13: Hazlo por él...
Flashback.
Los dos híbridos se encontraban sentados enfrente del Demonio Pistola, perdiendo tiempo mirando en una televisión anticuada un programa que a los dos demonios, inclusive al Pistola le costaba entender...
- No entiendo... ¿Por qué ese humano traicionó a su propia "banda", como le dicen, para obtener más poder y violar a la mujer que el otro humano ama? - Dijo Arpher confundida.
DE SEGURO ES PORQUE DECIDIO SER EGOISTA CON SUS PROPIOS DESEOS Y DECIDIO TRAICIONAR A SU MEJOR AMIGO PARA "VENGARSE" Y ALCANZAR LA GRANDEZA... APESAR DE QUE TODO FUE SU CULPA.
- Hmpf, vaya pedazo de mierda, se nota a leguas que es un mariconazo... En cuanto al otro sujeto... Apesar de lo satisfactoria y regocijante que es su sufrimiento, lo respeto, desearía pelear contra él si existiera... Pero lamentablemente me queda solo Kishibe. - Dijo el demonio de pelo plateado, Knife.
Termino el programa y un silencio surgió entre ellos tres...
- Amo Pistola, ¿Puedo hacerle una pregunta? - Dijo Arpher.
DISPARA.
- ¿Como es que la Luna de Sangre nos potencia más a nosotros los demonios? Es una duda que siempre tuve pero nunca me la saque de la cabeza. -
Knife quien estaba con los ojos cerrados sentado enfrente se la televisión, abrió un ojo ligeramente para así prestar atención de forma sutil a la pregunta de Arpher...
ES FACIL... ¿SABES? LOS DEMONIOS TENEMOS POR DEFINIDO EL AMAR EL SUFRIMIENTO AJENO, COMO TAMBIEN EL HAMBRE INSACIABLE HACIA LA SANGRE O TAMBIEN EXCITARNOS POR EL MIEDO, Y MAS RASGOS NUESTROS... DE SEGURO NO ENTIENDES PORQUE TE EXPLICO TODO ESTO... PERO LA RAZON ES QUE LA LUNA, DESPUES DE MATAR AL PRINCIPE, LLORA DE FORMA NUTRITIVA UNA VEZ AL AÑO POR UNA GENERACION HASTA QUE NAZCA OTRO PRINCIPE, Y DE ESE DOLOR Y SUFRIMIENTO, NOSOTROS NOS SENTIMOS LLENOS DE VIGOR AL SENTIR LA LUZ LUNAR ENROJECIDA EN NUESTRA PIEL AL PUNTO DE QUE NOS LLENA DE FRENESÍ.
- Entonces... ¿Es gracias al sufrimiento de la luna que nos volvemos tan fuertes por una noche? -
ASI ES, SU COLOR ROJO REPRESENTA LA SANGRE Y EL DOLOR PROFUNDO.
- Ya veo... Gracias por responder la duda, Amo Pistola. - Dijo Arpher satisfecha.
- Yo tengo una pregunta vejete... ¿Por qué haces todo esto de querer dominar a la humanidad? No me malinterpretes, solo es curiosidad. -
- Que grosero eres... -
- Que te den, hablo como se me da la puta gana. -
NO PELEEN...
Dijo con su voz profunda y gruesa... Sin duda, esa pregunta le habia llamado completamente la atención. Es por eso que se dirigió a Knife y le respondio:
¿ASI QUE QUIERES SABER LA RAZÓN DE TODO ESTO DE MI PLAN? BIEN... TE LO DIRE... HAGO TODO ESTO POR MI MADRE.
Tanto la hibrida del Demonio del Arpón como también el otro híbrido abrieron sus ojos con sorpresa al escuchar aquella respuesta.
- Debe ser una jodida broma... - Dijo Knife completamente confundido.
- ¿M- Madre? - Dijo Arpher igual de confusa.
TAL COMO LO ESCUCHAN, LA RAZON DE TODO ESTO ES PORQUE QUIERO ENORGULLECER A MI MADRE PROVOCANDO UN CAOS EN TODO EL MUNDO.
- ¿Tienes una madre? Joder anciano, aveces me sorprendes de maneras muy raras. -
TAMBIEN ES TU MADRE, KNIFE.
- ¿Qué dices? Vaya forma de bromear más mierdas tienes. -
NO BROMEO, LAMENTABLEMENTE NO TIENE RELACION ALGUNA CON ARPHER, PERO ES A QUIEN MAS QUIERO EN ESTE MUNDO.
- Amo Pistola... ¿Pero que demonio es? -
LA DEMONIO DE LA GUERRA. MADRE DE TODAS LAS ARMAS UTILIZADAS EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD, DESDE LA MAS PRIMITIVA, HASTA LA MAS ACTUAL... ERA ALGUIEN DE LO MAS PODEROSA, PERO POR DESGRACIA, EL MALNACIDO DEL HEROE DEL INFIERNO LE PROVOCO UN DAÑO MORTAL...
- Vaya... Eso es muy penoso Amo Pistola... -
SI... PERO A TODO ESTO... KNIFE... ¿NO TE GUSTARIA CONOCER A NUESTRA MADRE ALGUNA VEZ?
Dijo haciendo que el de dientes de tiburón mire al suelo rascándose la cabeza... Pasaron unos segundos en lo que este tardo en responder al gran demonio de las armas.
Se la paso pensando un buen momento en silenció siendo centro de atención de aquellos dos demonios...
- Nah, no gracias, no conozco a esa anciana y no creo que cambie algo al conocerla, después de todo... - Un rubor en las mejillas del híbrido salieron... - Tu eres mi padre o lo que sea... Prefiero eso... - Dijo algo fastidiado.
HM... ¿Y QUE HAY DE TI, ARPHER? ¿TE GUSTARÍA CONOCER A MI MADRE? PUEDE QUE TE INCLUYA EN LA FAMILIA...
- Creo que le tomaré la palabras por esta vez a Knife... Mi única familia son ustedes. - Dijo con una sonrisa dulce...
HMPF, NO CABE DUDA QUE SON UN CASO ESPECIAL USTEDES... ME ALEGRA DE HABERLOS ENCONTRADO.
Luego de eso, volvieron a ver la televisión nuevamente...
Actualidad.
Distrito de Kita, Tokyo - 03 de junio de 1997 - 23:30.
Quanxi estaba frente a una Arpher cansada y sudada con algunos cortes pequeños, ella también estaba sudando, pero aún así podía seguir, aún tenía energías. La híbrida lo tenía difícil, después de todo, la batalla ardua que estaba teniendo contra la llamada Primera Cazadora la estaba desgastando, el hecho de no poder asestarle un solo ataque se le hacía tedioso para no decir hirritante...
Por el lado de Quanxi, debía de admitir que desde su último encuentro con la Demonio Arpón, ha mejorado bastante 7 eso que no estaba transformada, tal vez se debía por la Luna de Sangre o como esta le había mencionado, de seguro había entrenado únicamente para luchar contra ella.
En el silencio de las dos, Arpher empieza a hablar:
- Carajo... De verdad que te odio... Apesar de que entrene lo suficiente para darte una paliza, aun no logro hacerte daño... - Hablo Arpher fastidiosa.
- Puedo decir lo mismo de ti, se nota que mejoraste, ya no eres la inútil de antes. - Respondió Quanxi.
Esas palabras, solo hicieron gruñir de enojo a la híbrida, al punto de que con el arpón largo que tenia como arma al punto de parecerse una lanza, corrió hacia Quanxi con un ataque cargado...
La albina le pareció absurdo la forma en que la hibrida corria hacia ella, se puso en postura de combate lista para esquivar aquel ataque... Pero en eso...
Cuando estaba cerca de Quanxi, apunto el arpón - lanza que tenía, al suelo clavándolo para así impulsarse de un salto encima de Quanxi. La tuerta, perpleja, vio esto para después recibir un corte en su espalda en forma de diagonal, cosa que chasqueo los labios en forma de enojo y rápidamente respondió con varios cortes que le dieron a esta...
- ¡Puagh...! - Exclamó escupiendo sangre. - Jeje... Te herí... ¿No es así? - Dijo satisfecha.
- Por fin lo hiciste, te estabas tardando... - Dijo para después encender su cigarro...
La demonio, confundida, observo a Quanxi fumar con tranquilidad para después escucharla hablar:
- Muy bien, veo que si estas lista para enfrentarme... Pero tendre una pizca de compasion contigo, así que elige... ¿Enfrentarme y morir en el intento o tener una muerte rápida e indolora? - Pregunto con su expresión carente de emoción.
- Je... Cuando acabe contigo, iré a matar a ese imbécil que tienes de amigo, al kouhai inútil y por último a esas zorras traidoras que son poseídas... - Dijo preparada para transformarse.
- Bueno, conste que te lo advertí, pero... ¿Quien soy yo para decir que tomaste la decisión equivocada...? - Termino de decir tomando nuevamente su postura de combate.
Cuando Arpher se quito la muñeca revelando un pequeño arpón, una onda expansiva salió de la híbrida, provocando humo mostrando así su forma demoníaca. Quanxi no perdió tiempo en lo más mínimo y empezó a correr hacia a ella a gran velocidad...
Cuando atacó a Arpher, noto que no le había dado a nada, ¿Ella había desaparecido? Quanxi estaba confundida a más no poder, esa fracción de segundos en dónde pensaba parecían eternos... Así hasta que escucho la voz de su oponente.
- Eres lenta... - Dijo Arpher quien estaba detrás de Quanxi.
La contraria giro rápidamente intentando atacar pero fue lastimada por culpa de la híbrida quien le corto el muslo.
- (¿Ella... me corto...?) - Pensó estando en shock al saber que fue dañada por la híbrida.
La albina retrocedió intentando mantener la compostura de la situación, pero enfrente de ella se encontraba ya Arpher quien le dio una patada en el estómago sacandole el aire... Tal patada daño bastante a Quanxi debido a que en la pierna de la Demonio Arpón había un arpón que atravesó su abdomen...
- (Se ha vuelto más rapida... y más fuerte también... Necesito analizarla con más cuidado, pero en dónde tarde más de un segundo ella me asestara otro golpe igual de letal, debo actuar y pensar rápido, adaptarme a ella.) - Dijo mientras salía volando, para volver a recomponerse y preparar sus hojas maestras.
Como si se tratase de algo absurdo, los cortes de Quanxi fueron tan rápido que parecían estar alrededor de ellas, pero aún así, no sirvió para detener a Arpher quien esquivo todos los cortes y luego, del arpón de uno de sus brazos salió disparado al hombro de Quanxi que lo atravesó para seguido patearla y mandarla lejos.
Cuando iba a atacar nuevamente, Quanxi la esquivó y le corto un brazo de forma rápida, y aun así, sin un brazo Arpher apunto su otro arpón que tenía en el brazo izquierdo y disparo a Quanxi por la espalda, atravesando su pecho... La regeneración de Arpher fue rápida, al punto de compararse con la de Knife, al parecer, entrenar le había dado frutos...
La mujer de pelo blanco estaba estupefacta, después de todo... ¿Cuánto tiempo había pasado desde que se le dificultó una pelea contra un demonio? Tal vez fue cuando tenía quince años y se enfrento al Demonio Saltamonte, o de seguro fue con el Demonio Reflejo que se metía en cada cosa que refleje... No importa, eso no importaba ahora, ya reconocía a Arpher como un peligro inminente lo cual significaba que ya no había motivo para contenerse.
Por el lado de Arpher, no paraba de atacar, por fin le estaba dando su merecido a aquella mujer soberbia que presumía ser la más peligrosa cazadora de Japón. Levantaba arpones gigantes del suelo como era su habilidad característica, con la diferencia de que ahora lo hacía más rápido y con más precisión.
- (Perfecto... si sigo así, podre matarla rápidamente e ir con Knife a ayudarlo... Después de eso le dejaremos todo a los demás demonios y nos fugaremos lejos de aquí... Si... ¡Todo esta yendo bie-!) - De repente, sus pensamientos fueron detenidos al sentir un codazo en su cara que la alejo bastante de Quanxi...
- Lo hiciste bien... Tu... Tu me has demostrado que puedo tener contrincantes fuertes, que siempre habrá alguien que pueda barrer el piso conmigo... Es por eso que no voy a contenerme en lo absoluto contigo... - Dijo Quanxi Ocultando su mirada con el flequillo de su cabello que yacía algo despeinado al gran maltrato que estaba recibiendo por parte de Arpher.
La híbrida estaba con duda... Se preguntaba porque ahora se sentía más diferente la cazadora albina, como si hubiera liberado algo dentro de la cazadora quien le causaba tantas molestias antes.
- Demonio del Arpón... Solo te ofreceré este trato una vez más... Rindete y déjate matar o de lo contrario la pasaras mal... Tómalo como un acto de compasion. - Dijo Quanxi.
- ¿En serio sigues con eso? La respuesta sigue siendo "No". - Respondió preparada para atacar nuevamente...
- Me alegra que te hayas negado... - Hablo para así, con su rostro sin expresiones sacarse el parche que cubria aquel ojo...
Con delicadeza, de la cuenca de su ojo fue sacando lentamente algo afilado, cosa que Arpher miraba esto confusa, no entendía que estaba viendo. La mujer de cabello blanco al sacar el objeto afilado miró a la híbrida y se lo lanzó como si fuera un proyectil, cosa que la contraria esquivo haciéndose a un lado...
- Fallaste... - Dijo observando a Quanxi.
- No era para ti. - Dijo sin problemas.
De repente, el sonido de un proyectil acercándose, rompiendo el viento se escuchaba hacia Arpher, cosa que está dedujo que era lo que lanzó Quanxi segundos antes, por lo que se agachó evitando el proyectil viendo como le dio a la mujer albina en el ojo vacío...
- (¿Le salió mal su ataque sorpresa? No... No es para nada tonta como para morirse de esa forma tan estúpida...) - Y tal cual, era cierto...
De un momento a otro, el proyectil que había sido lanzado, se revela que no es más ni menos que un virote de ballesta, cosa que al impactar, mostró algo que dejó estupefacta a la híbrida...
Se había dado cuenta por fin... Esto no era broma, iba enserió y de seguro no seria fácil tratar con ella en lo más mínimo...
Antes de que pudiera mover un musculo siquiera, varias flechas penetraron su carne y la atravesaron, virotes casi tan grandes como sus arpones que sin piedad, se adentraban y dañaban su cuerpo.
Arpher se intento recomponer pero fue en vano, ya que a su costado estaba Quanxi transformada, que no dudo en lanzar una patada en el abdomen de la híbrida del arpón y mandarla a volar... Ya para cuando impacto, flechas fueron lanzadas y clavadas en las palmas de sus manos quedando colgada en un edificio...
Mientras se encontrada clavada en aquella estructura, Quanxi empezaba a dispararle flechas, flechas que perforaban a la híbrida del arpón quien intentaba librarse de ahí...
- Salte... Librate de ahí ahora o no me detendré hasta dejarte como un colador... Aún debes de demostrar que me puedes dar pelea... - Dijo aún disparando haciendo que la hibrida de pequeños gritos ahogados de dolor...
Una vez que un brazo se libro de los virotes de Quanxi, se arranco el otro brazo ya no pudiendo aguantar que las flechas impactaran en ella...
La razón de esto, era que los virotes de Quanxi al adentrarse en la carne, por alguna razón provocaba un ardor y dolor catastrófico y constante que parecía no acabarse... Un solo disparo era capaz de eso, lo cual significaba que múltiples disparos hacían que se retorciera.
Arpher, regenerando su brazo, miró a la híbrida del Demonio Ballesta observándola...
- Mas te vale tener aún energías para pelear... Porque yo siempre cumplo mi palabra, y no voy a detenerme en hacerte sufrir en cada instante de esta pelea... - Dijo Quanxi apuntando las ballestas en sus brazos mientras adoptaba una postura de combate.
La Demonio Arpón simplemente gruñó con claro enfado e hizo lo mismo que la otra híbrida...
-
-
-
-
-
-
Distrito de Shibuya, Tokyo. - 03 de Junio de 1997 - 22:00.
Himeno se encontraba corriendo, guiándose por el incesante sonido de los gritos de terror de la gente como también las risas de gozo de los demonios mientras que entre todo ese ruido, se podía escuchar también el sonido húmedo de tal vez la sangre y la carne siendo mutilada por aquellos seres infernales y amantes del sufrimiento ajeno.
Cada vez, los fuertes ruidos se escuchaban más sonoros, ella estaba cerca... Su sorpresa fue grande cuando descubrió que el refugio estaba abierto.
Al adentrarse, su expresión fue de terror total, inclusive, se aguanto los ganas de vómitar por presenciar tal aberración ante sus ojos.
Poseidos que bailaban arriba de cadáveres y charcos salpicantes de sangre, ancianos que estaban siendo devorados vivos por demonios y no podían emitir sonido algunos y cadáveres de niños como también mujeres mutilados con un olor nauseabundo... En un rincón, habían personas vivas asustadas en posición fetal, viendo todo el espectáculo sangriento y morboso de estos seres. Todos pararon en seco y voltearon a ver a la chica tímida que era espectante de su maldad...
- U- Ummm, este... Yo... - Dijo encogiendose en su lugar por el temor...
Las criaturas provenientes del infierno reían con malicia y burla ante la impresión que le había causado la peliverde, cosa que no aguantaban el hecho de querer lanzarse encima de Himeno matarla para así comersela...
Ella simplemente daba pequeños chillidos de miedo mientras se alejaba con temor, se preguntaba donde estaba su caballero de brillante armadura, por no decir Arai, para que la protegiera...
Y así...
Uno de los poseidos salto a Himeno de forma rápida y de un momento para otro, Himeno había esquivado rápidamente al demonio y lo decapito, siendo visto por los demás demonios...
- A- Ah... ¿Yo hice eso...? L- Lo siento, p- pero soy una cazadora... - Dijo viendo el cadáver del poseído que mato para así voltear y ver a los demás demonios. - Y- Yo... ¡Soy u- una cazadora y e- e- estoy aquí para exterminarlos! ¡A- Asi que no opongan resistencia! - Declaro ella.
Las criaturas, impactadas por lo que vieron, fueron todos hacia Himeno de repente, el tiempo parecía detenerse y de un momento a otro, Himeno empezó a cortar y esquivar con un poco más de maestría, inclusive sus cortes eran letales para aquellas criaturas que gritaban y sangraban con dolor debido a la ferocidad de la cazadora novata, Himeno.
"Señorita Makima... ¿Puede aclararme una duda?"
Los demonios que devoraban a los cadáveres de niños y ancianos, se percataron de la cazadora y usaban sus habilidades, pero Himeno, aunque a duras penas, los evito y con su confiable hacha de mano, machaco a un demonio para así a continuación, lanzar su hacha a otro demonio a su espalda y correr hacia él para recuperar su arma.
"Claro Quanxi, ¿En que consiste?"
Himeno no se detenía, por más cansada que se veía, se movía de aquí para allá evitando a los pocos poseidos y demonios que quedaban.
"¿Por qué decidió contratar a la novata Himeno para la cacería de demonios? No tiene madera alguna como cazadora..."
La peliverde salto por encima de un poseído y se dio la vuelta para decapitarlo y seguir corriendo.
"Hmmm, bueno Quanxi, aunque no lo creas, la pequeña Himeno es muy capaz y eso que ella tiene problemas de autoestima y miedo."
Ella atacó a un demonio clavando su hacha en la cabeza, pero quedó atascada en el cráneo de este, a lo que un demonio aprovecho para atacar provocando que sea herida.
"La estuve analizando los primeros días en que la mandé de patrullaje, y pude notar su desempeño en ello, su potencial es bastante bueno y créeme cuando te digo que ella es una auténtica cazadora como tu y yo Quanxi..."
Se levantó algo herida y saco su cuchillo desplegable de SP para así ir hacia el último demonio...
"Inclusive, me atrevería a decir que... Si sigue así, puede que llegue a tu nivel."
Ella salto para así clavar en cuchillo en el ojo del demonio, evitando sus ataques.
"Eso es muchísimo a decir verdad..."
Cansada y jadeando, se limpio el sudor de su frente y miró hacia arriba, respirando de forma agitada.
"Quanxi... En lo que llevamos conociéndonos... ¿Me he equivocado alguna vez?"
"No."
Volteo para así ver a las pocas personas que estaban vivas, sobrevivientes del fatal ataque de los demonios...
- ¿S- Se encuentran bien? - Dijo con su claro tono tímido.
- Nosotros... Si... - Dijo desconcertado uno de los civiles.
Himeno, por más tímida que era, dio una pequeña sonrisa de alivio a los demás...
Pasos se empezaron a escuchar y las demás personas se alertaron en la dirección que veían a Himeno...
- ¡ÉL, FUE ÉL, EL QUE ABRIO LA COMPUERTA Y DEJO ENTRAR A TODOS LOS DEMONIOS! - Dijo otro civil apuntando.
Himeno confusa, observo por unos segundos a los civiles que estaban asustados y en eso, sintió un escalofrío por su nuca... ¡Estaba bajo ataque!
Rápidamente se agachó y de un momento a otro, su melena larga fue cortada por un brazo...
- Me cago en todo... Falle... - Dijo una voz familiar para Himeno.
La chica tuerta, viendo que el hacha que había clavado en la cabeza del demonio se encontraba en el suelo, la tomó rápidamente y con velocidad asesto un ataque al cuello de aquel individuo.
No se sabe que sorprendió más a Himeno, el hecho de reconocer de quien se trataba aquel enemigo al que se enfrentaba o que su hacha de SP no haya dado un daño severo a ni más ni menos que Knife, quien sonreía teniendo a la chica enfrente.
El hacha de Himeno se encontraba clavado en el cuello de Knife pero no le hizo daño alguno, es más, la herida parecía superficial, ella no puede evitar pensar que sintió haber golpeado algo duro casi similar al metal.
- Nada mal, cabroncita... Pero si quieres decapitarme, debes tener mucha más fuerza. - Hablo sonriendo de oreja a oreja.
Himeno saco el hacha del cuello de este y de forma veloz esquivo el ataque de Knife que casi la corto.
- ¡Carajo...! Oye... Eres muy buena a diferencia de la última vez que nos vimos... ¿Estuviste practicando acaso? - Dijo el demonio peli plateado.
La tuerta no respondió en lo más mínimo, solo miraba a Knife de forma nerviosa sabiendo al calibre que se tenía que enfrentar...
- Oye, oye... Contesta, no me dejes hablando solo, es muy incomodo, me dejas como un idiota... - Dijo bostezando. - ¿Sabes? Ese corte te queda bien, deberías agradecerme por como te ayude, a lo mejor seduces como se debe a aquel pendejo bobalicon de cicatriz... ¡Aunque bueno, tal vez mi amiga ya lo haya destrozado, jaja! - Dijo con diversión en lo último.
Himeno totalmente seria, arremetió contra el híbrido pero este simplemente esquivaba sus ataques con facilidad y se burlaba de esta misma volviendo a bostezar enfrente de ella, al punto de que se hizo a un lado y puso su pie para que se tropezara y cayera...
- Oye idiota... Admito que has mejorado bastante desde la última que nos vimos, ya lo dije ¿Recuerdas? Pero aun así no estás a mi altura... Me gustaría matarte, seria un buen comienzo y aperitivo para empezar... Pero quiero guardar mis energías para usarlas contra Kishibe... ¿Sabes donde esta de casualidad? - Dijo con las manos en los bolsillos.
La cazadora peliverde no respondió en lo más mínimo, jadeando por el cansancio, intento arremeter otra vez contra el híbrido pero este volvió a esquivar haciéndose a un lado...
- ¡Agh, me lleva! ¡¿Es que acaso tienes una verga en la boca que no me respondes?! ¡Deberías de ser más amable y decirme almenos una pista, puta maleducada...! Jeje... Pero bien, no necesito tu mísera ayuda, me gustaría buscarlo por mi mismo... - Dijo sacando su lengua y lamiendo el filo de su mano como si fuera un cuchillo.
- ¡Fantasma! - Exclamó, usando su contrato para así dañar a Knife.
El antebrazo del híbrido fue rasgado por el Demonio Fantasma, a lo que chasqueo sus labios con molestia y pateo a Himeno quién estaba en el suelo mandándome lejos...
- Vaya perra... Bah, da igual... - Dijo regenerando la piel y carne de su antebrazo. - ¿Sabes? No se su me escuchas, pero este lugar es inmenso para ser un refugio... Sería una pena que algún demonio bastante grande entre y mate a todos los sobrevivientes... ¿Verdad? - Dijo con diversión.
Himeno quién se levantaba adolorida, escucho las palabras de Knife y rápidamente volteo al sentir como el suelo vibraba y el sonido de un viento incesante se oía...
A su vista, una oleada de viento remolinado con las extremidades humanas y la cabeza de un hombre de mediana edad se podía ver, parte de su cabeza dejaba ver su cerebro, tenía el tamaño de tal vez 10 metros.
Se trataba de ni más ni menos que el Demonio Tifón, que con su potente torbellino, empezaba a matar a los pocos civiles que quedaban...
Knife, el demonio afilado, río un poco para luego mirar a Himeno...
- ¡Bueno! Tu eliges... ¿Perseguirme o detener a ese demonio...? ¡Chaito! - Dijo para así correr a la salida del refugio...
La peliverde estaba en un dilema... ¿Matar al demonio y salvar a los otros civiles o perseguir a un demonio de potencial peligro para salvar a su superior/amigo? No podía dejar a ni un DEMONIO vivo, debía de matarlos...
Saco su walkie - talkie e intento avisar a los cazadores sobre el híbrido...
- ¡Kishibe - senpai! ¡A- Aquí Himeno! ¡Ese demonio con forma de humano esta aquí! ¡Y va a por usted! ¡Tenga cuidado! ¡¿Hola?! ¡¿H- Holaaa?! - Cuando se fijo en el comunicador, noto que estaba destruido, producto de la patada que recibió por parte del híbrido plateado que se estaba yendo.
Es por eso que trago duro e ignoro a Knife, para así centrarse en su nuevo objetivo...
Debía de pensar en como hacer daño al demonio, sus extremidades, aunque estaban expuestas, no eran una opción para neutralizarlo, en cambio su cabeza que estaba expuesta y era el punto perfecto para matarlo...
Debía de buscar la forma de atacar ese punto... Es por eso que corrió e intento hacer caer al demonio acercándose a su gran pie y dándole en el talón, pero esto solo provoco la ira del susodicho demonio que volteo abajo para ver a Himeno y atacarla con una ráfaga de viento en forma de torbellino.
Aquel ataque era rápido, al punto de que al ojo humano le costaría ver, pero Himeno, sintió un escalofrío en la parte derecha de su muslo, brazo y dorsal alertandola de donde se dirigía el ataque... Claro, para su mala fortuna, recibió daño al punto de que rasgó su traje de SP, que si no hubiera sido por este, de seguro parte de su brazo estaría por los aires...
Otro escalofrío recorrió una parte de su cuerpo, provenía de su pecho, abdomen y cabeza, por lo que rápidamente se agachó lo más que pudo esquivando a duras penas el ataque y recibiendo daño en su hombro izquierdo...
De repente, varios torbellinos, como si se tratasen de pequeños tornado rodearon a Himeno y empezaban a girar alrededor de ella, parecían trompos de tamaño humano, estos apesar de no tener la letalidad de los primeros ataques, fueron golpeando y haciendo volar a la pequeña chica de manera super rápida mientras que el demonio reía con burla viendo a Himeno ser zarandeada de aquí para allá.
La chica intentaba como podía el evitar esto... Pero se estaba cansando...
Ya el demonio, decidido en acabar con la vida de la cazadora, apunto un torbellino de suma velocidad hacia Himeno y así...
Himeno lo esquivo sin recibir daño alguno...
El demonio confundido, empezó a atacar con sus pequeños tornados giratorios para golpear a Himeno con estos... Pero ella los esquivaba de forma tranquila, moviéndose fluidamente acercándose al demonio...
Ella no sólo sentía las sensaciones eléctrizantes de su cuerpo, sino que sabía de dónde venían y cuando lo harían... Se le ocurrió una idea, es así que empezó a cargar su contrato con el Demonio Fantasma...
El Demonio Tifon, enojado, empezó a atacar con sus torbellinos como proyectiles, con sus tornados como golpes e inclusive, agarro con el tornado a su alrededor vísceras, huesos y otras partes de los cadáveres que estaban allí arrojándoselo todo a Himeno... Pero ella los esquivo todo sin mancharse en lo absoluto...
Ella estaba terminando de cargar su ataque, estaba lista para matar al abominable demonio... Solo debía encontrar el momento...
E
lla sin saber, había desbloqueado algo oculto en ella y en muchos humanos, ella había llevado sus cinco sentidos al máximo y desarrollo algo que debió, supuestamente, quedar perdido hace mucho lejos de los recuerdos de los demás. Himeno, quien era alguien cautelosa y precavida ante el peligro, conforme el tiempo cua do era niña había desarrollado sin saber estos sentidos al punto de exponerlos a su máximo potencial y por alguna razón, había también desarrollado una habilidad única que era solamente de ella pero no era consciente de ello...
El trabajar en Seguridad Pública y exponerse a tanto peligro solo era el detonante para perfeccionarlo al punto de que ya podía predecir cualquier peligro que amenazara hacia a ella...
Así es... Ella despertó sin saber lo que nos hacía al humano algo más cercano a lo perfecto...
-
¡Fantasma! - Exclamó extendiendo su mano.
Un brazo fantasmal gigante fue manifestado y tomó la cabeza del Demonio Tifón y en eso, Himeno cerró su mano con fuerza y el brazo fantasmal aplastó con su agarre la cabeza del Demonio Tifón, machacandolo y dejando un gran charco de sangre junto a su cadáver...
La tuerta, herida, se arrodillo cansada de por fin matar al demonio atemorizante, miraba al suelo viendo su reflejo escarlata por la sangre tanto de demonios como sangre humana...
Veía los cadáveres de los inocentes muertos y su expresión de terror, mirándola a ella apesar de estar muertos...
- ¿P- Por qué me miran a- así? Yo m- mate a ese demonio... H- Hice lo que pude... - Dijo hablándole a los cadáveres...
Lágrimas empezaron a escurrir de sus mejillas, después de todo, se sentía culpable por la muerte de la pobre gente...
Una pequeña niña, se levantó entre todo ese desastre de vísceras y sangre sólo para ver a una Himeno arrodillada... Con miedo, se fue acercando poco a poco a la cazadora, escuchando sus sollozos...
- ¡S- Soy una cazadora...! ¡Soy u- una cazadora...! ¡No una h- heroína! - Dijo estando de espaldas, llorando con miedo...
La niña, apesar de tener miedo, se preocupo por Himeno y se acercó con cautela...
- ¿Onee - chan...? ¿Está bien? ¡Eres increíble! ¡Me salvaste! ¡ERES UNA HERO-! - De repente, el hacha de Himeno impacto en el rostro de la niña haciendo que de un quejido de agonía y caiga al suelo...
Himeno, quien se encontraba en crisis... Estaba alterada al punto de estar alerta, por mero reflejo, miedo y desesperación, reacciono de tal manera que no espero ver a un infante detrás suyo... Una pobre niña...
Al ver el cuerpo temblando de esta aún con el hacha incrustada en su rostro, solo pudo ver como la vida se desvanecía de esta... La expresion de Himeno era de terror y arrepentimiento absoluto, tomo las manos de la niña con dolor y desesperación...
- ¡N- No! ¡Espera! ¡Yo no quise! ¡E- Es que...! - Dijo viendo ya el cadáver de la niña...
Esta al mirar con atención, apesar de que era una niña, se parecía a su hermana menor quien estaba oculta en el sótano de su casa...
Debido a la imagen de ver a su hermana en ese estado, no pudo evitar vómitar arriba del cadáver para así ver con desagrado lo que acababa de hacer...
Ella dio una risita...
- Jeje...~ Jejejejeje...~ -
Se empezó a reír...
- Jajajajaja...~ ¡Jajajajaja! -
Y luego, lo hizo a carcajadas...
- ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! -
La cordura de Himeno por fin había sucumbido a la locura, su expresión era una cosa que jamás se pensó ver... Su único ojo abierto con euforia, su sonrisa de oreja a oreja de forma demente con sus manos en el rostro marchándose de sangre... De repente, esa risa eufórica se transformó en un llanto sin consolación, llanto desde la profundo de su corazón que le hacía ver como el cadáver vomitado de la niña, pudo haber sido su hermana menor...
Si Arai la viera ahora mismo, de seguro sentiría desagrado y miedo al igual que su hermana...
Estuvo un rato lamentándose por su accidental crimen y después, levantó su cabeza lentamente... Su expresión carecía de vida, sus ojos abiertos pero apagados, la comisura de sus labios, totalmente abajo... Y una voz que ya no tenía emoción alguna...
- Debo levantarme... - Dijo para mirar abajo y ver sus manos manchadas de sangre... - Llorar... No servirá de nada... No va a revivirla o reparar el daño que hice... Debo levantarme y seguir matando demonios como la cazadora que soy... - Dijo para ir a la salida del refugio...
De repente, se acordó de los discípulos de Kishibe y automáticamente se puso un objetivo fijo...
- Debo de ir y protegerlos... Asegurarme de que ningún demonio se acerque a ellos o les haga daño alguno... Tal vez así enmendare mi asquerosa existencia... - Dijo para ir caminando de sin ganas hacía el apartamento de Kishibe...
-
-
-
-
-
-
Edificio de Seguridad Pública, Distrito de Chidoya, Tokyo - 03 de Junio de 1997 - 00:00.
En la acogedora oficina de Makima, se encontraba la pelirroja tomando un pequeño vaso de una bebida alcohólica con total calma y enfrente de ella, se encontraba un hombre viejo pero asustado mirando al suelo con temor y sudores.
Makima vio su reloj mientras bebía el alcohol...
- Vaya, es medianoche, parece que tomara una eternidad para que sea mañana... ¿No lo cree? - Dijo dándole un último trago para así poner el vaso en la mesa.
- E- Emmm... Si... Es como si esta noche el tiempo se hiciera más lento... Jaja... - Dijo con nerviosismo...
- Hm... Ya lo creo... - Dijo la pelirroja para quedar en silenció haciendo que el ambiente sea incómodo.
La mujer miraba por el ventanal a sus espaldas el cielo nocturno con la clara peculiaridad de la luna ensangrentada de color rojo con las estrellas brillantes y centelleantes. Sabía que esta noche era crucial, aquí podían pasar muchas cosas... Es por eso que debia de respaldar cada plan que tenía en mente de alguna forma... Pero este plan de aquí, era en definitiva una de sus cartas ganadoras...
Hace mucho tiempo lo tenía en cuenta pero nunca lo ejecuto porque hasta ahora no le parecía necesario, pero desde que Kishibe entró a SP y sus discípulos fueron apareciendo como si se tratase del mismo destino... No había mejor momento de actuar que ahora mismo.
Es por eso que con la persona enfrente de ella, podría tener una clara ventaja de forma estratégica y que mejor excusa que proteger al mismísimo Primer Ministro de Japón para que así nadie sospeche de sus verdaderas intenciones...
El hombre viejo, conocido como Primer Ministro hablo:
- Señorita Makima... ¿Está segura que aquí no hay peligro? - Dijo nervioso...
- Oh, claro que sí, eso a menos que el Pistola venga enfrente de este edificio y nos haga un "Bang"... Pero si no es eso, no hay nada de lo que yo pueda encargarme... - Dijo relajada intentando calmar a su presa...
- E- Entiendo... - Dijo intentando reír...
Paso un rato de incomodidad donde el Primer Ministro vuelve a hablar...
- Parece muy calmada... Se que como cazadora no debe sentir miedo alguno... ¿Pero de verdad no siente una pizca de miedo? - Dijo dudoso...
Makima fijo su enigmática mirada anillada de color dorado al hombre y respondio con total honestidad...
- ¿Sabe Primer Ministro? Tengo una frase que consiste en... "Aquellos que pierden el miedo a morir... No le tienen miedo a casi nada..." Y yo soy una de aquellas personas... Con la diferencia que no le tengo miedo a absolutamente nada... - Dijo con una sonrisa serena para luego cambiar a una con seriedad... - Bueno... Salvo dos cosas... Pero no va al caso. - Dijo con amabilidad.
Y tal como ella habia dicho, por su mente pasaron dos cosas que la mantenían pensando por unos momentos... Recuerdos lúcidos que apoderaban su mente... La primer cosa, era un ser proviniente del infierno, con motosierras chispeantes y un sonido escandaloso que se iba haciendo más fuerte conforme se iba acercando, con una gran altura que le sacaba varias cabezas...
Y la segunda cosa que paso por su cabeza... fue Kishibe...
Se sentía ansiosa por como iba a resultar la noche, esperaba que aquel híbrido seguidor del Pistola haga su trabajo acabando con el pelinegro... Pero no quería tener las expectativas altas...
Podía aprovechar y decir que tiene que atender unos asuntos al Primer Ministro para así ir a buscar en el apartamento de Kishibe a aquel canino amigo del niño pelirubio, Denji... Pero seria una táctica muy pero muy arriesgada por varias razones... Y una de esas se trataba de los Altos Mandos, por el Primer Ministro y por Kishibe...
Siendo el primero y el último problemas de suma importancia...
- ¿Y usted no tiene familia? - Pregunto el Primer Ministro.
- Oh, claro que la tengo... Unas hermanas de lo más peculiares... - Dijo ella.
- ¿Enserio? Deben ser igual de hermosas que usted... -
- Oh vamos, la más linda soy yo, ¡Jajaja! - Dijo dando una pequeña risa... - Aunque preferiblemente, desearía que todas ellas estén muertas. - Dijo esto último como murmuró.
- ¿Disculpe? -
- Debería de tomar su bebida, me pone triste que todo ese hielo arruine ña sensación que transmite... - Dijo refiriéndose al vaso.
- Oh, cierto, discúlpeme Señorita Makima... - Dijo dándole un trago al vaso.
- Entonces... ¿Le parece si hablamos de negocios? Es la hora perfecta para hablar... Dijo sonriendo.
El Primer Ministro, sudando asintió y empezó a hablar mientras era escuchado por Makima quien tenia una sonrisa de satisfacción en su rostro... Todo iba según lo planeado por ahora...
No importa si sea el Primer Ministro, el Presidente de los Estados Unidos, el Rey de Inglaterra o cualquier persona no importa su estatus... Se aseguraría de tenerlos a todos bajo su control...
Y a aquellos que no, buscaría la forma de hacerlo aunque tenga que recurrir a métodos cuestionables... Todo sea por el futuro de este mundo corrompido...
- Usted y yo haremos un contrato el cual consiste que todo ciudadano japonés dará su vida por mi ya sea de forma involuntaria... Toda persona que esté en estado terminal ya sean niños o ancianos, en el momento que yo sea herida de forma intencional estos moriran, mientras que a los que no, se lo pasará en forma de enfermedad o dolencia a cambio de su seguridad... - Dijo extendiendo su mano...
En el momento en que estos dos concluyan su trato... Toda la vida en Japón estará en manos de esta mujer...
- Todo sea por el bien de Japón... - Dijo estrechando la mano de la pelirroja.
- Oh Primer Ministro, no se mienta así mismo... Ambos sabemos que esto es por solo por conveniencia suya... Después de todo, si muere, siempre habrá un remplazo para usted... ¿Me equivoco? - Dijo sonriendo al hombre...
- Como dije... Todo sea por el bien de Japón. - Dijo de forma sería, apesar de estar nervioso...
La sonrisa de Makima, no podía negar tal satisfacción...
-
-
-
-
-
-
-
-
Arpher estaba exhausta, jadeaba y tomaba distancia de la híbrida de las ballestas que estaba a su vista, quien permanecía quieta en su lugar observando a la híbrida del arpón.
No decía nada, simplemente se mantenía estoica, apesar de no demostrarlo, estaba herida y también cansada, pero a diferencia del Demonio del Arpón, aun estaba en condiciones de pelear. Arpher gruñó con furia...
- ¡Maldita sea! ¡No es justo, no es justo! - Dijo lanzando un arpón como si fuera una lanza a Quanxi.
Esta simplemente movió su cabeza para esquivarlo...
- ¡Practique únicamente para matarte a tí! ¡Di todo de mi para mejorar esta noche! ¡¿Pero por qué?! - Dijo impotente...
Quanxi no respondió, simplemente se mantuvo callada...
- ¡¿Por qué razón te esfuerzas tanto?! ¡¿Por qué matas a los demonios con tanto esmero?! ¡La humanidad de todas formas, tarde o temprano morirá y no quedara nada salvo tu, yo y tal vez todos los demonios del mundo! ¡¿Qué razón hay para aferrarte tanto a una existencia que está destinada a desaparecer?! - Hablo con rabia.
- Hmmm... Ninguna en particular... ¿Quieres saber algo? Desde que me volví cazadora, empeze a matar solo porque era mi única razón de vivir... El título de "La Primera Cazadora" no se debe a que fui la primera en cazar demonios, sino que es porque mato sin recibir nada a cambio, porque voy en su búsqueda en vez de que ellos vengan a mi, y lo hice desde antes de que Seguridad Pública se funde... - Dijo apreciándose a ella misma mientras hablaba.
La híbrida del arpón escuchaba con atención y fastidio cada palabra saliente de la boca de Quanxi...
- Pero en la mayoria de las cacerias hacia los demonios, nunca di el máximo de mi misma, esto porque me motivaba matar demonios en lo absoluto, no había motivación alguna para esforzarme, ni mi propia vida era motivación alguna... Pero este año en especial... Gracias a una persona, yo pude tener a gente que me espera de regreso a mi hogar y los día de trabajo son algo entretenidos... Hoy no es la excepción, así que si piensas que me voy a rendir solo para que ganes tu berrinche, no te daré ni el gusto... En otras palabras... Lo hago por él. - Dijo preparada para pelear.
Arpher se dio cuenta... Ella también tenía una razón por la esforzarse esta noche, alguien por quien esforzarse...
Quanxi debía de vencer y sobrevivir esta noche para encontrarse con Kishibe. Himeno debía de sobrevivir esta noche para enmendar sus lamentos y reencontrarse con Arai. Makima debía de ser meticulosa con su plan para así tener al canino del niño Denji... Y Arpher debía de cumplir con sus objetivos para tener esa vida soñada con Knife...
Todas tenían un objetivo común, el cual se llamaba... "Hazlo por él."
-
-
-
-
Próximo capitulo:
Kishibe: ¡Oye Knife! ¿No crees que el capitulo de hoy fue algo oscuro?
Knife: ¡Y bastante corto! ¡Duro más yo mastur*******!
Kishibe: ¡El lenguaje!
Knife: ¡Como sea, el próximo capítulo tratara de nosotros cuatro!
Arai: ¿Eh? ¿Yo?
Pistola: Y también yo...
Arai: ¡AH! ¡QUE MIEDO!
Pistola: Gracias.
¡PROXIMAMENTE EN...!
LETHAL MAN: KISHIBE.
Extras:
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro