XXIV. El sentido del vacío
El sentido del vacío no es nada
comparable a tus ojos
cuando se secan
o no me miran.
Cuando tus pupilas están tan bajas
que no sientes mis vértigos.
Es como una tiara rota hacia abajo,
una parte del pelo se recoge
y otra queda desordenada,
como las flores de mis libros,
como las acacias de mi pelo
nieve gris sin tí.
@Transmission_ nos ha ofrecido este hermoso poema para acompañarlo con esta carta.
He estado un tiempo sin escribir nada reseñable para estas cartas, Ian, a menudo busco citas de tus libros favoritas, frases que me hagan escribir sobre los mundos que duermen encriptados en tus canciones. Como viejos claustros dónde solo entra el viento, y el sol no se ha puesto desde hace años, es decir, no es que a menudo no escriba o no te piense a diario, es que a veces creo que soy un caos cuando escribo. Te he dicho miles de veces que no soy capaz de poner en orden mis pensamientos, y entonces no salen renglones, no salen frases, solo exclamaciones de humo y pensamientos de lo que podría ser pero nunca sale de mi mente. Tiene que contentarse con encontrar la cordura en mi ritmo cardiaco. En cuanto a ti... parecía que estuvieras hecho para eso, para ser una fuente de inspiración para los demás, y al mismo tiempo alimentarnos con los mundos que tú creabas al modo de un Verne.
Me gustaría que algo de lo que yo escribo te llegue en medio de esta pared translúcida que nos separa. A veces puedo sentir que me escuchas, que escuchas a todos los que te queremos, y tu manera de enviarnos esa señal es como el guiño de ojos de una estrella que brilla como una postal que viaja por el cielo, hasta tocar cada uno de nuestros corazones tocados por tu ausencia. A veces olvido que solo somos el punto de inflexión de las estrellas, que solo nos separan milímetros de años luz, que aunque aquí pasen años y décadas, allí la distancia dura solo un segundo, hace un minuto que todo cambió para ti, cuando aquí claramente la arena barrió más de lo que sospechas.
Por eso a veces borro y vuelvo a deshacer todo lo que comienzo, y a veces no los salvo del naufragio, como tampoco me salvo a mí. Solo me dejo sentir....Ni tampoco me preocupo por lo que podría ser de esas líneas inacabadas, dejo más bien que su viaje termine cuando yo no puedo darle más cobijo. Porque mi ansiedad y mis inseguridades me lo impiden, y sobre todo el recuerdo o el miedo de faltarte o desilusionarte a ti. Hoy he leído algunas anécdotas sobre tus entrevistas, por ejemplo, esa en la que hablaste directo al ojo del entrevistador sobre de lo que iban tus escritos. No te daba miedo decir la verdad, exponerte a la lengua bífida de la opinión pública, aunque luego se podía notar la inseguridad en tus ojos. " ¿ No es algo presuntuoso?" solías decir cuando hablabas de que escribías según el momento en el que tu mente de cristal estallara y la explosión fuera tan fuerte que tenías que recoger el cristal formando palabras, y de ahí salían tus poemas, tus letras de canciones. A cada persona su mente le cala de una manera, le permite ciertas cosas u otras. También creo que no era inusual verte en los ensayos escribiendo lo que te venía a la cabeza. Puede ser que así fuera el funcionamiento de tus cartas, de tus poemas, y todos los escritos que dejaste inacabados. Hablabas de que las canciones estaban hechas de años antes incluso del estreno del álbum. Creo que el mayor regalo que le hiciste al mundo es ese, Ian. Dejar sonar lo que escribías en silencio. Te imagino pronunciando esas palabras al viento. " Vamos a hacer que esto suene bien fuerte. Y así ayudar a alguien."
La entrevista sobre arty bollocks...
Llamaste a tu perrita Candy por una canción de The Velvet Underground, Candy says.
El primer concierto en Londres después de Navidad, un 27 de diciembre frío de 1978, en el trayecto solo se escuchaba silencio, a Bernard quejarse por el inminente frío que había cogido y tú agobiado, decepcionado y de mal humor porque sentíais que no habíais gustado al público. Te imagino con tus ojos azules nublados por el frío y buscando encontrar contención en tu propia ropa a falta de un abrazo en un abrigo que estaba frío por el temporal que llevabais encima.
La carretera monocroma como los ojos acostumbrados a tanta luz se vuelven grises y las pupilas dilatadas de los gatos, todo ello provocaba una atmósfera barroquizante, melancólica, oscura y desangelada, como las carreteras por las noches.
No hay nadie y da la sensación de que todo está abandonado.
A veces, incluso las sombras tienen miedo de la soledad.
Es extraño, siempre al acecho y sin embargo son las primeras que tienen miedo.
Los corchetes se abren cuando te escribo, Ian. Parece que no encuentro puntos suspensivos para acabar lo cual es un alivio porque nunca me he sentido tan a gusto, tan en calma escribiendo a algo o a alguien.
Creo que es el efecto mesmerizante que tenías en mí y sigues teniendo en todos.
Esa luz que intrigaba y no dejaba a nadie indiferente.
Llevo escuchando a Joy Division sin un soplo de detenimiento en mi cabeza, ni tampoco en el radiocasete, como la música de una radio en las afueras que te sabe a la última calada, mientras piensas en las luces de algunas casas que de repente se apagan. Ellas ya dejan de existir para el telón del día y nosotros nos envolvemos bajo el polvo de lluvia que sigue por la carretera.
Y no quiero que pare, quiero sentir y escuchar el aroma de Macclesfield, sentirme parte del 78 y el 79 otra vez.
Irremediablemente tuya, Annik Honoré.
Multimedia:
Ian Curtis, Joy Division Daily.
Captions: IXCXEL
Este es el material de inspiración que he obtenido hoy, aparte del libro de Torn Apart: The life of Ian Curtis, de Mick Middles y Lindsay Reade.
Nota:
¿Os están gustando las últimas cartas?
He borrado las dos últimas que escribí porque no me convencían. Puede que luego me arrepienta pero bueno, así soy yo.
Un abrazo a todos, y gracias por todo el apoyo.
Por cierto, esta escena en el estudio de grabación cuando, Ian les está mostrando, "She's lost Control," Bernard y Hook me encantan en esta escena, tenía que decirlo, sorry. O sea, es que son monísimos.
Soy un poco fan girl con Bernard y Hook, creo que se me nota.
Por cierto, febrero ha sido un mes de cumpleaños para el fandom de Joy Division, Hooky cumplió años el 13 de febrero y our factory and Joy Division dad, the greatest man from all of the times, our dear Tony Wilson, hubiera cumplido años ayer domingo 20 de febrero. Así que dedico este capítulo a su memoria.
Aunque también va para Gillian Gilbert y Bernard Sumner /Albretch / Dickin que cumplieron el 27 y 4 de enero respectivamente
Os quiero mucho.
Nos leemos,
Annik.
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