Capítulo 6 - Esta es la vida, cruel y dolorosa
Capítulo VI
Franck
Ver dormida a Beatriz me hacía pensar sobre lo que estaba bien o mal, realmente se merecía esto? En realidad no, si alguien merecía esto, era yo.
Bea se levantó minutos antes de salir, le dije que iba a una cita medica, pero la realidad no era esa, el día que Beatriz salió a conocer a una tal Sara, un hombre llego a tocar la puerta, era de aspecto serio y firme en lo que hacía, él me avisó que tenía que ir a las espaldas del hospital Hight Benner, era obvio que no me negaría, estoy bajo supervisión, y no pienso dar marcha atrás.
Al llegar al lugar indicado noté la presencia de mis padres, y las personas responsables de las amenazas, aquellas que nos obligaban a cometer tales actos, cuando mi madre divisó mi presencia se acerco.
—No digas nada a menos que te lo indiquen— fue el susurro que dio mi madre a mi oído antes de llevarme con ella hacia donde estaban las personas agrupadas.
—Por fin llegó Franck Arno Ayers Baudelaire de 19 años, hijo de Adolf Charlie Ayers Smith de 46 años y Chloe Ada Baudelaire Morrison de 43 años, una linda familia que proviene de Baltimore— los datos que tenía aquel viejo señor de aspecto desgastado eran los correctos, no tenía duda alguna que nos investigaron, pero que querían de nosotros, porque querían hacerle daño a Beatriz, es decir, llenarla de ilusiones, para luego desaparecer y que ella crea que morí? No tenía sentido alguno.
—Soy Alexandre Bernard, posiblemente ya oyeron de mi, no es por hacerme fama pero salí en los periódicos en primera plana— en realidad si sabía quien era, un mafioso y sicario francés, pero que era lo que quería? Era obvio que esa pregunta no me iba a dejar nunca —Durant!! El reporte— agregó el desgastado hombre mientras chasqueaba los dedos.
—Domingo 28 de octubre de 1990, misión asignada al ex sicario alemán Adolf Ayers y su familia, con el objetivo de eliminar a Beatriz Taylor de 19 años, con única razón de venganza— me quedé en completo shock, mi padre era un que? Además venganza de que? Mil preguntas se crearon en mi cabeza, estaba más confundido que antes.
—Muy bien Durant, puedes ser tan amable de explicar el motivo se venganza?— soltó un carcajada como si estuviera leyendo mi mente.
—El jefe Bernard quiere cobrar venganza contra el padre de Beatriz Taylor y ex comandante policial, por arruinar sus planes pasados, quitándole los más preciado, su hija— era imposible que este sucediendo esto, no iba a participar en esta atrocidad, simplemente no.
—No voy a participar en esto!!! Es una tontería!!!— exclamé pensando que era lo mejor, sin embargo, fue el peor error de mi vida, el viejo sujetó su arma apuntando a mi padre, su mano no temblaba y con frialdad y sin piedad alguna disparó directo a su cabeza, mi madre grito desesperada, alguien había llamado a la policía, las sirenas se oían cada ves más cerca, Bernard nos dio una advertencia antes de marcharse, tenía en claro que teníamos que seguir el plan al pie de la letra, sin objeciones, iba a ser duro para mi hacer lo siguiente, dejar el cadáver de mi padre tendido a espaldas del hospital, llevar a mi madre a fuerzas, nunca olvidaría este día.
No dejaría a mi madre sola, tenía que llevarla conmigo, pero tenía que inventar un historia para que Beatriz no lo tome a mal, pues el supuesto plan era escapar ambos, ser "libres" pero las cosas cambiarían.
Al llegar al apartamento con mi madre, aun no había llegado Bea, es decir, tenía tiempo para crear una historia.
...
Hoy tenía más cosas por hacer, cosas las cuales no quería, Bea se había tomado bien el hecho que mi madre se quedaría con nosotros, por cierto, Bea se había ido a un juicio con Sara, estaba programado para el 1 de noviembre pero decidieron aplazarlo hasta el día de hoy 10 de noviembre, no quería involucrarme en esos temas, almenos Bea ya había hecho una amiga, es bueno... no?.
—En 4 días es tu cumpleaños hijo, tienes algo planeado?— mi madre se acerco a mi, aún sin poder superar lo pasado, tendría 20 años, Bea cumpliría 18 en mayo, vaya que el tiempo pasa rápido.
—No creo mamá, no tengo ganas, además no va a ser lo mismo— justo en el momento en que dije eso, Beatriz cruzó por la puerta con una cara devastada.
—Que paso??— me acerque para abrazarla.
—El hermano de Sara murió...— no pudo culminar su frase ya que empezó a llorar.
Mi madre no pudo evitar cubrirse la boca y derramar lagrimas.
Beatriz
—Sara... estas bien?— mientras la abrazaba.
—No puedo olvidar sus ligeras risas, su dulce mirada y su tierna voz, no te quiero molestar Bea, deberías de estar con Franck, hoy es su cumpleaños no?— los ojos de Sara se humedecieron.
—No pienso dejarte sola, eres mi amiga— la sujeté de los hombros y la abrace.
Como dijo Sara, hoy era el cumpleaños de Franck, él en estos momentos estaba en el apartamento con su mamá, me explico que su padre había fallecido en un accidente de transito, por esa razón no veía ningún problema en que ella se quede con nosotros.
Luego de unas horas Sara menciono que me acompañaría al apartamento para saludar a Franck por su cumpleaños, yo asentí, tenía algo maravilloso planeado para él, un día inolvidable antes que el cáncer se agrave más.
Ambas llegamos a nuestra casa y Sara le dio un calido abrazo de felicitación, caso opuesto fue el de Franck, el le dio un abrazo, pero expresando sus pesames.
...
En una semana era mi cumpleaños, el 27 de mayo cumpliría 18, tendría la mayoría de edad, es algo fabuloso, sin embargo no me agradaba mucho la idea del paso del tiempo, ya que un día más era un día menos para Franck, estaba segura que aquel día se acercaba.
No tenía nada planeado para el día de mi cumpleaños, mis padres siempre solían llevarme de paseo en furgoneta, este sería el primer cumpleaños sin ellos, nunca había celebrado esto sola, es decir, preocuparme por esto.
No esperaba que Franck haga algo, el debía de descansar y no hacer esfuerzos, el único regalo para mi era que el se quede a mi lado, pero sabia que no sería por siempre.
—Bea!!— la voz de Franck interrumpió mis pensamientos, estábamos nosotros solos, su mamá se había ido de viaje, a pasar un tiempo con sus hermanas, eran 4, eran una familia grande, tenían una casa en las afueras de Guanajuato, México.
No pude evitar notar que su sedoso pelo rojizo estaba revuelto, sus ojos tenían un brillo especial, es demás decir que fue uno de los mejores días de mi vida.
...
Como le digo a Franck? Es demasiado pronto, tengo 18 años, no podía estar pasando esto!! Tenía que encontrar el momento preciso, tengo 2 meses de embarazo, como voy a hacer para criar a un bebe si no me puedo criar sola.
Pasaron muchas horas desde que me dio una crisis respecto a lo anterior, de un momento a otro Franck entro al apartamento.
—Acompáñame, tengo algo especial que mostrarte— Franck sujeto de mi mano y salimos del edificio juntos.
—A donde vamos?— cuestioné mientras lo miraba.
El soltó una pequeña risa y nos montamos a un taxi, este nos llevo a un monte, para ser sincera era un lugar hermoso, se veían todo los edificios, en realidad parecía un escenario descrito en un libro o en película, el atardecer favorecía mucho, el cielo rojo mezclado con naranja era algo especial, era momento de revelarle la noticia a Franck, hoy o nunca.
—Franck...— conecté mi mirada con la suya.
—Que paso?— me sujetó de la mano.
—Estoy... embarazada— encogiéndome de hombros.
—Es enserio?— grito como si hubiese ganado la lotería y un viaje por todo el mundo.
Pero algo arruino tan perfecto momento.
—Tengo que decirte algo, no puedo seguir callando más...— sus ojos se llenaron de lagrimas, no entendía nada.
—Estas bien?— sobando una de sus mejillas.
—No tengo y nunca tuve cáncer— me aleje repentinamente aún más confundida —nos tenemos que ir de aquí... prometo que te explicare todo
—NO PIENSO IR CONTIGO A NINGÚN LADO!!!! CREES QUE TE CREERÉ LUEGO DE TODO ESTO???— empecé a gritar como loca, pues era obvio, me engaño y me hizo sufrir.
—Luego te lo explicaré, tenemos que irnos de aquí— de un momento a otro un carro negro se aproximaba, estaba omitiendo todo el mundo exterior, no pensaba oír nada más, pero mi burbuja se reventó cuando se escucho el ruido se un disparo, Franck se atravesó por mi delante, fue ese un momento que jamas pensé vivir, a Franck tendido en el suelo con una herida de bala en su pecho, no sabía que hacer, me encontraba gritando.
—Perdóname Bea, huye de este país, vete muy lejos con Sara, confío en ella...— fueron sus ultimas palabras de él antes de que su pulso desapareciera y su respiracion cesara.
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