Nubes entre Cables:
Cuando pensé que los cables ahorcaban a las nubes por ser tan grises y sin color,
Y supe que no era así,
Fue entonces que el éter deletreaba entre sus átomos la envidia,
Por una estar tan arriba
Y otro a la mitad.
Mientras que las ventanas observaban como espectadores sedientos de sangre,
Como romanos que aún no olvidan sus tiempos de guerra,
A lo que el viento como siempre intervenía, como errante justiciero,
Y separaba los cables y las nubes,
Para una volver al cielo que pertenece
Y otro a la mitad,
Y así seguir con su guerrera sin sentido,
Personal para los cables,
Ajenas para las nubes.
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