11: Sensaciones de Nostalgia.
En las montañas de un lugar en Japón... Algo hacia temblar el suelo, provocando que las personas piensen que se trataba de un terremoto... Nada más alejado de la realidad...
Cuando el temblor en la montaña cesó... En la distancia, una silueta que salía de aquellas montañas parecía venir lentamente arrasando con todo a su paso...
-
-
-
-
-
Una lucha de estaba librando, Quanxi y Kishibe se encontraban intercambiando puños, en dónde el pelinegro bloqueaba y desviaba los golpes rápidos de la chica y está esquivaba y también desviaba los golpes del pelinegro, las patadas que Quanxi daba conectaron en el abdomen de Kishibe, pero la última patada provoco que él sostenga su pierna le haga un lancé, cosa que por suerte esto fue evitado por la albina que deslizo su pie tumbando a Kishibe y haciendole una llave, algo que no sirvio ya que este se libro de ello con dificultad y respondio con un golpe en el abdomen de la tuerta que la mando unos pequeños metros lejos de él.
Ella se dió cuenta... En un intercambio de golpes era inútil competir contra Kishibe, aunque le de patadas o puños, ademas de que su cuerpo es bastante duro como para que le afecte algo, este respondía al momento con algún contrataque o agarre que terminaba en un lancé, además de que era rápido pero no tanto como ella, por eso, la unica forma que encontro de neutralizarlo era mediante llaves.
En cambio Kishibe optó por mantener la distancia con ella, debía de mantenerla alejada y también ser rápido al lanzar sus golpes, en dónde pegue una patada o puño y tarde demasiado en recomponerse, ella puede acortar distancia y atraparlo entre sus brazos para hacerle una llave...
Un momento... ¿"Atraparlo entre sus brazos"? ¿Ser sometido por Quanxi? ¿Dejarse manosear?
Esto hizo que Kishibe babee de forma tonta recibiendo un puñetazo de Quanxi quien la miraba fastidiada, sabía que él se estaba imaginando alguna estupidez.
El combate era bueno, tan bueno que los discípulos de Kishibe, Aki, Denji y Power miraban con atención e impresión, asombrados y entusiasmados del espectáculo que estaba frente a ellos. En especial para Power que no le quitaba el ojo de encima a Quanxi y la forma en que peleaba, le parecía tan atractivo y poderoso, quería replicarlo pero le salía mal, cosa que se gano las risas de los dos niños a los cuales le arrojo una bola de sangre por reirse de ella, mientras que Pochita estaba lamiéndose sus partes íntimas a lado de Nyako.
Quanxi quien adoptó nuevamente su postura de combate se veía elegante, peligrosa y audaz, preparada para arremeter de como una fiera. Mientras que la postura de combate de Kishibe lo hacía ver imponente, fuerte y temible, como una fortaleza inderribable... En eso, los dos se hicieron una reverencia dando a entender que su combate terminó.
Kishibe se encontraba sudando estando sentado en el pasto, jadeando mientras tomaba un poco de agua. Quanxi se le acercó viendolo desde arriba mientras esté descansaba.
- ¿Quieres? - Dijo ofreciendole el termo de agua del cual estaba tomando.
Ella lo tomo y luego se sentó a lado de Kishibe viendo a los niños entrenar...
- Para ser niños, se mueven bien, son fuertes y resistentes, se adaptaron completamente a tu estilo de combate, básicamente son mini Kishibes. - Dijo analizandolos.
- ¿Ya lo creo, no? Si siguen así, pueden dominar el corte letal. - Dijo viendo como a la distancia luchaban los tres.
- ¿Te refieres a ese movimiento en dónde te quedas estático y cuando te atacan cortas tan rápido que apenas se ve? -
- Así es, para ti puede ser un movimiento fácil, pero es un ataque en dónde la velocidad y la letalidad actúan a centímetros pero centímetros de distancia y provoca que los cortes diagonales sea tan rápido que el contrincante no se de cuenta, tienen aproximadamente 0,8 segundos para realizar esos dos cortes... Es el primer movimiento que aprendí a los 17 años. - Dijo acostándose ahora en el césped. - Ahhhh, aunque Aki y Denji solo lograron hacer un corte en 1 segundo, les falta mucho. - Dijo pensando.
- Aún así, para ser niños, es un avance muy grande. - Dijo está vez centrando su mirada en Power.
Observaba como la niña poseida al combatir con Aki, caía al suelo fácilmente, al igual que pasaba con Denji, apesar de que adoptaba la técnica de Kishibe, está simplemente no le iba bien, parecía fallar demasiado.
Y después de un minuto de ver a la niña caer al suelo frustrada, se dió cuenta en su análisis que la razón por la que caía fácilmente era debido a que esa forma de pelear no iba con ella a diferencia de Aki y Denji. Se podía notar como le dificultaba... Es por eso que despues de verle tantas veces caer a la niña y morderse el labio de frustración...
- Kishibe... - Dijo llamando la atención del pelinegro...
- ¿Si? ¿Qué sucede? - Respondió acostándose de lado mirando a la albina que estaba sentada.
- Déjame entrenar a tu niña. -
- ¿Te refieres a Power? ¿A qué se debe? -
- Tu entrenamiento no le sirve en lo absoluto. -
- ¡Oye! ¿Sabes? No soy un maestro de lo más bueno pero no es para que-... -
- No, enseñas muy bien, pero el entrenamiento que le estás dando a Power no le sirve a ella, la forma en la que se desenvuelve no es eficiente... - Dijo señalando como Power permanecía en el suelo cansada...
- ¿Por qué lo dices? -
- Ella necesita usar su cuerpo como se debe, necesita de moverse con audacia y fluidez, tu estilo de combate militar agregando tus propios movimientos son brutales pero no letales para ella... ¿Te imaginas a mi peleando contra ti con tu estilo? -
Kishibe se puso a pensar y tenía razón... No es por ningún estereotipo machista ni nada, pero ver pelear a la chica con su estilo de lucha no le serviría en un combate contra él debido a que la podía derribar fácilmente... Así que al ver a Power, se la imaginaba con el estilo de pelea de Quanxi, un estilo de pelea elegante, rápido, femenino y sobre todo letal.
- Tienes razón... - Dijo apenado mirando al suelo.
- ¿Ves? Eso mismo le está pasando a ella, en cambio, si ella peleará de la forma en que yo lo hago, creeme que será lo más fructífero que verás, no tendrás inconvenientes con ella en estos casos... Estoy entrenando a mis niñas también, así que pues no vendría mal que se amigue con ellas. -
El pelinegro se levantó para caminar hacia una Power que estaba jadeando y la tomo del suelo para llevarla a dónde Quanxi y sentarse con la niña infernal entre brazos.
- ¡Ustedes dos! ¡Hagan 30 abdominales y 15 flexiones de 2 series! - Dijo a los niños que asintieron y empezaron a hacer los ejercicios. - En cuanto a ti Power, queremos que escuches lo que Quanxi tiene que decir de ti ¿Ok? - Dijo con la infernal en su regazo asintiendo.
- Escucha Power... ¿No te molesta que esos humanos siempre te tumben? -
- ...Si... - Dijo mirando a otro lado con frustración.
- Si me dejas entrenarte, no solo te volverás fuerte, sino que también rápida y audaz. - Dijo acercándose un poco más.
Power mira a Kishibe y le hablo:
- ¿Humano insolente, es cierto lo que dice ella? - Le dijo a Kishibe apuntando a Quanxi.
- Ay Powercita, si no quieres que te arranque uno de tus cuernitos, bájale de humos. - Dijo sonriendo con una vena en su frente... - Pero... ¿Sabes quién es ella? - Le pregunto a Power.
Ella simplemente negó con la cabeza ante la pregunta de Kishibe.
- Ella es la Primera Cazadora, una de las mejores en todo Japón y China en matar demonios, además de que ya viste como peleaba contra mi... ¿No te gustaría ser así de fuerte...? - Preguntó otra vez.
- ¡¿P- Puedo ser así de fuerte...?! - De repente, sus ojos se iluminaron mientras abría la boca con fascinación.
- Así es, puedes ser igual que yo y esos niños no te tumbaran, es más, tu los tumbaras a ellos. - Dijo Quanxi. - Además de que te enseñaré a usar mejor tus poderes que veo que no los estás usando bien... -
- ¡¿Qué dices?! ¡Power es la mejor usando sus poderes! ¡Es la más poderosa de todas! -
- Hm... Si... Eso me doy cuenta... ¿Pero no te gustaría ser aún más poderosa? - Dijo haciendo que la diablita se ponga a pensar...
- ¡Humana! ¡Acepto totalmente tus enseñanzas! - Dijo sonriendo con alegría y una gran expectativa.
- ¿Cuando te la puedo enviar? - Preguntó Kishibe.
- Hoy por la tarde entrenaré a mis niñas, así que puedes enviarla a ella. - Dijo para así guardar el termo de agua que estaba bebiendo.
Power salió de los brazos de Kishibe completamente feliz para así ir y lanzarle una bola de sangre a Aki quien se levantó todo empapado y le siguió enojado a Power para atraparla mientras que Denji se reía de ello.
El pelinegro rio ante la escena y se acostó nuevamente en el césped... El día estaba soleado, menos mal estaban bajo la sombra, el duo letal estaba en silencio disfrutando de la tranquilidad, hasta que a Kishibe se le ocurrió preguntar a Quanxi...
- Oye... Recuerdas que ayer fuimos a Argentina... - Dijo mirando al árbol arriba suyo.
- No me lo recuerdes, menos mal salimos de ese puto lugar. - Dijo recordando al apestoso y asqueroso demonio que se enfrentaron.
- Si... Bueno... ¿Por qué tú no te infectaste? Digo, que yo sepa tenías todas las haces de infectarte de aquella maldición ¿Tenías un contrato acaso? Y... ¿Sabes? Cuando nos enfrentamos al Demonio Rata y te dejaron malherida, al día siguiente te recuperaste... ¿Con qué tipo de demonio pactaste? -
- Hmm... Si, me olvidé de contartelo... - Dijo suspirando.
El cazador se acomodo acostándose de costado para mirar a Quanxi pacientemente mientras está quedó en silencio mirando aquel amplio y verde lugar en el que estaban. Aunque no lo pareciera, a la Primera Cazadora se le hacía difícil explicarle al Buen Cazador sobre su "condición", no le gustaba guardar secretos pero tenia la sensación de que si le dijera a Kishibe sobre que ella es una híbrido, puede que este le termine teniendo asco, desagrado, odio o rechazo hacia ella.
No le importaria en lo más mínimo si Kishibe llegaba a sentir una de aquellas emociones negativas... O eso era antes de amigarse con él, al saber que el pelinegro es su único amigo más cercano, le parecía de cierta forma temible saber que podía alejar a la segunda persona con la cual se ha encariñado... Intentaba buscar las palabras más suaves y entendible para que Kishibe no se alarmara...
- Yo... Mira... *Suspiro* ¿Recuerdas que te hablé hace tres semanas sobre los híbridos? - Dijo ella.
- Ah sí, esa clase de demonios que son mitad humanos y mitad infernales... ¿Se podían transformar, no es así? - Dijo recordando la conversación que tuvo con la albina. - De todas formas, lo mencionas como si tuviera algo que ver contigo... - Dijo Kishibe mirando a Quanxi...
- Verás... Ocurrió cuando tenía 14 años... - Ella se acercó más a Kishibe... Miraba el cielo y posaba su mano encima del parche que tenía en su rostro. - No se si sabías que en ese tiempo Vietnam y China se estaban enfrentando... - Dijo está.
- Hm... Cuando tenía 13 recuerdo escuchar sobre la guerra... ¿Tu eras recluta? - Preguntó.
- No, volvía de la escuela con mis hermanas... - Dijo juntando sus rodillas y apretando su brazo con fuerza al recordar su pasado.
- No entiendo... Perdóname pero... ¿Qué tiene que ver esto contigo? Me refiero a los híbridos, la guerra de Vietnam, tu yo de 14 años, el hecho de que te cures instantáneamente... -
- Me cuesta decirlo Kishibe, tengo mucho que contarte para llegar a eso... Pero no puedo... Yo... - Dijo clavando sus uñas en su brazo al punto de lastimarse. - No soy lo suficientemente fuerte... Lo siento, soy debi-... - Fue interrumpida por el toque de Kishibe en su hombro.
- Hey... No te digas eso... ¿Si? Eres la mujer más fuerte, hermosa, responsable y capaz que pude haber conocido alguna vez... Mira, no te fuerces, si no puedes contarmelo entonces olvídalo, prefiero quedarme con la duda a que forzarte a algo que no quieres. - Dijo cerrando sus ojos.
- No... Debo contartelo ahora mismo, ¡Debes entender que esto es crucial para ti y para mí más adelante! ¡¿Es que acaso te cuesta entenderlo?! ¡MALDICIÓN CONTIGO KISHIBE! - Dijo perdiendo los estribos cosa que sorprendió a Kishibe.
Ella al percatarse de su arrebato de ira, suspiro para posar su mano en la enfrente lamentandose por actuar así delante del hombre de ojos negros...
Kishibe con una expresión ahora indiferente, se sentó y se pegó a Quanxi para así abrazarla suavemente, haciendo que ella lo noté y se deje abrazar...
¿Alguna vez vieron esto? No... ¿Verdad? Quanxi alterandose por primera vez en tantos años, seguro jamás pensaron ver algo así, después de todo, siempre la hemos visto como la mujer inexpresiva, dominante y fuerte que es, jamás y tal vez nunca la veríamos siendo tan expresiva de esta forma... ¿Pero saben? Esto es lo que pasa cuando alguien intenta contar sus traumas, contar los pecados con los que cargan día a día... Se alteran y descontrolan debido a que se sienten tan frustrados al punto de que se desquitan con quién no deben... Y Quanxi, por más que tuviera un corazón que no es suyo... Podía sentir ese tipo de emociones que jamás pensó volver a sentir.
- ¿Qué tal si nos intercambiamos infancias? Yo te cuento lo que mas me pesa y tú también... ¿Qué te parece? - Dijo Kishibe a Quanxi...
- ¿Estarías dispuesto a eso...? -
- Claro, somos amigos después de todo... ¿No es así? - Dijo sonriendo...
Quanxi no dijo nada, solo miro al frente algo desanimada al no tener el coraje de decirle a Kishibe su pasado.
- Bueno, empezaré yo ¿Te parece? Digamos que yo soy... Un error ¿Ok? Desde que nací, supuestamente mis padres querían tanto un hijo, pero ellos no sabían lo arduo que era cuidar a uno, así que después de tenerme, deseaban revertir que hubiera nacido... - Conto él su nacimiento.
Quanxi le prestó atención ahora con su característica expresión de siempre.
- Recuerdo cuando tenía 4 y mi madre intento librarse de mi con una almohada... Tuve que aguantar por casi 2 minutos estando sin aire hasta que se arrepintió y me dejó, solo para irse a dormir... Desde ahí, cada que me iba a dormir, salía de la cuna y me escondía en el armario a dormir allí... - Dijo mirando al frente contando de su vida. - Cuando tenía 8, mi padre quiso hacer el intento de quererme comprandome juguetes... Fue el momento más feliz de mi vida, aunque lamentablemente rompía por accidente mis juguetes por culpa de mi fuerza... Inclusive, me compro juguetes muy duros... E igual los rompía... - Contó riendo.
- ¿Enserio? Supongo que se enojo. -
- Oh, claro que sí jaja... Él no me tenía paciencia, con los demás si ¿Pero conmigo? Claro que no... Cuando lo hacía enojar mucho, aunque no era mi intención, me golpeaba con un palo, aveces usaba su cinturón pero al ver que me dolía poco porque era resistente, me agarraba a puñetazos... tsk... - Dijo con algo molestia...
- No entiendo... ¿Por qué nunca te escapaste de allí? ¿O aprovechaste a qué estuviera dormido y los mataste? Perdona, pero si te soy sincera... - Dijo sin importar lo turbias que eran sus palabras.
- La verdad... Nunca me escape ya que no tenía a donde ir, ni tampoco intenté nada contra mis padres porque los quería, y pensaba que tal vez ellos me amaban... Cuando mi padre dejo de comprarme juguetes, salía afuera a jugar con los otros niños haciendo de banca, o ha ser la estatua... Supongo que ellos nunca quisieron jugar verdaderamente conmigo debido a que era muy bruto... Cuando un día me dejaron en claro que yo era una mierda, se fueron al bosque y murieron por los demonios que habitaban ahi... -
- Vaya mocosos de mierda... Me sorprende que tú no los seguiste. -
- Si... Gracias a que fui el único niño de mi vecindario vivo, los demás nos repudiaban... Tiempo después, cuando tenía 12 me escapaba de casa para ir a la ciudad y robar junto a una pandilla, cosa que la policía me descubrieron y me llevaron a casa donde mi padre me golpeó hasta que se canso. Luego cuando tenía 14 y hacía una estupidez, mi padre dejo de golpearme ya que no me afectaban sus golpes, hasta que un dia, cuando en mi segundo año de secundaria la cague al meterme en una pelea con dos compañeros y el vicedirector, mi padre aprovecho para mandarme lejos de él a la academia militar. - Hablo avergonzado rascándose la cabeza. - Ahí fue donde aprendí verdaderos modales, aún recuerdo cuando me hicieron comer en la lluvia o me colgaron de cabeza en el mástil de las banderas, después de eso les rompí una pierna a cada uno de los imbéciles de mis compañeros que me molestaban. -
- Ya veo porque no tenías amigos ni ahí... -
- Vamos, se lo merecian. -
- Claro que sí, pero mínimo darles una paliza, no dejarlos casi inválidos... -
- Tienes un punto... Pero aún no termino... Después, cuando cumplí 18, me volví el mejor de la academia, sin duda, pero dos años en dónde me sentia como en casa, me corrieron de la academia militar debido a que torture de forma inhumana a un sujeto... -
- ¿El tipo de los testículos y los clavos que me contaste en nuestra primera misión juntos? -
- Así es, y después volví a la casa de mis padres a gastar el dinero que me dieron de allí en el bar del pueblo, todas mis preocupaciones, dolores, odio y molestias en un vaso de alcohol... Es por eso que bebía 24/7, hasta que me metí en una pelea de bar y me hecharon de casa. Cuando vine a Tokyo, me aliste para policía cadete y ¡Sorpresa! Todo iba bien hasta que también me corrieron... -
- El ladrón al que la cortaste la mano... -
- Tienes buena memoria Quanxi... -
- Es imposible olvidar una voz tan molesta como la tuya... -
- Y eso hace que seas la mejor. -
- No intentes cortejarme, imbécil. -
- Pensé que lo lograría... Pero bueno, después de dormir en la celda unos días, me dejaron ir y sali sin trabajo, con hambre de no haber comido dos días... Me comí a un demonio que se me salio enfrente y después ví en un periódico tirado en la calle que Seguridad Pública necesitaba empleados... Ahora estamos los dos, hablando... - Dijo recostando su cabeza en el hombro de la albina, apesar de ser más alto que ella.
- Hmm... Vaya vida de mierda tuviste... -
- Nah, de seguro hay gente que la pasa peor...- Dijo rascándose la cabeza oara asi mirar el horizonte...
El suelo... Verde por el césped, el fondo, oscuro y verdoso por los árboles del bosque y arriba, celeste con manchas blancas y una brillante luz cegadora debido al hermoso cielo junto al sol.
Kishibe de repente escucha la voz de Quanxi.
- ...Yo antes... Lo tenía todo... - Hablo, provocando que el cazador la escuche atentamente. - Un padre al que amaba, dos hermanas a las cuales quería mucho y una madre a la cual admiraba y la tenía a modelo seguir... ¿Sabes? No eramos ricos, pero tampoco pobres, vivíamos de lo más bien y la escuela tampoco era una excepción... Recuerdo ser diferente en ese entonces... Cariñosa, amable y alegre con mi familia, mientras que afuera con los demás era apática. - Hablo con un tono de voz apagado como siempre.
- Vaya... ¿Una Quanxi cariñosa, amable y alegre? Me lleva la mierda, debí haber escapado a China cuando tenía 13, tal vez hubiera tenido oportunidad contigo. -
- Ni así hubieras tenido oportunidad, baboso. -
- ¡Claro que sí! ¡Soy un auténtico galán, imagínate a mis 13! - Dijo riendo. - Vamos, sigue, aún no terminas. - Hablo a la albina.
- Pues... De un momento para otro... Todo se fue al carajo... Cuando volvía de la escuela con mis hermanas, escuchamos que soldados venian para mi pueblo y para cuando ya estábamos en casa veíamos como nuestros padres empacaban nuestras cosas en la carreta... Cuando nos íbamos lejos de la ciudad, fuimos rodeado y mis padres murieron a sangre fría con tiros a la cabeza... - Kishibe escuchaba con melancolía el pasado de Quanxi, miraba con tristeza a la albina mientras está miraba al frente. - A mi hermana menor, después de tenerla de aquí y para allá a golpes, le dispararon a la cabeza y tiraron su cuerpo a los perros... Después de eso, con mi segunda hermana menor, aunque nos resistimos, éramos golpeadas y violadas sin descanso, marcadas como animales de corral por cuchillos... Pasamos unos 30 dias así... Ya apenas lo recuerdo, mi mente solo pensaba en cuando acabaría al punto de que apenas conté los dias, días en los cuales juntaba sobras de comida y obligaba a mi hermana a comer, cuando tuve una oportunidad de fugarme junto a mi hermana, ella ya se había suicidado... - Dijo ella...
Kishibe no decía nada, cerraba su puño con impotencia sin que la albina se diera cuenta al punto de que las venas en su puño y ante brazos se marcaban.
- Me negué a huir debido a que no me quedaba nada allá afuera... No me importaba que el cuerpo de mi hermana se pudriera en mis brazos, me aferraba a ella pensando que tal vez despertaría... Cuando me arrebataron su cadáver y lo pusieron al fuego... ¿Qué debía hacer Kishibe? ¿Qué motivos tenía para seguir viviendo? No me quedaba nada... Deje de comer, deje de resistirme, deje de pensar... Cuando el Demonio Tigre y el Demonio Escarabajo atacaron el campamento, me dejaron vivir y escape para después matar al soldado desgraciado que me arrebato todo... -
- Mierda... Yo... No sabía... -
- Claro que no lo sabías... Nunca se lo conté a nadie... Solo a Makima y a ti... Le agarre un odio a los hombres en ese entonces... -
- Yo... ¿Y qué dijo Makima? -
- Me consoló... - Dijo ocultando su mirada con un pequeño sonrojo...
Kishibe algo incómodo, miro para otro lado molesto...
- Aún queda más... ¿Verdad? -
Quanxi asintio...
- Cuando cai inconsciente, desperté en la casa de un doctor, padre de dos hijas. Mate a mi primer demonio en ese entonces, el Demonio Cienpiés... Más adelante, cuando todo parecía ir bien, el Demonio Tigre que me había dejado ir, volvió para matarme, en cambio mato a la familia que me acogió y dejo a una viva, fui a por él y en la batalla, me distraje haciendo que él me deje al borde de la muerte... -
- Por dónde va esto... La razón de que te curas, eres inmune a la infección de aquel demonio es el punto clave de esto ¿verdad...?
- Kishibe... Es la razón por la que hablé de los híbridos... - Dijo Quanxi...
- Espera... ¿Tu...? No... ¿Acaso me estás diciendo que- ? -
*RUMBLE*
- ¿...Escuchaste eso...? - Dijo Kishibe está vez más atento.
*RUMBLE*
Un temblor se sintió, al punto de que hasta los mismos tres niños de Kishibe que estaban jugando, vieron a su alrededor...
Cuando sintieron el tercer temblor, vieron como en la ciudad, un gigante hecho de piedra, para ser más específico, parecia ser la estatua de Hermes con alas similares a los de un murcielago saliendo de su espalda, caminando al parecer en un lugar en concreto...
Los dos adultos fueron rápido hacia a los niños para llevarlos fuera de la vista del supuesto demonio en caso de que los vea...
Quanxi tomo a Aki y Kishibe a Denji y Power... Pochita corría a lado de ellos mientras que Nyako estaba en los brazos de la poseída.
- ¡¿Esa cosa es un demonio?! - Preguntó Kishibe sorprendido mientras corría con los dos niños encima. - ¡Admito que he visto demonios grandes...! ¡Pero jamás uno así de enorme! - Dijo viendo al gran gigante a sus espaldas.
- ¡Es el Demonio de los Gigantes o también llamado Demonio Gigante! ¡Hace tiempo lo mate gracias al cañón de SP... Pero ha vuelto al parecer...! -
Los temblores se hacían más sonoros cada vez, como si se acercara...
- ¡Quanxi! ¡¿Dónde se supone que dejemos a los niños?! ¡No puedo dejarlos en mi apartamento...! - Dijo él.
- ¡Mi apartamento es distante a aquel distrito de la ciudad, vayamos al auto rápido y dejémoslo allí! - Dijo aumentando la velocidad con Aki entre brazos quien miraba por el hombro de Quanxi a aquel demonio de piedra...
El como empezaba a correr y a arrasar con los edificios, chocando contra ellos violentamente...
Estaba sin palabras con lo que acababa de ver... Sentía que todo el entrenamiento que había recibido de su maestro... No serviría contra tal magnitud...
Cuando llegaron al auto, pusieron a los niños atrás y arrancaron para así ir lo más rápido que podían al apartamento de Quanxi... Mientras tanto, aquel gigante parecía ir en dirección al edificio de Seguridad Pública, a paso lento, pero no tardaría en llegar allí.
Después de 30 minutos en auto, llevaron a los niños para así ser recibidos por Tsugihagi quien sin poder reaccionar por lo menos, fue apartada por la albina y el pelinegro.
Long que estaba disfrutando de la televisión, miraba confusa la situación mientras que Cosmo suspiro y Pingtsi quien estaba colocando una tostadora en la repisa, se fijó en los dos cazadores con los niños.
- ¡Ah! ¡Maestra Quanxi! Veo que hoy le fue muy bien en su trabajo con Kishibe, hasta nos trajeron el almuerzo y todo. - Dijo quitándole a Aki de los brazos a Quanxi para así mirarlo. - Debo decir que nunca comí a un niño en lo que llevo de vida... Pero siempre hay una primera vez. Ahhhh~ - Dijo abriendo la boca.
Aki con una expresión de enojo, le dió una bofetada a Pingtsi que aturdida soltó a Aki y retrocedió unos pasos hacia atrás para así chocar contra la pared seguido para que la tostadora que estaba en la repisa que ella había colocado, caiga sobre su cabeza haciendo que caiga al piso sin moverse.
Y así...
Pingtsi murió...
(Sinceramente, ya no pienso decir nada al respecto...)
Solo para después Long, ya cansada de tener que cargar a Pingtsi, dió un suspiro dejando salir una pequeña llama de su aliento, agarro el cuerpo de Pingtsi y la puso en el sofá poniéndole unas gafas de sol.
- La próxima tu la llevas, tonta... - Dijo Long frustrada apuntando a Cosmo.
- Halloween, halloween, halloween... (Si, si, lo que digas...) - Respondió simulando una boca con su mano.
Tsugihagi, llamando la atención de los cazadores, inclino su cabeza confusa ante lo que sucedía.
- Lo siento, estaba entrenando con Kishibe pero aparecio un demonio de casi 60 metros de alto en la ciudad; traje a sus discipulos aqui para protegerlos del peligro en caso de que destruya el hogar de Kishibe. - Le dijo Quanxi a Tsugihagi.
Está solo suspiro y miro por la ventana, viendo en la lejanía como se movía aquel demonio similar a una estatua.
Ella se apunto asi misma indicando si podía ser de ayuda.
- No te preocupes, por ahora no necesitamos ayuda de ninguna, salvó que cuiden a estos niños por un rato en lo que tratamos de matar a aquel demonio. - Aclaro.
La poseida con costuras se quedó pensando poniendo su mano en el mentón mirando al suelo para así asentir en confirmación a la tuerta.
- Gracias, cuento con ustedes. - Dijo acariciando su cabeza.
Kishibe vio esto para así mirar a sus muchachos que parecían desconcertados en dónde estaban, más que nada Power...
- Un momento... Esos cuernos... Esos ojos... ¡Esos dientes...! ¡Tu eres la Demonio de la Sangre! - Dijo Long apuntandola.
- ¡"Poseída" de la Sangre para tí, copia china y barata mía! - Dijo Power mirando de forma retadora a Long que no estaba contenta con la pequeña infernal.
- Hola Power... - Dijo el cazador Kishibe estando detrás de la pequeña poseída, a lo que asustada y de piedra se giro a Kishibe.
- H- Humano... N- N- No estaba haciendo nada jeje... - Dijo asustadiza.
- ¿Qué? ¿Ahora eres Himeno? - Dijo por el tartamudeo de ella. - Long, querida... ¿Power no te está molestando, verdad? - Dijo Kishibe a la Poseída Dragón.
La cornuda de pelo rojo, colmillos y grilletes, puso una expresión burlona mirando a Power quien mostro sus dientes afilados a la aliento de fuego.
- No, por ahora no Kishibe~ - Dijo mirando con superioridad a Power.
Kishibe cargo a la infernal como un saco de papas y lo llevo junto a los dos niños que estaban en el sofá sumamente quietos.
- Muy bien, necesito decirles que se porten bien a partir de ahora, tengo que ir a matar a un demonio gigante. -
- S- Señor Kishibe... ¿Se da cuenta que estamos rodeados de poseídas? ¿Es acaso esto una prueba donde tenemos que matarlas a ellas...? - Dijo con algo de temor.
- No hay que matar a nadie, ellas no son malas poseídas, son discípulas de Quanxi, la Primera Cazadora de la que les hable tanto. - Dijo juntando a los tres y al perrito inclusive mientras que el gato se puso en el regazo de Power. - Escuchen, pórtense bien, ellas estarán dispuestas a cuidarlos, no vayan a hacer ni una travesura... ¿Ok? -
- ¿Pero si nos tratan mal? - Dijo Denji preocupado por estar rodeadas de poseídas.
- No lo harán, aunque no lo crean... Confío en ellas, y son bastante amables. - Termino de decir para levantarse e irse a la puerta.
Las poseídas de repente, se pusieron alrededor de los niños asustandolos más...
-
-
-
-
Cada caminar era un retumbar, dónde en la planta de sus pies, se podía ver los cadaveres aplastados de personas que no pudieron escapar de este gigante malévolo. ¿Su objetivo? El edificio de Seguridad Pública, para ser un gigante, era astuto, sabía que el edificio de los cazadores era un punto clave para dejarlos expuestos e indefensos, apesar de que se confundió al destruir varios edificios, ahora se dirigia al auténtico a paso lento.
- Viene hacia aqui... - Dijo Makima, jefa de cazadores quien tenía su vista puesta en aquel gigante en la lejanía acercándose. - ¿Dónde se encuentran Quanxi y Kishibe? - Preguntó la pelirroja.
Su guardaespaldas, aquel hombre de tres hijos que entrego a Aki y estuvo presente en el encuentro de Denji, hablo:
- Ellos llamaron, dijeron que están junto a los cazadores novatos a edificios un poco más lejos de SP con un plan para exterminar al demonio. - Dijo atrás de la de ojos anillados.
- ¿Y cuantas balas de bola de cañón tenemos? -
- Tenemos 5 tiros, señorita Makima... -
- ¿5 tiros? Hmmm debemos de aprovechar cada uno de ellos en caso de emergencia... -
- Así es, señorita Makima... Aunque por ahora, el demonio se encuentra muy lejos... - Dijo observando con unos binoculares.
- Ya lo creo... Me preguntó... ¿Qué harán mis cazadores? - Dijo ella sonriendo característicamente viendo la destrucción que causaba el Demonio Gigante.
Mientras tanto...
Kishibe se encontraba con Arai quien estaba absorto ante el tamaño del demonio, Quanxi del otro lado junto a Himeno que temblaba y daba pequeños chillidos.
Los cuartos estaban ocultos de la vista del demonio para no ser atacados mientras ponen en acción su plan.
- Arai... ¿Estás bien? - Dijo el pelinegro veinteañero observando como su compañero y novato cazador sudaba frío.
- Y- Yo... Jamás ví uno así de grande, deja di de lado al ojo gigante en el cielo de aquella vez... No sé si podré... - Dijo ahora mirando al suelo nervioso.
- Escucha Arai... Tal vez no te lo dijeron pero quiero que lo sepas a partir de ahora y toda tu vida... No sientas miedo... Dónde respires desesperado, tu cuerpo tiemble o sudes como loco, los demonios sentirán tu esencia y te descubrirán sin más... -
- Entiendo... Pero aún así... No puedo evitarlo... Si me llega a pasar algo a mi... O le llega a pasar algo a Himeno... No podría con ello... - Dijo preocupado...
- Hmmm... Ya se... Mira, esto me lo compre hace dos dias, lo uso para relajarme en casa pero a tu te servirá más hoy. - Dijo sacando unos audífonos conectados a un cassete.
Él se los coloco a Arai quien confuso de lo que hacía el pelinegro, dejo que haga lo estaba haciendo para así escuchar como se reproducia el cassete.
- Esto es... ¿Tatsuro Yamashita? - Dijo escuchando la música.
- Así es ¿Genial, no? Es mi artista favorito y está canción "Fragile" es fuego.~ - Dijo sonriendo cin satisfacción. - ¿Sigues teniendo miedo? - Preguntó.
- Me siento... Más reconfortado ahora... - Dijo ya un poco tranquilo.
- Perfecto, porque dentro de poco saltaremos hacia ese imbécil y necesito que me ayudes a hacerle daño. -
- Entiendo... - Dijo aún con los audífonos.
Por otro lado, Quanxi quien estaba oculta junto a Himeno, daba de vez en cuando miradas a esta que seguía temblando con miedo.
- Himeno, deja de lloriquear, atraerás al demonio. - Dijo Quanxi firme.
- ¡L- L- L- Lo siento señorita Quanxi, pero tengo demasiado miedo, no puedo con esto...! ¡N- No quiero e- estar aquí! - Dijo dándose la vuelta.
- Escucha Himeno... En este trabajo, solo aquellos que no tienen miedo a morir o están desquiciados están dispuestos a hacer este tipo de cosas... Puede irte si quieres... Pero Arai está aquí... Y no creo que a él le gusten las chicas mie- -
- Ok, ¿Cuál es el plan? - Dijo Himeno totalmente seria.
- Tu... ¿No tenías miedo? -
- Me convenció cuando dijo que Arai está aquí, dígame qué hacer. - Dijo la chica "tímida" a la albina.
La albina solamente fijo su mirada al Demonio Gigante que estaba cruzando entres los dos edificios, dos edificios en los cuales Kishibe y Arai estaban escondidos como también Quanxi e Himeno...
Cuando estaba en medio...
Los cazadores rápidamente corrieron en dirección a él, saltando del edificio y clavándose en sus hombros, cosa que el demonio se percató y giro su mirada a su izquierda viendo a Kishibe con Arai encima de él trepando el hombro del demonio. Sus movimientos eran lentos pero devastadores, cosa que cuando esté iba a pegar un manotazo en su hombro...
- ¡Arai! ¡Impulsate por mí y sube a su cabeza! - Ordeno Kishibe.
El chico cicatriz, salto sobre los hombros de Kishibe y se impulso al sombrero del demonio con apariencia de Hermes. Cuando vio que el golpe del gigante iba dirigido a Kishibe, este hizo con su mano una forma de zorro y dijo:
- ¡KON! - Para que así la mano del demonio de repente desaparezca dejando mostrar la gran cabeza del Demonio Zorro.
"Hirokazu Arai... Apesar de que su exterior es duro, su carne y sangre es deliciosa... ¡Sigue usandome sin miedo!"
Dijo para desaparecer con una sonrisa.
Arai suspiro mientras que Kishibe aprovecho que el demonio estaba distraído para correr por su brazo sin mano y empezar a cortar...
- (Mierda... Su piel... Es dura, no puedo hacerle daño, mis cortes son inútiles... A menos que...) - Dijo viendo la cicatriz que le dejo el Demonio Garra. - (¡Por favor, se un contrincante digno!) - Dijo con miedo a usar su contrato.
Puso su mano en forma de garra y cuando dijo su contrato:
- ¡δαγκάνα (Dankána)! - Dijo para que el demonio reciba un zarpazo brutal en su pecho haciendo que la sangre salga a chorros de su dura piel.
"¡DE ESTO ES LO QUE HABLABA! ¡UN OPONENTE FORMIDABLE! ¡USAME CONTRA ÉL!"
Escucho Kishibe la voz del Demonio Garra...
-
-
-
-
Todo estaba tranquilo en el apartamento de Quanxi, Pingtsi comía sus donas mientras miraba la televisión, Long prestaba atención a su anime favorito: "Sailor Moon.", Cosmo leía un libro como era de costumbre y Tsugihagi jugaba con Power quien increíblemente se veía cómoda con la Poseída del Silencio.
En eso, Pingtsi siente como uno de los discípulos de Kishibe, Denji, lo miraba atentamente...
- ¿Qué quieres, niño? - Dijo Pingtsi comiendo una dona.
- ¿Eso es una dona? - Preguntó el niño apuntando con su dedo.
- Hmmm... Si... Es eso... - Dijo dándole un mordisco.
- Wow... ¿Y como sabe? - Dijo viendo atentamente.
- Deliciosa, la de chocolate es mi preferida. - Dijo degustando de esta.
- Vaya... Dicen que es muy rica... -
- Así es... -
- Yo nunca comí una dona... -
- Que pena... - Dijo comiendo otra más de su caja.
Un silencio hubo en dónde solo se escuchaba el ruido de la television y Pingtsi comiendo su dona.
- ¡Dejame comer una! - Dijo Denji con una sonrisa en su rostro.
- Ni hablar, búscate tu propia caja de donas, mocoso. -
- ¿Dónde hay? -
- En la tienda de donas ¡Jajaja! - Dijo en una carcajada para después comer otra dona.
El rubio simplemente parpadeo unas veces y se fue del sofá para ir a la puerta del apartamento...
Mientras tanto con Long, miraba atenta su anime hasta que sintió como alguien le jalaba de su ropa. Era Aki Hayakawa quien se veía con cierto temor pero determinado.
- O- Oye... - Dijo el niño peliazul.
- ¿Qué sucede? ¿No ves que yo, la poderosa Long, estoy mirando la tele? - Aclaro la cornuda.
- Es que... Hoy comienza el nuevo capítulo de Devilman y quiero verlo... - Dijo sudando.
- Ehhh, no. Hoy hay una maratón de Sailor Moon y no quiero perderme ni un segundo de ello. Además, aquí miramos solo animes de culturas. -
- ¡Pero Devilman es de lo mejor! ¡Trata de un chico que se transforma en un demonio y mata a otros demonios que son malos! - Dijo algo gruñón.
- Es como si dijera que yo me transformará en humana y matara a otros humanos que son malos... - Dijo algo ofendida.
- ¿Y qué? Los demonios son feos, como tu. - Dijo de forma inocente.
- ¡Vete antes de que te meta un sape! - Dijo levantando su mano asustando a Aki que fue corriendo a lado de Power.
- Jaja, el niño te hizo enojar. - Dijo Pingtsi con la boca llena de una dona.
- ¡¿Y tú qué te ríes?! ¡Tragona! -
- Podré ser una tragona, pero estoy feliz y linda como una dona. - Respondió para seguir comiendo con pereza.
Está solo suspiro y miro la televisión. Aki de brazos cruzados con una expresión gruñona a lo que Tsugihagi le acaricio la cabeza con ternura.
- ¡No es justo! Yo quería mirar Devilman hoy... - Dijo triste.
Tsugihagi levanto los hombros aún acariciando la cabeza de Aki.
- ¿No puedes decirle que me preste la televisión un rato? - Dijo Aki esperanzado.
La Poseida del Silencio simplemente negó con la cabeza dando a entender que una vez que Long tenía la televisión, nada la despegaba de ahí.
Aki solo fulminaba con la mirada a una Long despreocupada que miraba la televisión rascándose la barriga a lado de Pingtsi quien terminaba de comer su última dona.
Tsugihagi solo suspiro pero en eso... Sintió que algo andaba mal... Vio para todos lados y notó que faltaba algo... Por lo cual algo nerviosa fue a dónde estaba Pingtsi y le movió el brazo...
- ¿Eh? ¿Qué sucede? - Dijo lanzando la caja de donas al basurero satisfactoriamente.
La demonio con costuras en el rostro hizo señas a Pingtsi.
- ¿Qué falta un mocoso? - Preguntó.
Ella asintio e indico el tamaño del rubio haciendo que la de cabello extraño suspire.
- ¿Te refieres a ese niño Denji...? Le dije que no le daría nada de mis donas y que se consiga las suyas. - Hablo acomodándose en el sofá.
Tsugihagi de repente, asustada se agarró de la cabeza con las dos manos temiendo lo peor para el niño rubio.
- Ay por favor Tsugi, no creo que sea tan tonto para tomarse enserio el que vaya a buscar donas en medio de un ataque de demonios... - Aclaro, argumentando el sentido común que tendría el niño.
La demonio con costuras apunto a la puerta viendo que estaba abierta, provocando que Pingtsi abra los ojos con sorpresa para mirar nuevamente a Tsugihagi.
- Emm... Ups... Jijiji - Dijo riendo con vergüenza ante lo que causó.
Tsugihagi se golpeó el rostro y agarro del brazo a Pingtsi arrastrándola.
- ¡Oye, espera! ¡¿Qué hay de Cosmo?! ¡No ha hecho nada desde que ellos llegaron! - Argumento ella.
Tsugihagi se detuvo para así ir donde Cosmo y llamar su atención.
- ¿Halloween? - Dijo apartando la mirada del libro.
Está hizo una serie de señas indicando que la poseída con apariencia de zombie se encargue de cuidar a Power y a Aki, lo cual se ganó el suspiro de la contraria dejando de lado su libro para caminar hacia los dos niños.
Y así, empezaría la aventura de Tsugihagi y Pingtsi en busca de Denji.
-
-
-
-
El ataque del Demonio Garra hacia el Demonio Gigante había hecho un daño mas que eficaz, la sangre salió a chorros del pecho del demonio quien solo emitia gemidos de dolor, para mala suerte del cazador, gracias a que la sangre empapo el brazo del demonio en donde Kishibe estaba corriendo, este se resbaló y empezo a deslizarse para asi saltar y sostenerse de...
- ¡Oh Dios! ¡No puede ser, no sabía que la maldita estatua tenía una tetilla! - Dijo aferrándose al pectoral izquierdo del demonio para no caer.
Quanxi ya arriba junto a Himeno, usaba sus acrobacias y espadas para ir cortando, pero de nada servía, su piel seguía siendo dura haciendo inútil a las armas afiladas. Himeno por su parte usaba al Fantasma para así rasgar la piel del demonio pero era ineficaz contra el gigante de Hermes.
Arai intentaba usar su habilidad nata para cortar en los lugares claves, como lo era la nuca, pero no provocaba daño, el impacto de su cuchillo de carnicero solo hacia que el demonio se sienta golpeado pero nada más eso.
Kishibe quien seguía colgado, después de observar que el zorro y su contrato con el Demonio Garra eran efectivos... Se le ocurrió una idea...
- ¡Arai! ¡Usa tu contrato con el zorro en los puntos que tú creas claves! - Dijo para después fijar su mirada en Himeno. - ¡En cuanto a ti Himeno, recauda el poder de tu fantasma para darle un puñetazo a esta cosa! ¡Quanxi, distraelo, yo te ayudaré! - Dijo balanceándose a un costado para sostenerse del brazo.
El Demonio Gigante, ya harto, empezó a moverse para todos lados tratándose librarse de los cazadores e inclusive se golpeó así mismo, pero estos estaban bien sostenidos.
- ¿Cómo se supone que lo distraigamos? Su piel es dura... - Preguntó Quanxi dudosa.
- Pero su carne no. Usaré mi contrato con el Demonio Aguja para que quede ciego por un momento, aprovecharás y le cortaras en ese mismo lugar para que le cueste recuperarse mientras que Himeno y Arai lo intentan matar. - Planeo Kishibe de forma improvisada.
Los dos asintieron para así empezar su operación.
Kishibe corrió a gran velocidad por el brazo del demonio para seguido subir por su hombro, saltar a su sombrero y colgarse de este quedando a la vista apuntando sus dedos a los ojos...
- ¡クリック (Kurikku)! - Recito para que así de los ojos del coloso salieran agujas de tamaño considerable provocando que también el abdomen de Kishibe comienze a sangrar.
El coloso gimió de dolor y antes que pudiera atacar, Quanxi a gran velocidad corriendo, salto y corto aún mas sus ojos, cegandolo por un tiempo.
Este rugió de dolor poniendo sus manos en su rostro a lo que Arai aprovecho para usar al zorro...
- ¡KON! - Dijo provocando que el Demonio Zorro muerda un trozo de la nuca.
"¡Delicioso!"
- ¡KON! - Dijo apuntando con su mano en forma de zorro en el abdomen provocando que sus organos salgan...
"¡Más!"
- ¡KON! - Está vez apuntando a su brazo, específicamente a su bíceps.
"Sin duda alguna... Te has ganado mi cariño, guapetón~"
Dijo el Demonio Zorro, sacándole un sonrojo a Arai. Mientras tanto, Himeno se encontraba concentrando un ataque, un puñetazo en verdad, en el hombro derecho del gigante, y cuando ya era la hora...
No sabía cómo y tampoco sabía si iba a funcionar... Pero debía de intentarlo.
- ¡FANTASMA! - Grito con determinación simulando dar un golpe con su brazo derecho.
Detrás de ella, de la misma nada, un brazo gigante fantasmal salió de forma potente dirigiéndose al rostro del Demonio Gigante que una vez impacto contra este, fue tanto el ataque que el demonio cayó arrodillado, estando aturdido por semejante golpe que recibió...
- ¡Bien hecho, Himeno! - Le dijo Arai, sacándole un sonrojo a la chica de pelo verdoso.
- ¡N- No hay problema jejeje...! - Dijo avergonzada.
Los cazadores superiores, creyendo que la balanza iba a su favor... Sintieron como el demonio se reincorporo lentamente a lo que Kishibe quien caía por la espalda del gran gigante, clavo una de sus espadas duales en la espalda del demonio y sostuvo a Quanxi quien también caía.
- Señorita, veo que necesita que la carguen~ - Dijo intentando ser un galán.
- Detente. - Dijo golpeando a Kishibe en el rostro para así saltar y clavar sus espadas maestras en la espalda del demonio y escalar.
- Bueno... Por lo menos me tocó... Pero no de la forma que quería... - Dijo para sacar la otra espada e ir escalando como lo hacía Quanxi.
Cuando el Demonio Gigante se levantó por completo... Himeno como también Arai vieron con impresión como este estaba vivo, es más, sus heridas iban curandose...
El demonio rugió para así después un grito ensordecedor sonase en todo Tokyo... La boca del demonio se había abierto hasta sus oreja y sus alas inservibles para el vuelo empezaron a moverse. Se puso en posición de carrera y de repente se puso a correr a gran velocidad.
Himeno y Arai saltaron del demonio mientras que Quanxi y Kishibe estaban sostenidos por él. Empezaba a correr a gran velocidad hacia el edificio de Seguridad Pública, sin importar los edificios que estaban frente a él.
Es por eso que Arai decidió correr atrás del demonio mientras que Himeno asustada lo vio correr a toda prisa.
- ¡A- Arai! ¡¿Q- Qué se supone que estás haciendo?! - Dijo ella viendo como el de pelos parados corría con todo.
- ¡Debo ayudar al Señor Kishibe y a Quanxi - senpai! ¡De lo contrario no podrán contra él! - Dijo ya estando lejos...
Himeno lo veía con sorpresa y sonrojo... Tan valiente... Tan bueno... Tan capaz... Tan letal y peligroso... Sin duda, Himeno se había enamorado de Arai.
Makima que miraba a la distancia como el demonio se acercaba a gran velocidad, ordenó:
- Prepara el cañón, por favor, y apunta unos 20 grados a la izquierda y 6 grados a la derecha, cuando te de la orden, dispara. - Dijo volteando ligeramente su cabeza atrás, con su típica sonrisa.
- Seguro, señorita Makima. - Dijo haciendo una reverencia y preparando la bola de cañón.
-
-
-
-
-
-
Tsugihagi estaba en la calle junto a Pingtsi buscando a Denji quien había salido en busca de sus donas, se fijaron en los callejones, en los basureros, en algunas tiendas... Pero ningún rastro del niño... De repente Pingtsi se golpeó la frente y exclamó en voz alta:
- ¡Somos unas idiotas! - Dijo llamando la atención de Tsugihagi.
La poseída con costuras inclino la cabeza en muestra de confusión mientras miraba a Pingtsi que parecía caminar a algún lado...
- ¡Le dije que conseguiría las donas en "La tienda de donas", solo debemos buscar allí! - Dijo decidida.
Tsugihagi argumento a base de señas a la Poseída de la Observación, que miraba atenta a la contraria.
- ¿"Cómo es que Denji sabe dónde queda la tienda de donas"? ¡Y yo que se! ¡Es un mocoso, de alguna forma va a llegar allá! - Respondió.
Esta, nuevamente con su lenguaje de señas, empezó a regañar a Pingtsi quien ya se habia hartado de la contraria.
- ¿"Debí convidarle una de mis donas a él"? ¡¿Enserio nos vamos a poner a discutir ahora?! ¡Mis donas son sagradas! ¡Es como si tu intentaras hablar, es imposible que lo haga! - Dijo enfrentadola.
Enojada, empezó a hacer varias señas.
- ¡La, la, la, la! ¡No puedo verte! ¡No puedo ver tus manos! - Dijo volteando con los ojos cerrados mientras estaba cruzada de brazos.
- ¡Ugh...! *Suspiro* - Exclamó Tsugihagi para así pasar de Pingtsi e ir caminando enojada a la ruta más rápida a la tienda de donas...
Pingtsi abriendo un ojo, la siguió... Y después de un rato... ¡Allí estaba! ¡Era Denji, quien estaba algo desorientado buscando la susodicha tienda!
Las demonios corrieron hacia el niño quien decidió seguir caminando buscando la tienda, pero en medio de su camino, un pie gigante piso con fuerza causando un poco de destrucción en los edificios obstruyendo totalmente su camino.
Un escombro caía encima de Pingtsi, lo cual Tsugihagi la atrapo rápido y la trajo para si misma para que no le caiga encima.
- ¡Y- Ya me morí en este capítulo! ¡No quiero morir dos veces! - Dijo ella, tan ingenua...
Tsugihagi la soltó y pregunto cómo siempre a base de señas sobre alguna ruta alterna a la tienda de donas.
- U- Ummm... - Dijo pensando, aún asustada por el suceso de hace unos segundos. - Si conozco una ruta, fue cuando la maestra Quanxi nos vistió como humanas y nos sacó a caminar afuera; ese callejón también lleva a la tienda. - Apunto en dirección a la izquierda.
Las dos se vieron y asintieron para así ahora correr hacia al callejón en busca de Denji.
Mientras tanto, Aki se encontraba viendo fijamente a Long estando a centímetros de distancia mientras está lo ignoraba y miraba la televisión.
- Si esperas que con tu atemorizante mirada me asusté y te de la televisión, lamentablemente no va a funcionar. -
- Nope, estoy tratando de tener el poder de visión láser y explotarte la cabeza como una uva. - Dijo sin parar de mirar.
- Vaya... ¿Y los demonios somos los sádicos? - Dijo subiendo el volúmen.
El niño peliazul miraba atentamente a Long que poco a poco parecía molestarse por la mirada del niño, así que cuando aparecieron los comerciales, ella suspiro.
- ¡Está bien! Ugh... Te dejare ver tu estúpido programa... ¡Solo si dices que soy la más fuerte, poderosa y astuta del universo! - Se paró en el sofá apuntando a Aki.
El niño miraba con cierto enojo a la poseída, le dolía en el alma adular a Long, pero el episodio especial de su anime favorito iba a comenzar, así que con mucha dificultad dijo:
- Eres... La más fuerte y poderosa de todas, Long... Tu astucia es incomparable... - Dijo mirando para otro lado con clara irritación.
- Bien. - Dijo para así darle el control a Aki y sentarse a lado de él.
- O- Oye... ¿Vas a estar aquí? -
- ¿Y a dónde más iré? No pienso cuidar a esa copia japonesa mía. - Dijo apuntando a Power quien se estaba ahogando con algo mientras que Cosmo intentaba ayudarla.
- Bueno... Entonces ven... - Dijo haciéndole lugar a la poseída.
Los dos se sentaron y empezaron a ver el inicio del programa en dónde se podía ver a Aki emocionado y a Long aburrida.
Por el lado de Cosmo pues...
- ¡Voy a obtener poderes eléctricos metiendo este tenedor al tomacorrientes! - Dijo Power corriendo entusiasmada con un tenedor a mano.
Cosmo ante esto salto y embistió a Power a centímetros de que inserte el tenedor.
- ¡Si me lo propongo, puedo volar y ser superior a todos los humanos y demonios! - Dijo parada al borde de una barandilla.
Cuando la pequeña infernal salto, Cosmo quien corría como nunca antes, la tomo de su ropa antes de que caiga...
- ¡Voy a meterme en este horno y a conseguir mi habilidad suprema: "Sangre hirviente" como ese manga de hombres musculosos llamado "Jojo's" - Aseguró abriendo el horno y metiéndose a dentro no sin antes girar la perilla de encendido.
Cosmo, como si se tratara de un rayo, corrió a gran velocidad para apagar el gas y sacar a Power del horno para asi levantarla y mirarla con una expresión de ira mientras que Power solo estaba aburrida.
La Poseída del Cosmos vio como Pochita estaba tirado boca arriba durmiendo como si nada, a lo cual está soltó a Power y enojada se acercó al perrito.
- ¡Halloween! - Exclamó llamando la atención del canino regordete quien solo abrió un ojo con fastidio y volvió a dormir. - ¡¿Halloween, halloween?! - Dijo enojada.
Pochita se posicióno de mala gana y ladro:
- ¡Woof! ¡Woof! - Dijo dándose la vuelta.
- ¡Halloween! ¡¿Halloween, halloween, halloween?! ¡Halloween! - Le exigió poniendo sus manos en la cintura.
- ¡Woof, woof, woof! ¡Grrrr! - Le respondió.
- Tch... - Dijo mirando para otro lado para luego mirar al perrito... - Ha... Llo... Ween... - Dijo comiéndose su orgullo.
El perrito se sentó y extendió su patita con una expresión gruñona a lo que la poseída se agachó y estrechó la patita de este para así los dos se ayuden en detener cualquier locura de Power.
-
-
-
-
-
-
El Demonio de los Gigantes también conocido como: "Demonio Gigante" corría con fervor hacia el edificio de Seguridad Pública, teniendo encima a Kishibe y Quanxi quienes se sostenían de él con fuerza para no caer.
- ¡Kishibe, así no lo detendremos nunca! ¡Debemos de buscar la manera de acabarlo de una vez por todas antes de que llegue a SP! - Dijo clavando sus espadas poco a poco subiendo mientras esté seguia en movimiento.
- ¡Tal vez... Deba haber un núcleo! - Dijo aferrándose con fuerza en la espalda.
- ¡¿Puedes usar a tu demonio más reciente?! - Preguntó ella, ya en el hombro del coloso.
- ¡¿Te refieres al Demonio Garra?! ¡Si! ¡¿Pero dónde?! - Dijo preparado.
- ¡Prueba en su pecho! ¡Dónde esta ubicado el corazón! - Indico la albina.
El pelinegro, como podía, se movía clavando sus espadas moviendose para el dorsal derecho hacia su abdomen para así apuntar con su mano y recitar:
- ¡δαγκάνα (Dankána)! - Dijo para así ver cómo las zarpas se marcaban nuevamente en el pecho del demonio y lo dañaban, dejando expuesto al aire su corazón.
Quanxi, quien no perdió tiempo alguno ante esta oportunidad, fue y se clavo con sus espadas al corazón, provocando que explote y sangre abundante salga de este.
El Demonio Gigante se detuvo de golpe y cayó de rodillas al tener un "ataque cardíaco" por parte de la Primera Cazadora.
La albina bajo del gigante mientras Kishibe que aún seguía colgado, intento copiar la acción de su compañera pero en eso...
*RUMBLE*
Un temblor se sintió y de repente, el corazón reventado de aquel titán, se regeneró y bombeo para así levantarse lentamente con Kishibe encima; el pelinegro no perdió tiempo y subió con sus espadas duales encima del gigante...
- Se supone que lo habíamos matado... - Dijo estupefacto al ver cómo este se terminó se levantar para así empezar a correr.
El gigante, apesar de que estaba corriendo, no iba tan rápido, se sentía desgastado, pero era cuestión de tiempo para que en algún momento llegara a Seguridad Pública. El cazador ya no tenia idea de que hacer, sus ideas se estaban acabando y Quanxi quien veía como el gigante se iba, empezó a correr detrás de él sabiendo que Kishibe aun estaba encima.
Y como si se tratase de un milagro...
Arai quien se había acercado lo suficiente, con mucho cansancio y jadeos, puso su mano en forma de zorro y apunto en el talón del demonio que se movía lentamente.
- ¡KON! - Exclamó para así ver cómo el zorro había mordido gran parte del talón del demonio.
Quanxi vio como a su lado, llegaba Himeno también cansada por correr y con su mano apunto al otro pie del demonio y lo tomo con su mano fantasma de gran tamaño.
El gigante cayó arrodillado y cuando menos se lo esperaba, al levantar su cabeza, una bala de cañón impacto en su frente, cortesia de Makima quien a lo lejos miraba como estaba dejado al aire su cerebro palpitante que no se regeneraba, así que se dio vuelta y se adentro al edificio de SP... Su trabajo había terminado...
Quanxi al ver el cerebro expuesto del demonio, exclamó a Kishibe.
-¡Kishibe! ¡Es su núcleo! ¡Destrozalo! - Le grito al pelinegro quien preparó sus espadas duales y en ese momento.
Kishibe salto al cerebro del demonio y como si se tratase de un tornado, empezó a girar triturando, imitando un movimiento de Quanxi para asi machacar, los cesos del demonio quien grito para así luego caer sin vida...
El pelinegro, se sentó arriba del gran cadáver del demonio de 90 metros para así mirar al cielo satisfecho de que por fin haya terminado.
Quanxi trepó el cadáver y vio a Kishibe sentado en la espalda descansando. Se acercó y se sentó junto al pelinegro mirando al suelo en silencio...
- Vaya... Hoy si que fue difícil. ¿No lo crees? - Dijo Kishibe aún mirando el azulado cielo.
- Hmm... Comparado con las otros demonios... Digamos que regular. - Dijo tomándose de las rodillas.
- Si, cable aclarar que sin la ayuda de los dos novatos, no podríamos haberlo hecho. ¿Verdad? - Hablo mirando a Himeno y Arai, saltando en el lugar, celebrando que pudieron detener al demonio.
- Claro que hubiéramos podido, pero nos llevaría mucho tiempo, para ese entonces de seguro el edificio de SP estaría en ruinas. - Explico ella acomodándose el cabello... Parecía guardarse algo...
- Apesar de que no podía hablar... ¿Crees que tenía un motivo en concreto para ir a SP? -
- Te seré sincera, no lo sé... Los demonios jamás, en lo que lleva la compañía activa, han atacado al edificio de Seguridad Pública... Mucho menos un demonio tan grande... -
- ¿Tal vez sabía que los cazadores estaban aquí? -
- De seguro... Aún así, jamás pensé que fueran tan inteligentes como para atacar el edificio... De haberlo hecho, Tokyo estaría totalmente vulnerable y sería un nido de demonios para mañana... -
- ¿Mañana? Ah... Cierto, es el Festival de la Luna de Sangre... -
- Si... - Dijo solamente para asi estar en silencio.
Los dos callaron para así permanecer sentados mientras sentían el viento chocar contra ellos... Kishibe decide hablar:
- Oye... Sobre lo de hoy a la mañana... Bueno... ¿Hay algo que quieras decirme? -
- Hmm... Si... Pero no ahora... Es demasiado tarde, debemos de volver con nuestros niños y prepararnos para mañana. Es una noche especial donde nos requerirán todo el día... -
- ¿Y cuando lo sabré? -
- Pasado mañana te lo contaré... Solo espero no te moleste... -
- ¿Molestarme? ¿A mí? Vamos, no creo que haya algo que me moleste de ti, salvó que aún no hemos salido en otra cita. -
- Hmpf, idiota. -
Dijo para bajarse del demonio muerto junto a Kishibe... Los dos caminaban de regreso al apartamento de Quanxi pero en medio de eso, Kishibe decidió jugarle una broma a Quanxi que le costaría... Caro...
- Jejeje... - Dijo dándole una pequeña patada en el trasero de Quanxi.
Cosa que la albina respondió al intento con una patada que hizo volar a Kishibe, atravesando un edificio.
- ¡A- AH! ¡E- Estoy bien! -
-
-
-
-
-
-
Denji se encontraba desorientado, un poco perdido y nervioso, además de estar sintiendo temblores de al parecer, el demonio con el que su maestro y la Primera Cazadora luchaban. Se quedó quieto en un lugar e intento ubicarse en dónde se encontraba y por dónde podía ir... Hasta que de repente...
- ¡RAAAAAH! ¡SOY EL DEMONIO HORMIGA Y VOY A MATART- - Exclamó un demonio antropomorfico detrás de Denji, siendo interrumpido por el mismo niño.
- Ehm... Disculpe que lo interrumpa... ¿Pero de casualidad sabes dónde queda la tienda de donas más cercana? - Preguntó el pequeño rubio al demonio que parecía intimidante.
- ¿Eh? ¿Por qué quieres saber eso? ¿Te das cuenta que literalmente te voy a comer? -
- Ajá, ¿Pero sabes o no dónde queda? -
- Claro que sí, tendrías que seguir recto y después doblar a la derecha, en la esquina, encontrarás un edificio rosa y es ahi donde venden donas... - Explico señalando.
- Oh, gracias, que tenga buenos días. - Dijo para irse caminando.
- ¿Eh? ¡OYE! ¡SE SUPONE QUE DEBO DEVORARTE VIVO! ¡VUELVE AQU-! - De repente, todo a su alrededor se volvió oscuro, su voz no se escuchaba... O más bien, ningún sonido de él podía escucharse...
El demonio, confundido siguió caminando e intento gritar pero no se escuchaba nada, ni un sonido sordo... Esto lo empezaba a poner nervioso...
"¿No escuchas nada acaso?"
Fue lo único que su audición pudo captar, una voz femenina, suave y silenciosa, parecía un suave susurro...
"¿No temes que allá alguien detrás tuyo?"
El Demonio Hormiga giro rápidamente atras suyo para verificar que en esta sordera no haya alguien intentando matarlo por la espalda...
"...O tal vez en tu derecha..."
"¡No! ¡A tu izquierda!"
"¡Cuidado enfrente!"
El demonio no lograba entender nada, ahora de repente, en ese lugar oscuro no escuchaba una, sino tres voces que parecían susurrarle y que poco a poco lo dejaban más paranoico y demente...
Intento gritar con todas sus fuerzas, a golpear el suelo para hacer ruido... Pero nada...
"Loco, loco, loco, loco..."
"Nadie te escucha..."
"Las voces... Todo está en tu cabeza..."
Empezaba a desesperarse, ya no sabía que hacer, se golpeaba la cabeza contra el suelo, sin importar que está sangrase, las voces no se detenían, ni tampoco podía escuchar su propio ruido...
"¿Quieres escuchar?"
"Puedes volver a oír..."
"Agujerea tu cabeza, para que el sonido entre y salga..."
Y en eso, el demonio, con una de sus pinzas, desesperado se la clavo en la cabeza y empezó a apuñalarse repetidas veces, abriéndose el cráneo sin importar la cantidad de sangre o lo brutal y doloroso que se sentía eso... Luego... Apesar de tener un agujero enorme en su cabeza... Empezó a escuchar todos los sonidos del mundo de repente, ya sean fuertes o silenciosos, y en la lejanía de aquella oscuridad... Se podía ver a Tsugihagi, el cual estaba viendo al demonio para así sus extremidades crezcan de forma grotesca y bizarra, abriéndose su boca costurada para así en cuatro patas, correr velozmente al demonio que estaba de rodillas aterrado, sin poder gritar...
Siendo asesinado de forma silenciosa.
Mientras tanto, afuera, estaba Tsugihagi viendo al cadáver del Demonio Hormiga, con un agujero en su cabeza y la sangre que no paraba de salir.
- ¿Sabes...? Aún no se cómo funciona tu habilidad... Digo, literalmente, solo lo tocaste y luego empezó a gritar como loco y se apuñaló así mismo... ¿Estás segura que no eres la Poseída del Suicidio? - Le dijo Pingtsi caminando sobre el cadáver del demonio junto a Tsugihagi, quien negó con la cabeza.
Luego de unos minutos... Las dos poseídas pudieron ver al niño rubio salir de la tienda de donas con una caja de estás totalmente feliz. Tsugihagi entusiasmada corrió hacia Denji y lo cargo para así abrazarlo, aliviada de que no le haya pasado nada, mientras que Pingtsi se acerco al niño enojada por como se habia ido del apartamento.
- ¡Oye mocoso! ¡A ver! ¡¿Por qué te fuiste del apartamento sin decir nada?! - Le pregunto Pingtsi enojada.
- Pues... Tu me dijiste que consiguiera mis propias donas, así que me fui, encontré la tienda, aproveche que no habia nadie y lo tome... Al parecer era la última caja... - Dijo de forma inocente.
- ¡NO ERA ENSERIO! ¡Por tu culpa casi muero una segunda vez y si no fuera por Tsugihagi, un demonio pudo haberte matado! - Dijo aún enojada.
- Pero no fue así ¿Verdad? Yo tengo mis donas, estás viva y me encontraron, todos felices... -
- Tch... Cómo sea... - Dijo intentando agarrar una dona de la caja de Denji.
- ¡Hey, hey, hey! ¡Consíguete tus propias donas...! En la tienda de donas... Jaja... - Dijo para así ir comiendo mientras que Tsugihagi lo mimaba entre sus brazos... Al parecer, la poseída del silencio tenía un cariño especial ante los niños.
- ¿Huh? ¡¿Enserio?! ¡¿ME TRAJERON AQUÍ Y NO RECIBO NI UNA RECOMPENSA?! - Dijo enojada siguiendo a los dos.
Mientras tanto en el apartamento...
Aki estaba al incómodo viendo su anime... Mientras que Long estaba sumamente concentrada... En el anime, un niño se encontraba algo nervioso, desesperado al parecer, salió corriendo en busca de una chica para asi de repente una flecha le atraviese su cabeza y quede clavada en la pared, cosa que Aki impactado y con miedo al ver dicha escena...
La poseída puso oler la esencia del miedo en Aki, aspiro profundamente mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro para mirar la expresión de Aki perturbada aterrorizado, viendo la ahora cabeza decapitada del niño, cosa que Long sin dudar, se acercó aun mas quedando pegada a Aki mientras esté estaba en shock, saboreando su miedo cautivador...
"Tare... Chan..."
Decía asustada la chica del anime que Aki veía... De repente, unos hombres aparecieron detrás de ella y el protagonista quien intentaba correr para salvar a la chica, fallaba miserablemente. Aki sudaba frío, perturbado, viendo como los hombres empezaron a matar a la chica que gritaba de agonía... Después de eso, el protagonista vio como la chica estaba desmembrada y su cabeza en un palo mientras los demás celebraban haberla matado, cosa que el protagonista fue y los mato para así terminar el capítulo de hoy...
El niño pelo negro azulado estaba con una mano en su boca aterrado por lo que acababa de ver, cosa que Long rodeo con su brazo el cuello del niño y le susurro...
- [Perdona si Long no te dejo mirar tu programa, me equivoqué, valió totalmente la pena... ¿Sabes? Mi parte favorita fue cuando murió el niño que curiosamente se parecía a ti~] - Dijo la Poseída del Dragón, para después posicionar su nariz en el cuello de Aki y aspirar su miedo.
Cosa que el niño, ahora sí asustado, le dió un puñetazo a Long en el rostro dejándola inconsciente y salió corriendo a abrazar a Cosmo que intentaba separarse del niño más grande debido a que Power está por cometer una locura.
Por el lado de Cosmo y Pochita...
- ¡Ustedes están evitando que alcance mi potencial! ¡No dejaré que me detengan! - Dijo Power arriba del refrigerador.
Pochita ladraba furioso mientras que Cosmo se intentaba librar de Aki quien lo abrazaba con miedo. Cuando Power salto del refrigerador, Cosmo rápidamente dijo:
- ¡Halloween! - Tocando la frente de Aki para dejarlo inconsciente y después rápidamente tomar a Power que caía aproposito del refrigerador.
La Poseida de la Sangre, enfurecida, salto de los brazos de Cosmo y fue corriendo a la lavadora para ponerlo a máxima potencia y meterse dentro. Cosa que el perrito fue y entro primero para evitar que Power entre cerrandose la puerta por accidente y empezando a girar de forma veloz. Power aún más enojada fue corriendo evitando a Cosmo para así ir al baño y empaparse todo de agua seguido yendo a la sala (evitando nuevamente a Cosmo) para así acercarse al tomacorrientes del televisor e intentar tocarlo, pero Cosmo le lanzó un cojín del sofá, mandando a volar a Power que aprovecho el impulso para así saltar del apartamento cosa que antes de caer, Cosmo también salto agarrando del pie a Power... Sin saber que ella caería también...
Antes de poder ver su fin ridículo... Sintió que algo la sostenía... ¡Era Pochita! Quien estaba totalmente peludo debido a la lavadora que también era una secadora, sosteniendo con sus dientes la ropa de la Poseida del Cosmo... Luego los tres subieron no sin antes Power intente escaparse, lo cual, Cosmo ya harta, la tomo rápidamente, apunto su dedo índice en la frente de la Poseída de la Sangre y dijo:
- Halloween. - Para dejarla inconsciente...
Tanto el perrito como la apariencia de zombie, cansados, llevaron a los dos niños en el sofá junto a Long que tenía un moretón en el rostro, producto del puñetazo de Aki. Los dos se sentaron cansados para así escuchar como la puerta del apartamento se abría con Tsugihagi y Pingtsi junto a un Denji con restos de dona en su boca...
Al cabo de un rato, llegaron los dos cazadores para así ver cómo el apartamento estaba tranquilo...
- Fiuuu, veo que aquí la pasaron bien, de seguro no pasó nada. - Dijo Kishibe quien entraba al apartamento junto a Quanxi.
- Ya lo creo... Me sorprende que mis niñas pudieron tener bajo control a tus chicos. -
- ¿Qué puedo decir? Mis muchachos son unos angelitos. - Dijo rascándose la cabeza.
Tsugihagi simplemente feliz cerros sus ojos mientras que Pingtsi y Cosmo miraban de forma frustrada a los dos cazadores...
- ¿Hum? ¿Me dormí acaso? De seguro me aburrí viendo el programa de ese niño... - Dijo Long despertándose en el sofá.
Cuando Kishibe se estaba despidiendo de Quanxi y sus niñas, Denji se acerco a Pingtsi con la caja de donas y le ofreció.
- ¡Toma! ¡Por ser la mejor! - Dijo Denji sonriéndole...
Pingtsi quien estaba confundida, sonrió halagada por el acto del niño y se agachó.
- ¡Aww~! Gracias, supongo que no eres tan malo...~ - Dijo para darle un beso en la mejilla de forma cariñosa.
El niño sonrió y fue corriendo para Kishibe para así saltar y caer en los brazos del pelinegro...
- Entonces... Nos vemos mañana a las 17:50. Prepara tus cosas y mantén asegurado tu apartamento. - Explico la albina.
- Mañana es la noche... - Decía pensativo el pelinegro.
- Así es, y esperemos pase un milagro para que el ataque de mañana no sea tan mortífero. - Dijo inexpresiva.
El primero asintio y se despidió de ella para así darse la vuelta e irse.
Pingtsi abrió la caja con un sonriss solo para ver un trozo pequeño de pan y migajas...
Ese día, Pingtsi hizo una rabieta...
-
-
-
-
-
Memes y avisos:
Bueno, y aquí oficialmente termina el "Arco de los Cazadores" y debo decir que jamás pensé que en verdad está historia funcionaria, la verdad, cree este fic porque me encantaba el personaje Kishibe pero me daba lastima de por si su historia, ademas de que soy de aquellos seres odiados que aman el ship de "Kishibe x Quanxi"; pero me gustaria creer que estoy llevando bien la relación de ambos, y eso que siendo sincero, los dos tienen personalidades (en mi opinión) difíciles de escribir debido a su poca aparición y también a qué no se sabe mucho de su pasado, así que tuve que improvisar.
A partir de ahora empieza el: "Arco Sangriento", si es que mi agenda no me demora mucho, despues de todo, como ya saben conseguí trabajo, asi que veremos qué pasa. Nos vemos hasta la próxima.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro