A...;
Ni porque mi ausencia, insignificante para ti, no te haga falta y otros ojos se deleiten con tu imagen,
Y llenen de elogios tus oídos, podrán compararse con las palabras que yo te escribía o con los poemas, e himnos enormes llenos de curiosidad y anhelo, que te susurraba al oído...
¡Desengáñate, pues esos no volverán!
Y aunque sustituyas mis caricias por la de otro,
Y este complazca y satisfaga tus necesidades,
Con caricias y besos,
No me olvidarás.
Jamás lo harás.
¡No podrás engañar a tu propio corazón, pues, a excepción de ti, el entiende que nadie como yo te amará!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro