Las Sombras en la Casa de la Esquina (XXII)
Cielo
Hernandarias, Paraguay
15 años
Sasuke caminaba hacia la puerta principal, Sakura y yo los seguíamos por detrás lentamente. Llegó junto a la puerta y la intento abrir, pero al parecer estaba cerrada. Sasuke volteó a mirarnos.
—Seguro hay otra entrada hacia la parte de atrás —dijo. De repente, Sakura empezó a gritar muy asustada, más bien parecía aterrada. Los dos miramos a Sakura y su rostro estaba pálido como una sábana blanca, y se tapó la boca con una mano mientras con la otra apuntaba al suelo. Le miré confundido por su reacción y luego dirigí mi mirada hacia donde apuntaba, cuando vi lo que ella había visto también empecé a gritar. Ahí debajo de la puerta se podían ver como un líquido rojo muy parecido a la sangre se deslizaba por la rendija de la puerta. ¿Qué había pasado adentro de esa casa? Fue mi pregunta. Miré a Sasuke y estaba casi peor que nosotros. Su rostro estaba más blanco de lo normal y se podía ver el miedo en sus ojos.
—Demonios, ¿qué paso ahí? —dijo mirando a la puerta— vámonos, no nos quedemos más tiempo en este lugar —dijo y se podía notar que tenía miedo, todos lo teníamos, no era el único.
Dos meses antes
Cuando bajé del tren, miré a mi alrededor admirando la vista, los sonidos y los olores familiares de mi ciudad natal me golpearon como un balde de agua fría. Siendo sincero extrañaba mucho este sitio, había pasado los últimos cinco años trabajando en Alemania, de ese sitio traje muchos recuerdos y muchas experiencias nuevas que nunca olvidaré, pero ya era hora de volver a casa. Salí de la estación de tren y busqué con la mirada a mi papá, pero no lo veía en ninguna parte. «No me digas que se ha olvidado de venir a recogerme» pensé con un tic en el ojo. Pero segundos después escuché su voz gritando mi nombre, miré a mi alrededor y vi a papá saludando como loco al otro lado de la estación. Mamá estaba con él sonriéndome y sujetaban un cartel que decía "Bienvenido a casa" con letras grandes. Lágrimas aparecieron en mis ojos, los extrañaba mucho, hace años que no nos veíamos. Sin importarme mi maleta corrí hacia ellos y les di un fuerte abrazo.
—Los extrañé mucho —dije sin apartarme y ellos me devolvieron el abrazo. Cuando nos separamos papá se fue a traer mi equipaje y me quedé con mamá.
—Vamos a casa —me sonrió acariciando mi cabello— vas a ir a descansar y luego nos cuentas todo sobre tu viaje, ¿de acuerdo? —asentí en respuesta. Cuando papá regresó nos fuimos hacia el auto y nos dirigimos a casa. En el camino mamá y papá me hablaban de las cosas que pasaron cuando yo no estaba y yo también les conté de algunas de mis experiencias. Llegamos a la casa y papá bajo mi maleta mientras iba a la puerta principal con mamá, entramos y ella me dijo que vaya a descansar, asentí y fui a mi habitación.
—Está todo igual —dije sonriendo mientras miraba mi cuarto, nada había cambiado, solo que estaba limpio, seguro, mamá lo había estado limpiando en mi ausencia. Me acerqué a mi escritorio y miré las cosas que estaban encima, hace tiempo que no las usaba. Recorrí toda mi habitación como si fuera que nunca hubiera estado ahí y luego fui a mi cama a acostarme. El sueño me estaba ganando. «Ya nos veremos» pensé antes de caer en el mundo de los sueños.
[.....................................]
Pasaron creo que como tres horas en las que pasé durmiendo y luego me desperté. Me froté los ojos y me levanté de la cama yendo al baño a lavarme el rostro, luego salí de mi pieza y fui a la sala de estar, ahí estaban mamá junto a papá viendo las noticias, que al notar mi presencia apagaron el televisor y me prestaron atención. A paso lento fui hacia ellos y me senté en el sofá individual. Empezamos a conversar y en una de esas les conté como era mi vida en Alemania, que visité muchos lugares como las playas que eran hermosas, no solo la vista sino también el mar, el agua era cristalina y pude nadar, me divertí muchísimo. La comida también era increíble, probé muchos platos nuevos que no sabía que existían, asimismo les conté sobre mi trabajo y de lo que hacía, y todas las experiencias que experimenté estando en ese país.
—Eso suena increíble —dijo papá cuando termine mi relato.
—Tuviste muchas experiencias estupendas, me sorprende que ya quisieras regresar a casa —me dijo mamá sonriendo.
—Si tuve muchas experiencias estando allá, pero ya los extrañaba y quería volver —sonreí. Aunque había otra razón por la cual quise regresar a mi ciudad natal. Desde que tengo memoria he estado enamorado en secreto, cuando estaba en mi viaje siempre pensaba en él y como sería nuestra vida juntos si es que por fin le confieso mis sentimientos. Pero... Me asusta cuán profundos son mis sentimientos hacia él. Sé que están ahí, pero aún no estoy preparado para hacerles frente. Después de conversar con mis padres, fui hacia mi maleta y la llevé a mi habitación, después de desempacar todas mis cosas, agarre mi celular mientras iba a mi cama y me sentaba; marque el número de Hinata y la llame, ella es mi amiga más cercana. Cuando contesto dije.
—Ya estoy de vuelta —dije sonriendo.
—Naruto estoy tan feliz —escuche que dijo— me alegro de que hayas regresado, te extrañe mucho.
—Yo también te extrañe Hina.
—¿Cuándo nos podemos ver?
—¿Qué tal mañana? Así también puedes invitar a Sakura y Gaara, también quiero verlos, tengo muchas cosas que contarles —dije.
—Claro, entonces nos veremos mañana, les diré que volviste, seguro que se alegran también.
—Está bien, vamos a vernos mañana por la mañana en la cafetería "Coffee House"
—Claro, me parece genial, bueno te dejo, seguro tienes cosas que hacer ahora que volviste, adiós nos vemos mañana
—Nos vemos —me despedí y luego colgué.
[.....................................]
Llegué a la cafetería y vi que todavía no habían llegado, me acerqué a una camarera y pedí una mesa para cuatro personas. Luego me senté allí esperando a que ellos llegaran, pasaron unos dos minutos cuando los vi ingresar por la puerta; una sonrisa se formó en mi rostro al verlos, pero se borró al ver que Hinata y Gaara estaban tomados de la mano. ¿Acaso eran algo? No pude pensar mucho, ya que Hinata corrió hacia mí y me dio un gran abrazo que correspondí, nos separamos y miré a Gaara.
—Hola Naruto —me sonrió— me alegra volver a verte, te ves superbién —me dice y me sonrojé un poco.
—Tienes razón, cariño, Naruto se ve increíble —Hinata dijo sonriendo. Hinata le llamó ¿cariño? Me quedé sorprendido por un largo tiempo y ellos se dieron cuenta.
—Ah, cierto, Naruto me olvidé de contarte algo —Hinata se sonrojó— Gaara y yo estamos saliendo, ya llevamos casi un año juntos —sonrió. ¿Casi un año? Y no me habían dicho nada...
—Eh, qué genial, estoy muy feliz por ustedes —dije lo mejor que pude. Sentía como si me hubieran apuñalado el corazón. Ya es demasiado tarde, nunca tendré una oportunidad con él. Mi mejor amiga estaba con el chico que me gustaba, ¿cómo sucedió esto? No tengo la menor idea. Vi que Sakura se acercó a mí, ya casi me había olvidado de que ella también había llegado.
—Te extrañé mucho Naru —dijo y me rodeó con sus brazos.
—También te he echado de menos Sakura —sonreí. No tengo que dejar que eso arruine mi día. Todos nos sentamos e hicimos nuestros pedidos, nos lo trajeron y nos pusimos al día de todo. Pasamos toda la mañana y parte de la tarde juntos. Me divertí mucho volver a pasar tiempo con ellos. Lo único que me ponía mal era ver a Gaara y Hinata juntos, eso me destrozaba el corazón, pero intenté ocultarlo. Cuando era hora de irnos, nos despedimos y volví a casa, abrí la puerta y mamá habló:
—¿Cómo te fue? —me preguntó desde la cocina, yo cerré la puerta.
—Muy bien mamá, me alegré de volver a verlos —dije— voy a mi cuarto, estoy cansado
—Está bien cariño, te llamo para cuando esté lista la cena —no respondí y subí las escaleras, llegué a mi habitación y abrí la puerta, cuando la cerré me puse detrás de ella. Lágrimas ya corrían por mis mejillas.
—E-Entre todas l-las personas que p-pudo haber e-escogido —decía mientras intentaba secar mis lágrimas—elegiste a H-Hinata, ¿p-por qué? —cuestionaba. Fui hacia la cama, me acosté y sollocé en mi almohada. ¿Por qué pasó esto? Lloraba con el corazón roto. Pasé los siguientes minutos llorando, pero después me tranquilicé y me fui al baño a lavarme la cara.
—No llores por eso —le dije a mi reflejo, tenía los ojos rojos e hinchados por el llanto— si no está contigo, es porque no es el indicado —intenté darme ánimos. Pero igual seguía doliendo.
—¡Naruto, ya está la cena! — escuché el grito de mamá. Agarré una toalla y sequé mi cara mientras salía del baño.
—¡Enseguida voy! —grité de vuelta, dejé la toalla en mi cama y fui a mi tocador—se nota mucho que estuve llorando —dije mirándome. Agarré el polvo y lo puse un poco por mi rostro, intentando disimular.
—No se nota tanto ahora —dije y puse el polvo en su lugar, me levanté de la silla y salí de la habitación para ir abajo.
Después de cenar ayudé a mamá a recoger los cubiertos, después de dejar limpia la mesa fui a mi habitación. Me acosté en la cama y las imágenes de Gaara y Hinata vinieron a mi mente.
—Justo ahora —dije y me tapé los ojos con mi brazo. Por qué se me ocurrió recordar eso. Justo que ya estaba un poco mejor, a mi mente se le ocurre hacerme acordar de que ellos están juntos... Respiré profundo y mis ojos empezaron a aguarse. Me duele el pecho en solo pensarlo. Sentí que las lágrimas corrían por mis mejillas de nuevo— m-me duele —susurré y me senté en la cama e intenté secar mis mejillas con mis manos, pero era inútil. Cada tanto intentaba tranquilizarme respirando hondo. Paso unos minutos y escuché que mi celular vibró, lo agarré y vi que era un mensaje de Sakura.
Sakura; Naru, ¿quieres ir conmigo a una galería de arte mañana? Sé que te gustan las pinturas y quiero ir a verlas contigo, ahora que ya volviste ¿qué dices?
Leí el mensaje y sonreí. Creo que salir con Sakura me hará olvidar por un momento a Gaara.
Naruto; Claro Sakura me encantaría ir contigo a esa galería
Sakura; ¡Genial! Es mañana para la tarde. No lo olvides, pasaré a buscarte y nos vamos juntos, ¿está bien?
Naruto; Claro, te esperaré, estoy ansioso por ir
Después de enviar el último mensaje, dejé el celular en la mesita de luz y me levanté de la cama, fui al baño a lavarme la cara, todavía tenía el rastro de las lágrimas. Volví a la cama y me acosté, ya tengo algo de sueño. Y de a poco mis ojos se iban cerrando.
—Mamá, Sakura llegó, me voy —dije dándole un beso en la mejilla.
—Está bien, pero no llegues tarde, ¿está bien?
—Te lo prometo, no llegaré tarde, vendré antes de la cena, adiós —me despedí y fui hacia la puerta principal. Ahí afuera ya me estaba esperando Sakura sonriendo.
—Hola Sakura —la saludé y le di un abrazo.
—Hola —me devolvió el saludo y luego nos separamos—¿vamos? —preguntó.
—Claro, ya estoy ansioso por ver esa galería, hace tiempo que no voy a una —sonreí.
—Entonces que esperamos, vamos —rio y empezamos a caminar. Mientras íbamos caminando hacia nuestro destino, empezamos a hablar de las cosas que nos pasaron cuando no nos habíamos visto, era agradable estar con Sakura.
—Aquí es —dijo deteniéndose.
—Es muy bonito —dije mirando el lugar.
—Tienes razón, mejor entremos, te aseguro que es más lindo por dentro —sonrió e ingresamos. Caminábamos por los pasillos, en cada uno de ellos había varias pinturas muy hermosas, también había esculturas.
—Naruto mira —me llamó Sakura y fui junto a ella. Estaba mirando un cuadro, levanté la mirada para mirarlo también.
—Es impresionante —dije asombrado. Ahí estaba una hermosa pintura, era un dragón de color blanco y verde agua, estaba mirando hacia abajo, se podía ver como si unos bigotes salían de sus mejillas, eran largos, también tenía como unos cuernos en su cabeza, el paisaje era una combinación de colores, el color blanco y morado se mezclaban entre sí.
—Si no me equivoco es Haku —dice Sakura.
—No te entiendo, ¿quién es? —Pregunté confundido sin mirarle.
—Haku era el espíritu del río que corre cerca de la casa donde solía vivir Chihiro —dijo ella— es de una película —dice ahora mirándome.
—Ah, ahora lo entiendo —dije.
—Tienes que verla, es muy buena —sonríe.
—Lo tendré en cuenta, vamos a ver las otras pinturas que de seguro aún hay muchas más.
—Sí, vamos —dice y empezamos a caminar alejándonos de la pintura que antes veíamos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro