◇Capítulo donde querrás tirar a Ox por un pozo◇
Ya era el tercer día desde que la peli-verde se quedaba en la casa de Lou, y también era el día de la reunión con Ox y los malandros que la habían metido a aquella máquina del demonio. Los dos móngolos se encontraban en la habitación del rubio. Éste le había dado a la peli-verde uno de sus sacos, ya que era una reunión y lo lógico era vestirse de una manera "formal".
-Vamos, K.C. Ya ponte el saco, no tenemos todo el día- decía el oji-azúl insistente.
-Pero Lou, iremos a Villa Fea. Tú mismo me has dicho que ése lugar es un desorden. ¿Por qué tengo que vestir así?- respondía la de ojos de botón quejumbrosa.
-Éso no importa. Además, pienso que te quedaría bien. No tanto como a mí, pero algo es algo- dijo el prototipo con algo de narcisismo.
-Agh, bien- dijo la muñeca de varias costuras. Tomó el saco y fue a cambiarse al baño. Unos minutos después, ya tenía la prenda puesta y salió. -¿Cómo me veo?- preguntó dudosa.
-Se te ve muy bien. La falda podría ser otra, pero es la única que tenemos- respondió Lou, refiriéndose a la falda que había traído Meghan el otro día.
-Supongo que sí. ¿Ya estamos listos?- volvió a preguntar K.C.
-Claro. Vamos abajo- respondió el rubio para luego salir ambos de la mansión.
Los dos móngolos caminaban por los límites de Imperfection, rumbo a los toboganes que los llevarían a Villa Fea.
-Parece que no podemos. Oh, bueno. Será para la próxima- dijo el oji-azúl una vez habían llegado. Se estaba dando la vuelta para irse cuando la de ojos de botón le agarró del brazo.
-Ni siquiera lo pienses- dijo volteando a ver al prototipo. -¿Qué pasa, Lou? ¿Hace un momento me estabas apresurando y ahora no quieres ir?- preguntó preocupada.
-Es sólo que...-. Suspiró. -Acabo de recordar que no me siento muy cómodo yendo a Villa Fea. No sabiendo que me podrían hacer algo- respondió mientras miraba a otro lado. La de piel azulada lo miró comprensiva.
-Hagamos esto: te prometo que me quedaré a tu lado en todo momento- sugirió. -¿Te parece bien?- le preguntó colocando su mano en su hombro.
-De acuerdo- respondió Lou más confiado. De la nada, empujó a K.C y comenzó a trepar uno de los toboganes. -¡El último en llegar le debe el almuerzo al ganador!- exclamó a la vez que corría.
-¡Oye, éso es trampa!- respondió la peli-verde y le siguió el paso a su amigo.
Al final, la de ojos de botón ganó la carrera.
-¡Jaja, me debes el almuerzo!- exclamó celebrado mientras el prototipo terminaba de subir.
-Bien, bien. Iremos a comer cuando acabe la reunión- dijo el de tez blanca para luego tomar la mano de su acompañante y caminar por el túnel.
-Vaya, éste lugar es más oscuro que el basurero por las noches- mencionó la muñeca de varias costuras en voz baja.
-¿Qué dijíste, K.C?- preguntó Lou confundido. ¿Acaso su amiga visita basureros con Lucía o qué?
-¿Eh? ¡Oh, no he dicho nada! Deberías revisar tus oídos, Lou. Creo que tienes algo de pelusa adentro- respondió rápida y nerviosamente K.C mientras caminaba hasta el final del túnel.
-¿De acuerdo?- dijo el rubio no muy convencido por la respuesta de la peli-verde. Le siguió el paso hasta que ambos habían llegado al agujero por el que Uglydog casi se queda sin dientes.
Antes de irse al Gran Mundo, Moxy, junto a sus amigos, había puesto una escalera de cuerdas para que los muñecos no se lastimaran al ir y venir de ambas ciudades.
-¡Yo voy primero!- exclamó la de ojos de botón a la vez que bajaba las sogas. Una vez estuvo en tierra, el oji-azúl le imitó. -Bueno, vayamos a la villa para pedir indicaciones y encontrar la casa de Ox- dijo la de piel azulada tomando la mano de su amigo.
-Yo con gusto puedo llevarte si deseas, muñeca- dijo una voz coqueta detrás de nuestros protagonistas. -¡Vaya, Luis! Nunca creí verte por aquí-. Se trataba de nada más ni nada menos que nuestro querido perro azúl.
-Mi nombre es Louis, perrito- respondió el prototipo algo enojado. - Y no necesitamos tu ayuda... ¡K.C!- gritó al darse cuenta de que la muñeca de varias costuras estaba cargando al peluche y le acariciaba la cabeza.
-¿Quién es un buen perrito? ¿Quién es un buen perrito?- preguntaba la fémina de forma juguetona. -¡Tú lo eres!-. Uglydog sólo se dejaba mimar.
-Podría acostumbrarme a esto- dijo el oji-negro relajado.
-Pues no lo hagas, porque nosotros tenemos una reunión importante y nos estás retrasando- mencionó Lou con fastidio.
-Lou, no seas grosero- reprendió K.C mientras dejaba al perro azúl en el suelo. -Nuestra reunión es en la casa de Ox. ¿Crees que podrías llevarnos, eh...?-. No pudo continuar, ya que no sabía el nombre del oji-negro.
-Mi nombre es Uglydog, pero puedes llamarme Can Galán- dijo poniéndose en dos patas, antes de volver a su posición inicial. -Y claro que los puedo llevar. ¡Síganme!- respondió y empezó a correr.
-¡Oye, espéranos!- gritaron al unísono los dos muñecos para empezar a perseguir al peluche.
Cinco minutos después...
-¿Por qué tuvimos que seguirlo en ves de buscar a alguien menos energético que nos ayudara?- preguntaba un exhausto rubio mientras suspiraba.
-Perdón, es que me emocioné- se disculpó la peli-verde, quien estaba tirada en el suelo por el cansancio. -Pero al menos llegamos a la casa de Ox- mencionó levantándose y yendo a tocar la puerta del hogar del mencionado.
-¡Muy buenos días, chicos!- saludó alegremente el conejo cuando abrió la puerta. -Llegan a tiempo para la reunión. Pasen- dijo haciéndose a un lado.
-Espero que esto sea rápido- susurró el oji-azúl molesto e incómodo. -No creo poder verle la cara al desgraciado pelo de zanahoria- dijo con repudio.
-Vaya, vaya. No creí que tendrías el coraje de venir aquí, Louis- dijo con dejes de superioridad cierto muñeco de ojos verdes.
-Será mejor que cierres la trompa antes de que te saque lágrimas de sapo atropellado- respondió la de ojos de botón a la vez que tomaba el chaleco del muñeco de forma amenazante.
-Mejor suéltame y vete a la cocina- dijo el peli-naranja. Síp, yo hice a éste carajito.
-¡¿Qué dijíste, imbécil?!- exclamaron los dos amigos apunto de soltarle un puñetazo a Alejandro.
-¡YA! Dejen de pelear y vamos a la sala- les regañó el conejo verdo antes de llevarse a todos lejos de la puerta.
Una vez en la sala, todos tomaron asiento.
-Bien, creo que está demás explicar el porqué los cité a ustedes 3 aquí- comenzó a decir Ox en un tono calmado. -K.C, tú fuiste la principal afectada en ésta situación. ¿Podrías relatar lo que sucedió, desde tu punto de vista?- preguntó.
-Por supuesto, Ox- respondió la de piel azulada mientras se ponía de pié. -Como ya sabes, Lou y yo nos estábamos encargando de limpiar el auditorio para la fiesta de pasado mañana. Bueno, habíamos acabado de limpiar y le dije a Lou que iría a comprar algo de comer mientras él terminaba de cerrar la puerta con candado. Me fuí y, cuando estaba por llegar al restaurante, me encontré con Alejandro. Me dijo que él y sus amigos necesitaban ayuda con algo, y yo por pendeja le creí. Uno de los chicos me sujetó por detrás y, entre todos, me metieron a la lavadora. Luego, llegaron las espías y trataron de detenerla- terminó de explicar.
-Después, vino Meghan a buscarme y me dijo lo que había sucedido. Llegué al sitio, ví lo que pasó y le dí su merecido a ésta zanahoria- concluyó el prototipo viendo fijamente al de ojos verdosos.
-De acuerdo. Alejandro, ¿hay algo que quieras decir en tu defensa?- preguntó expectante el peluche.
-Sí- respondió el mencionado poniéndose de pié con una mirada preocupada. -Q-quiero pedirte disculpas, K.C. Sé que estuvo muy mal lo que hice. Es sólo que pensé que Lou y tú se juntaban porque también eras una mala persona y querían hacernos daño- se disculpó muy apenado, dejando boquiabiertos a nuestros protagonistas.
-¿Sólo querías protegernos?- preguntó sorprendido el tuerto y el prettydoll asintió. -¡Ow, Alejandro!- exclamó enternecido.
-¡¿Qué?! Ox, no me digas que enserio le crees a éste payaso- dijo la fémina molesta.
-K.C, lo creas o no, todos merecen una segunda oportunidad- respondió el peluche tranquilo. Esto hizo enfurecer a Lou.
-¡¿Es una broma?! ¡¿Él sí merece una segunda oportunidad después de literalmente sacarle un ojo a alguien que ni siquiera conoce?!- gritó en ira, alarmando a K.C. -¿Saben qué? Yo ne largo de aquí- dijo dándose la vuelta y salió corriendo de la casa, siendo seguido por la peli-verde y, posteriormente, por su ex-mejor amigo.
-¡Lou, espera un momento!- exclamó la de ojos de botón mientras corría tras el oji-azúl.
-¡Déjame en paz, K.C!- respondió el prototipo. Cuando llegaron a la que sería la entrada hacia Imperfection, ambos se detuvieron. -Sólo déjame. ¿Ok?- pidió.
-Lou, no me pidas que me aleje- respondió algo herida la muñeca de varias costuras que tenía detrás al conejo verde.
-¡Pues aparentemente es lo que tengo que hacer, porque sólo me meto en problemas cuando estoy contigo!- gritó volteando a ver a la fémina. -Ya no quiero tenerte cerca; eres una mala influencia-. Y sin más, subió las escaleras, dejando K.C con lágrimas cayendo por debajo de su botones.
-K.C, no sabes cómo lo siento. Si hay algo que yo...-. La peli-verde le cortó.
-El mundo humano es igual a éste; en ambos ponen al más estúpido como líder- dijo fríamente sin siquiera ver a Ox y se fue igualmente, luego él hizo lo mismo, pero a su casa.
Desde un rincón donde nadie lo podía ver, cierto peli-naranja sonreía con malicia. Su plan había salido mejor de los que esperaba. Manipular al cabeza hueca del tuerto no era difícil.
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