20: Epílogo.
- Muy bien... Ya están listos. - Decía Kishibe, Capitán de Cazadores de Seguridad Pública.
- ¡Agh, siento que me apreta el cuello este uniforme! - Decía Denji irritado.
- Tranquilo, al principio parece así pero te acostumbraras... - Aclaro Kishibe quien veía a Denji intentando respirar de forma dramática.
Había pasado un año desde los sucesos del Demonio Pistola, desde ese día, la plaga demoníaca se reducio considerablemente en Tokyo, tanto asi que la gente salía afuera tranquilamente. En cambio, los demonios que aparecían eran bastante temidos y fuertes al punto de que se necesitaban de varios Cazadores de Demonios para reducir la amenaza y en casos más extremos, llamar a los cazadores superiores como lo eran el Capitán Kishibe y la Capitana Quanxi.
Ahora mismo, el pelinegro se encontraba frente a Aki y Denji, quienes tenían sus uniformes escolares y a lado de él estaba Power, observando a los dos niños. Después de hacer unos trámites y mover algunos papeles, ellos completaron un examen de admisión y pudieron entrar a la escuela (increíblemente, Denji fue capaz de entrar).
- Bien... Están listos... Solo déjenme... - Hablo él, arreglando el uniforme de los niños a pesar de ya estar impecables...
Estaba nervioso, preocupado sería la palabra adecuada... Era la primera vez que dejaría ir a los niños solos a su escuela, hoy era la ceremonia de ingreso y no debían de faltar a su primer día de clases...
Pero el hecho de dejarlos solos y sin supervision...
- ¿No quieren que los acompañe hasta su escuela? - Pregunto sin estar conforme.
- ¡Kishibe, estaremos bien! Además, me daría mucha vergüenza que me miren agarrado de la mano junto a ti. - Expreso Denji apresurado por irse...
- Créame, Señor Kishibe, nada nos va a pasar. - Hablo Aki para calmar al adulto.
- Lo se, pero... - Hablo aún agachado frente a ellos.
- Además, usted tiene que cuidar de Power y enseñarle algunas cosas... -
- Tienes razón... Además de que debo de llevarla a la casa de Quanxi. -
- ¿Estará Long? - Pregunto sonrojado Aki.
- Pues... Claro, siempre está, no es que pueda salir a la calle tampoco. ¿Por qué preguntas? -
- ¡Diablos! No podré ir a verla, gracias a la escuela, ¿como la enamorare ahora...? - Dijo tomando su mentón.
- ¿Espera que-? - Kishibe dijo perplejo.
- ¡Vamonos Aki! ¡Se nos hará tarde! - Tomo Denji del brazo al peliazul.
- ¡Espera...! A- Aun debo... - Hablo para después abrazar a Kishibe. - [Gracias Señor Kishibe... Se que lo sabe, pero le agradezco por vengar a mi familia hace un año, y por ser nuestro maestro y padre...] - Dijo acurrucandose en su hombro.
- No hay problema muchacho... Ustedes tres son la mejor familia que pude tener en mi vida. - Dijo separándose y acariciándole el cabello. - Ahora, ve con Denji y cuidalo. - Hablo para levantarse.
Los dos se fueron corriendo con sus mochilas y saludaron mientras se iban a Power quien los miraba atentamente...
- Muy bien, quedamos solo tu y yo enana. ¿Lista para seguir con lo de ayer? -
- ¿Te refieres a eso de historia, granuja? ¡Yo no necesito saber lo que fue de la vida de los demás, la vida que me importa es la mía...! Y- Y tal vez la de ustedes y la maestra Quanxi... - Dijo refiriéndose a los tres niños, Kishibe y Quanxi.
- Mira que a mi me importa un bledo de gente muerta que hizo algo en la historia, pero ahí está. Después de eso, si quieres podemos comer lo que tu quieras y esperar a la Maestra Quanxi. -
- ¡¿Ella vendrá?! - Dijo emocionada.
- Pues, suspendió el entrenamiento de sus niñas y tu para venir de visita aqui. -
- ¡Le demostraré que fuera del entrenamiento sigo siendo genial! - Exclamo para así crear una bola de sangre y lanzarselo a Kishibe en la cara.
Este solo se limpio algo frustrado y entró al apartamento para bañarse y aprender junto a Power...
El rato paso hasta que los dos escucharon el ruido de la puerta golpearse. Al abrir la puerta, se trataba de Quanxi, quien tenía una pequeña caja envuelta en papel de regalo.
- Hey, viniste. - Dijo el pelinegro sonriendo.
- Nah, sigo en mi apartamento. - Bromeo aún conservando su misma expresión.
Kishibe solo gruñó con molestia ante la burla de la tuerta para hacerse a un lado.
Al entrar, fue recibida por la pequeña Poseida de la Sangre, Power, que salto a abrazarla.
- ¡Maestra Quanxi! ¡Al estar junto a este granuja me he vuelto más inteligente y peligrosa, pronto seré una amenaza mundial! - Extendió alegre los brazos con su sonrisa afilada.
- Jum, ya me lo imagino, después de todo, eres una de las mejores estudiantes que tengo. - Dijo agachandose y acariciando su cabeza.
- ¿Huh? ¿Y esa caja con nota? - Pregunto por lo que tenía Quanxi en sus manos.
- Hmm, no lo sé, unas pajaritas poseídas que entrenan contigo te prepararon algo... Hasta te escribieron una nota ya que sabias leer. - Le ofreció el obsequio.
Power lo tomo rápidamente y leyó la nota.
- pArA... pOwEr... La SaNgRiEnTa... Un... ReGaLo... De... ToDaS... - Leyó con dificultad para así abrir la caja.
Mientras tanto, Kishibe miraba con calma y felicidad como la cernida abría su obsequio.
- ¿Y para mí no hay nada? - Dijo bromeando el pelinegro.
- ¿Quieres un regalo también, niñito...? - Dijo de forma venenosa la albina.
- Solo si es tuyo~ - Insinuó.
Quanxi levantó su puño amenazando a Kishibe cosa que este levantó las manos para que se detenga.
- ¡Está bien, esta bien! No más regalos... - Dijo riendo.
Quanxi tomó el rostro de Kishibe delicadamente y le planto un suave beso en los labios.
- Allí tienes, luego tu me regalaras algo en la noche. Así que ve llamando a Himeno y Arai para que cuiden a tus niños. - Dijo inexpresiva.
El cazador solo rio sonrojado ante su aviso sabiendo que se volvió afortunado este día...
Pasaron unos minutos y Kishibe le hablo a Quanxi:
- Hey, debo salir hoy fuera de la ciudad, puede que me tome un rato pero volveré lo más pronto que pueda. ¿Será que puedes cuidar a Power mientras tanto? -
- Seguro. ¿Pero a donde iras? No quiero ser entrometida, solo tengo curiosidad. -
- A casa... Debo... Hablar con mis padres. -
- ¿Tus padres? Kishibe... No te lo tomes a mal, pero para esos idiotas no vales nada. ¿Por qué querrias dirigirse la palabras? Hasta ahora nunca han llamado por ti. -
- Si... Han pasado dos años desde que me hecharon de casa... Dos años en los que no los vi. En esos dos años, he logrado cosas que ellos jamás pensaron que obtendría... Es por eso que debo ir a verlos. - Explicó...
- Como digas... Se que es tonto preguntarlo... ¿Pero estarás bien? No quiero que salgas de allí con una crisis ni nada. -
- No te preocupes, solo espérame lista para cuando vuelva. *Muack* - Dijo dándole un beso en la mejilla.
Ella simplente se dejo besar y vio como él se despedía de la pequeña rubia cuernuda.
-
-
-
-
-
-
Se encontraba manejando un auto otorgado por Seguridad Pública. Por más increíble que suene, Kishibe había conseguido su licencia de manejo por lo que aprovechandola ya no tenian que ir en tren o caminando a SP, es más, pasaba a buscar a Quanxi y así los dos iban allí, jamas creyó que le gustaría tanto usar una de estas grandes maquinas, era fascinante...
Cambiando de tema... Iba en dirección a su antiguo hogar, ¿Cuál era la razón de ello? ¿Acaso los extrañaba? Claro que no. ¿Lo llamaron acaso? Mucho menos. ¿Tenía un asunto pendiente tal vez? Absolutamente si. Al llegar al pueblo en donde se crío, aquel vecindario donde pasó por múltiples recuerdos en dónde no era bienvenido solo provocaron una sensación de incomodidad en él.
A diferencia de antes, su vecindario se veía como si estuviera abandonado, las casas estaban algo deterioradas no había nadie afuera... Y al estacionarse por fin al llegar a su destino... Lo mismo pasaba con su hogar.
Él recordaba como al llegar de la academia militar, la casa de sus padres estaba bien mantenida por ellos mismos, pero ahora, es como si careciera de vida, tablones desgastado, pintura opaca y el jardín marchito... Se bajo del auto y camino hacia la puerta para golpearla.
Nadie respondió... ¿Habían muerto acaso? Sin importarle en lo absoluto, abrió la puerta que estaba sin llave y entró viendo que casi todo estaba con polvo, en el fondo de la casa, se encontraba una persona sentada enfrente la ventana con la luz del sol de mediodía dándole... Era su padre.
Él camino con las manos en los bolsillos y se acercó a su figura paterna.
- Hey, vejete, ¿Qué te cuentas? - Dijo observandolo sin expresion alguna.
El padre de Kishibe no respondió en lo absoluto, simplemente permaneció en silencio mirando la ventana.
- ¿Oye y por qué este lugar parece abandonado? Ya hasta parece leyenda urbana y tal. - Hablo mirando para los dos lados.
El hombre de tal vez 55 años hablo:
- Algunos se fueron, la mayoría murieron en el Festival de la Luna de Sangre del año pasado... Los que siguen aquí son pocos y ya tienen mi edad... -
- Ahhh, ya veo... ¿Y la vieja? Pensé que le daría un infarto al verme de nuevo pero ni siquiera esta... -
- Ella murió. La misma noche un demonio la atacó, el doctor que la atendio estaba enfermo y la herida se infecto hasta enfermarla y matarla... -
- Hasta que por fin pasa algo bueno en esta casa. Me alegra... - Dijo para sentarse en un sillón a lado de su padre.
Los dos permanecieron en silencio un rato hasta que Kishibe hablo:
- ¿Dijo algo antes de morir...? -
- Quería verte una última vez y disculparse... - Respondió el anciano.
- Hm... Lo hubiera hecho hace tiempo en vez de hacerlo antes de morir... - Dijo mirando a la ventana junto a su padre.
Los pájaros cantaban felizmente, a través de la ventana, estaba el parque de juegos para niños abandonado y al fondo se encontraba el bosque en donde murieron los niños de aquella vez...
- Aun recuerdo tu nacimiento... - Hablo su padre.
- ¿Ah, enserio? El peor día de tu vida me imagino. -
- No... No fue así... Recuerdo cuando te pusieron en mis brazos porque tu madre estaba inconsciente... Tu pequeña mano se aferraba a mi dedo con bastante fuerza, no querías soltarte de él y si lo hacías, llorabas desesperadamente... Cuando te devolvía mi dedo nuevamente, te calmabas y dormias soñando alguna que otra cosa... - Dijo con una pequeña sonrisa.
Kishibe no hablaba, simplemente se callaba estando sentado en el sillón observando la ventana vieja.
- Cuando tenias 5 años, a pesar de las dificultades que teníamos tu madre y yo, tú siempre me recibirás con los brazos extendidos y una sonrisa en tu cara, me mirabas con amor y admiración, me veías como a un padre... a pesar de que a veces cometias una que otra travesura y yo te regañaba... Siempre querías estar a lado mio. Le tenias miedo a tu madre porque una vez casi te mato... -
- Y cuando tenias 8 años... Bueno, supongo que ahí ya todo cambió... Cada que volvía del trabajo, tu ya no venias a mi como lo hacías antes... Es más, te escondias en el marco de la puerta y me mirabas con miedo a la distancia... Cada vez que intentaba acercarme tu te alejabas corriendo o te escondias bajo tu cama... Si... Recuerdo que cuando llamaba tu nombre, te acercabas temblando y mirando al suelo... Con moretones de los golpes que te daba porque rompían tus cosas por accidente. ¿Desde cuando deje de ser tu padre y me converti en tu demonio? -
- Desde que tu y esa anciana a la que tendría que llamar "madre" provocaron que tuviera pesadillas y estuviera mirando la puerta casi toda la noche a que ella no entre a asfixiarme o tu a golpearme por alguna mierda... Tsk, como me dan ganas de golpearte ahora mismo. Pero ¿Sabes? Cada paliza que me dabas, cada intento de querer librarse de mi solo me hacia más resistente a sus golpes, me hacia mas duro, más fuerte... - Dijo algo fastidiado.
- Si... Cuando tuviste 12 años fue donde ya no te vi como mi hijo... Te escapabas de casa para ir a robar cosas, como por ejemplo, nuevos juguetes, joyas que le regalabas a tu madre o dinero que escondias en una pequeña caja tuya... O a los 14 donde fue que te mande lejos de nosotros. -
- ¡Oh! Y no te olvides los 19 donde donde volví a casa y me iba a pasar la mayor parte del día tirado en el bar hasta que me hecharon... -
- Como si hubiera arreglado algo en ese entonces. -
- ¡¿Estás bromeando?! ¡PUDISTE HACERLO! - Dijo enfurecido. - ¡SI A LOS 12 O 14 ME HUBIERAS PUESTO MAS ATENCION EN VEZ DE GOLPEARME COMO UN MANIACO TAL VEZ HABRIA PASADO ALGO! ¡O TAL VEZ, CUANDO SALIA DE CASA A EMBORRACHARME, PUDISTE HABERME IDO A BUSCAR Y HACER EL INTENTO DE HABLAR CONMIGO! ¡PERO NO, DECIDISTE TRATARME COMO A UN MALDITO PARASITO EN VEZ DE TRATARME COMO TU HIJO, TU Y ESA PERRA! -
- ¡A TU MADRE NO LE HABLES ASI! -
- ¡¿O QUE?! ¡¿EH?! ¡¿QUE HARAS?! ¡¿VAS A GOLPEARME VIEJO?! ¡¿VAS A SACAR TU CINTURÓN Y A AZOTARME HASTA QUE TE DIGA: "SI SEÑOR" COMO LO HACIAS ANTES?! ¡¿ME DEJARAS HINCHADO DE MORETONES Y HERIDAS COMO LO HICISTE AQUELLA VEZ QUE ESOS POLICÍAS ME TRAJERON A CASA?! - Dijo empujando la silla de este en forma de amenaza.
El anciano se agarraba de la silla con fuerza mientras observaba a Kishibe consternado.
- ¡POR UN CARAJO! ¡¿PAPÁ, SABIAS QUE DESPUES DE QUE USTEDES ME HECHARON INTENTE SER POLICIA?! ¡¿O QUE FUI UN VAGABUNDO POR UNOS MESES HASTA QUE ENCONTRÉ TRABAJO?! ¡NI SIQUIERA HICISTE EL MALDITO INTENTO DE INVESTIGAR Y LLAMARME POR TELÉFONO PARA VER COMO ESTABA! ¡NO TE IMAGINAS POR LAS COSAS QUE PASE NI POR LAS COSAS QUE PASABAN POR MI CABEZA! ¡ME MORI PAPÁ, ME MORI DOS VECES Y VOLVI A LA VIDA DE MILAGRO! - Dijo respirando agitadamente mientras.
El padre de Kishibe observaba atentamente a su hijo, se acomodo en su sillón para mirar al suelo y hablar...
- Tienes razón... Tuvimos la culpa desde el principio y te arruinamos la vida. Tu no pediste nacer en este mundo tan roto y salvaje, ni tampoco pediste ser odiado o maltratado de esa forma... -
- Felicidades, lo descubriste... 21 años tarde, idiota. -
- A veces me pregunto como hubiera sido si fuéramos buenos padres... -
- Bueno... hubiera tenido estudios completados en vez de ir a la academia militar, tendria una novia, hubiera asistido a algún tipo de universidad o tal vez estaría trabajando de oficinista, aun viviría aquí y tal vez ella seguiria viva... Aunque de igual forma moriríamos los 3 si no fuera por mi... - Dijo prendiendo un cigarrillo.
- De igual forma... ¿Por qué viniste aquí? ¿Necesitas dinero o algo acaso? -
- ¿Recuerdas lo que te dije cuando me hechaste de casa? Algún día iba a ser mejor que tú, iba a tener mejores cosas que tú y bla, bla, bla... ¿Adivina que? -
El hombre viejo miró a Kishibe mientras que este sonreía de forma maliciosa a su padre.
- Aunque no lo creas, me volví un Cazador de Demonios de Seguridad Pública donde ganó bastante bien y gracias a mi desempeño tengo mi propia oficina, tengo a 3 niños a los cuales educó muy bien y los quiero, tengo una novia hermosa y fuerte, amigos interesantes y aunque no tenga una casa, vivo en un apartamento cómodo con pequeños lujos... ¿Te das cuenta? A pesar de que me intentaron hundir, logre salir adelante... Los niños que murieron en el bosque, mamá, los de la academia militar, tú... Se pueden ir al demonio, porque los supere... -
- Ya veo... Me alegra por ti, Kishibe... -
- ¿Eh...? No, estas senil, no escuchaste bien de seguro. Soy MEJOR que tú... -
- Lo se, me lo dijiste... Y estoy feliz por ti. -
- ¡No! ¡No deberia ser así! ¡Deberías enfurecerte, frustrarte, sentirte triste y desearme todos tus males por haberte superado! ¡¿Por qué te pones feliz por mi sabiendo que YO, tu mayor enemigo en la vida, logro lo que tu nunca vas a pudiste y vas a hacer?! -
- Porque no eres mi enemigo Kishibe... Nunca lo fuiste... Después de perder a tu madre... Me di cuenta de que tu eres mi hijo, después de años de hacerte sufrir, me di cuenta de la falta que haces... Es tarde para decirte un "lo siento", también es tarde para ser tu padre después de todos estos años... - Hablo observando la foto de su esposa cargando a Kishibe de bebé y a él mismo a lado.
El pelinegro, perplejo, miraba a su padre sin saber que sucedia.
- Pero jamás es tarde para sentirme orgulloso por el hombre que te has convertido, ni tampoco es tarde y nunca lo será para desearte lo mejor aun me quieras muerto... Es por eso... Que espero que las personas a tu alrededor te aprecien como nosotros nunca lo hicimos, y que el día que te mueras, lo hagas con ellos a tu lado... A diferencia de mi, que moriré solo. - Dijo tomando de su agua.
Kishibe simplemente se levantó y camino a la puerta.
- Ojalá y te pase eso la verdad... - Hablo para irse...
Pero en eso, vio a su padre de espaldas, solo, en aquella silla mirando a la ventana, provocando que su corazón sienta la emocion de melancolia... se detuvo con el pomo en la mano y con el orgullo en su boca y su mano cerrada con fuerza... Hablo...
- ¡Hey, viejo! - Exclamó llamando la atención de su padre que se giro ligeramente a verlo. - La próxima semana vendré a verte de nuevo... Trata de limpiar este lugar para ese entonces o de lo contrario no vendré ni mierdas... - Dijo fastidiado.
- Te estaré esperando entonces... - Dijo para volver a mirar la ventana.
Kishibe suaviza su mirada... Y luego salió por la puerta para así dirigirse al auto pensando...
-
-
-
-
-
-
- Y entonces... ¿Cómo te fue? - Pregunto la albina fumando.
- Y digamos que ahora tengo que ir una vez a la semana allí para ver a mi padre... eso hasta que algún día muera supongo. -
- ¿De verdad? -
- Se lo que piensas y tienes razón, tal vez sea estúpido lo que hago... Pero soy un estúpido, así que no habrá problema con eso. -
- Aun así, ¿que te llevo a tal decisión a pesar de lo que te hizo sufrir gran parte de tu vida. - Pregunto ella.
- Hmmm... - Dijo pensando... - ¿Sabes Quanxi? A diferencia de los que nos rodean, claro dejando de lado a Power, tus niñas y Makima. Somos inmortales ¿Verdad? - Hablo estando apoyado en el barandal frente a la puerta de su apartamento.
Los dos en algún momento de nuestra vida no nos daremos cuenta, pero el tiempo pasará volando y la gente a nuestro alrededor también... Nosotros no cambiaremos pero los demas si.
Se podía ver a Aki y Denji colocando glaseado a un pastel y jugando entre ellos.
Arai y Himeno estaban colocando unos adornos para fiestas junto a Power quien estaba en los hombros de Arai.
Lo cual me hace pensar... Vivir con odio no tiene sentido alguno, quiero decir, ¿que sentido tendría odiar a alguien que me hizo mucho dolor en mi infancia cuando me queda una eternidad completa por la que vivir y disfrutar junto a alguien especial?
Las poseídas de Quanxi estaban en la cocina viendo si ya estaba listo su platillo especial mientras que Pingtsi al sacar la bandeja del horno, se quemo las manos por accidente soltandola sobre sus pies e iba a gritar si no fuera porque las otras tres le taparon la boca haciendo que se asfixia...
Y así...
Pingtsi murio...
(Tremenda perdedora).
Aunque claro, me deprime el hecho de que las demás personas que amo no serán eternas, algún día parecerán más viejos que yo y los tendré que enterrar. Y tal vez lo mismo pasara con sus hijos, los hijos de sus hijos y así hasta que en algún momento no seré recordado por nada más ni nada menos que su memoria... De igual forma, la muerte vendrá a nosotros, no por el tiempo pero si habrá algo que nos sobrepase por mucho y nos arrase por completo... ¿Pero importaría acaso? Sabiendo que es algo que ansiaremos tal vez...
Makima estaba organizando unos documento en su oficina nueva, estando nada más ni nada menos que ella sola, mirando hacia el ventanal de atrás...
- Chainsaw man... ¿Algún día estaremos juntos? -
Tal vez tendría miedo de que pase eso, después de todo, el hecho de imaginarme que todos mueran inclusive tú y me quede solo... Me mataría por dentro completamente...
Pero si se tratara de morir junto a ti y verte de nuevo junto a las personas que algún día ame, entonces abrazare con calma aquel destino. Aunque la verdad es que tal vez tu y yo iremos al infierno por ser lo que somos.
Knife se encontraba viendo y escuchando a través de los ojos de Kishibe todo lo que sucedía con atención... Reflexionando su punto de vista.
Dentro del apartamento, Pochita dormía plácidamente junto a Nyako dejando de lado lo que pasaba ahí.
- Es por eso, que pienso tal vez intentar a ver que sucede con él en vez de amargarme la vida pensando que es una basura. -
- Hm, interesante... -
- ¿Enserio?
- Nah, eres un estúpido... Mi estupido~ Y eso es lo que importa. - Hablo para apoyar su cabeza en el hombro de este.
- Oh vamos... Pensé que dije algo super reflexivo o por el estilo, ya solo quiero ir adentro. -
- Pues vayamos, solo quise hablar contigo de como te fue allí. -
- Me alegra que seas tan atenta conmigo~ - Dijo dándose la vuelta para abrir la puerta del apartamento.
"¡SORPRESA KISHIBE Y QUANXI!"
-
-
-
-
-
8 Años más tarde... (05 de Abril del 2005).
- Y como te decia, el pendejo de allí no me quiso vender esa bebida solo porque me pedía identificación. A ver, yo te pregunto: "¡¿Como carajos querrias mi identificación si soy una maldita poseida?!" Osea, si le dijera eso, llamaría a los cazadores y mi padre me mataría y literalmente si se entera de que me salgo a escondidas del apartamento. Ustedes tienen tanta suerte de poder salir con la maestra Quanxi a donde sea... ¿Huh? Un momento, Long, parece que mi padre ya vino... Si se entera de esto me quitara el teléfono. - Dijo colgando su aparato de comunicación.
Una chica rubia de pelo corto, cuernos rojos y ojos en forma de cruz, con una altura de un metro y setenta salió de su habitación para así ver a un hombre pelinegro quien se sacaba de encima su saco de SP... Era Power que fue corriendo a recibir a Kishibe...
- ¡Gyaaaa~! ¿Cómo te fue en el trabajo? ¿Alguna cacería interesante? - Dijo siendo acariciada por el pelinegro.
- Nada fuera de lo normal, estos años no han habido demonios preocupantes... -
- Bueno, tampoco es como si los demonios mierderos les hicieran algo a ustedes, digo, tu y la maestra Quanxi son invencibles. -
- El lenguaje... Pero nah, no somos invencibles, simplemente somos muy buenos en lo que hacemos. - Hablo sentándose en el sofá agotado. - Lo que si me venció fue el papeleo. -
- ¡Por cierto, prepare el almuerzo! -
- ¿Qué hiciste que? Oh no... Por favor dime que no tocaste la cocina... -
- ¡No paso nada, esta perfectamente bien! En una revista vi la receta de como se hacía y seguí los pasos a la perfección. -
- Muy bien... Veamos que me hiciste. Pero si me llego a intoxicar, te lo haré comer todo a ti. - Dijo alzando a Pochita y acariciandolo.
- ¡Bien! Pero si te gusta, tendrás que comprarme un conjunto que leí en esa revista. ¿Trato? -
- Hmmm... - Pensó él...
- ¡Woof! -
- Pochita parece decir que no es mala idea... Acepto tu propuesta. - Dijo levantandose para ir a la mesa.
- Hoy espero que Denji no venga con su apestoso amigo... -
- ¿Te refieres a Miri? Por lo que se es un buen chico... -
- Es obvio que esta interesado en ligarme. ¿No te preocupas por mi acaso? - Dijo colocando un plato.
- Me preocupo más por él que por ti sinceramente... - Dijo tomando un vaso de agua.
- Tch, es por eso que la maestra Quanxi no quiere casarse contigo. -
- No me hagas sacarte el teléfono, mocosa. Aún me sorprende que Arai y Himeno estén casados y nosotros no... -
- Dah, bueno, almenos tu tienes más posibilidades que Aki. -
- Adivino... ¿Long? -
- Dios mio, siempre me pregunta algo sobre ella y como puede enamorarla... Piensa que ella no se dio cuenta, ha sido asi desde niño. - Dijo sirviendo su platillo hecho por ella.
- Bueno, por lo menos no es un delincuente. -
- ¿Te refieres a Denji? Pero si no es uno...
- Pero se parece a uno y actúa como uno. Tiene suerte de tener a esas dos chicas, Reze y Asa junto a él para que no haga alguna estupidez... -
- ¡Nuh huh! Asa parece una gruñona y a Denji le gusta hacerla enojar, en cuanto a esa tal Reze... No la conozco pero tiene nombre de zorra. -
- El lenguaje... Pero tienes razón en algo, Denji no la ha traído a casa... ¿Será su novia? -
- ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! No. - Dijo sentándose.
-
-
-
-
-
-
Tres chicos se encontraban caminando, uno rubio con el uniforme escolar desabrochado, otro con el pelo negro y un abrigo azul abajo de su uniforme y el ultimo era alguien alto del pelo de color azul y largo con el uniforme impecable leyendo un libro mientras caminaba. Eran las cinco en punto de la tarde...
- Gaaaah... Tengo ganas de ir al Arcade... - Exclamó un Denji de dieciséis años.
- Pues vayamos, no se que tanto problemas tienes... - Hablo el chico de pelo negro.
- Lo haría, si es que mi padre y su topo no me atrapan... - Dijo refiriéndose a este último al peliazul.
- Pues disculpame si solo digo la verdad y mantengo informado al Señor Kishibe de lo que sucede. Deberías darme las gracias por cuidarte. - Dijo Aki de dieciocho años.
- ¡¿Cuidarme de que?! ¡¿Acaso el Demonio de los Videojuegos me matará?! -
- Puede ser. - Contestó este aún mirando su libro.
- Grrr... Carajo, que día más aburrido fue hoy... -
- Bueno, hoy estoy de buen humor, así que no le diré nada al Señor Kishibe esta vez... -
- ¡Hasta que por fin haces algo bien! ¿Vienes? -
- No puedo, hoy tengo club de Kendo y no puedo faltar. No te ausentes mucho o él sospechara, ¿entendido? -
- Si, esta bien, lo que digas... -
- Nos vemos, Denji. Nos vemos a tu también, Miri. - Dijo dándose la vuelta en otra dirección.
- Adiós Aki. - Se despidió el de cabellera negra. - Cielos, ese cabron tiene a un montón de fanáticas y esta interesado en otra... ¿Me pregunto quien será? -
- Créeme que no quieres saberlo. - Respondió Denji. - Además, ¿De que te quejas? Tienes a varias fanáticas atrás tuyo. -
- Ninguna me calienta, solo tú hermana lo hace. -
- Que te jodan. Aún no entiendo que le ves, hermano, es una loca. -
- No solo una loca, también es grosera, sexy, atractiva y sabe como golpearte el rostro... Ahhh~ Me acuerdo cuando me dejó inconsciente de un puñetazo al pensar que era un extraño... - Dijo perdido...
- Pues... Allá tu... *Coff* -
- Ja, eso te pasa por hablar mierda de Power - chan. - Hablo burlándose.
Denji de repente empezó a toser con más fuerza. Miri Sugo, al principio se rio pero esta sonrisa fue borrada poco a poco al ver como Denji seguía tosiendo con fuerza a tal punto que se arrodillo. Este se agachó para así asistir al rubio que poco a poco se levantaba.
- Denji... ¿Viejo, esto es sangre...? - Dijo viendo la palma de este...
- Ah... Si... lo acabo de recordar... -
"Mi madre tenía una enfermedad del corazón..."
-
-
-
-
-
Y aquí, esta el "grandioso" final de LETHAL MAN: KISHIBE. Se que no es el mejor final de todos, pero miren que una historia que trate Chainsaw man tenga final, es algo impresionante.
Ya con todo esto...
VAYANSE TODOS DE AQUI, VAMOS, VAMOS.
Kishibe: ¡¿Eh?! ¡¿Participe en tu historia de mierda y así nos lo pagas?!
Quanxi: Vaya pedazo de caca resultaste ser.
Makima: Jum... Y eso que participe en tres historias tuyas.
Himeno: O- Oh... No me pagaron para esto...
Arai: Mis padres me quieren en casa, no tengo tiempo para esto.
Long: Vaya cagada, hiciste que un emo de pelo azul se enamore de mi.
Cosmo: ¡Halloween, halloween, halloween! (¡Borra la cuenta, fracasado!).
Tsugihagi: 🖕
Pingtsi: ¡POR FIN! ¡YA ME CANSE DE MORIR EN CADA CAPITULO QUE APARECIA!
D.PISTOLA: OIGAN PIBES, ¿POR QUÉ ME NERFEARON?
KNIFE: Tsk, vamonos Arpher, no quiero estar más en esta historia.
Arpher: Esta bien, tranquilo, vamos a mirar la familia peluche y casados con hijos para alegrarnos.
LETHAL MAN: KISHIBE.
FIN.
Extras:
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro