Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15: LETHAL MAN...

Apartamento de Kishibe, Shinjuku, Tokyo - 03 de junio de 1997 - 00:27.

Una fila de demonios incesantes subían por las escaleras en dirección al apartamento del cazador de demonios, Kishibe, con tres niños adentro peleando por sus vidas para no morir a manos de las criaturas abominables que se encontraban arrasando todo el apartamento del pelinegro.

Aki usaba dos cuchillos de cocina esquivando a duras penas algunos ataques demoníacos y respondiendo con apuñalamientos, Denji se aseguraba de cortar con Pochita lo que podía de las criaturas malévolas que amenazaban con matarlos a los tres, Power por otro lado, con una lanza hecha de sangre empezó a pinchar y en casos con suerte, matar a los demonios para mantenerlos a raya...

El ataque de un demonio fue evitado por los tres, pero lamentablemente uno de los cuernos de Power fue roto, provocando que de un chillido de dolor.

Aki desesperado, se daba cuenta que los demonios aparecían en masa, ya rodeando todo el apartamento. Miró a sus espaldas con la idea de retroceder o estar más seguro en la habitación.

- ¡ESCUCHEN! ¡VAMOS A NUESTRA HABITACION, SON DEMASIADOS! - Exclamó Aki.

Agarro la lanza de Power y la arrojo a la cabeza de un demonio, tumbandose hacia atrás aplastando a los otros demonios.
Tomo de la mano a los dos niños y fueron corriendo hacia la habitación poniéndole el seguro. Nyako estaba temblando en un rincón debido al miedo mientras que Power jadeaba con cansancio debido a la sangre que uso, apesar de que la luna sangrienta le dio más vigor a la poseida, no era suficiente para retroceder a la horda.

Denji estaba tratando de encender de nuevo la motosierra de Pochita, que apesar de su ferocidad, ya no podía encenderse debido al cansancio.

Aki por su lado vio los cuchillo de cocina viendo que uno era inservible...

Estaban perdidos, se lamentaba el haber fallado y no sobrevivido, todos sus sueños de ser cazador, ser alguien fuerte, vivir con sus nuevos hermanos y ser feliz, se iban hundiendo en lo más bajo de sus desesperanzas. Vio a Denji arrodillados y empezando a llorar con Pochita inconsciente en sus brazos por el cansancio, sabiendo de su fin.

Power quien estaba tirada al suelo intentaba crear más armas de sangre como por ejemplo, un simple cuchillo pero no tenía ni la más mínima fuerza de pararse siquiera, el consumo de sangre la debilitó drasticamente.

Aki respiraba agitadamente, no sabía que hacer... ¿Saltar la ventana? No... Aunque lo hiciera, se podrían lastimar gravemente y solo serian presas para demonios. ¿Esconderse? Tampoco... Ellos podrían revisar hasta el más mínimo rincón y los matarían a los tres. ¿Sobrevivir? Por como iban las cosas, no llegarían a ver un mañana...

Denji se acercó a Power y junto a Pochita la sostuvo en sus brazos tratando de reanimar a los dos, se corto un poco la mano con la motosierra apagada de su canino amigo y virtio sangre en la boca de los dos demonios pero aún así no era suficiente para recuperarlos por completo...

Nuevamente, Aki iba a ser espectador de como matan a sus seres queridos frente a él por segunda vez... Lo peor de todo es que en esta ocasión, el tuvo la opción de defenderse y protegerlos, pero aún así fracaso.

En la puerta se escuchaban los golpes fuertes y estruendosos de los demonios queriendo entrar, la puerta poco a poco se rompía. Aki se acercó a Denji, Pochita, Power y Nyako para así abrazarlos con fuerza mientras lloraba...

"Fue en un día cualquiera... Un día cualquiera en que no me importaban los demonios o los problemas del mundo, en que solo me importaba mi familia y hogar... ¿Por qué todo se desvaneció?"

Aki recordaba los momentos felices que tenía antes con su familia, con su hermano menor, que apesar de estar siempre enfermo de salud, se divertía con él, jugar con su padre, pasar tiempo con su madre...
Denji quien se aferraba a Aki, hizo que este recordará como su hermano reía con diversión y se agarraba del mayor por sus momentos de debilidad...

"Fuiste ... Demonio Pistola..."

Vio el cuchillo en su mano, viendo su reflejo en el objeto afilado. No podía... No debía... No quería... Aki, con el corazón palpitante, lleno de determinacion y valentía, apretó los dientes con lágrimas saliendo de sus ojos y se levantó.

"Y en una noche como esta, tu vas a arrebatarme nuevamente a mi familia... Pero no voy a dejarte hacerlo."

Camino para quedar enfrente de la puerta con Denji que lo miraba perplejo...

- ¿A- Aki...? ¿Qué harás...? - Dijo Denji con una voz quebradiza y angustiada.

Power quien aún estaba consciente pero débil, gimio y hablo:

- Bellaco... D- Detente... Aléjate de ahí... - Dijo extendiendo su mano hacia el niño peliazul.

Ya no más... No iba a permitir que suceda aquella tragedia de vuelta, iba a luchar por lo que amaba... Iba a luchar por su familia.

Pochita gruñia con impotencia, tratando de encender su motosierra que inútilmente fallaba, ladraba como podía para que Aki se aleje de la puerta...

Denji grito:

- ¡AKI! ¡NO VAYAS A LA PUERTA! ¡TE LO SUPLICO! - El rubio, con traumas de su pasado, estaba totalmente perdido, fuera de si, desesperado... - ¡POR FAVOR, NO ME DEJES TU TAMBIEN! ¡NO QUIERO QUEDARME SIN NADA DE VUELTA! - Exclamó el niño con dolor en su voz...

Aki permanecía frente a la puerta con el cuchillo de cocina en mano, con una mirada feroz, cerrando sus manos con fuerza.

"¡NO ABRAS LA PUERTA!"

AKI!"

Los ojos de Aki se abrieron como platos, la imagen que vio por una fraccion de segundos, fue suficiente para dejarlo aterrado... ¿Por qué vio eso? ¿Lo vivio acaso? ¿Era una premonición? ¿Su futuro? Era él de adulto, convirtiéndose en lo que más aborrecía... Un demonio.

Y a pesar de no haberla abierto, la puerta se rompió en miles de pedazos con una oleada de demonios preocupantes...
El peliazul piso con fuerza el suelo, agarro a dos manos su cuchillo y con un grito feroz avanzo hacia loa seres abominables.

Una puñalada fue clavada en el cuerpo infernal de la criatura, causando que la sangre caiga a chorros, sacó el cuchillo para nuevamente apuñalar esta vez a otro demonio. Fue empujado con fuerza para salir volando y chocar contra la pared, pero así como cayó, rápidamente se levantó.

Un demonio se acercaba a Denji quien le arrojaba lo que tenía a mano. Pero en eso, el demonio fue apuñalado nuevamente por el niño peliazul quien gritaba con fuerza.
Otro demonio lo tomo y lo golpeó mandandolo a volar nuevamente, cosa que aún con la nariz sangrante de él, se levantó y grito:

- ¡NO LES TENGO MIEDO! ¡LOS MATARE A TODOS! ¡MATARE AL DEMONIO PISTOLA! - Dijo con ira.

Lo demonios dejaron de prestarle atención a los otros niños para centrarse en Aki, empezaron a reír en formal de burla mientras que Aki corrió hacia ellos solo para ser nuevamente golpeado y su espalda siendo aplastada por un demonio más grande.

Se intentaba librar de ellos, pero no podía, le costaba tanto pero tanto, que se intentaba arrastrar teniendo el pie del demonio encima...

Fallo... Por más que lo intentara, sus esfuerzos eran en vano, por más que supiera que sus esperanzas eran falsas, él lo intento, pero fracaso...

Pero, por lo menos morirá él primero y no verá a sus "hermanos" morir... Se preguntaba si se encontraría con su familia de vuelta...
Cerro los ojos con enojo y dolor al saber que no pudo hacer nada, esperando a morir...

Pero en eso...

Un demonio estaba prendido llamas, gritaba de forma agonizante, todos quedaron anonados, de repente se escuchaba gritos demoníacos sufriendo dolor para revelar de quien se trataba.

Se abrían paso matando cada adversidad enfrente de ellas. Se trataba de las seguidoras/discípulas/hijas de Quanxi, quienes arrasaban con cada ser maligno adentrándose en la habitación.

Dijo Pingtsi, apareciendo con una sonrisa burlona.

Las lágrimas e impresión de Aki se hicieron notar, sus esperanzas volvían de vuelta, es por eso que agarro nuevamente su cuchillo aún siendo pisado por el demonio de gran tamaño y apuñaló el pie del infernal, provocando que grite.

Fue decapitado por Pingtsi, quien con un mazo, como si fuera una papilla, aniquila su cabeza. El niño peliazul fue levantado por Tsugihagi quien se aseguró de que el niño estuviera bien y lo puso junto a Denji y Power.

Tsugihagi noto que Aki tenía una herida en su cabeza, por lo que, enfurecida, se giro hacia los demonios y empezó a tocarlos uno por uno a lo que estos empezaban a gritar y a suicidarse.

Long empezó a escupir un fuego candente que no paraba de calcinar a los demonios hasta hacerlos ceniza.

Pingtsi con su habilidad demoníaca, analizaba a los demonios y los mataba con suma facilidad y destreza con su mazo.

Y por último, Cosmo, como si cargará un ataque, empezó a decir:

- ¡HALLO... HALLO... WEEN! - Dijo extendiendo sus dos manos y de repente, los demonios quedaron en trance, diciendo nada más que "Halloween".

Los demonios que quedaron en estado vegetativos recitando las mismas palabras de Cosmo, empezaron a ser rematados por el cuarteto de demonios femeninas quienes aburridas acabaron con los últimos que quedaban.

Aki quien abrazaba con fuerza a Denji, Power, Pochita y Nyako, abrió sus ojos lentamente para ver que todo había acabado... Pingtsi se acercó a ellos.

- ¿Impresionados? ¡Ja! Nada que las discipulas de la maestra Quanxi se encarguen, debiluchos. Aunque admito que dieron buena pele- ¡Uff! - Dijo sintiendo un impacto en su abdomen.

Aki había abrazado con fuerza a Pingtsi mientras sollozaba. La Poseida de la Observación sonrió con dulzura para así corresponder al abrazo.

- Ya... Ya...~ Tranquilo, todo está bien~ - Dijo acariciando el cabello del niño.

Long tomo de la mano a Aki y lo llevo a la sala mientras que los demás niños eran cargados por las poseídas (especialmente por Tsugihagi quien les tenía gran cariño a los tres).

Todo parecía haber calmado hasta que de repente...

- Long... Hay algo raro alrededor de tu cuello... - Dijo viendo con extrañeza. Pingtsi de repente abrió los ojos con sorpresa y exclamo: - ¡Long, agáchate! -

Y dicho y hecho, Long se agachó velozmente viendo como algo apretó y le sacó unos cuantos cabellos.

En la puerta del apartamento, había una cazadora de pelo verde y corto, con un parche y el uniforme de SP...
Tenía una mirada sombría y agarraba su hacha con fuerza... Era Himeno, la cazadora novata quien tenía la intención de acabar con los demonios que estuvieran en el apartamento de Kishibe.

Rápidamente corrió e intento cortar con su hacha a Pingtsi quien esquivo con audacia el ataque de la cazadora. Tsugihagi intento tocarla por la espalda sin que se de cuenta pero rápidamente fue esquivada por la de pelo verdoso uso su contrato.

- Fantasma... - Fue lo que dijo para golpear a Tsugihagi con la mano fantasmal y alejarla un poco para asi intentar decapitarla.

Pero la llamarada de fuego de Long evito su acción por lo que opto usar nuevamente al fantasma para inmovilizarla y atacarla, cosa que también fue interrumpido por Cosmo quien intento patear a Himeno que, como era obvio, esquivo la patada de la zombie e intento clavar su hacha de cazador en la cabeza de la poseida.

- ¡SEÑORITA HIMENO! - Fue no solo la voz del niño peliazul, sino que este mismo se puso entre medio de las dos.

- Aki... - Fue la voz espeluznante de Himeno, refiriéndose al niño.

- ¡Deténgase! ¡Se lo que piensa, pero no es lo que parece! ¡Ellas son nuestras amigas! - Dijo Aki con sus brazos extendidos.

- Aki... Salte de enfrente... Debo de matar a los demonios... - Dijo sin vida en su voz.

- ¡No! ¡Detente y escúchame! ¡¿Vas a matar también acaso a Power y Pochita?! - Hablo argumentando.

- Tu... No lo entiendes... Debo de hacerlo... -

- ¡¿Por qué?! ¡Puede que sean demonios y tu seas una cazadora! ¡Pero ellas han arriesgado su vida por nosotros tres! ¡Son discipulas de la señorita Quanxi! -

- ¿Discipulas? ¿La señora Quanxi? -

- ¡SI! ¡SOMOS SUS SEGUIDORAS! ¡TONTA! - Dijo Pingtsi, acercándose furiosa a Himeno.

La de cabello peculiar mientras avanzaba, se resbaló con un charco de sangre de algún demonio para así caer y golpearse la cabeza...

Y así...

Pingtsi murio-

- ¡NO MORI! ¡SOLO ME GOLPEE LA CABEZA! ¡TONTO NARRADOR! - Dijo enojada.

Tsk... Tienes suerte de ser linda y que yo este de buen humor, Demonio de los Pendejos.

- ¡¿A quien le dices así?! ¡MALDITO! - Dijo siendo tan estúpida como siempre. - ¡No soy estúpida! ¡Deja de alterar el texto! - Hablo sin saber que es una idiota.

Dejando de lado el alivio cómico. Himeno, ignorando el comportamiento extraño de Pingtsi, bajo la mirada afligida... Seguía afectada por lo que pasó en su pelea con el Demonio Tifón, el desastre que se armo en el refugio... Ella hablo:

- Soy un fracaso... No debería haber nacido... - Dijo arrodillados y empezando a llorar frente a Aki.

- ¿E- Eh? Señorita Himeno... ¿Qué sucedió? -

- Se supone que soy una Cazadora, *sniff* pero gracias a que no pude protegerlos a todos, perdieron la vida muchos civiles... No soy una cazadora, soy una idiota vestida de una... *sniff* - Dijo con absoluta tristeza.

- Pero... Señorita Himeno... Yo creo que es una buena cazadora... - Dijo tomando de las mejillas a Himeno.

- ¡N- No! ¡No l- lo entiendes! ¡Mate al demonio p- pero fue en vano, muchos murieron por mi culpa! - Dijo sin reclamo.

- Pero... Cumpliste con tu labor... ¿Verdad? -

- ¿H- Huh? -

- Señorita Himeno, si es cierto que lamentablemente no pudiste salvar a los demas... ¡Pero un Cazador de Demonios es un Cazador de Demonios! ¡Tu trabajo es cazar demonios para que deje de haber peligro! - Dijo determinado...

- E- Entonces... -

- Señorita Himeno, usted solo hizo lo que debia, por mas duro que suene, es culpa de los demonios que hayan muerto, no suya...-

- Yo... ¡Si...! -

- ¡Deje de sentirse mal y vaya a hacer su trabajo! -

- ¡T- Tienes razón...! - Levantándose determinada... - Aún así... - Hablo mirando al cuarteto de demonios. - ¿Ustedes van a estar bien? Puedo quedarme si quieren... -

- ¡El Señor Kishibe debe de necesitar su ayuda, debe buscarlo y asistirlo por si acaso! -

- Entiendo... ¡Q- Quiero que se cuiden y n- no hagan ninguna travesura! - Dijo para salir por la puerta no sin antes darle un mal de ojo a Pingtsi que le respondió con un gruñido...

Los niños están a salvo.

-

-

-

-

-

-

Distrito de Kita, Tokyo - 04 de junio de 1997 - 01:20.

Arpher, transformada, corria por el edificio evitando ser herida por los virotes de Quanxi que se clavaban por el edificio. Usando sus habilidades demoníacas, provoco que un arpón salga debajo del suelo con la intención de matar a Quanxi, pero la hibrida lo esquivo sin dejar de lanzar sus virotes de las ballestas que están en sus manos.

- (¡Maldición! Mis energías... Sentia como si se fueran drenando hace un rato... ¿Por qué? Solo me regenere el brazo y las heridas de los virotes... A menos que...) - Dijo analizando a la híbrida de las ballestas.

Quanxi, con una postura tranquila, atacaba desde lejos a Arpher quien se movía para todos lados.
La híbrida del arpón de repente, al esquivar el último virote, fue golpeada por una mortal patada de Quanxi que fue directo sus costillas para luego recibir un virote que fue directo a su pecho.

Arpher sintió un dolor tan agudo, que no pudo evitar dar un grito de agonía para después recomponerse velozmente y sacarse con mucha fuerza el proyectil insertado en ella... Aprovecho para ver el virote con exactitud...

- (No puede ser... ¡L- Lo sabía! ¡Sus proyectiles poseen la capacidad de matar al usuario lentamente! ¡Mierda, mierda, MIERDA! ¡ES POR ESO QUE MI SANGRE SE ESTABA DRENANDO Y NO PODIA REGENERARME!) - Dijo observando como los virotes tenían espinas que luego desaparecían.

Y ella al fin había descubierto el porque la Primera Cazadora era una de las híbridas más letales.
Los proyectiles de Quanxi no eran simples virotes para ballesta, sus ataques a distancia tenían una función que al adentrarse al objetivo, unas espinas salían del mismo proyectil y se enganchaban a la carne de este, y como si estuviera envenenado, empezaba a drenar la vitalidad del objetivo hasta matarlo, a tal punto que el objetivo tendrá tanta debilidad que no podrá moverse y luego morirá. Estos proyectiles como plus, causan un punzante dolor al drenar la vida de su presa, similar a la sensación de estar siendo hincado lentamente en cada rincón de tu cuerpo.

Quanxi, sin perder otro segundo más de tiempo, fue corriendo hacia Arpher para así saltar arriba de ella y dispararle otros proyectiles más. Para Arpher, esto era terrible... Sentía como iba perdiendo fuerza y como su su transformación se iba derritiendo demostrando así la debilidad que estaba sintiendo, en dónde llegué a su estado base peleando con Quanxi, era su perdición absoluta, es por eso que empezó a moverse lo más rápido que podía no sin antes recibir una patada de la albina que no tenía piedad alguna con ella. Estaba desesperada, después de todo, la cazadora le estaba dando una paliza.

Apesar de haber entrenado sus habilidades y perfeccionado, jamás pensó que la veterana estaría a un nivel muy diferente de ella... ¿Se deberá a la experiencia? ¿Su habilidad? ¿Su transformación de híbrida? No lo sabía, era lo que menos pensaba debido a que ahora mismo debía seguir en constante movimiento si no quería perecer...

En la distancia, vio una silueta corriendo y balanceando su mano... Quanxi se percató y se detuvo para así divisar aquel individuo a lo lejos...

- ¡Quanxi - senpai...! - Escucho una voz conocida...

Era Arai, quien apesar de tener su uniforme algo destrozado y algunas heridas menores, iba corriendo en dirección a aquellas dos mujeres...

- (¡¿El idiota?! ¡Se suponía que debía estar muerto...! Un momento... ¡Está es mi oportunidad! ¡Debo regenerarme!) - Dijo para empezar a correr con todas sus fuerzas hacia el cazador con cicatriz para matarlo.

La albina se percató de las intenciones de Arpher, la Demonio Arpón y empezó a correr en dirección a Arai antes de que ella se acercara.

- ¡Arai, vete de aquí ahora...! - Dijo Quanxi en alto.

El chico quedó perplejo debido a que no pudo reconocer a su cazadora superior, por lo que paro en seco para después girar su vista en Arpher quien estaba a tan sólo unos metros de distancia de él.

Ahora con tan solo unos centímetros de distancia, se preparo para atacar a Arai y matarlo para así nutrirse con su sangre... O esa era la idea...

*PAM*

Fue el ruido de un cuerpo impactando de espaldas contra el suelo. Todo parecía ir en cámara lenta para las tres personas en la situación, sin entender lo que sucedía.

Arai había tomado de la muñeca a Arpher en el momento que ella lo atacó y con un movimiento de artes marciales la estampó contra el suelo...

La híbrida de los arpones, sin importar estando en el suelo, intento dar una patada al chico que logro esquivar con dificultad para después alejarse unos metros de ella, estando a lado de Quanxi...

- Bien hecho, Arai... - Dijo la híbrida de las ballestas, Quanxi.

Arai, alterado, vio con sorpresa a la mujer/demonio a su lado para así alejarse unos centímetros y luego bajar la guardia acercandose a la hibrida...

- ¿Q- Quanxi - senpai? ¿De verdad es usted? - Dijo mirando con asombro.

- Si... Tengo mucho que explicarte, tanto a ti como a Himeno y Kishibe... Pero ahora centrémonos en el demonio frente nuestro... - Dijo sin despegar la vista de Arpher que se levantaba lentamente.

- Yo... ¡Si! - Dijo tomando una postura de combate con el cuchillo que encontrótirado momentos atras.

Arpher, quien gruñia de irá, vio a los dos cazadores preparados para combatir contra ella... A lo que con frustración, hablo:

- Malditos cazadores... Se suponía que esta noche sería nuestra carta de victoria, esta noche sería una en dónde pensaba que tal vez me esfumaria de este asqueroso lugar y me iría lejos... Pero su maldita existencia tenia que arruinarlo todo... - Dijo con varios arpones saliendo de su espalda... Algo malo estaba pasando...

A su alrededor, muchos arpones amenazabana con salir, inclusive debajo de los dos cazadores... Todo el distrito de Kita, en el suelo, habían arpones en el suelo preparados para salir...

- ¡Se suponía... que después de esto empezaría de nuevo! ¡Una nueva vida! - Dijo con enojo suprimido.

Su cuerpo empezaba a temblar tal vez de la rabia incontenible que amenazaba con salir. Sus manos se empezaban a cubrir con una especie de protección de cobre desde la punta de sus dedos que ahora parecían garras hasta sus hombros.

- ¡¿Pero ahora resulta que voy a ser aniquilada por unos malditos cazadores de mierda?! ¡¿A pesar de todos mis esfuerzos, voy a morir asi nada más?! ¡No...! ¡Ni de broma voy a dejar que ustedes, inmundos pedazos de mierda, arruinen mi derecho a vivir! - Dijo mientras la piel de su cuerpo empezaba a rasgarse.

Quanxi estaba atenta a cualquier tipo de acción proveniente de la híbrida, prestando también atención a Arai de que no salga herido, una cosa era segura, debía de temer extremo cuidado ahora mismo, puesto que algo peligroso le estaba sucediendo a Arpher.

- ¡ES POR ESO QUE LOS MATARE A TODOS! ¡NO ME IMPORTA NADA, ME DESHARE DE CUALQUIERA O CUALQUIER COSA QUE SE ME INTERPONGA! ¡YO, EL DEMONIO ARPON! ¡LOS MATARE A TODOS! - Dijo con toda la furia que podía.

De repente, los arpones del suelo salieron de golpe, subían y bajaban como una especie de mecanismo a alta velocidad sin parar, todo el distrito de Kita se veía perjudicado por los arpones del suelo que salían sin parar.

Quanxi, antes de que esto pase, levantó a Arai y salto lo bastante alto para evitar los arpones, después de eso, se clavo con uno de sus virotes en la estructura de un edificio, viendo como todo lo que estaba en el suelo, era destrozado por la implacable furia de la poseida...

Arpher, quien jadeaba como una bestia salvaje, se levantó de deshaciendo algunos arpones a su alrededor para así revelar su nueva apariencia...

De su cintura para bajo tenía el cuerpo de un caballo que parecía estar hecho de un mineral similar al cobre. Su torso era el mismo salvo que parecía estar cubierto con una armadura del mismo material que anteriormente dicho. Arriba de su brazo derecho ahora tenía un cañón y en ese cañón había un arpón gigante adentado y en su mano izquierda tenía otro arpón que cumplía con la función de una lanza...

Media alrededor de tres metros con cincuenta centímetros.

Los dos cazadores cayeron de pie para así mirar detenidamente a Arpher con su nuevo "yo"...
La ahora centauro, miró lentamente a los dos cazadores para así hablar...

- No sabía que podría sobrepasar mis límites...- Dijo dirigiéndose a ellos dos. - Este cuerpo... Está forma... A pesar de ser grande, me siento tan ligera y rápida... - Hablo viéndose asi misma.

- Supongo que esta es tu auténtica forma... - Respondió Quanxi.

- ¿Es eso? Hmm... Supongo que si... Ah... Ahora lo recuerdo... Lo recuerdo todo... - Dijo viendo al cielo nocturno enrojecido por la luna... - Recuerdo como era el infierno, quienes estaban ahí y también como había muerto en ese lugar... Fue ese maldito al que llaman "Heroe del Infierno". Si... También recuerdo que ese bastardo le tenía una rivalidad y odio profundo a Knife... - Dijo mientras el brillo de sus armas que parecían hechas de cobre relucian...

- ¿"Heroe del Infierno"? ¿El mismísimo Infierno? - Dijo Arai impactado...

- Creo que hable mucho... No importa... - Dijo para preparar sus galopes y apuntar a Quanxi con su gran cañón. - Primera Cazadora... Cazador... Quiero que se preparen, porque esta noche los voy a masacrar. - Termino por decir para así preparar su lanza/arpón.

Empezó a cabalgar hacia los dos cazadores a gran velocidad mientras estos se posicionaban en guardia para atacar.

-


-

-

-

-

-


-

-

Edificio de Seguridad Publica, distrito de Chidoya, Tokyo - 04 de Junio de 1997 - 04:30.

Ella era una de las personas más pacientes que de podían haber visto... Eso era un hecho, pero esta noche en especial se le estaba haciendo pesada.

Por una parte, era que trataba de controlar sus impulsos que la dejaban ansiosa de todo mal que podía hacer, pero era claro que por más tentador que suene, no quería hacer nada que la perjudique a ella ni a los demás. No por el hecho de su propia moral que también era participe de sus pensamientos y planes, sino que tambien era por ordenes de los Altos Mandos que estaban por encima de ella... Personas que ella odiaba pero por alguna razón que hasta yo, el narrador, desconozco lamentablemente.

Ahora mismo estaba sentada en su oficina mirando su ventanal en dónde se podía ver el paisaje de la ciudad sin luces y la noche estrellada con la luna sangrienta. En su mano derecha sostenía un vaso con una bebida alcoholica en este.

Era curioso como esta noche, su único entretenimiento ahora mismo era el alcohol, el hecho de no ponerse ebria era una de las ventajas de que podía ingerir tanto como podía sin el efecto secundario de emborracharse o tener jaqueca. El Primer Ministro se encontraba en el suelo, durmiendo sin pantalones con su corbata en cabeza.

Esto gracias a los efectos del alcohol que al sobrepasarse, intento algo estúpido como tocar indebidamente a la Jefa de Cazadores, Makima... Aunque claro, está cuando sintió el acercamiento excesivo con él y como puso su mano en el muslo de ella, hizo que se ganara, no una bofetada, sino que un derechazo de Makima que no le importo el hacerlo debido a que era obvio que el Primer Ministro no recordaría nada gracias a su borrachera...

Dejando de lado eso, Makima decidió verificar como iban los cazadores en esta noche. Usando sus misteriosas habilidades, respiro hondo y dio un suspiro para así mover sus manos de forma delicada, cerró sus ojos y así empezó a verlo...

Gracias a todos los animales urbanos como lo son roedores, insectos y aves, es capaz de ver a traves de sus ojos lo que ellos ven a voluntad. En su observación, varios novatos muertos y heridos, otros escondiéndose para no morir, cazadores que eran comidos vivos y por último, sus cazadores estrellas...

Con su habilidad, se fijó en la Cazadora Novata, Himeno... Ella se encontraba buscando sobrevivientes tanto civiles como también cazadores que estaban heridos para así llevarlos a SP. Se movía de aquí para allá y en algunas ocasiones, si era necesario, se encargaba del demonio que se ponía en su camino.

Su observación ahora se dirigía a el Cazador Novato, Arai y la Primera Cazadora, Quanxi... Los dos luchaban de forma ardua contra un híbrido, la Híbrida de los Arpones, Arpher, quien ahora tenía una forma diferente a la que normalmente tendría. Los cazadores intentaban hacerle daño pero no tenían mucho éxito, esa especie de armadura la cubria y absorbía muchísimo el daño... Pensaba en alguna solución para vencerla...

Su vista cambió ahora mismo en lo esencial, a lo que de verdad le importaba: el Buen Cazador, Kishibe. Si todo iba según lo planeado por ella... Tal vez tenía la esperanza de que el cazador haya perecido ante su formidable contrincante.

Empezó a buscar... ¡Ahí estaba! Era Kishibe, quien estaba muy herido pero aún de pie y el híbrido Knife, el Demonio Cuchillo que ahora lucia una apariencia diferente a lo que recordaba.

Por una parte, se frustraba por el hecho de que Kishibe no estaba muerto, significaba que su plan de obtener al trío de niños estaba fallando...
Pero otra parte de ella, se sentía aliviada por el hecho de que el cazador siguiera vivo, a final de cuentas, un poquito se hizo querer a pesar de que sus interacciones eran minimas, habían momentos en el que le agrado estar con la compañía de Kishibe y que el mismo pelinegro dijo que (además de verla como su jefa) la veía como una amiga, claro, él no se lo dijo directamente, esto escucho de la entrevista que les hicieron a los cazadores.

Pero además de verlo como un "amigo" según ella, también era un empleado crucial de la organización mata demonios llamada Seguridad Pública, tanto así que los altos mandos preguntaron sobre él al igual que con Quanxi.

- ¿Saldrás de esta? ¿O morirás por fin? Cualquiera de las dos opciones me parece bien... Si tan solo estuvieras a mis pies, todo sería tan fácil... Supongo que alguien como tú tenía que aparecer en mi vida... Kishibe... ¿Qué te hace tan especial? - Dijo para tomar un último sorbo de su alcohol y ponerlo en su escritorio para observar desde el ventanal el paisaje nocturno.




-




-












-



-



-



-








Distrito de Minato, Tokyo - 04 de junio de 1997 - 02:20.

El ruido metalico de las espadas prendidas en llamas de Kishibe y las gruesas cuchillas de Knife sonaron en el campo de batalla.

Kishibe usaba cada técnica que podía contra Knife que no sólo esquivaba algunos ataques de Kishibe, sino que también ahora tenía una resistencia más elevada y sus ataques eran más rápidos y letales.

Él lo dedujo al instante, un solo ataque del híbrido y moriría brutalmente, tenía que tratar de evitar lo máximo posible algún corte proveniente de él. En una oportunidad, dio una patada frontal y aprovecho esto para arremeter contra el Demonio Afilado, es por eso que al igual que Quanxi, empezó a girar como si hiciera un torbellino hacia Knife que ante esto se cubrió para bloquear los cortes.

A pesar de sentir el impacto de las espadas de Kishibe chocar contra sus cuchillas, por alguna razón sentía los cortes de este en sus brazos, piernas y abdomen, lo cual no pudo evitar sentirse confundido por esto. Kishibe, quien usaba la técnica de Quanxi, tal vez no lo hacía perfectamente como lo haría ella, pero aún así era eficaz contra el demonio que salto hacia atrás notando sus heridas...

Esto era malo para Knife, al igual que Kishibe no podía dejarse tocar por el híbrido, este también no podía dejarse tocar por el pelinegro. Las espadas duales de Kishibe que estaban envueltas en llamas provocaban que cualquier corte hacia él mismo le impidieran regenerarse debido a que al momento de cortar, la heridas son cauterizadas y por ende, selladas... Una de las razones por las cuales los demonios tienen cierto temor al fuego.

- ¡Hijo de puta...! ¡¿Como te atreves?! - Dijo jadeando del cansancio.

- ¿Atreverme a que? Eso debería decirte yo a ti, bastardo inmundo. Las heridas que me causaste son bastante molestas, tengo suerte de que el Demonio del Descubrimiento haya detenido el sangrado. - Dijo girando su brazo mientras se preparaba para atacar nuevamente.

- ¡Mierda que te odio! ¡Eres igual a ese bastardo del infierno que usaba las motosierras. - Dijo para agacharse y cruzar sus cuchillas en forma de "X".

De repente, como si se hubiera teletransportado, Knife apareció detrás de Kishibe para voltear y ver que en el dorsal izquierdo del pelinegro le provoco un corte donde empezaba a salir sangre.

- A este movimiento, Kishibe... lo llamo: "Paso Letal"-... ¡GUH! - Dijo sintiendo un dolor punzante.

Para su desgracia, también había sido dañado por el cazador, notándose así unos cortes en diagonales marcados en su pecho debido a las espadas ardientes.

- Si... - Dijo con algo de dolor por el ataque del híbrido. - Y yo a este movimiento lo llamo: "Corte Letal" - Dijo burlándose del Demonio Cuchillo.

Sus dientes metálicos, que se cerraron con furia, empezaron a chispear debido a como Kishibe se burlaba de él, pero estaba débil, no podía regenerarse y eso era una desventaja clara, necesitaba nutrirse de sangre ahora si no quería ser humillado por el cazador.

Antes de que pudiera pensar con claridad, sintió como atravesaban su abdomen dos espadas, era el pelinegro que lo apuñaló con sus dos espadas y lo levanto para así con sus fuerzas, lanzarlo lejos...

Knife de levantaba con dificultad solo para ver como enfrente suyo, de forma conveniente, se encontraba un cadáver de al parecer lo que era un oficial de policía.
Río por lo bajo para así empezar a desgarrar y comer la carne del cadáver para después centrarse en el arma de fuego del oficial muerto.

- ¡Oye Kishibe~! ¿Crees en las casualidades del destino? Ya sabes... ¿En que algunas personas nacieron para conocerse? Jeje... - Dijo de forma maligna, sacando el cartucho de municion del arma.

Kishibe quien estaba consternado, caminando hacia el híbrido para acabar con él, respondio:

- Nah, yo creo que la vida es como un tren en dónde la gente se sube y luego baja de tu tren, algunas veces se bajan para siempre... -

- Vaya mentalidad de mierda jaja... Aún no entiendo porque haces esto de cazar demonios, ¿Acaso te quieres vengar del Pistola? ¿O estas corto de efectivo y quieres tener comida sobre la mesa? - Dijo, ganando tiempo para sacar el plomo de las balas rápidamente...

- ¿Y eso qué te importa? Lo hago por aburrimiento. Podría estar en mi apartamento ahora mismo o en uno de los refugios si no trabajará aquí. -

- ¿Es eso? Yo creo que es por otra razón... - Dijo colocando los cartuchos en su mano y cerrandola para reír por lo bajo.

- ¿A que te refieres maldito? - Dijo acelerando el paso.

- Déjame aclarar, cazador... Según unos amigos, estabas en la calle antes de estar aquí y del hambre que tenias te devoraste a un demonio, lo que me hace pensar: ¿Un hombre joven en la miseria comiendo hasta desechos con tal de sobrevivir? ¡Jajaja, viejo, literalmente me estas diciendo que podrías dormir bajo un techo cuando en verdad nadie te querría contratar para conseguir dinero! ¡De seguro tus padres te odian al punto de que no te dieron ni una moneda para subsistir! ¡Hasta yo tengo a gente que me quieren y eso que soy un malnacido! Mientras que tú no eres más que un patético... - Dijo preparándose para dar un ataque sorpresa...

- Cierra la boca... - Dijo Kishibe quien frunció el ceño con enojo.

- Y pobre... - Dijo con los cartuchos en su mano.

- ¡Que te calles, hijo de perra! -

- ¡Cazador del montón que por más rodeado de gente que este, siempre estará solo! -

- ¡CALLATE MALDITO! -

- ¡CAISTE! -

*PUM*



-



-



-



-



-



Flashback.

Kishibe, quien tenía ropa común, se encontraba en el parque, sentado en una banca comiendo una paleta de helado... Cuando se lo termino, en el palillo tenia un mensaje donde estaba escrita la palabra "¡Ganaste!" En este.

Él solo suspiro y lo arrojo al bote para así mirar hacia arriba y cerrar los ojos... Su brazo estaba vendado debido al enfrentamiento que tuvo con el Demonio Rata... En su cabeza estaba preocupado por Quanxi quien había sido mordisqueada por aquellas ratas de mordedura de ácido, por lo que eso lo dejo con los ánimos bajos.

No obstante, sintió como alguien se sentaba a su lado en la banca.
Era Aki quien tenía una expresión algo desanimada.

El pelinegro abrió un ojo para así mirar al niño peliazul y hablarle:

- ¿Paso algo? No me digas que esos mocosos te corrieron de los juegos. - Dijo mirando al niño.

- No, no paso nada... Solo que... Bueno... -

- ¿Hm? -

- Sentí no formaba parte de ahí, me sentía... solo... Así que volví... -

- Oh, a mi también me pasaba lo mismo. -

- ¿Enserio? -

- Claro que si... Aunque en realidad fue porque los otros niños me odiaban. -

- ¡¿A usted?! ¡¿Por qué?! -

- Bueno, era diferente a ellos, las veces que jugaba solía lastimarlos por accidente o me ponían un rol de silla para apartarme... Un día me dijeron que era un demonio y me dejaron solo... -

- ¡Que estúpidos! ¡¿Como pueden hacer eso?! -

- No los culpo, si en ese entonces tu me conocías, de seguro también harías lo mismo. -

- ¡Claro que no! ¡A decir verdad, me hubiera gustado tener un amigo como usted! De seguro nos habríamos divertido mucho jugando. -

- ¿Enserio? -

- ¡Asi es! Taiyo lo hubiera a querido mucho también... - Dijo recordando a su hermano...

- Pues, desearía que nos hubiéramos conocido antes. -

- ¡S- Si! ¡Solo tuvo la mala suerte de que no nos hubiéramos conocido...! O que hubiéramos nacido el mismo año... O en el mismo pueblo... -

- ¡Jaja! Si niño, te creo, no te preocupes. -

- Genial... - Dijo para estar en silencio.

El viento soplaba y se escuchaban las risas de los infantes divirtiéndose, a lo que Aki habló.

- Uhmm... Este... Señor Kishibe... -

- ¿Si? -

- Usted... ¿Le gustaría ser mi amigo? - Dijo con mucha vergüenza.

- ¿Estás bromeando? Claro que si, eres bastante genial, me gustaría ser amigo de un cazador de demonios tan hábil como tu. - Dijo sonriendole al pequeño peliazul.

El niño sonrió y se levantó de la banca.

- ¡Que bueno! ¡Entonces venga...! - Dijo para tomar la mano de Kishibe y jalarlo. - ¡Vayamos a jugar a los juegos! - Hablo entusiasmado.

- ¿Enserio? ¿No te importa ser el primer amigo de este tonto? -

- ¡No me importa, solo quiero que nos divirtamos! ¡Rápido que los toboganes van a estar lleno de niños y quiero que usted los golpee para que sea nuestro tobogán! - Dijo de ánimos.

- Esta bien, pero cuando el oficial nos llame la atención, golpeale en los huevos y corramos. - Dijo riendo.

Los dos fueron al parque, dando a entender a Kishibe que hizo su primer amigo, después de todo... Parecía que alguien en este mundo le tuvo cariño.




-





-




-




-




-




-




El sonido de una explosión se escuchó en la lejanía.

Se trataba de los dos seres que peleaban con fiereza en una batalla a muerte.
Knife tenía la mano reventada, lo único intacto era la cuchilla en su brazo, mientras que Aki permanecía de pie, inmóvil con humo saliendo de su cabeza...

- Mira eso... Seh, esa es una expresión que esta al borde de la vida, vacía y sin emoción alguna jeje. - Dijo riendo.

La sangre salía del rostro de Kishibe, de la comisura de su labio a la mejilla izquierda tenía una herida abierta donde la sangre salía a borbotones, su ojo estaba dañado y su cara tenía una ligera quemadura.

La razón de esto se debía a que el Demonio Cuchillo al quitar el plomo de las balas utilizo los cartuchos que contenían pólvora para cuando haya un impacto, la pólvora compuesta que es una mezcla de nitrocelulosa y nitroglicerina en los cartuchos provoco que el ataque de Knife no solo sea más potente sino que también mortífero, claro, su mano se vio perjudicada, pero gracias a la sangre del aquel cadáver, había más que suficiente para regenerarse.

Lo cual significa que Knife tiene tanta potencia como para activar cartuchos de pólvora como si se accionara un arma...

- ¿Estás consciente siquiera? Da igual ¡Jajaja! Quiero decir... ¿En serio creíste que un cazador más del montón podría matarme? Estuviste cerca, lo admito, pero no pudiste evitar lo inevitable... Tu muerte. ¿Me preguntó si ahora mismo tendrás miedo? La adrenalina no me permite oler bien tu esencia. - Se puso en posición de atacar y río por lo bajo.

Knife de repente como si fuera una sierra, empezó a rodar para así ir de forma violenta hacia el cazador que permanecía estático...

Era el fin para el pelinegro...

Esperen un momento... ¿Estático?

Knife de repente apareció detrás, de su garganta caía sangre a más no poder, como también de su pecho y abdomen.
Kishibe quien parecía fuera de si, volteo con su rostro lastimado y ensangrentado para sonreír.

- ¡Toma eso! Ja, caíste dos veces en el mismo truco, idiota. - Dijo acomodando sus espadas.

- ¿Q- Qué...? Pero se suponía que tenias que estar casi muerto... - Dijo con dificultad.

- Claro, es más, eso me hubiera matado... Si me hubieras dado de lleno... -

- ¡Mierda, pero lo hice! ¡GUAH! - Dijo sangrando aún más.

- Obvio que no, imbecil. Mira que he conocido a demonios poco inteligentes pero tú te ganas el premio al más estúpido. - Dijo para ver como el contador del Demonio del Descubrimiento en su pecho bajaba de tres a dos. - Cuando diste el golpe, me rozaste el rostro, claro que dolió como el infierno pero solo tuve que fingir estar desconectado para que hicieras un movimiento idiota y funcionó. -

- ¡GRRR! ¡KISHIBE! - Dijo para atacar al pelinegro.

Este solo se hizo a un lado y con sus dos dedos recito:

- クリック(Kurikku) -

De repente, agujas de gran tamaño salieron de Knife, haciendo que caiga de rodillas, una sola patada de Kishibe fue suficiente para mandarlo a volar.

El demonio se levantaba lentamente con clara dificultad, no podía creer que ahora se encontraba abajo, arrodillado y el cazador lo miraba desde arriba con superioridad.

- Déjame preguntarte algo Knife... - Dijo el hombre con lastima... - ¿Por qué haces esto? ¿Alguna vez has contado las vidas que arrebataste? Mujeres, hombres, ancianos, niños... - Dijo Kishibe.

- ¡CALLATE MALDITO! ¡¿QUÉ HAY DE TI?! ¡HIPÓCRITA! ¡¿CUANTOS DEMONIOS HAS MATADO?! ¡¿QUE HACES CON EL DINERO DE LOS DEMONIOS QUE MATASTE?! ¡LA VIDA HUMANA VALE MENOS QUE LA DE CUALQUIER OTRO SER! -

- Lo uso para subsistir... Mira, si nos ponemos en esas... Los demonios son aquellos que nos matan, no solo nos devoran sino que también se divierten matando y hay veces que ni se los comen. Algo tenemos que hacer... Además, dices que la vida no humana no vale nada, pero los demonios son menos que los animales, ni siquieran tienen derechos humanos... -

- Cuando te mate... Voy a colgar tu cabeza en una estaca y luego haré un festín con los tres niños que tienes... -

- Hablar contigo no tiene sentido... Solo acabemos con esto. - Dijo caminando hacia él.

Knife estaba respirando de forma agitada, se encontraba nervioso, necesitaba sangre, pero no tenía nada a su alrededor. Sus opciones eran nulas... O eso creía...

En su momento de desesperación, se quedó observando el filo de su cuchilla con atención, notando que había sangre...

- (Esto es... Un momento... ¿La sangre de... Kishibe?) - Dijo en su mente, procesando lo sucedido.

En el filo de su cuchilla estaba la sangre del pelinegro el cual había dañado anteriormente. En verdad que era una forma pobre de recuperarse, esto no le serviría ni para regenerarse una mísera herida... Pero cualquier intento de sobrevivir servía...

Paso su lengua por la cuchilla para así lamer la sangre del pelinegro...

*BA - DUMP*

- (¡¿HUH?!) - Sintió él un palpitar en lo profundo de su ser.

*BA - DUMP*

- (Está sensación... ¡De repente me siento vitalizado! ¡¿Qué es esto?!) - Los cortes causados por Kishibe se habían cerrado por completo, se sentía tan lleno de vida...

*BA - DUMP*

- (¿Se trata acaso de la sangre de Kishibe? ¿Por qué es tan... deliciosa...? Siento que... Puedo liberar todo mi potencial... Un momento... Liberarme jejeje...) - Pensó el híbrido.

Se levantó como si nada y hablo destransformandose.

- ¿Sabes Kishibe? Eres el primer humano que alguna vez en la vida me dio pelea al punto de dejarme al borde de la muerte... Te debo de felicita, cabron de mierda. - Dijo aplaudiendo.

Kishibe, extrañado, empezó a avanzar hacia él.

- Y quiero que seas testigo, pues, llegaste muy lejos, tan lejos que es hora de mostrarte quien soy en verdad... - Dijo extendiendo sus brazos para a continuación, con su mano afilada iba apuñalando su pecho nuevamente...

- (¿Que esta haciendo...?) ¡Ah...! ¡MALDITO! - Dijo para correr con velozmente.

Después de todo, su instinto a gritos le decía que algo malo iba a pasar, por lo que sin dudar, preparo sus espadas duales y fue a toda velocidad contra el híbrido.

El contrario solo se lamio los labios y dijo:

- Técnica de uso de sangre: Forma Primigenia. - Dijo para agarrar su corazón después de haber metido su mano dentro del pecho para después apretarlo.

*SCRATCH*

Mientras que Kishibe, quien estaba a tan sólo unos metros de distancia...

- ¡MIERD-! -

Un montón de cortes invisibles se hicieron alrededor de Knife, cortes que le dieron de lleno a Kishibe que se cubrió pero aún así gran parte de su cuerpo fue cortado.

El polvo que se había levantado ocultaba la apariencia de Knife, para luego desvanecerse y revelar su nueva forma.

Su altura corpulenta era alrededor de tres metros con veinte centímetros, su cuerpo estaba cubierto de metal afilado, en su espalda había diferentes tipos de armas afiladas dando a entender su naturaleza, tenia tres brazos y en esos tres pares de brazos habian cuchillos, su cabeza era la misma que la versión híbrida pero el cuchillo era más grande.

Él simplemente se acercó caminando con tranquilidad a un Kishibe que estaba de pie mirando con seriedad al nuevo ser frente a él.
Los dos estaban cara a pesar de la clara diferencia de altura, los dos se veían sin decir nada...

- ¿Qué te parece Kishibe? Este es mi verdadero yo... -

- Para mi sigues siendo el mismo pedazo de mierda a quien debo matar de una vez... -

- Jaja, seguro que si, escoria... pero déjame preguntarte algo... -

"¿Cómo se siente estar frente a tu muerte?"


















-












-












-










-










-










-








PROXIMO CAPITULO:

D. PISTOLA: Knife... Arpher... Así que alcanzaron todo su potencial...

Makima: Es increíble como mis cazadores aún sobreviven a todo esto.

D. PISTOLA: No por mucho, hasta ahora solo tienen suerte.

Makima: Eso lo veremos, despues de todo, a Kishibe le queda un contador con el Demonio del Descubrimiento y Quanxi tiene de su lado al buen Arai.

D. PISTOLA: Recuerda, ellos están en su forma primigenia, si de por Arpher ahora es muy fuerte, Knife es algo imparable.

Hineno: S- Señorita Makima... Ara pregunta si después de esta noche usted nos pagara...

Makima: Aún no ha pasado el mes Himeno~

Himeno: Oh...

NO se pierdan el próximo capítulo de..."

LETHAL MAN: KISHIBE.




Extras:





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro