9: El Demonio del Descubrimiento
El mundo es un enigma y nosotros también. Hay cosas que deben de permanecer ocultas...
Pero cuando descubrimos algo, hay veces que nos arrepentimos totalmente de ello...
Es uno de nuestros mayores terrores.
- ???
-
-
-
- Ups... Miren la hora jeje... - Dijo Power quien había dejado de masticar un cojín.
Aki y Denji al percatarse de la presencia de Kishibe simplemente quedaron congelados con una expresión de preocupación absoluta mientras que Pochita se movió lentamente y se oculto abajo de un cojín. Power fue caminando hacia la puerta de forma apresurada evitando la mirada de el cazador que permanecía parado mirando a la pequeña demonio. Antes de que la niña pudiera salir afuera y salir corriendo, Kishibe cerro la puerta y le puso llave a lo que la pequeña infernal intento abrir la puerta desesperada para después de unos segundos mirar a Kishibe.
- H- Humano... Abreme la puerta por favor... - Dijo con pequeñas lágrimas adornando sus ojos.
Kishibe se agachó a su altura, acaricio su cabeza con delicadeza y le susurro dulcemente al oído:
- [Corre...] - Dijo tomando su cabeza.
La niña abrió sus ojos de par en par con una expresión de terror y salió corriendo despavorida por todo el apartamento.
El pelinegro saco un cuchillo de su saco y persiguio a la niña para cazarla.
Cuando pensó haberla atrapado a milímetros estando cerca, la pequeña infernal se escabullo debajo suyo corriendo en cuatro patas como un animal hacia el baño.
Kishibe desconcertado por lo ágil que era la demonio, la siguió al baño y cuando la vio acorralada, salto para embestirla solo para que está lo evite y salga corriendo de la habitación, haciendo que el cazador caiga en la tina mojandose de agua.
- Este pedazo de mierda... - Dijo para levantarse enojado y arreglar su saco.
La demonio se subió a la cocina y se puso arriba del refrigerador como un gato...
Kishibe la vio y rápidamente se acercó a ella con el cuchillo listo hasta que...
- ¡NYAKO ATACA! - Exclamo ella.
Y de repente, apesar de estar arriba del refrigerador, un gato salió debajo de ella saltando hacia el rostro de Kishibe y empezando a dar zarpazos cosa que el pelinegro retrocedió y tomo al gato visualizandolo mejor, notando que se trataba de un gato gordo blanco y manchado.
Cómo si de una bola de béisbol de tratase, lanzo al gato al sofá para después avistar a la poseída que estaba escondida detrás de los niños...
- ¡S- Señor Kishibe! ¡Espere! ¡Podemos explicarle! - Dijo extendiendo los brazos protegiendo a la demonio.
- Mocoso, hazte a un lado, me encargare de ella y luego ustedes y yo hablaremos sobre los demonios, secretos y confianza... - Dijo preparando su cuchillo.
- ¿T- Tendremos la charla? - Dijo Denji asustado.
- ¿Eh? ¿De que charla hablas? - Preguntó Kishibe confuso.
- ¿No sé referirá a eso de las abejas que una vez mi padre me explico? - Respondió igual de confuso Aki.
Los tres se pusieron a pensar mirando al techo con una mano en el mentón mientras que Power lentamente de puntitas intentaba irse de allí...
Pero en eso, sintió como alguien la tomo de la cabeza... Era una mano grande... y le empezó a acariciar.
- Aquí estabas jaja... - Dijo sonriendo el pelinegro mientras alzaba su cuchillo para matar a Power.
- ¡GYAAAAAAA! - Grito Power asustada.
Denji y Aki jalaban a Kishibe por la espaldas al igual que Pochita que mordia el saco de este intentando alejarlo desesperados mientras que este no se movía en lo absoluto pero estaba al tanto de ellos.
- ¡Kishibe, espera, detente por favor! -
- ¡Si s- señor Kishibe, déjenos explicarle! -
- ¿Qué creen que hacen? - Dijo confundido. - ¿Saben que es un demonio? ¡Además! ¡Pulgoso, te dije que los cuidara a ellos y me traes a esta cosa en mi casa! - Dijo enfurecido.
- ¡Woof! ¡Woof! - Ladro Pochita enojado.
La niña infernal intentaba escapar del agarre de Kishibe pero no podía en lo absoluto, es por eso que baño sus garras en sangre y dirigió lentamente para que él no se diera cuenta y así lastimarlo para que la suelte... Pero antes de eso, escucho un susurro del cazador.
- [Hazlo. Te reto a que uses tus habilidades de sangre; como lo hagas, con la mano que tengo tu cabeza te arrancare el parietal y te dejare con los sesos al descubierto. Solo debo apretar con fuerza y sentirás de forma agonizante como te arranco parte de tu cabeza...] - Dijo apretando ligeramente la cabeza de Power.
- ¡Geek! - Exclamó en un chillido.
Aki y Denji escucharon esto con atención y cierto miedo como también curiosidad al pelinegro cazador.
Por el lado de Denji, tenía miedo del cazador debido a que, el tiempo que estuvo entrenando con él junto a Aki, pudo ser capaz de confirmar que el cazador es letal y que no miente. Mientras que a Aki, la curiosidad surgio en su mente por la razón de que sabía que Kishibe era un cazador habil y fuerte, pero jamas lo vio en accion contra un demonio; una parte muy pequeña de él ansiaba ver a su maestro cumplir con lo que decía... Pero después de los lindos momentos que paso con Power, decidió que no era lo correcto por más desilusionador que sea la cosa.
Aki en ese momento exclamo:
- ¡Señor Kishibe, ella es nuestra amiga! - Dijo alertado.
El pelinegro en seco, miro a los dos niños... Los dos pudieron ver los ojos negros y profundos de Kishibe que parecía estar serio... Y es que lo estaba... Kishibe se encontraba de mal humor.
Se levantó, tomo del vestido a la poseída de la sangre, la puso contra la pared y levantó su cuchillo para asi-
- ¡Señor Kishibe/Kishibe! - Dijeron los dos niños.
Clavarlo en la pared junto al vestido de la infernal, dejándola colgada en la pared.
- ¿Huh? ¡Oye que te pasa granuja! ¡Pendejo, conchudo, inmundo! ¡Maldito cazado-! - Callo ella al ver la expresión de Kishibe...
- Ustedes... - Dijo apuntando a los niños. - Reunión familiar, ahora... - Dijo guiandoles a su habitación.
Pochita se sentó enfrente de Power con una pequeña mirada confiada mientras que Power lo fulminaba con la mirada enojada...
- ¡Tch, no puedo creer que decidas convertirte en amigo de ese cazador, las historias sobre ti son mentiras! - Dijo intentando librarse.
El perro se dió la vuelta mostrándole la retaguardia y levantando la patita preparado para orinar...
- ¡Maldito! - Rugió Power.
Pero en eso, unas manos agarraron a Pochita y lo levantaron, tratándose de Kishibe quien lo cargo.
- Dije: "reunión familiar" perro regordete y pulgoso... - Caminando a su habitación mientras que el perro soltaba ladridos enojado.
Una vez estando los cuatro en la habitación del pelinegro, este cerro la puerta con traba para así mirar de brazos cruzados a los niños... Denji miraba para otro lado fastidiado mientras que Aki apenado miraba en otra dirección, triste de ver a el mayor enojado.
- ¿Y bien? ¿Me pueden explicar porque tengo a esa cosa en mi apartamento? - Dijo él.
- Es que... Ella... Intentamos... - Dijo Denji sin palabras para responder al pelinegro que tenía un ceño fruncido.
- N- Nosotros dos no la vimos como una amenaza y pensamos que no pasaría nada si... - Dijo con miedo.
- ¿"Si" qué, Aki? - Dijo frustrado. - ¿Recuerdan cuál fue la primera regla del entrenamiento que les enseñe...? - Preguntó haciendo que recuerden.
- No interactuar con demonios... - Dijeron los dos al unisono...
- Denji... Tapa los oidos de Pochita. - Dijo él al niño rubio.
Este hizo caso tomando a su regordete amigo en su regazo y tapándole los oídos para mirar a Kishibe.
- Les hice entender que los demonios son los seres mas viles, atroces, vomitivos, horripilantes y malvados de toda la existencia, todo lo malo existente y por existir son ellos, y ustedes no solo hablan con uno, sino que tambien juegan con ella como si fuera una persona y la invitan aquí... ¿Acaso todo lo que les enseñe fue en vano? - Hablo él de forma autoritaria a los niños - Me siento decepcionado por esto que cometieron, mas de ti Aki... Tu bien sabes que los demonios merecen nuestro odio absoluto... - Esperando una respuesta por parte de ellos.
- Señor Kishibe, nosotros hace unos días estábamos jugando pero escuchamos sus llantos y ella casi nos mata... - Dijo el niño peliazul tomando una pausa para que Denji lo siga.
- Así es, así que después de luchar con ella, estuvimos a punto de matarla pero se rindió y nos ofrecio un trato a cambio de su vida... - Explicó el rubio dientes de tiburón.
- ¿Es por eso que tienen ese juguete que dijeron haber "encontrado"? - Replicó el adulto.
- Si, pero después de escuchar el como terminó en el parque, pensamos que a lo mejor podríamos hacerle compañía y jugar con ella... - El niño de ojos azules argumento.
- ¡Así es! ¡Ella y nosotros tenemos algo en común! - Dijo el de ojos avellanas.
- ¿Tiene que ver con el Pistola...? - Preguntó Kishibe...
Los dos asintieron. Kishibe se tomó la frente frotandose mientras pensaba en que hacer.
Denji vio la oportunidad de hablar en ese instante...
- K- Kishibe... Se que lo hicimos está mal... Pero ella se quedó sin familia, como yo y Pochita, Aki también paso por lo mismo. ¿No cree que podríamos darle una oportunidad? ¡Mire a Pochita! ¡Es un demonio y es de lo mejor! - Alzó al perro naranja frente a Kishibe.
- ¡S- Si! ¿Y sabe? Y- Yo puedo encargarme de ella, vigilarla todo el tiempo para que no sienta peligro... Allá afuera hace demasiado frío, tiene sus dedos curtidos y lastimados por el frío y la tierra... - Intento convencer a Kishibe.
- Ustedes son niños... Cuidar a un perro es diferente a cuidar un poseído... Además de que me despediran o me llevarán a prisión de vuelta si se enteran que tengo a un demonio sin avisar en mi casa... - Dijo dándole la razón a ellos...
Los dos bajaron la cabeza tristes al saber la dura realidad de las condiciones de vivir con Power...
En cuanto a Kishibe, ahora se había calmado un poco en lo que era su enojo, tal vez la pelea contra el Rey Lunar lo había cansado bastante, después de todo su traje de SP se encontraba gastado e inservible, tenía moretones de los golpes que había recibido como también unos pequeños cortes de los cuales no se había percatado, agregando que se encontró con el bastardo más peligroso que se encontró, el famoso y susodicho Demonio Pistola que fue a buscar a los demonios que le cagaban su día.
Sin duda, hoy no fue su noche, pero no por eso iba a desquitarse con los niños, pero tampoco deja de lado que su desobediencia estuvo mal y arriesgada. Por más que estén recibiendo entrenamiento de él, no dejan de ser niños y el no deja de ser su tutor y responsable de ellos.
Estaba por decir que la saquen afuera y que la maten para acabar con el sufrimiento del demonio en su casa, pero recordó las palabras de Denji y también paso por su memoria las chicas de su compañera Quanxi que le demostraron que tal vez, los demonios (muy pero muy pocos de ellos) son "agradables"...
Así que respiro hondo y hablo:
- Como dije... Son niños, no pueden cuidar a un poseído... Asi que tendré que encargarme de vigilarla lo que pueda... - Dijo rascándose la cabeza fastidiado.
Los ojos de los dos niños brillaron con ilusión y felicidad al saber que su maestro les dió luz verde para que Power se quede.
- Pero tú tendrás que ayudarme... - Dijo agachándose y poniendo su dedo índice en la panza de Pochita.
- ¿Woof? - inclinó su cabeza confuso.
- Escucha bien gordo, me fallaste una vez pero te daré otra oportunidad. Vigilaras a esa chupasangre que está colgada en la pared en caso de que quiera hacerle daño a ellos. Si lo haces bien, te daré un filete jugoso solamente para ti. - Propuso decidido.
El perrito extendió su pata a lo que Kishibe la estrecho...
- Bien, en cuanto a ustedes dos... Van a domesticarla y a civilizarla; si me demuestran que la poseída puede ser decente, se quedará y con suerte no me hechan del trabajo. - Dijo para después levantar un dedo. - Pero en dónde vea que es una salvaje y vil criatura que les hace el más minimo daño... Le haremos la camita y les pondremos a dormir como lo hacen con los perritos de la calle... - Dijo para después pasar el dedo por su cuello simulando su muerte.
Los niños tragaron duro ante esto, pero luego de unos segundos fueron corriendo hacia él mayor y lo abrazaron diciendo "¡Gracias Señor Kishibe/Kishibe!" Y salieron felices a darle la buena noticia mientras ella seguía colgada en la pared.
Antes de que ella pudiera decir algo, el pelinegro llamo su atención chasqueando repetidamente los dedos... Sus ojos en cruces se clavaron en él con cierto temor por lo que le podia hacer.
- Escucha, si te vas a quedar aquí, primero que nada te vas a hechar un baño, apestas a todo lo podrido que pude haber olido. - Exigió este.
Power chasqueo los labios en un "Tch" para así mirar de mala gana al adulto mientras los niños miraban a poseída atentos.
- ¡Power no se baña! ¡Solo lo hago con las sangre de mis enemigos! - Dijo gruñendo al de ojos oscuros.
- P- Power, mejor hazlo ¿Si? Creenos cuando te decimos que Kishibe no está de buenas... - Dijo Denji preocupado.
Después de una rabieta de la niña y una amenaza de Kishibe, la demonio se encontraba con el pelo enjabonado y con Kishibe fregandole la cabeza que hasta ahora intentaba los posible por hacer que la mugre se fuera. Era increíble como el agua parecía ser completamente marrón, lo sorprendente fue que la niña resultó ser de tez pálida y no morena debido a la mugre.
El cazador tomo el brazo de la niña y con una esponja intento limpiarla.
- Levanta tu brazo... -
- ¡No! ¡Power hace lo que quiere! -
- ¿Alguna vez sentiste como uno de tus huesos se rompen? - Preguntó sosteniendo el brazo de la mocosa infernal.
- N- No... -
- ¿Quieres averiguarlo? - Dijo apretando ligeramente su brazo.
- M- Mejor no, a Power le gustan sus huesos... - Dijo temerosa.
- Bien, entonces levantalo. - Dijo para así fregar de bajo de su brazo.
Después de un pequeño rato de limpiar a la infernal, ella se encontraba en la tina estando en el agua mientras Kishibe limpiaba el piso del baño por la mugre que había desprendido la mocosa... El decide hablar.
- Me lleva... Mínimo, si posees un cuerpo, asegúrate de tratarlo bien ¿Sabes? No quiero tener que hacer esto cada día... - Dijo con un trapeador.
- A Power no le importa y tampoco sabe cómo mantener su cuerpo... - Dijo para mirar su reflejo en el agua... - Después de todo, encontré este cuerpo colgado con una soga en un árbol, lleno de golpes. Al nacer en la tierra, no quise morir, así que era elegir este cuerpo o renacer en el infierno de vuelta... - Dijo hundiendo un poco su cabeza en el agua.
- ¿Y por qué no apareciste como demonio? - Dijo con duda.
- No lo sé, no entiendo porque... Solamente se que si quería estar aquí, debía de poseer este cadáver fresco... - Dijo ella cerrando sus ojos como si se estuviera relajando.
- Tsk, no sé cuál es el afán de los demonios de venir a joder las cosas aquí en la tierra, deberían quedarse en su averno y no salir jamas. - Dijo con clara molestia.
- Power tampoco entiende el porque está aquí... No recuerdo nada del infierno... Pero Power sabe que este lugar es mucho mejor que estar allí... Cada vez que escucho la palabra "infierno" un escalofrío me domina... - Dijo algo sería...
El pelinegro le dedicó una mirada perpleja a la poseída mientras trapeaba... Una pregunta pasaba por su cabeza, varias preguntas con respecto a la noche que tuvo.
Una de ellas se trataba sobre el infierno; ¿Será tan horrible al punto de que ni siquiera los demonios quieren quedarse allí? ¿Estará infestado de aquella plaga que los aterroriza cada día de sus vidas? ¿Habrá una forma de evitar que se pasasen a este mundo una vez que los envían al infierno? Esas preguntas y más rondaban en su mente... Pero las que lo dejo con una sospecha y duda enorme fue sobre su jefa... Makima...
¿Quien es Makima? Esa pregunta era la que más le indagaba en la cabeza cada vez que hablaba o se mencionaba a la pelirroja.
Kishibe es alguien observador y que apesar de que no lo aparenta, presta atención a ciertos detalles, como por ejemplo, cuando Makima dijo: "Oh... Si... Una vieja historia entre demonios..." Él se preguntaba: ¿Como sabía eso ella si no es un demonio?
Pero lo que de verdad expandió aún más su desconfianza fue en la noche... Makima sabía dónde se encontraba el Príncipe. Makima tenía al parecer un contrato con algún demonio con las cadenas. Los demonios parecían conocer a Makima. El Pistola conoció al Makima antes e inclusive él le dijo "traidora" y ella "viejo amigo".
Estaba fundido, cansado tanto de mente como también físicamente. El único alivio que tenía era estar en su casa con su familia y ver a Quanxi fantaseando que se casa con ella. Y lamentablemente Quanxi no estaba a su vista, así que saco a la niña de la tina.
- ¡Oye! -
Y la seco con una toalla para así con la ropa de Denji vestirla... Lo que le faltaba, ahora debía comprar ropa de niña y preparar la cena.
Cuando salieron del baño y cenaron (con una Power que hacía desastre) para así irse a dormir (Power durmió en la habitación de Kishibe por precaución.
-
-
-
-
A la mañana siguiente, su rutina fue la de siempre exceptuando que se despertó tirado en el suelo mientras que la infernal dormía plácidamente en la cama por lo cual no dudo en ponerla suavemente en el suelo para no despertarla... Y seguido tirar un balde de agua fría con hielos haciendo que corra para todos lados y quede temblando de frío.
Se vistió, preparó el desayuno, despertó a los niños para que coman y se fue no sin antes decirle a Pochita que vigilé a la poseída. Al salir de su apartamento, no uso evitar sentir una inquietud enorme por dejar a sus niños junto a una poseída, claro que Pochita era un demonio pero a fin de cuentas, era una fiel mascota a diferencia de Power que era... Impredecible...
Cuando estaba a mitad de camino a SP, debido a estar metido en sus pensamientos, no pudo evitar chocar contra un carrito de helados.
"¡Oye! Más cuidado por favor..."
Dijo una voz femenina. Kishibe alzó su vista para así mirar a una chica que parecía hacer un puchero, tenía el cabello de cor café al igual que sus ojos, varios lunares y en su cabello había unas pequeñas ebillas. Era pequeña, como de 1.55 cm de alto.
Ya fuera de su mente y rápida observación decidió disculparse al no percatarse por dónde caminaba.
- Lo siento, no me fijé mi camino... - Dijo Kishibe para luego mirar con más detenimiento el puesto de la chica. - ¿Un puesto de helados...? - Dijo consternado.
- ¡Así es! Vendo helados jeje. - Dijo la chica totalmente feliz como si fuera un solcito. - ¿Va a comprar uno? - Dijo preparada.
- Hmm... No lo sé, nunca he comido helado, siento que sabría horrible. - Dijo no estando seguro.
- ¡¿Cómo puede decir eso?! ¡El helado es de las cosas más deliciosas de todas, deberían de lincharlo por decir eso! - Dijo haciendo otro puchero.
- Lo siento, es que simplemente creo que es así. - Dijo viendo el puesto.
Y lo que dijo Kishibe sobre que nunca haber comido helado era cierto; desde que nació, en su niñez jamás había probado uno, era obvio que escucho de ello y vio a otros niños ingerirlo, pero sus padres jamás le compraron alguna vez aquello al punto de que un dia perdio el interes y dejo de importarle...
- Pues... ¿Sabe? Dicen que el helado hace feliz a la gente, le sube el ánimo. - Afirmó la chica bajita.
- ¿Es cierto eso? Digo, cuando me pagan a fin de mes, admito que me hace feliz comprarme una comida cara pero... ¿Comida que te haga feliz? - Dijo dudoso de tal hecho cuestionable, después de todo, lo único que ingirió dandole placer en sus momentos fue el alcohol.
- ¿Qué le parecería comprar uno? Le recomendaría el de vainilla pero lo haría solo por ser mi favorito. - Dijo abriendo los cajones de los sabores en el carrito.
- ¿Puedes saber mi sabor con tan solo verme? - Dijo el cazador divertido.
- ¿Quiere intentarlo? -
- Está bien. - Dijo confiado pagando por el helado.
- Su sabor es... ¡Chocolate! - Dijo ofreciendo el helado a Kishibe.
Este lo tomo y se lo quedó viendo...
Soplo el helado a lo que la chica se golpeó el rostro. Al dar una lamida, el hombre quedó anonado y empezó a degustar del helado con más gusto.
- ¡Dios, sabe delicioso! -
- ¿Lo ve? No hay nada que impida que el helado se gane el corazón de alguien. - Dijo cruzada de brazos.
- (Espera... Corazón, helado, ganar... ¡QUANXI!) - Pensó con una idea millonaria. - ¿Oye, me recomendarías un helado para alguien especial? - Dijo convencido.
- Seguro, pero primero... ¿Cuál es su nombre? - Preguntó ella...
- Kishibe. -
- Kishibe... Hmm... -
- ¿Pasa algo? -
- Juraría que escuché ese nombre alguna vez... - Dijo centrando más su vista en él.
- Lo siento jeje... Pero... Nunca antes te Vi en mi vida... - Dijo el cazador.
- ¿Enserio? ¿De que trabaja? -
- Soy Cazador de Demonios. - Dijo saboreando su helado.
- ¡Oh! Espere... ¿De casualidad no mato un demonio en una iglesia? - Preguntó ella.
- ¿Cómo lo sabes? -
- ¡Vaya, que emoción! ¡No puedo creerlo! ¡Un gusto, soy Kobeni Higashiyama - Dijo extendiendo la mano sonriente.
- Espera... ¿Higashiyama... Nobana? - Preguntó con duda.
- ¡Así es! Soy su hermana mayor y él mi querido hermanito. - Dijo avergonzada.
- Vaya, si veo un parecido grande a tu hermano pero por tu actitud no lo noté. -
- Oh, si, ¿Sabe? El es demasiado tímido y nervioso, pero un buen chico. - Dijo con afecto.
- Me lo imagino. Cuando lo entregamos a tu familia no dejaba de temblar. -
- Siempre ha sido así haha. Me recuerda a mi cuando iba a la secundaria... Aunque no lo crea, era exactamente igual a él o peor, siempre me pasaba de todo y me costaba hablar, sudaba, entre otras cosas... Pero desde que termine la secundaria, me dedique a crear mi propio negocio para la universidad... -
- ¿Enserio? Pensé que eras una adolescente haciendo obby... -
- Oh, no jaja, claro que no, tengo 19, aunque me halaga que me tenga de más joven. Mis padres insistían que no hacía falta, podrían pagar mi universidad. Pero cuidar a muchos hijos tiene un gran precio, así que decidí independizarme por mi misma con este pequeño negocio de helados. -
- ¿Y como te va? -
- Pues, no es mucho dinero, pero poco a poco lo voy consiguiendo, para el siguiente año ya podré pagarlo y asistir mi carrera de gastronomía hehe. -
- Pues me alegra que te vaya bie- - Antes de que Kishibe pudiera terminar, un demonio salió de la alcantarilla.
Su apariencia parecía a la de un lagarto con la diferencia de que era bípedo...
Cómo si estuviera en camara lenta, Kishibe sin más, con el helado a mano apuñaló el ojo del reptil con la punta del cono... Se estaba preparando para sacar su cuchillo para así...
*¡CUT CUT CUT CUT!*
- ¿Eh...? -
Antes de que pudiera apuñalar al demonio con su cuchillo, la pequeña Kobeni había apuñalado primero cuatro veces seguidas con un cuchillo de cocina...
- ... Hmpf... - Dijo ella mirando con una cara seria... - ¡O- Oh! Dios mío... ¿No lo espante verdad? - Dijo empapada con algo de sangre.
- No... Eso fue... Sorprendente... - Dijo aún absorto... - ¿Siempre tienes un cuchillo contigo? - Preguntó.
- Ah, bueno... Últimamente, con el ataque de demonios que son más constantes y peligrosos... Pensé que nunca estaría demás estar armada... - Dijo mirando el cadáver del demonio...
- Hm... Lo mismo pienso... ¿Sabes? Tu velocidad... Me recuerda a mi compañera. - Dijo él afirmando que Kobeni es casi igual de rápida que Quanxi.
- Ay por favor, solo soy muy ágil y ya, no es nada jajaja. - Dijo sonrojada.
- Bueno, no me sorprendería que te vea entrar a Seguridad Pública. -
- Bueno... Por un momento lo considere... Pero decidí por una idea más... Propia. -
- Bueno... En cuanto a mi helado... -
- Oh, si, dígame... ¿Cómo es esa persona? - Dijo abriendo el cajón.
- Fría, sin expresiones, algo sería y diría que violenta. - Dijo con un rubor y una sonrisa tonta...
- V- Vaya... Parece alguien difícil de tratar. - Dijo nerviosa mientras reía.
- Ahhhh...~ Ni te imaginas... - Dijo apoyándose en el carrito con una cara enamorada.
- E- Ehm... Bueno... Pues, de seguro este sabor le encantará... - Dijo sacando un cono con un helado de color blanco ligeramente verde.
- Oh... ¿Qué sabor es? -
- Es un helado sabor limón, no muchos les gusta este sabor, pero créame que a ella si le encantará. - Dijo sonriéndole.
- Bueno... Aquí tienes... - Dijo con el dinero en mano.
- Oh, por favor, la casa invita. Por las molestias y por salvar a mi hermano. -
- Pues, no le diré que no a una oferta así. ¡Gracias! - Dijo yéndose.
- ¡Adiós Kishibe! ¡Suerte en tu trabajo! - Dijo saludando.
El pelinegro se despidió y fue caminando triunfante por saber con este helado ganaría muchos puntos con Quanxi. Un poco más y tendría que investigar el precio de un anillo de bodas, típico del matador y galan Kishibe. Cuando estaba llegando, vio a la mujer tuerta recostada en la pared cerca de la entrada fumando. Se aseguró de que el helado no se estuviera derritiendo demás y se acercó rápidamente a Quanxi.
- ¡Hola cariño~! - Dijo sonriente Kishibe con su helado.
- Te romperé los huesos. - Dijo Quanxi tirando humo por la boca.
- Siempre tan romántica ¿No? - Dijo levantando las cejas.
- Como sea... Te tardaste más de lo usual, te estuve esperando. - Dijo viendo su reloj.
- Oh, me atrase porque me tope con una chica vende helados ¿A qué no adivinas? Es hermana del mocoso que salvamos en la iglesia la vez pasada. - Dijo entusiasmado por darle el helado.
- Hm, eso explica el helado en tu mano. - Dijo ella dándole una mirada al cono.
- ¡Así es! ¡Para ti, toma! - Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- Kishibe... -
- ¿Si? -
- No me gusta el helado. -
Kishibe quedó en blanco.
- ¡¿Cómo qué no?! ¡Lo conseguí para ti! -
- No te lo pedí, tonto. -
- ¡Por favor! ¡Pruébalo! -
- No. -
- ¡¿Por qué?! -
- Porque no. -
- ¡Si lo haces, prometo no molestarte nunca más! - Poniéndose de rodillas suplicando.
- Eso es mentira Kishibe, siempre buscas como molestarme... - Dijo apagando su cigarrillo.
- Quanxi... -
- . . . -
- ¡Quanxi...! -
- ...Dios... - Dijo harta.
- ¡QUANXI! -
- ¿Mierda que eres insistente, no? Dame ese maldito helado antes de que te haga una corbata colombiana con él. - Dijo tomando el helado bruscamente.
La albina le dió una lamida saboreando el cremoso helado sabor a limón... Ella siempre tan inexpresiva y fría...
- Es... Ácido... -
- ¡¿No te gusto?! Grr... Sabía que esa heladera me había timado, no por algo era gratis... - Dijo ahora enojado.
- Es... Delicioso. - Dijo dándole otra probada y empezando a degustarlo con más serenidad.
- ¿Eh...? ¿Enserio? -
- Es frío, sabe a limón, es adictivo... La sensación de como se derrite en mi boca me hace sentir... Relajada... Mejor que fumar... - Dijo contemplando el helado. - Pena que dure menos que un cigarro... - Dijo para seguir lamiendolo.
- ¿Cierto? ¡Cuando probé el de chocolate se me hizo mejor que el alcohol, me subió el ánimo! - Dijo emocionado.
- La verdad es que si te sube el ánimo... - Dijo mientras degustaba.
Kishibe simplemente observaba como ella saboreaba el helado... Hasta tomando uno se veía hermosa, no importa que esté haciendo, siempre se iba a ver de maravilla. Sin duda, la albina estaba clavada en el corazón de Kishibe y este con una sonrisa boba contemplaba como la bella albina se relajaba en ese momento de degustación.
Quanxi se percató de que Kishibe la observaba... Suspiro con pesadez y hablo:
- ¿Quieres probarlo también...? - Sugirió extendiendo el helado a él.
Kishibe quien se puso nervioso por unos segundos... Sonrió con calma y asintio.
Se recostó a lado de la albina y dió una lamida al este para seguido la chica darle una lamida y así los dos disfrutar juntos del delicioso postre... Una escena muy romántica... Ya cuando se acabó el helado. Kishibe se encargo de comer el cono mientras Quanxi se arreglaba su uniforme.
- Bien, eso fue... Bueno... - Dijo acomodándose el cabello. - Ahora vayamos arriba. - Dijo avanzando.
- ¡Si! ¿Sabes? Esa chica vende los mejores helados, y eso que por primera vez lo probé ahí. - Hablo sonriente.
- Hm, eso es interesante de saber. Si después del trabajo salimos temprano... Puede que me muestres donde venden y así compro bastante para mis niñas. - Dijo yendo a la puerta de Seguridad Pública.
- Si, a mis muchachos también les encantaría probar eso, excepto a esa... Cosa... - Dijo algo rencoroso.
- ¿Te refieres al perro? - Preguntó ella parando en seco.
- Ah no, Pochita está bien. - Dijo él...
- Kishibe... ¿Hay algo que estás ocultando? - Pregunta ella.
- Bueno... No lo estoy exactamente ocultando pero... - Se rasco la cabeza con nerviosismo. - Ayer, cuando me dejaron, ví a mis chicos JUGAR con una poseída... ¡¿Puedes creerlo?! ¡Una poseída! Digo, tus chicas están bien, pero esa salvaje era la misma que me atacó en la nieve esa vez en la iglesia... - Dijo enfurecido.
- ¿Una poseída? ¿Te dijo su nombre? - Ella hablo.
- Pues... Según Aki y Denji agregando las veces que me atacó... Creo que es la poseída del Demonio de la Sangre. - Dijo reformulando.
- ¿Era temible? -
- Tenía la apariencia de una niña, solo eso te diré. - Dijo explicando.
- Hablando de eso... - Dijo con duda...
- ¿Qué sucede...? -
- Makima descubrió a mis niñas. -
El pelinegro se puso serio, algo preocupado por ella y tal vez por las discípulas de esta. Se acercó un poco a Quanxi y le pregunto:
- ¿Qué pasó? ¿Te demandó? ¿Te obligó a matarlas o algo así? - Dijo preocupado.
- No, más bien, me hizo preguntas en cuanto a su comportamiento y lo dejo pasar... Dijo que sería una buena idea para un proyecto a futuro, pero aclaro que ninguno de nosotros dos le ocultemos secretos... - Dijo mirando sería.
Kishibe trago duro ante el relato de la mujer peliblanca, Pochita estaba bien, pero en cuanto a la poseída... Debía de ver cómo explicarle a su jefa...
Cuando la dos iban a entrar estando junto a la puerta de la organización, un grito de terror sonó cosa que los dos desviaron la mirada para ver cómo muchas personas miraban al cielo con terror. Un rayo de al parecer, energía, cayó del cielo haciendo desaparezca un auto cosa que los dos cazadores estupefactos miraron al cielo para avistar algo extraño...
Un ojo gigante en el cielo que miraba la ciudad con atención, del ojo salía un rayo láser dorado que desintegró a una persona dejando sus ropas al suelo...
Los dos sin dudar sabían que se trataba de un demonio, así que entraron rápido dentro del edificio y subieron en dónde se encontraba su jefa.
- Oh, un gusto verlos. - Dijo la mujer pelirroja de ojos anillados.
- Hola jefa, vayamos al grano. ¿Usted vio acaso esa cosa gigante en el cielo? - Hablo nervioso Kishibe.
- ¿Te refieres al ojito? - Dijo ella inclinando la cabeza con duda.
- ¡Yo no lo llamaría "ojito", literalmente es del tamaño de Japón! - Aclaro él.
- Tienes razón, después de todo, según mi observación, creo que se trata del Demonio del Descubrimiento. - Dijo ella girando su silla y viendo el ventanal.
- ¿Hay gente que le tiene miedo a descubrir cosas? - Pregunto Kishibe.
- Hay muchos miedos Kishibe, tantos que te sorprendería lo muy estúpidos o terroríficos que son algunos. - Dijo contemplando como más cosas desaparecían conforme ella hablaba.
- ¿Señorita Makima, hay algo que debamos saber para acabarlo? - Pregunta Quanxi.
- Bueno... Hmm... - Dijo pensando... - ¿Saben? No sé me ocurre nada salvó que el auténtico cuerpo del demonio se esconde tras ese ojo... - Decía ella.
- ¿Dentro del ojo se refiere? ¿Cómo podríamos llegar allí? -
- En la azotea de Seguridad Pública hay un cañón contra demonios gigantes que no se uso hace 4 años debido a la presencia del Pistola. -
- Podriamos usarlo para matar al demonio a base de cañones... - Pensó Quanxi...
- Esperen... ¡¿Un cañón?! ¡¿Un maldito cañón hay en la azotea del edificio?! - Exclamó Kishibe.
- Lo usabamos contra demonios excesivamente grandes... Pero solo apareció uno en los 6 años que lleva Seguridad Pública activa... - Mencionó Makima aún pensando en una estrategia...
En eso... El demonio desapareció un edificio solo para fijar su mirada penetrante en SP...
- Oh, parece que nos está mirando. - Dijo Makima mientras saludaba...
- N- No creo, es enorme después de todo. Tal vez este mirando otra cosa... - Dijo observando al ojo.
- Nope, está mirando aquí. Saluda Kishibe. - Dijo Makima sonriente.
- (Descubrimiento... Conocimiento... Lo tengo...) Señorita Makima... -
- ¿Si Quanxi? -
- ¿Puede preparar el cañón? Saldremos a buscar a alguien que tal vez pueda con esto... - Dijo Quanxi.
- Seguro Quanxi. -
- Kishibe, vámonos. - Dijo tomándolo de la corbata.
El pelinegro se dejó arrastrar por la tuerta para salir afuera. Se subieron al auto de Seguridad Pública y empezaron a conducir a toda velocidad.
- ¡¿Otra vez a toda furia?! ¡¿A dónde vamos?! - Dijo Kishibe agarrándose del asiento del copiloto.
- Iremos a mi apartamento. Cosmo puede ayudarnos a deshacernos de esa cosa. - Dijo al volante evitando que el ojo los vea.
El gran ojo de iris azul miraba al auto que se conducía de manera rápida, lanzo varios de sus rayos láser pero fallaba los disparos debido a que el auto se empezó a mover en zic zac.
- ¡No entiendo! ¡¿Te refieres a la chica con apariencia de zombie que cuidas, no?! ¡¿Por qué es la clave para vencer al bastardo en el cielo?! - Preguntó algo nervioso por la forma de conducir del pelinegro.
- Porque Cosmo el Demonio del Cosmos, aunque no lo creas, es sumamente fuerte. -
- ¿De verdad lo dices o...? -
Quanxi simplemente lo miro sin decir nada.
- Lo siento, es que me parece absurdo que un demonio tan aterrador como el Cosmos sea una chica... Especial... - Dijo sonriendo nervioso.
La mujer una vez llego al apartamento, salió del auto junto a Kishibe. Cuando iban a entrar, Quanxi intento abrir la puerta pero estaba cerrada...
Golpeó la puerta repetidas veces.
- ¿Q- Quién es? - Se escuchó la voz de Pingtsi detrás de la puerta.
- ¡Pingtsi, soy yo Quanxi, abre la puerta rápido! - Dijo la albina.
- O- Oh, me gustaría pero... ¡Ay! ¡Que pena, al parecer la puerta se trabó y no puedo abrirla...! - Se escuchó.
Mientras que detrás de la puerta, estaba Pingtsi con un martillo y la puerta con varios tablones clavados en esta evitando que se abra, por alguna razón, ella tenia miedo.
Cuando Pingtsi espero una respuesta por parte de su maestra, no escucho nada, cosa que la dejo extrañada...
- ¿Maestra Quanxi...? - Preguntó por su maestra temiendo lo peor.
Escucho varios pasos acercándose y en eso, la ventana del apartamento fue atravesada por Kishibe que cayó despues de ser lanzado.
- ¡¿Hacía falta que me lanzes de una patada a la ventana?! - Dijo levantándose.
- Lo siento Kishibe, no se me ocurrió otra forma y estaba desesperada. - Dijo entrando por la ventana.
- ¡¿Desesperada?! ¡¿Tu?! -
Quanxi lo ignoro y se fue a la habitación de huéspedes a buscar a Cosmo. Pingtsi con desesperación agarro más tablones y tapo la ventana rápidamente cosa que a Kishibe le pareció raro.
- Pingtsi... -
- ¡A- Ah! ¡Héroe Kishibe! -
- ¿Por qué bloqueaste la puerta y la ventana con tablones? -
- Pues... Resulta que como soy el Demonio de la Observación... El Demonio del Descubrimiento y yo, no nos llevamos muy bien jeje... - Dijo con temor..
- Oh... Vaya... -
- Si, trato de que no me encuentre... - Dijo mirando abajo con vergüenza... - ¡Oiga! ¿Sabía que cuando te decapitan de forma limpia puedes estar unos 12 segundos consciente? -
- ¿Qué...? Espera... ¿Enserio? -
- ¡Si! 7 segundos donde el cerebro muestra breves imágenes de los momentos mas felices y los 5 segundos restantes es tu cerebro tratando de enviar mas información a lo que ves en ese momento. -
- Wow... Eso es... Bastante perturbador pero interesante... - Dijo Kishibe pensando.
- ¡¿Lo ve?! ¡La señorita Quanxi dijo lo mismo! - Hablo extendiendo los brazos hacia arriba. - ¡Cómo lo es la falacrofobia! - Dijo con algo de diversión.
- ¿"Falacrofobia"? -
- Es básicamente el miedo a perder el cabello o tenerle miedo a la gente calva... ¡Jajaja! ¡Imagínese a alguien con un miedo a los calvos! ¡JAJAJAJAJAJA! - Dijo riendo agarrándose la barriga.
Kishibe quien escucho e imagino ese hecho quedó mirando como Pingtsi se reía a carcajadas a lo cual él no pudo evitar reírse por ello junto a Pingtsi.
- ¡JAJAJAJAAJA!/¡JAJAJAJAJAJA! - Rieron los dos.
Pero en eso, Kishibe sintió un jalón en su brazo, vio de quien se trataba y era Cosmo quien tenía un rostro algo preocupado.
- ¡Hey! ¡Te encontré! Quanxi te estaba buscan- ¡Wow! - Dijo sintiendo como la zombie con mucho esfuerzo lo intentaba llevar al sofá.
- ¡Oye Cosmo! ¿Qué crees que haces? El Héroe Kishibe y yo estábamos divirtiéndonos. - Dijo curiosa.
- ¡Halloween! ¡Halloween! - Dijo la del cerebro expuesto.
- ¿Tratar con Kishibe de un tema serio? ¿A qué te refieres? - Preguntó dudosa.
- Halloween, halloween... ¡Halloween, halloween, halloween! - Explicó de forma detallada.
- ¿Enserio? Digo... ¿De verdad vas a hacer eso? La maestra resistio porque es de voluntad fuerte pero... -
- ¡Oye! ¡Soy de voluntad fuerte! Pero... ¿A qué se refieren...? -
- Suerte. - Dijo Pingtsi mientras volvía a martillar los tablones.
Cosmo lo llevo al sofá ya sería y se sentó junto a Kishibe, tomo su rostro ya fijandolo en el de ella y dijo:
- ¡HALLO...! -
- ¿Oye que hac-? -
- ¡...WEEN! -
-
-
-
-
Kishibe, en un parpadeo se encontraba en otro lugar, miro para todos lados dándose cuenta que no era más el apartamento de Quanxi, en eso, noto que había un montón de libros en dónde veía, ya sea pared, techo o estantes, estaba lleno de libros que no tenían fin.
Cada libro tenía un titulo igual por volúmenes y diferentes, algunos con letras que Kishibe no entendía mientras que otros simplemente eran libros sin titulo alguno...
*Chasquido chasquido*
Kishibe escucho y giro su cabeza para mirar hacia atrás como se trataba de Cosmo quien bebía un té y leía un libro.
- Buenas, un gusto conocerlo Señor Kishibe. Cómo ya sabrá, soy Cosmo, Demonio del Cosmos. No es muy original, lo se, pero fui reconocida con este nombre y no quedó de otra que darle uso ¿Verdad? - Dijo ella de forma educada.
- ¿Qué... Es... Esto? - Dijo confundido el pelinegro.
- ¿Se siente bien? ¿Quiere sentarse acaso? - Dijo observando a Kishibe con una sonrisa.
- Hum... Yo... No entiendo... - Dijo para después ver qué de la misma nada apareció una silla en la cual él se sentó.
- No se preocupe, se que cuesta procesarlo pero estará bien. Aunque no lo crea, debo felicitarlo por entrar aquí así como así. Si no fuera alguien sin un buen coeficiente intelectual, usted tal vez sufriría de una contusión que lo llevaría al coma o tendria autismo de alto nivel. - Dijo dándole una hojeada a su libro mientras tomaba su té.
- ¿Esto es...? -
- Si, perdone mis modales, se encuentra en mi cabeza, cerebro o mente, como quiera decirlo. - Dijo atenta a el pelinegro.
- ¿Este eres tu- ween? ¿Hallo- or qué? -
- Ay no, no, no, por favor no se me desconecte, que lo necesito aquí. - Dijo chasqueando los dedos.
- ¡Ah! Yo... Cosmo... ¡Cosmo! ¡¿Qué estoy haciendo aquí?! ¡Necesitamos volver antes de que el demonio de allá afuera nos mate a todos! - Dijo serio.
- No se preocupe, el tiempo transcurre diferente aquí, un año aquí en mi mente es un minuto. -
- ¿E- Enserio? - Dijo sorprendido.
- En efecto, mi querido Sherlock. -
- Emm... Entiendo... - Dijo mirando a su alrededor. - No, en verdad no entiendo. ¿Qué es ésto? Me refiero... ¿Por qué está repleto de libros? ¿Por qué estoy aquí? - Dijo observando a su alrededor.
- ¿Qué tal si vamos por partes? Primero empecemos por su primera pregunta: Los libros de aquí, todo lo que está aquí, es el conocimiento del universo, desde el principio inalcanzable hasta el final inacabable. Hay aproximadamente 1490600 seres de vida inteligente, 1647253 idiomas vivos y 3514062851 idiomas muertos, como también 700006 culturas y tradiciones, eso y más. Si se preguntas por lo "aproximadamente" es debido a que no paran de nacer vidas como también morir, aún asi tengo en cuenta el contador. Todo lo que hubo, es y va a estar, yo lo sé. - Dijo desviando la mirada aburrida.
- Ok no, por favor, no me hagas tener una crisis existencial. - Dijo frotandose la cabeza. - Lo siento... Es que... No soy lo suficientemente inteligente, se que te parecere un tonto por eso. - Dijo masajeando su cabeza por la información que recibio.
- Oh señor Kishibe, no voy a menospreciarlo solo por su falta de inteligencia, despues de todo, soy la unica que lo se todo. Deje atrás ese comportamiento, mil años para ser exactos. Estoy en deuda con usted y también le tengo cierto cariño. - Dijo dándole palmaditas a Kishibe. - Aunque estoy en desacuerdo sobre su racismo a los demonios pero por suerte usted es alguien de razonamiento comprensible y mente algo abierta, me sorprende viniendo de su infancia dura... Apesar de que siente rechazo a su apellido el cual es-... -
- Por favor, prefiero que no lo menciones... -
- Lo siento... No tuve decencia ante usted... - Dijo algo incómoda.
Un pequeño silencio se formo...
- Entonces, hora de responder la siguiente pregunta. La razón del porque está aquí es debido a que necesitamos saber cómo encargarnos de esa ridícula de Descubrimiento... - Dijo mordiéndose un pulgar con una mueca de molestia.
- Parece que no te llevas bien con él o ella... - Dedujo.
- Ay Dios, claro que no, a diferencia de mi que lo se todo, ella almacena conocimiento y lo guarda para toda la eternidad, prácticamente una versión de mi pero barata, hmpf. - Dijo tomando de un sorbo su té. - Yo le tengo cierto menosprecio mientras que ella odia a Pingtsi. - Dijo para hacer a un lado la taza.
- ¿Pero por qué? -
- Porque la observación se basa en descubrir los contratos, estado vital, año en el que nació, año en el que va a perecer y las consecuencias del contrato. -
- Wow... -
- Si... Tsugihagi es el Demonio del Silencio y Long el Demonio Dragón, esto te digo porque según leí tu información la vez pasada te preguntaste quienes éramos. -
- ¡Vaya! ¡Cosmo eres genial! ¡Jamás pensé que fueras tan peligrosa! -
- Ay Kishibe, usted tan bravo; si que sabe cómo cortejar una dama. Le queda perfecto el sobrenombre: "El matador Kishibe." - Dijo esto último con acento español guiñando un ojo.
- ¡A- Ay! ¡Lo siento, no me refería a eso! -
- ¡Oh jojojo! No sé preocupe. Bien, ya alargamos mucho está parte del capítulo, mejor busquemos como vencer al Descubrimiento. - Dijo para después dar un silbido.
El cazador confundido vio como los inacabables estantes que no dejaban de venir daban vueltas alrededor de ellos mientras Cosmo tomaba otra taza de té para así pasarla en la mesa haciendo que los estantes enormes se detuvieran en seco.
- A ver... Ajam... ¡Ah! Aquí está... - Dijo sacando un libro pequeño.
- Emm... ¿Qué es eso? - Preguntó Kishibe confuso viendo como en la portada del libro salía él.
- Oh, es nuestra historia, o más bien, tu historia, Lethal man: Kishibe. - Dijo mostrando la cubierta del libro para empezar a leer. - Oh jojojo, mi capitulo favorito es el extra: "El catastrófico/placentero sueño de Kishibe", usted es un semental ¿Lo sabía? - Dijo riendo para seguir leyendo... Mientras que el pelinegro se encontraba confundido. - Ahhh, aquí está: "El Demonio del Descubrimiento." Hmmmm... Entiendo... Vaya... Muy ilógico... Uff... - Dijo dejando el libro.
- ¿Pasa algo? -
- No, nada, solo que a veces pienso que el autor de esta historia no es muy inteligente. Pero la historia es así por lo que... Ya está... -
- ¿Y que hay que hacer? -
- Tenemos que meternos tu y yo dentro del cañón de Seguridad Pública y volar al ojo de Descubrimiento. -
- ¡¿Qu-?! ¡¿Enserio se le ocurrió eso?! ¡Vaya imbécil! ¿Está por aquí? - Dijo buscando alrededor.
- No, pero puedes insultarlo, se lo harás saber. - Afirmó ella.
- ¡OYE AUTOR! ¡ERES UN IMBÉCIL! - Dijo sin saber la catástrofe que se estaba ganando.
Sin duda Kishibe... Tu peor error fue faltarme el respeto, prepárate para el peor desarrollo y sufrimiento que pasaras en uno capítulos más adelante...
Cosmo leyó el libro rápidamente algo desesperada y se golpeó el rostro al haberla cagado.
- Muy bien, hora de irnos. - Dijo para juntar su frente con la de Kishibe.
-
-
-
-
-
- Halloween... Halloween... Hallo- ¿Eh? - Dijo Kishibe mientras Cosmo parpadeo varias y lo miro.
- ¡Halloween! (¡Bien hecho!) - Dijo Cosmo.
- ¡Oye, te puedo entender! - Dijo Kishibe sorprendido.
- Halloween, halloween, halloween... Halloween. (Es debido a que ahora, tienes un porcentaje muy pero muy pequeño de mi conocimiento, aún así... Me alegro que me entiendas.) - Dijo levantando un pulgar.
Quanxi salió de la habitación de huéspedes donde dormian sus niñas para avistar a Cosmo junto a Kishibe.
- Aquí estabas... ¿Él entro a tu mente? - Pregunta ella.
- ¡Halloween! (¡Ya está hecho!) -
- Bien, nos vamos... -
Kishibe asintio y se levantó yendo a la puerta lleno de tablones lo cual él agarro uno de ellos y los saco uno por uno como si no fueran nada para así después abrir la puerta.
Pingtsi empezó a hacer rabietas para después pisar un tablón por accidente y golpearse el rostro con él...
Long y Tsugihagi quienes salieron dormidas de la habitación corrieron rápido al verla al suelo con la cara roja por el tablonazo que se metió...
Y así...
Pingtsi murió...
(Pendeja.)
Quanxi subió al auto al igual que Kishibe y Cosmo preparados para ir a SP, cuando arrancaron el auto con todo, fueron en camino a la organización mientras veían como el ojo empezaba a borrar cosas mas de seguido...
- ¿Cuál es el plan? - Preguntó Quanxi.
- Meterme al cañón con Cosmo y salir volando directo al ojo. - Dijo indiferente.
Quanxi solo se le quedó viendo a Kishibe para mirar de nuevo al frente.
- ¿Cosmo, cuál es el plan? - Preguntó ahora a Cosmo.
- Halloween, halloween, halloween. (Meterme al cañón con Kishibe y salir volando directo al ojo). - Explicó ella aburrida.
Quanxi lo único que pensó fue...
- (Nos vamos a morir hoy, si o si...) - Mientras aceleraba aún más.
Cuando se iban acercando a la organización, el auto de ellos fue alcanzado por el láser cosa que quedaron en el aire por un segundo y luego se cayeron rodando en el asfalto...
- Demonios... ¡Tu! - Dijo Kishibe viendo al ojo que no paraba de mirarlos.
- ¡Kishibe, vamos! - Dijo Quanxi ayudándolo a levantar y corriendo con Cosmo cargada en su espalda.
Se escondieron detrás de un edificio pero fue borrado, corrieron detrás de un auto pero también fue borrado... Ya no quedaba más opción... Corrieron lo más que pudieron estando prácticamente cerca de Seguridad Pública. Cuando el rayo láser salió en dirección a Kishibe, este se sacó el saco que fue desintegrado y entro al edificio.
Cuando subieron, se encontraron con Himeno y Arai preparando otra vez el cañón gigante mientras que Makima observaba...
- ¡K- K- Kishibe - senpai! ¡Señorita Quanxi! - Dijo nerviosa.
- ¡Quanxi - senpai! ¡Señor Kishibe! - Dijo firme.
- Ya volvieron... Y veo que está ella... - Dijo Makima fijando su vista en Cosmo.
Cosmo solo la fulminó con la mirada mientras rugía con enojo...
- ¡Saquen lo que hay adentro! ¡Me pondré ahí! - Dijo Kishibe con Cosmo a lado.
- ¡¿E- E- Está loco?! ¡Puede m- morir! - Dijo asustada.
- ¡Señor Kishibe, debe haber otra forma! - Dijo él preocupado.
El ojo empezó a cargar un láser potente que tal vez borre todo Japón...
- ¡NO HAY TIEMPO! ¡HAGANLO AHORA! - Exclamo viendo como un color rojo pintaba todo el cielo.
Ellos rápidamente hicieron lo que Kishibe pidió y en eso el pelinegro entro con Cosmo para así prepararse.
- Kishibe... ¿Sabes que puedes literalmente morir y tus partes saldrán volando como si nada. - Preguntó Makima...
Cosmo miro a Kishibe y saco un pulgar en confirmación.
- ¡Estaré bien! - Afirmó.
- Eso es lo que me agrada de ti, Kishibe... - Dijo Makima para así levantar su brazo y bajarlo de golpe.
Se encendió la mecha y Kishibe abrazo a Cosmo para así...
*¡POM!*
Salieron disparados los dos a alta velocidad para después de eso entrar justo en la pupila del ojo que cargaba su láser.
Kishibe cayó en un sueño amarillo soltando humo por la pólvora, su camisa estaba arruinada... En cambio Cosmo... Ella estaba bien debido a que Kishibe la protegió.
- Halloween... (Gracias...) - Se sacó el polvo.
- Ni lo menciones. - Dijo levantándose.
Los dos vieron a su alrededor para así notar que todo era de color amarillo claro. No había nada pero nada a excepción de una persona que se encontraba de espaldas...
- [Halloween...] (Es ella...) - Dijo susurrando a Kishibe.
El pelinegro saco sus espadas duales y las unio para convertirla en una Katana. Al ver a Cosmo sin nada encima, saco su cuchillo y se lo dió a ella.
- [Cuando lo sientas necesario, úsalo...] - Le aclaro a lo que ella asintio.
Caminaron lentamente hacia aquella figura que ahora parecía lucir femenina. Cosmo se encontraba sudando por la tensión mientras que el pelinegro estaba serio... Al estar unos metros de distancia.
- Veo que entraron... Eso es... Interesante... - Dijo la figura de espaldas.
El cazador sin más corrió rápidamente hacia a ella y la decapitó haciendo que su cabeza caiga al suelo.
- Listo, la mate, problema arreglado. - Dijo con una sonrisa.
Sonrisa que duró poco debido a que el cuerpo desapareció en un haz de luz armoniosa y apareció el mismo demonio frente a él.
- Bu... - Dijo está frente a Kishibe.
- ¿Qué...? Pero te decapite... - Dijo mirándola.
- No puedo morir así. - Dijo ella.
Su apariencia era inusual. Pelo corto de color negro estilo egipcio. Piel de tez amarilla dorada. Pecas en sus mejillas y en cuanto a sus ojos... Tenía tres ojos, los dos dónde normalmente se ubican en el rostro y el tercero en la frente, ambos de color celeste. Estaba usando un vestido blanco que le llegaba hasta las rodillas. Parecía una egipcia...
- Tu fuiste... Disparado aquí con un cañón que debería matarte... Eso es, interesante... - Dijo observándolo.
- Humm si... - Dijo preparando sus espada para después...
Después de un momento a otro, Kishibe le dió un tajo y cayó sin vida...
- La mate... Ahora sí... - Dijo mirando el cuerpo.
En eso, el cuerpo se derrite y emerge otra igual sin daño alguno, con una expresión confusa.
- Tu... Me mataste... - Dijo acercandose más a él.
- ¡¿Que mierd-?! -
- ¿Ustedes... Quieren... Matarme? - Dijo inclinando la cabeza. - ¿Cómo lo harían? - Dice ella con un dedo en su mentón con una expresión de inocencia.
- Cortándote y matándote... De forma definitiva... - Dijo apretando más fuerte el agarre de su katana.
- Entiendo... Que interesante... - Dijo mirando atrás de Kishibe... - ¿Puedo preguntarte algo humano? - Dijo ella mirando al pelinegro.
- ¿Qué...? - Preparandose para atacar.
- ¿Esa de allí es Cosmo? - Dijo con duda...
- ¡Halloween! (¡Así es!) -
- Oh... Ya veo... Entonces... Mueran. -
Manos salían del suelo mientras ella se elevaba hacia arriba como si estuviera flotando. Kishibe con su espada, corto las manos que lo agarraban a él y a Cosmo para así tomar a la chica y subirla en su espalda.
- ¿Algún plan? -
- ¡Halloween! ¡Halloween! ¡Halloween! (¡Necesito estar frente a ella y activar mi "Conocimiento" infinito para vencerla!) - Explicó apuntado a la demonio amarilla que estaba en un trono.
De repente, varios clones salieron del suelo. Clones con alas de angeles, otros con cola de escorpión y por último, clones con zarpas de león. Kishibe convirtió su katana es espadas duales de vuelta y se preparó...
- El plan es este, me acercare y de alguna forma te enviaré allá, mientras tú la vuelves retrasada, yo te defenderé de sus clones. -
- ¡Halloween! (¡Bien!) -
Y así Kishibe corrió hacia los incontables clones del Descubrimiento y empezó a rebanar y matar a cada una de ellas, evitaba los ataques de veneno, zarpazos y golpes de ellas y se lo devolvia a base de muertes.
En algún momento salto pisando la cara de uno de los clones y se colgó del pie de unos de los clones alados para así avistar a la demonio mirando desde su trono serenamente.
- ¡Halloween! (¡Lanzame!) - Exigió ella.
Kishibe aprovecho y con su fuerza la lanzo a una velocidad increíble para que la chica caiga rodando y estando frente a ella levanté los brazos.
- ¡HALLOOOOOWEEEEEEEEN! - Dejando caer sus brazos de forma brusca frente a la demonio.
Está se levantó de su trono calmada y con un juego de manos que parecía un baile, abrió sus ojos con un destello azul.
Las dos sintieron como se ponían en trance al sentir sus mentes chocar. La mente del Descubrimiento consistía en un desierto nocturno con estrellas que no paraban de llover, pirámides con ojos tallados, y en aquel cielo estaba un ojo con un "∅" encima.
Mientras que la mente de Cosmo se trataba de una biblioteca inacabable que envolvía toda su mente, tanto el techo como ahora el suelo estaban repletos de estantes de libros de diferentes tamaños y al fondo, a su espalda, había una marca del infinito "∞".
La mente de las dos se mezclaron causando así que diferentes propiedades se pasen de una a la otra.
- Veo que nuestras mentes se han fusionado... - Dijo Cosmo sería.
- Demonio del Cosmos... Cosmo... Jamás pensé verte frente a mi... - Dijo ella colocando una mano en su mentón.
- Estoy aquí para acabar contigo. - Dijo indiferente.
- Tu que todo lo sabes... ¿Cómo lo harás? -
- Quedará intentarlo... - Dijo ella... Para chasquear los dedos.
Todos los libros empezaron a abrirse frente al Descubrimiento haciendo que su mente reciba todo el conocimiento que fue, está y va a estar...
- "Halloween..." - Decia el Demonio del Descubrimiento.
- (Hm... Perfecto, como lo pensé... Funcionó, ahora debo salir del trance y avisar a Kishib-) - Pensaba hasta que su mente fue interrumpida.
- "Halloween..." ¿Eso quieres que diga? - Dijo parandose firme aún recibiendo el conocimiento como si nada.
- (¿Qué...? Algo está mal... Ella... Está recibiendo todo el conocimiento del universo... ¿Pero porque no le afecta?) - Se pregunto viendo como los ojos del demonio brillaban constantemente. - (No puede ser... Ella... No solo lo está soportando... ¡Lo está almacenando! ¡Mi infinito conocimiento no le afecta, más, lo está absorbiendo!) - Dijo con una mueca de enojo.
Y lamentablemente era cierto la suposición de Cosmo. Si de por sí, el conocimiento que está le transmitió era tal que ni siquiera un ser con un %100 de su capacidad cerebral podría aguantarlo si quiera. Pero ella olvidó que las posibilidades de descubrir algo son también infinitas... En otras palabras...
Está pelea se resumía en:
El Descubrimiento infinito VS El Conocimiento inacabable.
Mientras tanto Kishibe luchaba como tal bestia incontrolable sin calma alguna, se movía de aquí para allá, intentando evitar los ataques de los clones que seguían atacando. Cuando vio que varios clones se acercaban a Cosmo, él rápidamente se abrio paso matándolos para así protegerla.
Noto que Cosmo aún seguía en trance cara a cara con la Demonio del Descubrimiento, a él se le ocurrió una idea, respiro con pesadez oara asi correr hacia ellas y...
- (Esto no es bueno... Podemos estar aquí miles de años y aún así seguiríamos como estamos. ¿Cuanto ha pasado? ¿Un año? ¿Dos? Kishibe allí afuera debe estar en aprietos, no puede estar eternamente peleando contra esas criaturas... Debí hacer algo... Debo...) -
- Rindete, Cosmo. Me estás otorgando lo que ansió y en cualquier momento tu mascota humana va a morir por mis copias y vas a perecer cuando se encarguen de ti... ¿Es que tanto cuesta entender es-? -
Ella recibió un corte de un cuchillo de Kishibe que la termino decapitando... Cosa que tanto Cosmo como Descubrimiento dijeron:
- ¿Eh...? - Las dos al unisono.
Cuando salieron de su trance, Descubrimiento se encontraba vomitando sangre tirada al suelo mientras que Cosmo tenía un sangrado nasal. Las dos vieron a Kishibe tirado al suelo con sangre que salía de sus oídos, ojos, nariz y boca mientras convulsionaba ligeramente...
Él se levantó a duras penas herido por el veneno de los clones escorpiones, por las zarpas de los brazos de león y una contusión...
20 segundos antes...
Kishibe se posicióno y aprovecho que los clones estaban lejos para así correr a toda velocidad hacia el trance de Cosmo y Descubrimiento.
- (Claramente están teniendo una batalla intensa en sus mentes, cosa de cerebritos... Pero si logro hacer que mi mente interfiera y pienso en cortarla con un cuchillo, tal vez la mate ahí adentro... El problema es que dónde pase demasiado tiempo entre ellas dos, mi cabeza de seguro explotará... ¡Debo ser muy rápido! ¡Que listo que sos Kishibe!) - Dijo corriendo aún más rápido.
Cruzo entre medio de ellas para así caer y empezar a torcerse el mismo por el daño que recibió su cerebro apesar de haber sido tan solo menos de un segundo.
Presente...
Cosmo tomo a Kishibe entre sus brazos y lo acostó preocupada por ver cómo este quedó en estado vegetativo...
La demonio se paró débilmente aún sangrando y vio esto con impresión contemplando a Kishibe... Llamo a sus clones y todas estas apartaron a Cosmo quien peleaba para que no la apartaran. Todas se amontonaron al cuerpo de Kishibe quien quedó en estado vegetativo.
Empezaron a lamer su cuerpo, desde las heridas causadas hasta sus oídos y así... Para cuándo terminaron, todas se alejaron y se derritieron dejando a tan solo los tres...
- ¡¿Halloween?! (¡¿Qué has hecho?!) - Dijo alterada.
- Yo... Lo cure... -
- ¿Hallo... Ween? (¿Tu... Hiciste que...?) - Dijo confundida.
Kishibe se levantó de golpe desesperado.
- ¡Ah! ¡¿Por qué siento que me pasaron lengua?! - Exclamó Kishibe sorprendido.
Cosmo se abalanzó a él abrazándolo.
- ¡Halloween! (¡Menos mal! ¡Ahora la maestra Quanxi no me matara!)- Dijo feliz.
- Tu... Humano... Levántate... - Exigió el demonio.
Kishibe se levantó y se puso frente a ella tronando sus puños...
- ¿Te pusiste entre nosotras para hacerme daño? - Dijo ella. - ¿Sabes lo tonto que fue eso? ¿Sabías que podías haber muerto por un mal cálculo tuyo? -
- ¿Calculo? Oh... Emm... Creo... -
- Si ese cuchillo mental me daba en el pecho... Me habria matado... Eres... Interesante... -
- ¿Gracias? -
- ¿Por qué lo hiciste? -
- Bueno... Cosmo parecía estar en problemas allí adentro y yo no podría luchar contra esos clones por siempre... ¡Así que opte por ayudarla a la manera Kishibe! - Dijo apuntando con su dedo indice su cabeza.
- ¿Y tú mataste a todos esos clones míos? -
- ¿Así es...? -
- 1... 2... 3... - Dijo contando los cadaveres. - 698 clones... Muertos a mano tuya... -
- ¿A qué quieres llegar...? -
- Me rindo... - Dijo ella de la nada aun parada frente a Kishibe.
- ¿Eh? -
- Así tal cual... Me rindo. - Dijo de brazos cruzados caminando alrededor del pelinegro observándolo de arriba a abajo. - ¿Aún no estás convencido? Aquí tienes mi corazón. - Dijo sacando un tentáculo del suelo con un órgano palpitante. - Con esto moriré definitivamente, o sino... -
- ¿O sino...? -
- Puedes atraparme y tenerme prisionera en tu organización mata demonios. -
- ¿Por qué tan cooperativa? -
- Por ti. -
- ¿Eh? -
- Eres un espécimen único. Conocí a varios humanos diferentes o curiosos... Pero tú... Tu condición física, tu fisomomia, tus habilidades, voluntad y resistencia anormal... Todo de ti es perfecto en cuanto apariencia... Ademas... - Ella tomo a Kishibe del rostro y junto su frente con la de él cerrando sus tres ojos... - Tus batallas tan curiosas y con soluciones extravagantes... Sin duda, eres una caja de sorpresas... Y eso también anhelo... - Dijo mirándolo fijamente.
- Entiendo... - Dijo confundido...
- Haz un contrato conmigo. Te daré cualquier dote o inmunidad a cambio de que me dejes ver a través de tus ojos lo desconocido... -
- Hmmm... Si con eso te rindes y dejas ser atrapada... -
- Perfecto. - Dijo abriendo la camisa de Kishibe bruscamente y con sus dedos dibujar un ojo en su pecho. - Tendrás un contador. Cuando quieras usarme el contador bajara, y una vez este a cero, ya no podrás usarme nunca mas. - Dijo ella acercándose más a Kishibe - Te daré el uso de mi contrato a 10 veces... Concluyamos nuestro contrato con un beso...~ - Acercando su rostro a lo que Kishibe se apartó un poco.
- Lo siento, me estoy guardando para alguien... - Dijo incómodo.
- ¡Halloween~! (¡Ay él, tan romántico!) - Dijo Cosmo de forma dulce.
- Que malo... Solo por eso te lo bajaré a 5 veces. - Dijo dándole un beso en la mejilla.
Cosmo miraba furiosa como ella beso a Kishibe.
- ¡HALLOWEEN! (¡Oye descubrimiento! ¡Él ya tiene dueña!) -
- Deja de llamarme así, me das más dolor de cabeza del que ya tengo... Mejor llámame: Cleowahy. - Impuso a los dos.
-
-
-
-
-
- No puedo creer que de verdad la hayas vencido tu... - Dijo Quanxi fumando.
Los dos se encontraban caminando de regreso a casa debido a que habían comprado helado.
- Ni siquiera yo lo sé la verdad... - Dijo rascándose la cabeza.
Quanxi de repente empezó a oler un olor extraño viniendo de Kishibe, eso la molestaba, se acercó a él olfateando cosa que puso nervioso al pelinegro.
- ¡A- Ah! ¿Quanxi...? ¿Es acaso mi colonia seductora lo que te atrae? -
- Hueles a hembra. - Dijo para sacar un pañuelo y limpiar la mejilla de Kishibe. - Mejor. - Dijo caminando con Cosmo atrás de ella.
Está solamente le hizo una seña de "felicitaciones" por su acercamiento a Quanxi.
Y así era otro día más en Seguridad Pública.
Con el plan del Pistola cada vez más cerca...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro