Sentía sus párpados muy pesados, pero aún así logró abrirlos. Le tomó unos segundos, los cuales valieron la pena.

Las pupilas las tenía irritadas por todo el tiempo que sus ojos estuvieron cerrados. La tenue luz chocaba agresivamente, provocandole lagrimeo. Su lagrimal estaba un poco lagañoso y picoso.

Yoongi quería subir su mano hasta los ojos y quitarse las lagañas, a la vez que limpiaba sus lágrimas, pero su mano pesaba demasiado. Es más, con el pasar de los segundos, su mente se fue aclarando al igual que su lagrimeante vista, cayendo en cuenta que todo su cuerpo pesaba, casi no podía sentirlo del todo.

Con todo el esfuerzo del mundo, logró subir una de sus manos hasta los ojos, frotándolos con la poca fuerza que tenía. Observó lo mejor que pudo lo que lo rodeaba.

Al parecer estaba acostado en una cama, conectado a ciertas máquinas y sueros, en una habitación. Suspiró temeroso, recordando como había llegado a esa situación.

Sus labios temblaron, cuando la escena de su auto chocandose con esa camioneta pasó claramente por su mente. Tragó grueso al sentir aquel momento de nuevo. Al parecer había sobrevivido, pero...

Vió hacia la ventana a uno de sus lados. Colores del ocaso. Él se había accidentado en la noche, ¿Cuánto había pasado?, es más, ¿En dónde estaba?.

Volvió a ver a todos lados. Aquella habitación no parecía la de un hospital, ni siquiera una VIP. Era literal, una habitación de casa.

¿Sus padres lo habían traído a casa para su comodidad? Tenía que ser eso. Pero...no recordaba una habitación así en su villa, la cual conocía de pies a cabeza.

¡¿Dónde estaba?! ¡¿Qué había sucedido?!

La desesperación y la incertidumbre por no tener respuestas lógicas a sus dudas, hicieron que con todo el esfuerzo que no tenía, se levantara, quedando sentado. Sus espalda dolía, al igual que su cuello y parte del cerebelo.

- Ahhj... - un pequeño gemido escapó de sus labios, al querer moverse un poco más.

Volvió a ver la habitación, tratando de encontrar algo que le indicara donde estaba. El hecho de que no había nadie a su lado, lo hacía sentir peor. ¿Cómo es que no había nadie? ¿Sus padres? ¿Taehyung? ¿De verdad lo dejarían solo? No, ellos no harían eso.

¿Dónde... dónde... ? Comenzó a sudar levemente por su frente y manos. Quería levantarse y salir de aquel lugar, encontrar respuestas y asegurarse de como estaba todo.

Entonces.... - Clan Park... - susurró.

Recordó que aquel clan junto con la Yakuza estaban detrás de él para matarlo. Él estaba huyendo por eso, pero tuvo aquel acidente y...

¿Ahora que haría? Llevó su vista hacia su pálido y vulnerable cuerpo. No tenía las fuerzas y energía para tomar un auto y huir hacia Japón como lo tenía planeado. ¿Qué haría? ¿Le diría a sus padres lo que estaba pasando? ¡No! Sería perjudicar a todo el Clan Min.

Yoongi llevó las manos hacia sus sienes, masajeandolos. Estaba aturdido. A estas estancias, ni siquiera comprendía porque cedía a huir. Él ni siquiera había dicho nada, ni tampoco sabía de que lo acusaban. No era justo todo lo que estaba pasando.

Algunas lágrimas rodaron por sus pálidas mejillas. ¿Dónde mierda estaba? ¿Dónde estaban los demás? ¡¿Qué estaba sucediendo?!.

A punto de arrancarse la intravenosa, conectada al suero, la puerta de la habitación fue abierta.

Quedándose quieto, Yoongi observó a la persona que se acercaba a él. Todo su lastimado cuerpo, temblaba a más no poder.

Su mayor temor, hecho realidad. - Oh, veo que por fin despertaste, Yoongi. Creí que te tomarías más tiempo. - mencionó.

Park Jimin. Este lo veía con una expresión seria pero a la vez burlona, a unos pasos de la cama.

¿Cómo es que estaba Jimin con él?. Su garganta de por si estaba seca, así que se le hacía difícil emitir palabras.

- Sabes... - Jimin comenzó a caminar por la habitación, llegando a una elegante jarra con agua. - ...cuando supe que estabas en coma, me prometí a mi mismo, que yo sería la primera persona que verías cuando despertaras. - sirvió un vaso con agua, extendiéndoselo a Yoongi. - Lo cumplí. - sonrió ladino. - bebe un poco, me gustaría escuchar tu voz.

Tembloroso, Yoongi tomó el vaso con agua, pues de verdad quería poder hablar. Sin quitarle la mirada de encima, bebió del líquido, sintiendo como su seca garganta se hidrataba.

- Te has de estar preguntando muchas cosas, lo sé, pero tranquilo, todo tendrá respuestas.

De algún modo, Jimin había logrado llegar hasta él, o más bien, apoderarse de él mientras estaba inconciente. Yoongi no podía deducir como ocurrió o cuando, ya que el miedo era lo que aturdía su mente y no podía pensar con claridad.

"Maldita sea la noche que se acostó con ese puto extranjero" se reprochó así mismo. No podía ceder a esa injusticia dada hacia él, pero para eso tenía que seguir con vida, cueste lo que cueste.

Si, cualquier costo.

- D-Disculpa, no te entiendo... - susurró, pues aún no tenía las fuerzas para hablar con voz alta, pero Jimin lo escuchó.

- ¿Ah no? - rió. - ¿Sigues somnoliento por la larga siesta que tuviste por una semana?.

¡Una semana! ¿Qué?. Tenía que calmar sus reacciones lo mejor que podía. - Y-Yo...no sé...no... - los ojos de Yoongi lagrimearon. - ...no sé quién eres. ¿D-de que me hablas? ¿Quién eres tu?.

Un intrigante silencio tuvo cabida. Ambos mirandose fijamente. Jimin lo observaba serio y meticuloso, mientras Yoongi trataba de verse perdido, asustado e inocente.

Los nervios y temor recorrieron el cuerpo de Yoongi, cuando Jimin se acercó con sutileza hacia él, quedando sentado a su lado en la cama.

- ¿Sabes cuál es tu nombre?

Yoongi mordió su labio inferior, apretando sus manos en el vaso, y apretando los ojos. - No lo sé.

- Mnnn...ya veo  - Jimin ladeó la cabeza, analizando las expresiones de Yoongi, junto con la peculiar situación.

Yoongi abrió los ojos, llorosos - ¿Quien soy? ¿Dónde estoy?.

Cualquier costo.

Jimin suspiró, mordiendo su labio inferior. - La vida si que está a mi favor - susurró.

- ¿Qué? - preguntó Yoongi, inocentemente, ya que de verdad no escuchó con claridad.

- Haz perdido la memoria, no me esperaba esto. - suspiró "preocupado"  - Pero lo tomaremos con calma... - Jimin sonrió de lado, llevando una mano hacia el cerquillo de Yoongi, haciéndolo a un lado, despejando un poco su frente. - ...lo importante es que estás bien, cariño.

Por inercia, Yoongi se alejó de su toque al escuchar aquella última palabra. ¿Cómo lo había llamado? ¿Qué estaba pasando?.

- ¿C-Cariño? - su voz estaba rasposa, por el llanto y aún resequedad.

- Sí, cariño. Tu nombre es Min Yoongi, y eres mi novio y prometido.

Este era el verdadero costo...