Dijeron que por soñar
perdía mi tiempo.
Que ese mundo de fantasía
se debía terminar.

Dijeron que por soñar
me volvería más débil.
Que nadie me vería
como una persona normal.

La realidad era muy egoísta,
fría, insensible y común.
Quería imaginar un mundo diferente.
No me apetecía ser una más del montón.

Seguí soñando...
Imaginando un mundo perfecto,
perfecto porque lo inventé yo,
y nadie podría crear uno igual.

Quizá si vivía en una mentira
que me mentía pero creía real.
Y es que todo era tan mío
que preferí soñar a ver la tristeza hecha verdad.

Dijeron y dijeron, mas nunca escucharon...
Intentaron borrar mi utopía
¡Nunca lo lograron! Ni lo harán.
Solo yo puedo dejarla...
¡Me niego unas mil veces más!