Amor real
Han pasado casi 6 años desde que te conocí. Sabes perfectamente que no voy a olvidar la fecha porque... (me sigue costando recordar sin que duela), llegaste en un momento difícil, fuiste en primera instancia: Un chat con el que buscaba ocupar mi cabeza y alejar ese sentimiento de dolor, de tristeza, de impotencia, pero sobre todo de culpa.
Perdimos contacto un corto tiempo, pero no dejaste de escribirme, y lo que fue un chat aleatorio, se convirtió en conversaciones diarias y largas, amenas, llenas de alegrías, llenas de sentimiento y fue entonces cuando pasó.
Me fui enamorando de ti (si ya sé, amor a distancia que tan cliché puede ser), pero en ese momento no pensaba en eso, de hecho no sabía que tan importante serías para mí, solo sabía que estaba sintiendo cosas por esa persona que siempre estaba ahí, que me escuchaba o leía dependiendo el caso, que me daba un poco de su tiempo y a pesar de ser totalmente opuestos, nos llevamos muy bien.
Me enamoré, me enamoré por primera vez, con alma y corazón, sentía unas ganas inmensas de luchar por los dos, quería cuidarte, abrazarte, amarte, quería sanar esas heridas que intentabas ocultar bajo ese caparazón de seguridad y por el que fingías que nada te afectaba.
El amor que sentía por ti era real, puro, tanto así que a pesar de estar lejos me hacía confiar completamente en ti, no me imaginaba engaños, traiciones, y el poco tiempo que duró nuestra relación para mi fue el tiempo más real que he vivido, porque he amado con todo mi ser, con entrega, sin mentiras, sin máscaras, dando lo mejor de mí.
Las cosas no funcionaron, sufrí no lo voy a negar, estuve un tiempo enojado contigo por lo que me dijiste al separarte (bueno al terminar conmigo), quise odiarte; sin embargo, eso fue imposible. Luego nos perdonamos, fuimos amigos y me alegra que aunque no sea como antes aún sigamos teniendo contacto.
Hoy puedo decir que, siempre serás alguien especial sin duda alguna, que no me arrepiento de nada, que el tiempo invertido en ti ha sido de las mejores cosas de la vida y que agradezco a Dios por ponerte en mi camino en el momento adecuado. Fuiste un apoyo, pero más que eso fuiste de una de las personas que más lecciones me ha dado y de las mejores, estoy inmensamente agradecido con la vida y contigo. El amor, se transforma, y ese amor siempre te pertenecerá ya no como una pareja, pero sí como alguien especial.
Sabes que te deseo lo mejor y que tus alegrías y triunfos también lo son para mí. Me alegro mucho notar tu crecimiento en este tiempo, en que te hayas convertido en una persona más sensible y que no te cueste mostrar lo que sientes, al ver la madurez que has alcanzado me llena de orgullo; al saber que logras todo lo que te propones, me da felicidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro