberte tratado del nabo, tienes que complacerlos?- preguntó incrédula la de piel azulada.

-Sí, es mejor que otra ida a la lavadora- respondió el oji-azúl mientras recogía el juego de té y la chica le ayudó. Entró a la mansión, fue a la cocina y dejó los trastes en el fregadero. Estaba a punto de irse cuando la muñeca de varias costuras le tomó el brazo.

-A ver Louis. Uno: no vas a limpiar ése auditorio sólo; dos: no dejaré que salgas con ésa coleta toda chafa- dijo y se llevó a Lou a su habitación, entre quejas de éste como "¿Qué tiene de malo mi pelo?" y "¡K.C, suéltame!".

  Después de unos 10 minutos, aquel par de amigos caminaba por las calles de Imperfection y claro, las miradas de odio nada discretas hacia el prototipo no se hicieron de esperar. K.C notó esto, por lo que puso su brazo sobre los hombros del rubio, dándole a entender que cuidaría de él. Cuando el oji-azúl no estaba mirando, la peli-verde les sacó el dedo medio al resto de los dolls. Abrieron las puertas del lugar y la piel azulada quedó impresionada.

-¡Wow! Éste lugar sí que es grande- mencionó antes de darse cuenta de que había un conejo verde en el centro del auditorio.

-Hola, Ox- saludó con desagrado el prototipo.

-Hola, K.C. ¿Cómo estás?-. Ox había ignorado por completo a su ex-mejor amigo (aprendí a hacer a éste peluche bien hdp gracias a la vainilla, oh sí). Esto le molestó a la fémina y, como era de imaginarse, no se quedó callada.

-Primero: ¿cómo sabes mi nombre?; segundo: no seas maleducado y saluda a Lou también, por favor- dijo un poco enfadada.

-¿Por qué? ¡Él casi nos mata y destruyó el portal!- respondió el peluche.

-Estoy al tanto de éso, pero ustedes fueron igual de mamones y aún así él tuvo la decencia de saludarte- mencionó la peli-verde alzando los hombros.

-Agh, bien. Hola, Lou- dijo resignado el conejo tuerto. -¿Ya estás felíz?- preguntó y, cuando la de piel azulada vió a Lou sonreírle, asintió.

-Sí, mucho- respondió alegremente. -Bueno, a lo que vinimos. ¿Dónde están las cosas de limpieza?- preguntó mirando alrededor.

-Espera, ¿le vas a ayudar?- preguntó incrédulo el conejito verdusco.

-¡Pues claro! Lou es mi amigo; no puedo dejarlos sólo cuando me necesita. ¿No es así, Louis?-. La muñeca volteó a ver a su amigo, quien asintió y la guió al almacén de limpieza.

  Ox miró a ambos irse y, con algo de tristeza inexplicable, se fue a continuar con sus tareas de alcalde.

Media hora después...

  K.C y Lou se encontraban limpiando el lugar. La fémina las ventanas y el prototipo el escenario. Mientras la peli-verde pasaba un trapo por el cristal, se le ocurrió una idea.

-Cielos, Lou. ¿Tus días de limpieza siempre son así de aburridos y silenciosos?- preguntó de forma exagerada, lo que llamó la atención del rubio.

-Pues sí. ¿Qué más se podría esperar para el castigo del cruel y despiadado Lou?- preguntó retóricamente el oji-azúl a la vez que comenzaba a barrer un poco más enojado.

-Bueno- comenzó la de cabellos, alargando la "e". -Cuando Lucía y su familia limpian la casa, suelen cantar acapella para entretenerse- explicó y el prototipo la miró mientras sostenía la escoba.

-Oye, ya sé a qué quieres llegar, pero la respuesta es no- respondió el banquillo y siguió con su trabajo.

-¡Vamos, Lou! ¡Será divertido!- insistió la menor, pero el contrario le ignoró. -Ok, hagamos esto: yo voy a empezar a cantar una canción y, si tú te animas, te me unes. ¿De acuerdo?-. Y, sin esperar respuesta de su amigo, aclaró su garganta y comenzó a cantar.

You are my fire
The one desire
Believe when I say
That I want it that way

  K.C, mientras cantaba, seguía limpiando las ventanas. Ésta vez más alegre y vívida.

But we are two worlds apart,
Can't reach to your heart
When you say
That I want it that way

Tell me why!
Ain't nothing but a heartache
Tell me why!
Ain't nothing but a mistake
Tell me why
I never wanna hear you say
That I want it that way

  La muñeca de varias costuras ahora limpiaba y bailaba al ritmo de su propia voz. A Lou le parecía asombroso el cómo su voz cambiaba de grave a aguda de una forma así de armoniosa. Así que, sin querer perderse de la diversión, se le unió a la menor.

I'm I your fire
Your one desire
Yes, I know!
It's too late
But I want it that way

  La muñeca estaba sorprendida por la voz tan linda de su amigo. Los rumores de que el canto del rubio era increíble eran ciertos.

Tell me why!
Ain't nothing but a heartache
Tell me why!
Ain't nothing but a mistake
Tell me why
I never wanna hear you say
That I want it that way

  Ambos amigos hacían sus tareas al mismo tiempo que cantaban en armonía. Lou no se había sentido así en mucho tiempo y K.C... Pues ella estaba felíz de que su plan para que el prototipo se divirtiera haya funcionado.

Now I can see that we're falling apart
From the way that it used to be
(Yeah)
No matter the distance,
I want you to know
That deep down inside of me

You are my fire
The one desire
(You are)
(You are)
(You are)
(You are)

Don't wanna hear you say!
Ain't nothing but a heartache
Ain't nothing but a mistake
I never wanna hear you say
That I want it that way

Cause I want it that way

  Las horas pasaban y aquel par de amigos siguió cantando más y más canciones. Hasta que se dieron cuenta de que habían limpiado más de la mitad del auditorio.

-Creo que deberíamos dejar el resto para después. No queda mucho, así que vendremos en la mañana y terminaremos- dijo K.C una vez guardaron el equipo de limpieza en el almacén.

-¿Vendrás mañana a ayudarme otra vez?- preguntó algo sorprendido Lou.

-Claro. Hoy me divertí mucho limpiando y cantando contigo. Además, Lucía no vendrá hasta el domigo y no haré nada; sus otros peluches tienen sus propias cosas que hacer y una de ellos se fue con Lucy- explicó la peli-verde con una sonrisa.

  Los dos salieron del lugar y el rubio cerró con candado. Iban caminando tranquilamente al portal para que la fémina regresara a su casa, pero el chico tuvo una idea.

-Hey, K.C- llamó a su amiga y ésta le miró. -Lucía no regresará a su casa hasta el domingo, ¿cierto?- preguntó y la de ojos de botón asintió. -Bueno, me preguntaba si te gustaría quedarte en mi casa hasta que ella vuelva- dijo un poco nervioso.

-¿A qué te refieres exactamente?- preguntó la de piel azulada. Ella ya sabía lo que quería su amigo, pero quería jugar con él.

-¡Agh! Me refiero a que si quieres tener una pijamada hasta el domingo- dijo el mayor algo molesto.

Dibujo: vainilla-sparcake