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XII (I) Regression.

18th may 2001.                                           Maincy, France, Gardens of Vaux, le Vicomte Castle.


Querido Ian:


Aquella noche después del último concierto en Berlín, notaba algo diferente en ti, estabas tan destruido por dentro, y me imaginé que algo tenía que ver con la última conversación con Debbie, creo que te dolía ocultarle lo que sentías, pero al mismo tiempo querías soltar todo lo que te amarraba a ella, porque ella era justo la que te encadenaba al pasado, y el pasado era lo que te aterraba. Yo aquella noche volvía a Bélgica, justo cuando cogíais el tren al aeropuerto rumbo a Liverpool para dar el último concierto antes de volver a Manchester. Sé que llevabas días sin dormir porque tus ojos de azul hielo, por las mañanas cogían el color del café, con tus pupilas tan negras, que yo no sabía qué hacer, salvo poner mi rostro sobre tu hombro y entrelazar mis dedos con los tuyos mientras sostenías mi mano, porque siempre, incluso en tus peores momentos, tenías un brote de cariño para mí, un ramo de momentos felices, y creo que eso es lo que me enamoró de ti.


Me dolía separarme de ti así, pero sabía que era lo mejor, aun así, tú ya no tenías la misma mirada, parecía que te había comido el rostro el hielo, que había invierno en tus ojos azules, y eso también me dolía, había un espejo resquebrajándose en mi alma, pero sabía que aquel día, yo tenía que volver a Bruselas, y tú a Inglaterra con Debbie y Natalie, aunque sé de sobra que el último encuentro con ellas, te partió en dos,


eras demasiado sincero contigo mío, Ian, cariño, y nadie sabía mirar dentro de ti para saber qué algo no funcionaba, que las pastillas no hacían efecto, que no eras feliz.


-Lo solucionaré con Debbie, Annik, te lo prometo – la lluvia caía desde las goteras del edificio y mojaba nuestros rostros, haciendo que pareciéramos pequeñas acuarelas derritiéndose en el asfalto.


-Eso dices siempre – tú apretaste mis manos con fuerza, e hiciste tu mayor esfuerzo por sonreír.


-Es a ella a la que estoy engañando, Annik, nosotros somos el fin de mi matrimonio – aunque ambos sabíamos que estaba ya roto hacía muchísimo tiempo, Debbie lo sabía, ya, las conversaciones por teléfono, no eran las mismas, la voz de Ian sonaba seca, y destruida, y la de Debbie rota y diferente.


Hook me llevaría al aeropuerto para que Ian no se viera en una situación incómoda por tener que cargar con mis lágrimas en sus maletas, y cargar con mi corazón destrozado, y con un invierno de más en sus ojos, a pesar de que ya estábamos incumpliendo demasiado.


Dejé un beso casto en la mejilla de Ian, y me metí en el coche, dónde era más fácil mostrar mis sentimientos al gris de la oscuridad. Llamé a mi amiga Isabelle, y le conté todo, y ella me prometió que estaría en la misma salida del aeropuerto de Bruselas para abrazarme, y llorar mi pena conmigo.


Dos semanas después, me llegó una carta, Ian.


Querida Annik:


Te escribo esto desde el alboroto ligero del aeropuerto de Zurich, estamos esperando a que Hook se reúna con nosotros, debo darle las gracias como es debido, por haber hecho el papel que yo debí haber hecho, llevarte yo mismo al aeropuerto, y darte el beso que te merecías. Todas las palabras que le digo a Debbie y que te digo a ti me contrarían. Te quiero a ti, pero no puedo deshacerme del vínculo que tengo con ella, ha sido mi esposa, para todo, para lo bueno y para lo malo. Dice que es la única que me quiere y aún recuerdo como me gritaba en llanto pidiéndome explicaciones que yo no podía darle, porque es que no tenemos ninguna explicación, Annik, nos encontramos sin pretenderlo, me cautivaste, y yo te atrapé, tú viniste justo cuando te necesitaba, y yo te estaba esperando sin saberlo, porque estaba falto de ti.


Temo destruirte, eres todo lo que me importa, Annik,


odio fastidiar las cosas que quiero,


odio tener que dejarte en plena lluvia, cuando sabes cuanto te necesito,


cuanto te echo en falta,


eres la mejor metáfora para apagar el invierno,


y encender mi fuego,


suéltate de mí, antes de que acabe con los dos,


te quiero, Annik,


Ian.

















Bueno, pues he decidido dividir esta carta en dos partes, porque si no se me quedaba muy larga, y creo que en la siguiente parte, puedo madurar lo que he escrito un poco más, mañana, que seguro que tendré más tiempo e inspiración, sin más os quiero mucho.


For  @Dreamy_IanCurtis  you know you have my heart. 



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