-Takemichi.

¿Qué?
Espera...

¿Donde estoy?
¿Qué es lo que esta pasando?

¿Cuello abierto?
¿Pantalones anchos?

¿Pelo rubio pintado?
Este teléfono...

mis amigos...
qué no veo hace tanto...

Espera...
la fecha...

¡no entiendo!
He viajado hacia

el pasado.
Tengo la oportunidad

de arreglar
todo lo que hice mal,

poder salvar a Hina.
Vivir torturado

por esos tipos malvados,
¡eso no se llama vida!

Cuidar a tu hermana,
ese es tu deber,

ella morirá
sí no lo puedes hacer.

Esa será tu misión,
¿de acuerdo?

-Naoto (Niño).

Esta bien.

-Takemichi.

Voy a enfrentar al grandote por ti,
el Rey contra el Esclavo,

¿les suena mejor?
No puedo rendirme,

ahora soy diferente,
aunque me digan el héroe llorón.

Pense que todo...
estaba perdido...

hasta qué me di cuenta de que no,
podría haber muerto

hasta el momento
en el que ese dúo llego.

-Draken.

Una infancia,
el más fuerte

o eso pensaba,
a el lo buscaba

y derribado de una patada.
Mi imagen intimidaba,

el tatuaje me marcaba
y con ello...

el Dragón representaba.
Menudos inútiles

qué se creen superior
manchando nuestro nombre,

¿quieres llegar a la cima?
¿No sabes visualizar

a la gente del alrededor?
Por que el paso

y hice qué no miraras por encima.
¿Una trampa?

¿De quién?
Por detras me pateo,

no lo pude ni ver,
pero incluso yo

aún con heridas
que jamás cesan,

no me dejaré tumbar
y tendré bien alta la cabeza.

¿20 contra 1?
Me parece fácil,

soy de la Tokyo Manji,
así

qué, que...
sí me rompo y me encuentro frágil

estara Pa mi Mikey
y me volveré a poner de pie.

-Mikey.

El líder
de la Tokyo Manji

ha llegado aquí,
¿me mirás? Ah, sí...

Una patada y fín.
Me llamo Mikey,

¿te impongo miedo?
Pues soy invencible

o me llaman así.
Nací y crecí

peleando
defiendo a todo aquello

qué se encuentre en mi bando.
¿Una persona noqueada?

Bah...
ahora van dos,

lo siento, pero la pelea
aún la sigo esperando.

¡Hey, Takemicchi!
¿Como estás?

¿Estás viendo
como estoy partiendo la instrumental?

Vamos a divertirnos
junto con Kenchin,

sí comemos Dorayakis
será mucho más genial.

Soy mucho más fuerte
o eso ya se vio.

La gente me teme
cuando voy en serio.

Sí me haces frente,
te falta criterio

y terminas peor
que como acabó Moebius.