XXV
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Estaba tan feliz y quería contarle ya a Sakura lo que había pasado, pero al llegar a la casa quede sorprendido y asustado. Las ventanas estaban rotas.
—Esto no me está gustando —dije. Ambos entramos a la casa, todos los muebles y las cosas estaban tirados y no había rastros de Sakura. Ingresé a la cocina y lo primero que vi fue una nota. La agarré y un escalofrío me llegó al cuerpo, parecía que estaba escrita con sangre.
—¡Sasuke! —grite y el vino corriendo.
—¿Qué pasa?
—Ven mira —dije mostrándole la nota.
"Si quieres que tus amigos vuelvan, ven a buscarlos. No te molestes en llamar a la policía o ya nunca los verás"
—Sai
—Oh dios, no puedo creer que Sai haya hecho todo esto
—¿Crees que deberíamos llamar a la policía? —dije.
—No, la nota dice que no lo hagamos o los matará, ¿y qué opinas que signifique la casa? —se quedó un momento en silencio— ya lo sé, pienso que es la casa embrujada en donde están las sombras.
—¿Las sombras?
—Si las sombras siempre están allí, rondando por la casa.
—Oh mi dios —dije asustado.
—Tenemos que ir allí —dijo saliendo de la cocina. No quería ir, pero debemos ir si queremos hallar a nuestros amigos. Salimos de la casa y fuimos a la casa embrujada o más bien a la casa de la esquina. Sasuke abrió la puerta principal e ingresamos, yo iba detrás de él. Apenas entramos la puerta se cerró de golpe como si fuera que alguien estaba allí esperándonos.
—¿Las sombras serán? —susurré. Fuimos a la sala de la casa, estaba todo en mal estado. Había una tele que estaba encendida frente a la ventana, no mostraba nada solo gris, pero de repente apareció en la pantalla una cara aterradora. Sasuke y yo gritamos y salimos corriendo de ahí para ir a la cocina. Llegamos ahí y mi corazón parecía que se iba a salir de mi pecho. Levante la vista y lance un grito. Los muebles y estantes movían sus puertas rápidamente y los cuchillos estaban en el aire viniendo directamente hacia nosotros. Sasuke me agarro de la mano y comenzamos a correr. Llegamos al baño y nos encerramos ahí. Lágrimas corrían por mis mejillas, Sasuke me abrazo.
—Naruto, todo va a estar bien, no dejaré que nada malo te pase —me dijo y sentí un poco mejor. Me sequé mis mejillas, al pensar que nada peor pudiera pasar, miré el espejo y quedé peor que antes. Ahí se podía ver a Sasuke y a mí, pero en medio nuestro estaba un fantasma aterrador que nos sonreía, sus dientes eran puntiagudos y corrían sangre de ellos; su cabello era negro y largo, sus ojos estaban negros y su piel era pálida. Gritamos tan fuerte que Sasuke rápidamente abrió la puerta y salimos corriendo, subiendo las escaleras hasta llegar al pasillo. Al estar ahí quede paralizado y mire a Sasuke.
—¿Oyes lo mismo que yo? —pregunte y él asintió. Escuchábamos una canción de cuna, y atrás de un estante estaba una niña con una sonrisa aterradora que nos miraba, luego salió de su escondite y empezó a correr hacia nosotros. Empezamos a correr de nuevo, nos escondimos en una habitación. Sasuke cerró la puerta y luego nos sentamos en la cama.
—Este lugar es aterrador, y no hay rastro de Sakura, Gaara o Hinata
—Me preocupa más donde se encuentra Sai o de lo que sea capaz de hacer
—¿Crees que él sea el que esté detrás de esto? De los cuchillos voladores y la niña del pasillo, no son realmente fantasmas, ¿verdad? —Sasuke iba a responder, pero soltó un grito y salto de la cama, me agarro y me alejo de ella también.
—¡Algo me agarro la pierna!
—¿Estás seguro? Puede ser solo tu imaginación
—No, esto es, real—íbamos a salir de la habitación, pero algo nos agarró de la pierna y gritamos. Luego vimos que Sakura salió de debajo de la cama.
—Sakura eres tú —dijo Sasuke—¿estás bien?
—Sí, logré escapar y me escondí aquí —dijo ella mientras temblaba— lo siento por el susto Sasuke, es que estaba tan feliz de ver a alguien conocido, Sai tiene a Gaara y a Hinata en una jaula, tenemos que salvarlos
—Oh Sasuke, estoy muerto de miedo —dije mientras intentaba regular mi respiración, él se acercó a mí y me abrazo.
—Todo estará bien, saldremos de esta —mientras Sasuke me consolaba, vi una expresión extraña en el rostro de Sakura. Qué raro.
—¿Crees que haya un sótano? —dijo Sasuke a Sakura cuando nos separamos.
—Sí, vengan les guiaré —salimos de esa habitación y la seguimos. Fuimos a la cocina y en una esquina había escaleras y nos bajamos allí. Al llegar al final vimos una puerta, Sasuke se acercó a ella y la abrió, se podía ver una jaula, Sasuke busco un interruptor y prendió la luz. Apenas se iluminó todo el lugar pudimos ver a Gaara y a Hinata.
—Naruto —dijo Hinata y se acercó a las rejas. Sasuke y yo nos acercamos a ellos.
—Me alegro tanto de que estén bien —dije aliviado. De repente vi a Sai ahí adentro y me sorprendí.
—¿Sai que haces ahí? Tú eres el secuestrador.
—No soy yo idiota, es ella —dijo apuntando a Sakura. Me di la vuelta y vi el rostro de Sakura, estaba cubierto de sombras. Oh no. No pensé que fuera ella. Nunca conocí a la verdadera Sakura. Sakura se abalanzó hacia Sasuke y le dio muchos golpes con mucha fuerza, luego lo metió en la jaula con los otros, quede aterrado.
—Sakura... ¿Por qué hiciste esto?
—Lo hice por ti, Gaara y Hinata te hicieron sentir mal por eso los traje.
—¿Sai y Sasuke? ¿Por qué los encerraste?
—A Sai porque te lastimo y Sasuke pues... Era una distracción para ti, de saber lo buena amiga que soy, haría lo que fuera por ti Naruto. Te amo
—No me amas, si me amaras no encerrarías a mis amigos, libéralos —Sakura miro hacia abajo.
—No puedo —Sakura no era así, debo hacer algo para liberarlos. Golpee a Sakura y la tire al suelo, mientras ella intentaba levantarse, yo fui corriendo a abrir la jaula y todos salieron. Hicimos un círculo alrededor de ella. Todos juntos nos acercamos a ella, la inmovilizamos y la metimos a la jaula.
—Sakura nunca creí que harías algo así, creo que ya no podremos ser amigos —le dije y ella empezó a llorar. Me sentí un poco mal, pero luego recordé por lo que ella nos hizo pasar. Sasuke llamo a la policía y a los pocos minutos ya estaban en la casa, arrestaron a Sakura y luego todos salimos, antes de que metieran a Sakura en el auto, Sasuke le habló;
—¿Sakura como hiciste que aparecieran cuchillos voladores, la niña y el fantasma? —ella le miro confundida.
—Yo no hice nada de eso —dijo para luego subir al auto. Cuando la vimos partir todos nos quedamos en shock, entonces todo lo que pasó ahí adentro fue real...
—¿La casa? —habló Sasuke y todos le miramos.
—La casa es una casa muy extraña —dije. Miramos a la ventana de la casa y ahí parecía que había alguien, alguien negro, como una sombra que nos estaba saludando, a todos nos dio un escalofrío. Pasaron los días y los policías dijeron que nadie vivía allí y que tal vez solo tuvimos alucinaciones por el susto, pero yo no estoy de acuerdo, esa casa si está embrujada, y las sombras de la casa de la esquina si son reales.
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