9/octubre/ 2019

Querida Lucía:

Estoy felíz de que ya no tengas ésos problemas de autoestima. No son buenos para tu salud mental :(. Es lindo saber que has superado aquello y que puedes vivir en paz sin la necesidad de lucir "perfecta" a los ojos de los demás. Estoy orgulloso de ti :'). Por cierto, quiero contarte algo gracioso que pasó hoy.

Después de que K.C me entregara tu carta, fuimos al patio trasero a regar mis plantas. Ahí se le ocurrió una forma de "entretener" a los demás muñecos. No sé porqué se le ocurrió éso, pero sólo le seguí la corriente. Fue a buscar una guitarra al ático de mi mansión (ni yo sé porqué tenía una guitarra ahí) y me llevó a la plaza del Instituto. Me dijo que ella tocaría el instrumento mientras yo cantaría. La gente nos empezó a mirar y me puse algo nervioso, por lo que decidí hacerle caso. Nos colocamos en posición y K.C comenzó a tocar. Aclaré mi garganta para empezar a cantar.

Me sentí como si reviviera la noche de la fiesta; la alegría recorría mis venas y canté con tanta pasión que no me reconocía a mí mismo. Cuando terminamos nuestra presentación, todos aplaudieron y pidieron más canciones.

Curiosamente, el mismo muchacho que le dió las flores a K.C estaba entre el público y me fijé en que la miraba con ojos de borrego a medio morir. Creo que, efectivamente, K.C ya enamoró a alguien. Mañana trataré de que se hablen un poco para ver cómo sale esto(?.

Se despide,
Louis